Willy’s Wonderland

Willy's Wonderland 1

Título Original: Willy’s Wonderland.
Género(s): Slasher, Gore.
Director: Kevin Lewis.
Emisión: 2021.
Duración: 89 minutos.
Extras:

No soy fan de Nicolas Cage ni de sus películas aunque sé que a muchas personas les gusta y es bastante popular dentro del cine hollywoodense e incluso en el mundo de los memes. A mí personalmente no me parece tan gracioso, es de esos actores (al menos desde mi perspectiva) que siempre se ve igual no importa a quién interprete, en fin, quizás por esto fue que esta película me gustó tanto, porque la vi dos veces por televisión (nunca desde el inicio) y tardé un rato en darme cuenta de que el protagonista era el mismísimo Nicolas caracterizado como un tipo rudo que no tiene diálogos.

Cage interpreta a un sujeto que es contratado para trabajar como conserje en uno de esos lugares de comida familiar donde hay animatrónicos con forma de tiernos animalitos que cantan para entretener a los comensales. No obstante, el lugar está maldito y los muñecos cobran vida en la noche sedientos de sangre, en obvia referencia del popular videojuego Five Nights at Freddy’s. De hecho la forma en que está actuada, dirigida y presentada hacen parecer al filme como un Mockbuster de baja calidad, al más puro estilo del cine Serie B, donde es Cage quien se encarga de elevar el nivel actoral de un Slasher con tintes de Terror rural (de esos donde pasa algo súper retorcido y siniestro en un pueblito perdido en medio de Estados Unidos).

Willy's Wonderland 7

Con buenos niveles de Gore, la película funciona también como un Slasher, pues además del conserje que es contratado como sacrificio para saciar el hambre de los muñecos asesinos, un grupo de adolescentes idiotas (como es común en estas historias) se meten al restaurante abandonado y terminan siendo presas de los maniacos muñequitos. Aquí no hay adolescentes que importen, todos son carne para el asadero, pero Cage reluce entre todos como el tipo rudo que a puño limpio acaba con los animatrónicos y logra sobrevivir la noche en aquel maldito lugar.

Acepto que disfruté bastante la actuación de Cage pese a no ser su fan, además del hecho de que no tiene un solo diálogo, lo histriónico de sus gestos, ademanes y movimientos corporales son suficientes para que sepamos, desde el primer minuto, que no es un tipo con quien debas meterte, que es rudo y no le teme a nada, ni siquiera a un montón de peluches sanguinarios y dementes. Y la verdad para una película de este tipo, el estereotipo de hombre rudo de acción funciona perfecto sin la necesidad que emita una sola palabra.

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La historia es muy sencilla, predecible como es de esperar, con escenas llenas de sangre y muertes violentas al por mayor, perfecta para estas fechas de Halloween donde los Slasher, el Survival-Horror, el cine de zombis y demonios se antoja para pasar las tardes frías. Además, el estilo de Cine Basura que tiene me remite a otras obras peculiares como Turbo Kid y Kung Fury. Puedas todas tienen un estilo donde su género se lleva al borde de los absurdo y exagerado, un Slasher para el caso de Willy’s, una Ciencia Ficción Postapocalíptica Splatter para el caso de Tubo Kid y una Ciencia Ficción Exploitation Grindhouse para el caso de Kung Fury.

Si gustan de este tipo de películas un tanto absurdas, exageradas, divertidas y con el nivel adecuado de violencia y sangre Willy’s Wonderland es una excelente opción para pasar la tarde sin preocuparse de una historia compleja ni asustarse con algo extremadamente terrorífico de estilo más psicológico. Además seguramente con el paso del tiempo se termine convirtiendo en una película de culto en el underground del cine Slasher halloweenesco.

Willy's Wonderland 4

Turbo Kid

Título Original: Turbo Kid.
Género(s): Comedia, Splatter, Ficción Especulativa, Ciencia Ficción.
Director: Anouk Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell.
Emisión: 2015.
Duración: 95 minutos.
Extras:

Durante 2015 hubo una película que causó mucho revuelo en el festival de cine de Sundance, aunque no fue sino hasta su estreno en cines en agosto de ese año que su impacto empezó a ser de nivel internacional, en parte popularizado por el reciente estreno de Kung Fury, cuya estética es muy similar.

Si Kung Fury es la versión irreverente de las películas policiacas y de ciencia ficción de los 80, Turbo Kid lo es de las películas postapocalípticas de estilo madmaxiano. Digamos que es el Zombieland de las películas postapocalípticas: una comedia a estilo de parodia pero que es totalmente lógica y coherente con su propio argumento y universo.

La historia se desarrolla en un futuro (1997) donde la humanidad está al borde de la destrucción a causa de un evento apocalíptico de carácter nuclear. Los sobrevivientes subsisten buscando agua y recursos entre las desoladas y muertas tierras. Nuestro personaje principal es un chico cualquiera fanático del cómic de Turbo Rider, un superhéroe al que él admira. El chico se gana la vida intercambiando ratas mutantes y algunos desechos con un mercader local por algo de agua y comida. Sin embargo, un día conoce a Apple, una extraña chica que empieza a seguirlo por todas partes con la intención de ser su amiga.

El lugar es controlado por Zeus, un hombre despiadado que organiza peleas a muerte por diversión, de los cadáveres resultantes extrae agua con una máquina especial. Zeus y su séquito secuestran a Apple y a Frederic, un vaquero campeón en las fuercitas (vencidas), con la intención de hacerlos pelear. Mientras tratan de escapar, nuestro héroe encuentra la nave de Turbo Rider, toma el traje y las armas de su ídolo y se convierte en Turbo Kid. Con su nueva identidad sale en rescate de su rara amiga.

El filme es una irreverencia total, pues desde el inicio luce como una parodia de las películas postapocalípticas de herencia madmaxiana, en primera porque aquí los salvajes de la carretera andan en bicicletas, pero si lo analizamos, cuando la gasolina se termine por completo el propio Max se vería obligado a recorrer los desiertos australianos a pie o en cualquier transporte no motorizado. Digamos que es una versión cómica pero creíble del futuro que le depara a Mad Max, aunque con la estética y el estilo musical ochentero como lo que vemos en Kung Fury.

Además de la genial estética visual y sonora, tenemos una tendencia al gore tan exagerada que se convierte en Splatter, género que lleva al gore a un punto tan exagerado e inverosímil que resulta, en muchos de los casos, algo cómico. La máquina que extrae agua de los cadáveres es un invento grandioso y eso permite que veamos una brutal lluvia de sangre y viseras completamente hilarante. Este es mejor Spplater que he visto en años, sin olvidar mencionar las grandiosas peleas con igual cantidad de desmembramientos.

Los personajes están basado en el diseño que Mad Max definió hace años, pero logran ser originales y el aspecto de exageración inverosímil de la un toque fantástico y muy divertido. Tenemos desde los salvajes de la carretera, hasta robots, vaqueros, extremidades biónicas, superhéroes y los infaltables rayos laser. Los malos son los más estereotipados pero cumplen muy bien y Turbo Kid, Apple y Frederic forman un equipo fabuloso y sumamente entretenido.

La parafernalia y los escenarios son los que cabría esperar en una historia postapocalíptica,  simples, de aspecto industrial y con leves retoques digitales que le van bien. La historia también tiene sus toques dramáticos y nos cuenta el pasado de Turbo Kid mediante flash backs, historia que tampoco es del todo original pero permite que el protagonista logra un crecimiento destacable. Sin duda una genial película destinada desde su origen a convertirse en una obra de culto y en el estandarte del cine Serie B de esta década.