Título Original: Midsommar. Género(s): Folk Horror, Slasher. Director: Ari Aster. Emisión: 2019. Duración: 147 minutos. Extras: –
Desde su estreno leí varios comentarios y reseñas hablando de lo interesante que era esta película, tanto que empezó a poner de moda un término para clasificar a las películas de terror que no cabían en los estándares existentes, en este caso el Folk Horror, un subgénero que podemos definir como el Terror (u Horror, todavía tengo que analizar cuál de los dos es más apropiado ya que en español tienen distinto significado, mientras que en inglés son sinónimos) que se desarrolla dentro de un grupo cultural cuyas tradiciones nos resulta completamente diferente y difíciles de entender.
La calidad técnica del filme es muy buena, la música ayuda en la ambientación, los escenarios nos remite a un bosque perdido en la Suecia rural y la arquitectura de las casas y elementos decorativos y simbólicos nos van poniendo en alerta de que aquella peculiar comuna de gente amable es en realidad una secta cuyas tradiciones pueden ser mortales para los forasteros.
La historia sigue a Dani, una estudiante de psicología que sufre un severo trauma luego de que su hermana se suicidara con monóxido de carbono matando a sus padres a la vez. Dani es novia de Christian un estudiante de Antropología cuyos amigos han planeado un viaje a Suecia para visitar la aldea de Pelle, uno de los amigos, quien los ha invitado para presenciar el festival que se celebra en Hårga cada noventa años. Chris decide invitar a Dani por compromiso y los cinco viajan a Suecia para el festival de verano.
Ya en la aldea son recibidos por los amigos y conocidos de Pelle, quien le empieza a explicar cómo funciona la comuna. Las peculiares tradiciones intrigan a Chris y a Josh, quienes deciden hacer su tesis sobre Hårga, sin embargo, tanto los miembros de su grupo como otros invitados extranjeros empiezan a desaparecer y tanto Chris como Dani son orillados a participar en rituales cada vez más extraños que parecen ser perfectamente normales dentro de la comunidad.
No develaré nada de los rituales ni de lo que ocurre en el festival para no hacer spoilers, pero la forma en que se van conociendo los secretos y verdaderos planes de la comunidad para con los visitantes es lo que genera esa atmósfera de terror. Ahora, no es algo que no hayamos visto antes y varias cosas son previsibles, desde el consumo de drogas y demás psicoactivos para generar estados alterados de conciencia (tanto en los visitantes como en los miembros de la propia comunidad) como en la permisividad de aceptar que extraños presencien el festival lo cual una comunidad tan cerrada nunca aceptaría a no ser que tuvieran planes maquiavélicos entre manos.
En fin, que si bien es algo predecible, resulta igualmente interesante la construcción etnográfica de Hårga y la forma en que se explica el funcionamiento de la comunidad, las tradiciones, creencia y su propia cosmovisión, sobre todo en lo que respecta a la forma en que ven y entienden la vida como un ciclo. Y quienes hayan visto la serie Dinosaurios (1991-1995), aquel sitcom emitido en los años 90, recordará un capítulo donde las suegras son arrojadas a un cañón al cumplir cierta edad; no diré más, pero con eso se pueden dar una idea.
Como Arqueólogo que soy, no deja de parecerme interesante la perspectiva antropológica desde la que se aborda a la comunidad, sobre todo considerando que los personajes son antropólogos y van con intenciones (además de drogarse) de conocer costumbres ajenas a su sociedad. Y eso es una parte importante que debemos tomar en cuenta, pues si bien todo es raro y extremo en cuanto a sus costumbres, no deja de ser el velo de nuestra propia endoculturación lo que nos impide entender a esa otredad. No obstante, no hay que olvidar que más que una comuna resultaron ser una secta de maniacos pero cuya construcción cultural nos deja en la duda de si en realidad eran locos o simplemente era parte de su cultura. Muy interesante de abordar a profundidad desde la perspectiva del Relativismo Cultural que espero hacer algún día.
