Durante 2015 hubo una película que causó mucho revuelo en el festival de cine de Sundance, aunque no fue sino hasta su estreno en cines en agosto de ese año que su impacto empezó a ser de nivel internacional, en parte popularizado por el reciente estreno de Kung Fury, cuya estética es muy similar.
Si Kung Fury es la versión irreverente de las películas policiacas y de ciencia ficción de los 80, Turbo Kid lo es de las películas postapocalípticas de estilo madmaxiano. Digamos que es el Zombieland de las películas postapocalípticas: una comedia a estilo de parodia pero que es totalmente lógica y coherente con su propio argumento y universo.
La historia se desarrolla en un futuro (1997) donde la humanidad está al borde de la destrucción a causa de un evento apocalíptico de carácter nuclear. Los sobrevivientes subsisten buscando agua y recursos entre las desoladas y muertas tierras. Nuestro personaje principal es un chico cualquiera fanático del cómic de Turbo Rider, un superhéroe al que él admira. El chico se gana la vida intercambiando ratas mutantes y algunos desechos con un mercader local por algo de agua y comida. Sin embargo, un día conoce a Apple, una extraña chica que empieza a seguirlo por todas partes con la intención de ser su amiga.
El lugar es controlado por Zeus, un hombre despiadado que organiza peleas a muerte por diversión, de los cadáveres resultantes extrae agua con una máquina especial. Zeus y su séquito secuestran a Apple y a Frederic, un vaquero campeón en las fuercitas (vencidas), con la intención de hacerlos pelear. Mientras tratan de escapar, nuestro héroe encuentra la nave de Turbo Rider, toma el traje y las armas de su ídolo y se convierte en Turbo Kid. Con su nueva identidad sale en rescate de su rara amiga.
El filme es una irreverencia total, pues desde el inicio luce como una parodia de las películas postapocalípticas de herencia madmaxiana, en primera porque aquí los salvajes de la carretera andan en bicicletas, pero si lo analizamos, cuando la gasolina se termine por completo el propio Max se vería obligado a recorrer los desiertos australianos a pie o en cualquier transporte no motorizado. Digamos que es una versión cómica pero creíble del futuro que le depara a Mad Max, aunque con la estética y el estilo musical ochentero como lo que vemos en Kung Fury.
Además de la genial estética visual y sonora, tenemos una tendencia al gore tan exagerada que se convierte en Splatter, género que lleva al gore a un punto tan exagerado e inverosímil que resulta, en muchos de los casos, algo cómico. La máquina que extrae agua de los cadáveres es un invento grandioso y eso permite que veamos una brutal lluvia de sangre y viseras completamente hilarante. Este es mejor Spplater que he visto en años, sin olvidar mencionar las grandiosas peleas con igual cantidad de desmembramientos.
Los personajes están basado en el diseño que Mad Max definió hace años, pero logran ser originales y el aspecto de exageración inverosímil de la un toque fantástico y muy divertido. Tenemos desde los salvajes de la carretera, hasta robots, vaqueros, extremidades biónicas, superhéroes y los infaltables rayos laser. Los malos son los más estereotipados pero cumplen muy bien y Turbo Kid, Apple y Frederic forman un equipo fabuloso y sumamente entretenido.
La parafernalia y los escenarios son los que cabría esperar en una historia postapocalíptica, simples, de aspecto industrial y con leves retoques digitales que le van bien. La historia también tiene sus toques dramáticos y nos cuenta el pasado de Turbo Kid mediante flash backs, historia que tampoco es del todo original pero permite que el protagonista logra un crecimiento destacable. Sin duda una genial película destinada desde su origen a convertirse en una obra de culto y en el estandarte del cine Serie B de esta década.
Hace algunas semanas me encontré con estas dos imágenes que nos hablan sobre uno de los géneros más atractivos para el público cinéfilo, el Terror (u Horror, ya ven que en español los términos significan cosas distintas pero en inglés no). Pues bien, hoy les comparto las dos infografías para que conozcan un poco más sobre estos fabulosos géneros, que lamentablemente se han estancado en la repetición de fórmulas comprobadas y sustos, dejando de lado la provocación de verdadero miedo.