Por otra parte, esta cuestión del Folk Horror me recordó a películas como Green Inferno (2015), donde todas las atrocidades que sufren los protagonistas a manos de la tribu caníbal, son en realidad parte de las costumbres de ese grupo, quienes para sobrevivir comían personas y no simplemente las mataba por placer. Ese es el aspecto que más me llamó la atención de este subgénero y que me ha motivado a volver a escribir sobre Teorías de Géneros como hacía antes, cosa que espero retomar para el año que viene. Ahondando más en esto, la película se concibió como un Slasher y si cambiamos la figura del asesino que mata a jovencitos como persona individual y convertimos a toda la comunidad en un todo, es la comunidad completa el asesino típico del Slasher lo cual coloca al filme también en ese género. Por lo que el Folk Horror tiene raíces en el Slasher y el Survival-Horror en su versión de espacio confinado, pero ya hablaré a detalle sobre esto en otra ocasión.
Así pues, el Folk Horror nos genera un miedo no a un ente diabólico o a un monstruo, sino a toda una sociedad, un miedo a lo desconocido, a lo que no entendemos, representado por expresiones culturales (supersticiones) que nos generan ese profundo miedo porque en este caso nosotros somos los diferentes y como tal destacamos entre el resto de personas quedando expuesto a una muchedumbre incontrolable cuyas acciones, por al desconocimiento de su dinámica social, nos resulta imposibles de predecir. El miedo a la pérdida de la identidad cultural es otro factor que espero retomar más delante pues resulta propio de este subgénero.
Una excelente recomendación para quien quiera ver un Horror distinto, de ese que no necesita una inmersión psicológica extrema en los protagonistas ni de criaturas extrañas ni de la ayuda de la noche oscura en escenarios aterradores. El verdadero miedo puede experimentarse a pleno día, bajo en infinito y perpetuo rayo del sol, de ese sol que nunca se pone y por algunos meses mantiene las latitudes más septentrionales de planeta bajo un día eterno. Y no olvidemos la moraleja: hay que desconfiar cuando nos inviten a comunidades aisladas donde todos parecen muy amables pero cuyas tradiciones no sean muy difíciles de entender.
Título Original: Willy’s Wonderland. Género(s): Slasher, Gore. Director: Kevin Lewis. Emisión: 2021. Duración: 89 minutos. Extras: –
No soy fan de Nicolas Cage ni de sus películas aunque sé que a muchas personas les gusta y es bastante popular dentro del cine hollywoodense e incluso en el mundo de los memes. A mí personalmente no me parece tan gracioso, es de esos actores (al menos desde mi perspectiva) que siempre se ve igual no importa a quién interprete, en fin, quizás por esto fue que esta película me gustó tanto, porque la vi dos veces por televisión (nunca desde el inicio) y tardé un rato en darme cuenta de que el protagonista era el mismísimo Nicolas caracterizado como un tipo rudo que no tiene diálogos.
Cage interpreta a un sujeto que es contratado para trabajar como conserje en uno de esos lugares de comida familiar donde hay animatrónicos con forma de tiernos animalitos que cantan para entretener a los comensales. No obstante, el lugar está maldito y los muñecos cobran vida en la noche sedientos de sangre, en obvia referencia del popular videojuego Five Nights at Freddy’s. De hecho la forma en que está actuada, dirigida y presentada hacen parecer al filme como un Mockbuster de baja calidad, al más puro estilo del cine Serie B, donde es Cage quien se encarga de elevar el nivel actoral de un Slasher con tintes de Terror rural (de esos donde pasa algo súper retorcido y siniestro en un pueblito perdido en medio de Estados Unidos).
Con buenos niveles de Gore, la película funciona también como un Slasher, pues además del conserje que es contratado como sacrificio para saciar el hambre de los muñecos asesinos, un grupo de adolescentes idiotas (como es común en estas historias) se meten al restaurante abandonado y terminan siendo presas de los maniacos muñequitos. Aquí no hay adolescentes que importen, todos son carne para el asadero, pero Cage reluce entre todos como el tipo rudo que a puño limpio acaba con los animatrónicos y logra sobrevivir la noche en aquel maldito lugar.
Acepto que disfruté bastante la actuación de Cage pese a no ser su fan, además del hecho de que no tiene un solo diálogo, lo histriónico de sus gestos, ademanes y movimientos corporales son suficientes para que sepamos, desde el primer minuto, que no es un tipo con quien debas meterte, que es rudo y no le teme a nada, ni siquiera a un montón de peluches sanguinarios y dementes. Y la verdad para una película de este tipo, el estereotipo de hombre rudo de acción funciona perfecto sin la necesidad que emita una sola palabra.
La historia es muy sencilla, predecible como es de esperar, con escenas llenas de sangre y muertes violentas al por mayor, perfecta para estas fechas de Halloween donde los Slasher, el Survival-Horror, el cine de zombis y demonios se antoja para pasar las tardes frías. Además, el estilo de Cine Basura que tiene me remite a otras obras peculiares como Turbo Kid y Kung Fury. Puedas todas tienen un estilo donde su género se lleva al borde de los absurdo y exagerado, un Slasher para el caso de Willy’s, una Ciencia Ficción Postapocalíptica Splatter para el caso de Tubo Kid y una Ciencia Ficción Exploitation Grindhouse para el caso de Kung Fury.
Si gustan de este tipo de películas un tanto absurdas, exageradas, divertidas y con el nivel adecuado de violencia y sangre Willy’s Wonderland es una excelente opción para pasar la tarde sin preocuparse de una historia compleja ni asustarse con algo extremadamente terrorífico de estilo más psicológico. Además seguramente con el paso del tiempo se termine convirtiendo en una película de culto en el underground del cine Slasher halloweenesco.
Hace algunas semanas me encontré con estas dos imágenes que nos hablan sobre uno de los géneros más atractivos para el público cinéfilo, el Terror (u Horror, ya ven que en español los términos significan cosas distintas pero en inglés no). Pues bien, hoy les comparto las dos infografías para que conozcan un poco más sobre estos fabulosos géneros, que lamentablemente se han estancado en la repetición de fórmulas comprobadas y sustos, dejando de lado la provocación de verdadero miedo.
En la primera imagen tenemos una breve genealogía del terror, en la que podemos ver cómo ha evolucionado el género desde aquellos primeros filmes de los años 20. Desde el expresionismo alemán con Nosferatu, hasta las producciones de este siglo, pasando por la etapa de los grandes monstruos, los psicópatas de los años 60 y el violento Gore Serie B de los 70 y 80. En la segunda vemos la ubicación geográfica en donde toman lugar las historias que se desarrollan en los Estados Unidos.
La comedia romántica adolescente de asesinos en preparatoria es un video musical producido por Zoran Gvojic para la canción “Social Mediasochist” del grupo Common Shiner. En dicho video Zoran retoma todas las características de las Teen Film pero usando a los asesinos más representativos del género Slasher como protagonistas. El resultado es un video muy divertido plagado de sangre y muertes absurdas, justo como el género lo requiere.
Hablar de slashers generalmente significa hablar de locos, asesinos, psicópatas, muertes horribles y litros y litros de sangre, pero también debemos aceptar que muchos de esos atroces criminales que el cine Serie B nos ha regalado son un tanto absurdos y muy exagerados, eso sí, no por eso no logran causarnos algo de temor, sobre todo cuando somos muy jóvenes. Sin embargo, cuando dichos asesinos son sacados de sus sombríos contextos y ubicados en una comedia romántica como lo es este video, uno no puede más que sentarse a disfrutar de tan entretenido resultado.