En la primera imagen tenemos una breve genealogía del terror, en la que podemos ver cómo ha evolucionado el género desde aquellos primeros filmes de los años 20. Desde el expresionismo alemán con Nosferatu, hasta las producciones de este siglo, pasando por la etapa de los grandes monstruos, los psicópatas de los años 60 y el violento Gore Serie B de los 70 y 80. En la segunda vemos la ubicación geográfica en donde toman lugar las historias que se desarrollan en los Estados Unidos.
Título Original: Fist of Jesus. Género(s): Survival-Horror, Splatter, Comedia. Director: Adrián Cardona y David Muñoz. Emisión: 2014. Duración: 15 minutos. Extras: –
Supongo que si son fans de los zombis y algo ateos habrán pensado en algún momento que el primer zombi de la historia fue Jesús. Pues bien, si nos remontamos a la historia bíblica en todo caso fue Lázaro, quien fue revivido por Jesús, pero las cosas pudieron no haber salido como el hijo de Dios esperaba y regresar a la vida a un muerto pudo resultar una pésima idea.
Fist of Jesus es un hilarante cortometraje sobre un apocalipsis zombi ocasionado por Jesús al tratar de revivir a Lázaro. Mientras los muertos vivientes devoran todo a su paso, el Mesías y su fiel amigo Judas, deciden enfrentarlos y exterminar a cada uno de ellos. Pese a que la premisa es muy sencilla, lo destacable son los toques de comedia irónica y satírica de los que hace uso, la atinada música de fondo y el genial manejo del Splattler que deja bañados en sangre a los protagonistas. Otro perfecto ejemplo de que las producciones independientes apoyadas por el crowfunding serán una alterativa muy viable en un futuro cercano.
Los seguidores frecuentes del blog sabrán que soy un gran fan de Cyberpunk, sin embargo, otro de mis géneros favoritos es el Gore, en todas sus variantes, desde el Gore Clásico hasta el excesivo Slasher o el viscoso Splatter, géneros que nutrieron a la Serie B en su modalidad Grindhouse.
Hablar de animación gore resulta un poco difícil, pues no es un género al que los animadores recurran con frecuencia, posiblemente porque el manejo de la anatomía lo hace más complicado o simplemente porque al público no le interesa ver dibujitos llenos de sangre. Fuera de la animación japonesa, que ha explotado todos los géneros imaginables, han sido pocas las obras de éste tipo de temáticas que he tenido la oportunidad de ver. Y si hablar de animación gore resulta difícil, hablar de animación gore hecha mediante Stop Motion es todavía más complicado. Para fortuna de todos los que amamos el Gore, un animador independiente ha tomado la batuta para representar tan polémico género mediante una de las más tradicionales técnicas de animación, me refiero al animador británico Lee Hardcastle.
I make claymations
“I make Claymation that are NOT for children”, es la frase y advertencia con la que siempre se presenta Lee, un animador independiente oriundo de Inglaterra y que se dedica a la creación de cortometrajes realizados mediante la técnica de Claymation, que no es otra cosa sino la animación mediante Stop Motion usando modelos de arcilla (plastilina).
La peculiaridad de Lee es su forma de trabajar. En primer lugar no usa grandes recursos, sus escenarios, personajes y demás utilería están hechos a partir de cosas tan simples como la plastilina y el papel. El equipo (cámara, computadora y software) con los cuales lleva a cabo su obra tampoco son de un alto nivel profesional; incluso los sets de sus cortos están hechos sobre una simple mesa.
En cuanto a la calidad artística podemos decir que Lee no es un gran escultor, sus diseños son burdos e incluso feos (es posible apreciar las huellas de sus dedos sobre la arcilla), pero eso acentúa ese estilo Grindhouse que su obra refleja. Ver una de sus obras es como ver una animación Serie B, porque en esencia eso es lo que estamos viendo: recursos limitados, trabajo realizado en poco tiempo, historias exageradas (propias de los géneros de los que parte) y una sobreexplotación del sexo y la violencia.
De sangre y tripas
Las obras de Lee coquetean con prácticamente todos los subgéneros del Gore, principalmente con el Slasher (un loco masacrando gente) y el Splatter (mutilaciones y salpicadero de sangre por doquier). Además del clásico “género rojo” sus obras presentan elementos del Terror, el Horror y la Ciencia Ficción. Y si bien el género principal es el Gore, sus obras en realidad pertenecen al Cine de Explotación (Exploitation), pues sobreexplotan temas como el sexo, la violencia, el miedo, la locura y un sinfín de estereotipos.
El hecho de buscar esa baja calidad a propósito le dan a sus cortos un aire de frescura e innovación, pues aunque puede recurrir a lo retro, termina por hacer un excelente homenaje —como lo han hecho Tarantino y Robert Rodríguez— al cine Grindhouse de los 70. Sin olvidar que con todo esto logra demostrarnos que no se requiere de un fino manejo del arte ni de un gran presupuesto, basta con tener en claro el género, la audiencia y una historia (que buena o no) atrape al público.
Cuando todo se tiñe de rojo lo único que nos queda es dejarnos llevar por el festival de sangre y tripas que Hardcastle nos ofrece. Pero sus obras tienen de todo, algunas son realmente atemorizantes (T is for Toilet), otras presentan un exceso tal que caen en lo divertido (An Alien Claymation) y algunas más son un desenfreno total de acción pura (The Raid). Y justamente es esa versatilidad que Lee tiene para jugar con el gore lo que hace tan atractiva su obra.
Nota: el siguiente es un ensayo sobre el Survival-Horror como género cinematográfico o televisivo y puede diferir del género de videojuegos en varios aspectos.
El también llamado Horror de Supervivencia es un género nacido de la escena gamer y popularizado gracias a franquicias como Resident Evil y Silent Hill. El bum de los videojuegos en la última década del siglo XX y la primera del XXI, su salto a la pantalla grande y la dinámica social que empezó a reflejar sus frustraciones en las cintas de Superhéroes y Zombis, coadyuvaron a popularizar el género.
A continuación la definición de lo que yo considero es Survival-Horror:
El Survival-Horror es un subgénero nacido directamente del Horror, el Gore y la Ficción. Sus temáticas suelen centrarse en un grupo de personajes que deben sobrevivir a algún tipo de catástrofe apocalíptica sobre la que no tienen control y de la cual no pueden escapar.
PANTALLAS VS CONSOLAS
Si bien el Survival-Horror (SH) nace en los videojuegos y se considera un género nato allí, algunas series de televisión y películas han empezado a desarrollar historias basadas en las premisas que popularizaron los juegos. Con ello se generó un estándar en las producciones de los últimos años dentro de género del Horror, que mostraban historias enfocadas en la acción y el suspenso que tanto atraían a los jugadores y que rápidamente engancharon al público juvenil no sólo en la escena gamer.
Como género de videojuegos, el SH presenta características que van desde el desarrollo de la historia, hasta la creación de personajes, pasando por el manejo de escenarios y la dinámica en la perspectiva (o juego de cámaras), que en su conjunto introducen al espectador dentro de la acción y lo mantienen en tal tensión que le resulta inevitable saltar frente a cualquier sorpresa (qué es la dinámica clásica del género del Horror). Sin embargo, a diferencia de lo que pasaba en las consolas, el séptimo arte y la televisión crearon historias genéricas que seguían un patrón muy repetitivo. El SH, al menos dentro del cine, no es un género propiamente hablando, es más la dinámica entre los personajes y su entorno en relación con el género madre que guía al filme, que generalmente es Terror, Horror o Ficción Especulativa Apocalíptica.
Silent Hill (Christophe Gans, 2006)
HORROR, TERROR Y MIEDO
Para entender mejor éste género, debemos conocer sus raíces, es decir, lo que le da su nombre. El SH es un subgénero del Terror, el cual se enfoca en provocar tensión en los espectadores (no confundir con Thriller) y asustarlos con alguna escena sorpresiva o apelando a la impresión visual, generalmente recurriendo al Gore. El Horror, que no es lo mismo, busca generar miedo o pánico, pero a un nivel más psicológico, provocando que en ocasiones nosotros mismos nos asustemos sin la necesidad de que se nos muestre una escena atemorizante.
El término como tal fue adoptado por el mundo hispanoparlante sin traducción y extraído directamente del mundo de los videojuegos. Si nos propusiéramos dar una traducción con base en nuestra lengua y los géneros de los que deviene, deberíamos llamarlo Survival-Terror o Terror de supervivencia.
Como el género mayor del SH es precisamente el Terror, resulta muy común que se produzcan mezclan con otros géneros. Dentro de la escena cinematográfica tenemos que muchas veces es un género externo el que guía o da pauta tanto al argumento principal como al desarrollo general de la historia. En la película Zombieland (Ruben Fleisher, 2009) tenemos que la Comedia guía al filme, en Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007) el Splatter es el eje rector, mientras que en Carriers (Àlex Pastor y David Pastor, 2009) reinan la Ficción Especulativa y el Drama.
Con base en su relación con otros géneros, podríamos aventurarnos a decir que el SH es un Exploitation del Terror, porque de cierta forma sí lo es. Sin embargo, el Cine de Explotación ha sobreexplotado por sí mismo al Survival-Horror, desgastando muchas de las temáticas y dinámicas clásicas.
Zombieland (Ruben Fleisher, 2009)
DINÁMICA DE SUPERVIVENCIA
Con lo dicho anteriormente aún resulta muy ambiguo saber qué pertenece al SH, podríamos pensar que es cualquier obra en donde los personajes deban luchar por su vida contra algo que cause terror sin importar de qué género sea. Esto no es así, películas como Hostel (Eli Roth, 2005) o Saw (James Wan, 2004) muestran gente en situaciones horribles tratando de sobrevivir, y aunque no está bajo su control evitarlo, las películas se descartan del género por la simple razón de que existe un villano que provoca su sufrimiento.
Para pertenecer al SH no sólo debe haber Terror de fondo, debe desarrollarse una dinámica de supervivencia que forcé a los personajes más allá de sus límites, obligándolos a cometer actos que normalmente no harían con tal de tener un día (o unas horas) más de vida. Además, no debe existir un personaje antagónico (o villano) que provoque la situación de supervivencia, debe ser una catástrofe que se haya salido de las manos y no pueda ser controlada, obligando a los personajes a aferrarse a la vida haciendo uso de toda su fuerza, ingenio o sentido común para poder sobrevivir. Cabe aclarar que un gigantesco monstruo arrasando una ciudad no es un personaje en sí, es básicamente la situación.
Durante la historia, los personajes generalmente deben resolver problemas que no estaban previstos, apelando no sólo a su fuerza física, sino a su intelecto. En el Survival-Horror los sobrevivientes debe elegir entre lucha o huir, esconderse o hacerle frente a la situación, y aferrarse a la vida o dejarse morir.
Filosófica e históricamente el conocimiento ha sido el arma más poderosa, dentro del género que nos compete es una constante ver que los personajes desconocer la situación, no saben a plenitud qué es lo que pasa y mucho menos si esto les puede causar algún daño. La falta de información es básicamente lo que hace entrar en pánico a los personajes y los obliga a cometer errores, esto lo podemos ver de manera muy obvia en The Happening (M. Night Shyamalan, 2008). En una situación de supervivencia es importante saber cómo reaccionar ante la amenaza, pero si no sabemos qué es lo que pasa no podremos reaccionar correctamente, actuaremos por instinto y eso es lo que genera esa dinámica tan particular entre los personajes y su forma de enfrentar la situación.
Correr y Disparar. La dinámica clásica de los videojuegos era correr y dispara, atacar al enemigo, debilitarlo y huir antes de que pueda contraatacarnos. Muchas películas y series se basan en este principio, pero en menor medida, recordemos que generalmente los personajes no tienen la fuerza necesaria para defenderse ni atacar, teniendo únicamente como opción el correr y esconderse. La diferencia primordial entre juegos y películas es que en los primeros tenemos el recurrente uso de tomas en primera persona (POV), que sumergen al jugador dentro de la acción. Esto es muy poco usado en el cine, el filme Doom (Andrzej Bartkowiak, 2005) hace uso de este recurso visual pero es porque se basa en el videojuego del mismo nombre. Aquí no debemos confundirnos con el Falso Documental ni las tomas de cámara en mano como en Cloverfield (Matt Reeves, 2008).
Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007)
APOCALIPSIS Y REFUGIO
El elemento apocalíptico es sin duda el más recurrente en este tipo de filmes, pues básicamente en cada obra se nos presenta una situación del fin del mundo. El hecho de que el apocalipsis sea global es lo que hace tan atractivo a este género, pues no importa que hagan los personajes ni a dónde se dirijan, no encontraran otra cosa más que desolación y muerte. El no tener un lugar para esconderse o estar a salvo enfatiza el elemento de supervivencia o en su caso buscar dicho paraíso se convierte en la meta final de la travesía. Asimismo, la constante de estar acorralado enfatiza la frustración y eleva la tensión en los espectadores, como podemos verlo en Dawn of the Death (2004) y Land of the Dead (2005), ambas de Geroge A. Romero, y en The Walking Dead (Frank Darabont, 2010), donde los protagonistas buscan incansablemente un lugar dónde estar a salvo.
Si bien al holocausto puede no ser mundial, el entorno dentro del cual se mueven los personajes está totalmente afectado y les impide estar a salvo. En Cloverfield la ciudad de Nueva York está en peligro y en REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), a pesar de que todo acontece en un edificio, no hay habitación en la que puedan estar seguros.
VÍVERES, ENEMIGOS Y CORDURA
El elemento apocalíptico no sólo sirve para generar un escenario desesperanzador, también sirve para hacer aún más estresante la dinámica de supervivencia, pues la obtención de recursos (armas y alimentos principalmente) se convierten en la necesidad principal que debe ser satisfecha incluso antes que la seguridad personal. Salir en busca de suministros siempre implicará exponer la vida a los peligros del camino o en su caso luchar por ellos contra otros sobrevivientes.
Además de los zombis, engendros o virus a los que se deba sobrevivir, el gran enemigo a evitar son las otras personas, quienes harán lo que sea para estar a salvo aún si eso incluye acabar con nosotros. En muchas obras de este tipo los sobrevivientes generalmente se unen e intentar salir adelante juntos, pero eso no los exime de sufrir problemas dentro del mismo grupo ni contra otras personas, como lo vemos magistralmente en The Walking Dead.
El vivir a un ritmo tan estresante, tener que lidiar con todo tipo de enemigos y la falta de recursos, llevan tarde o temprano a la locura. Mantener la cordura y la esperanza es una de las claves para seguir vivo, tener porqué luchar es quizás la principal razón para no dejarse morir y es por eso que muchas veces los personajes simplemente dejan de intentarlo. Cuando todo está acabado, cuando ya no hay esperanza y cuando pareciera que todas las salidas se cierran, es cuando sentimos el verdadero horror de estar vivos, y eso se ejemplifica perfectamente en The Road (John Hillcoat, 2009).
The Walking Dead (Frank Darabont, 2010)
PERSONAJES
El desarrollo de los personajes es de los aspectos más ricos dentro del género, pues el hecho de llevar a una persona a sus límites físicos y psicológicos hace que la veamos tal cual es, sin apariencias y en su estado más primitivo. La tensión que sufren a lo largo de la historia nos deja ver parte de la naturaleza humana, pues muchas personas que creemos fuertes y correctas en situaciones normales, resultan no serlo cuando las cosas se ponen difíciles y más cuando su vida depende de ello, o por el contrario, la gente que parece débil resulta adaptarse a la situación y logra sobrevivir; justamente es la adaptación la clave de la supervivencia.
La actitud de los personajes ha servido para hacer crítica social, pues nos muestran que cuando nuestra vida depende de ello la confianza es algo que se puede perder fácilmente. De la misma forma, la moral y las leyes sociales quedarán rebasadas cuando la ley de la selva sea la única forma de seguir vivo. En el Survival-Horror literalmente es comer o ser comido. En Carriers vemos como resulta imposible confiar en alguien sin importar su inocencia o lo inofensivas que luzcan las personas.
En éste género se explotan las características más obvias de los seres humanos: su mortalidad y susceptibilidad al daño. El SH apela a nuestro miedo a ser lastimados y lo potencializa colocándonos en situaciones sin salida. Por esta razón no tenemos héroes como personajes, la mayoría ve por sí mismo o por un pequeño grupo de personas, sin importarles que para salvarlos tengan que lastimar a gente inocente que únicamente busca sobrevivir al igual que ellos.
Carriers (Àlex Pastor y David Pastor, 2009)
ZOMBIS Y MÁS ZOMBIS
El SH es siempre asociado al género de Zombis (que no estoy seguro si en realidad es un género) debido que en los últimos años ha habido una gran producción de películas de éste tipo, en parte por los problemas sociales que ha sufrido la humanidad y por el gran horror que se le tiene a estas criaturas, que podemos explicar con la teoría del Valle Inexplicable (o Valle Inquietante).
Desde los zombis de George A. Romero a los engendros de Robert Rodríguez, la evolución y dinámica de las películas ha cambiado, al igual que el diseño de los muertos vivientes. Con cada entrega los muertos se hacen más voraces, inteligentes y peligrosos, y los argumentos han dejado de enfocarse en la dinámica de correr y disparar —que heredaran de los videojuegos— para centrarse en la crítica social. De aquellos primeros filmes Serie B a las grandes producciones de los últimos años, los zombis han evolucionado en todos los aspectos, generando incluso una variación dentro de su propio género, el Cine de Infectados (aquellos que no están propiamente muertos). Sin embargo, el Survival-Horror no se limita a muertos buscando carne fresca, pues el Horror va más allá de la vida o la muerte.
Para terminar, debe quedarnos claro que toda película de Zombis es SH pero no todo SH es de Zombis. Aunque he visto películas sobre Zombis tan inverosímiles que incluso dentro de la Serie B parecen absurdas y me hacen cuestionarme sobre si quizás dentro del infinito universo del celuloide exista un filme de muertos vivientes que no sea SH.
Con el bum de los bulos (noticias falsas en internet) que propiciaron la expansión de un sin número de géneros imaginarios, principalmente los derivados del Cyberpunk, surgió entre algunos blogueros y gente interesada en el cine la manía de otorgar a cada nueva obra cinematográfica un género exclusivo apelando a las características de su historia y añadiendo el sufijo punk. Como es de esperar, muchas de esas obras ni siquiera eran Ciencia Ficción, y entre aquellas que sí eran del género muy pocas contenían la ideología anárquica y la visión distópica del futuro, aspectos indispensables para poder portar el mentado sufijo.
De entre estas invenciones destacan dos que por mucho tiempo me reusé a aceptar como subgéneros punk, pero que ahora, después de analizar de manera más puntual sus características, creo que bien merecen pertenecer a esta creciente familia de subgéneros. La primera es el Stitchpunk, género nacido con la película 9 y que se autodefinía como una derivación de la Ciencia Ficción cuya tecnología era a base de tela. La segunda es el Splatterpunk, subgénero que realmente no es Ciencia Ficción, sino una derivación del Gore, el Splatter, la Serie B y el Exploitation.
Iniciaré pues con una definición de lo que yo considero es el Stitchpunk:
El Stitchpunk es una derivación del Scrappunk que se distingue por el tipo de desechos usados para la fabricación de tecnología, que es este caso son los desechos orgánicos.
TELA Y COSTURA
Stitch (del inglés “puntada”) fue usado porque los personajes principales de la película 9 son de tela, y al ser una historia de Ciencia Ficción ambientada en un mundo postapocalíptico que critica la actitud autodestructiva de los humanos, el sufijo punk le quedó como anillo al dedo. Sin embargo, no todos los autómatas que aparecen en el filme son de trapo, el resto están fabricados con desperdicios que lo que alguna vez fueron aparatos electrónicos o basura orgánica (tela, madera y hueso). Está peculiaridad me permitió entender que el Stitchpunk es en realidad un Scrappunk de desechos orgánicos.
MATERIALES ORGÁNICOS VS INORGÁNICOS
La tela no puede constituir la base de una tecnología ficticia, la propia película de 9 hace uso de la fantasía —y no de la ciencia— para explicar la aparente vida de los muñecos de trapo. Tomando en cuenta las características que ya definí en el ensayo sobre Scrappunk, me percaté de que era posible la existencia de una tecnología ficticia, futurista y racionalmente verosímil a partir de elementos orgánicos fácilmente degradables que otorgaría características totalmente diferentes al subgénero. Fue así como la especialización en determinado tipo de desechos me permitió aceptar y expandir un subgénero que muchos habían confinado al uso de la tela.
Ya tenemos en claro que el Stitchpunk se basa en desechos orgánicos o fácilmente degradables, mientras que el Scrap hace uso de los inorgánicos. Entre estos materiales no degradables tenemos los que son o fueron herramientas electrónicas y los que cumplieron funciones totalmente diferentes. Un Scrappunk Clásico puede presentar ambos tipo de desechos, pero cuando hace uso exclusivamente de basura electrónica y se desarrolla en un contexto intacto podemos puntualizarlo aún más denominándolo Nano-Scrappunk (aunque esto ya es una excesiva delimitación que sólo yo utilizo).
Título Original: 撲殺天使ドクロちゃん2 (Bokusatsu Tenshi Dokuro-chan 2). Género(s): Comedia, Súper Ecchi, Gore, Splatter, Eroguru. Director: Tsutomu Mizushima. Estudio: Hal Film Maker. Emisión: Agosto 2007 – Noviembre 2007. Duración: 4 Episodios. Extras: –
La segunda temporada de Dokuro-chan se mantiene con los mismos niveles en calidad de audio y animación. Sin embargo, los aspectos Gore y Ecchi presentan un considerable aumento, tanto en las escenas grotescas y escatológicas como en las eróticas.
La historia es simplemente la continuación de la primera parte, no involucra una temática nueva y mantiene el mismo ritmo, el único cambio relevante es la presencia de nuevos personajes que no generan un cambio considerable en la serie. Sin embargo, Bokusatsu continúa haciéndonos reír con ese humor negro, extraño e irreverente que la caracteriza. Y aunque es más de lo mismo sigue funcionando perfectamente, pues mantiene la misma dinámica de la serie original.
Título Original: 撲殺天使ドクロちゃん (Bokusatsu Tenshi Dokuro-chan). Género(s): Comedia, Ecchi, Gore, Splatter, Eroguru. Director: Tsutomu Mizushima. Estudio: Hal Film Maker. Emisión: Marzo 2005 – Septiembre 2005. Duración: 8 Episodios. Extras:Bokusatsu Tenshi Dokuro-chan 2.
Dokuro-chan es uno de los animes más raros que he visto, ya que maneja un humor algo escatológico y muy sangriento, además de grandes dosis de fan-service. Es de las pocas series que utilizan el Gore de modo cómico, lo cual provoca un resultado peculiar para quienes estamos acostumbrados a un Gore violento.
Ver a un género caracterizado por su violencia como base para el humor resulta algo extraño pero no deja de ser un genial aporte para el mundo de la animación. Además, esa mezcla de Gore y Ecchi dan como resultado un Eroguru cómico más que aceptable.
La calidad de animación es buena aunque simple, con recurrentes cambios en el formato de dibujo. En cuanto al soundtrack, éste se mantiene a un nivel adecuado con canciones extrañas pero que le van muy bien a la serie. Los personajes son inverosímiles y hasta tontos, pero eso es parte del humor que buscan desarrollar.
La historia gira en torno a Dokuro-chan, una joven y linda ángel cuya misión es matar a Sakura, un joven que al parecer creará una tecnología para que en el futuro todas las mujeres luzcan de 12 años, creando así el paraíso perfecto para los pedófilos. Sin embargo, Dokuro termina encariñándose con Sakura y fallando en su misión. El resto es una serie de líos y enredos sangrientos un tanto eróticos y bastante divertidos.
Una de las cosas más peculiares y divertidas de Bokusatsu es el hecho de que hace referencia a otras series de anime y a personajes reales de fama internacional, como el expresidente G. W. Bush o el fallecido Michael Jackson, pero de una manera muy irreverente.
Bokusatsu es una recomendación obligada para todo amante del Gore y el Ecchi en un contexto cómico, pues nos demuestra que la sangre no está peleada con la comedia, y sin duda es un claro exponente de que el Eroguru también puede ser divertido.