Si alguien retomara a todos esos personajes e hiciera una serie o película con todo ellos, algo así como un Maximum Crossover, sin duda tendría un éxito brutal, tan sólo por ver enfrentase, o al menos interactuar, a seres con características y poderes tan diferentes entre sí. Sin más que agregar, los dejo con el video para ver a cuántos de estos emblemáticos personajes son capaces de reconocer. Por cierto, no olviden poner atención a esos pequeños detalles que hacen referencia a elementos clave de las respectivas sagas cinematográficas.
Los seguidores frecuentes del blog sabrán que soy un gran fan de Cyberpunk, sin embargo, otro de mis géneros favoritos es el Gore, en todas sus variantes, desde el Gore Clásico hasta el excesivo Slasher o el viscoso Splatter, géneros que nutrieron a la Serie B en su modalidad Grindhouse.
Hablar de animación gore resulta un poco difícil, pues no es un género al que los animadores recurran con frecuencia, posiblemente porque el manejo de la anatomía lo hace más complicado o simplemente porque al público no le interesa ver dibujitos llenos de sangre. Fuera de la animación japonesa, que ha explotado todos los géneros imaginables, han sido pocas las obras de éste tipo de temáticas que he tenido la oportunidad de ver. Y si hablar de animación gore resulta difícil, hablar de animación gore hecha mediante Stop Motion es todavía más complicado. Para fortuna de todos los que amamos el Gore, un animador independiente ha tomado la batuta para representar tan polémico género mediante una de las más tradicionales técnicas de animación, me refiero al animador británico Lee Hardcastle.
I make claymations
“I make Claymation that are NOT for children”, es la frase y advertencia con la que siempre se presenta Lee, un animador independiente oriundo de Inglaterra y que se dedica a la creación de cortometrajes realizados mediante la técnica de Claymation, que no es otra cosa sino la animación mediante Stop Motion usando modelos de arcilla (plastilina).
La peculiaridad de Lee es su forma de trabajar. En primer lugar no usa grandes recursos, sus escenarios, personajes y demás utilería están hechos a partir de cosas tan simples como la plastilina y el papel. El equipo (cámara, computadora y software) con los cuales lleva a cabo su obra tampoco son de un alto nivel profesional; incluso los sets de sus cortos están hechos sobre una simple mesa.
En cuanto a la calidad artística podemos decir que Lee no es un gran escultor, sus diseños son burdos e incluso feos (es posible apreciar las huellas de sus dedos sobre la arcilla), pero eso acentúa ese estilo Grindhouse que su obra refleja. Ver una de sus obras es como ver una animación Serie B, porque en esencia eso es lo que estamos viendo: recursos limitados, trabajo realizado en poco tiempo, historias exageradas (propias de los géneros de los que parte) y una sobreexplotación del sexo y la violencia.
De sangre y tripas
Las obras de Lee coquetean con prácticamente todos los subgéneros del Gore, principalmente con el Slasher (un loco masacrando gente) y el Splatter (mutilaciones y salpicadero de sangre por doquier). Además del clásico “género rojo” sus obras presentan elementos del Terror, el Horror y la Ciencia Ficción. Y si bien el género principal es el Gore, sus obras en realidad pertenecen al Cine de Explotación (Exploitation), pues sobreexplotan temas como el sexo, la violencia, el miedo, la locura y un sinfín de estereotipos.
El hecho de buscar esa baja calidad a propósito le dan a sus cortos un aire de frescura e innovación, pues aunque puede recurrir a lo retro, termina por hacer un excelente homenaje —como lo han hecho Tarantino y Robert Rodríguez— al cine Grindhouse de los 70. Sin olvidar que con todo esto logra demostrarnos que no se requiere de un fino manejo del arte ni de un gran presupuesto, basta con tener en claro el género, la audiencia y una historia (que buena o no) atrape al público.
Cuando todo se tiñe de rojo lo único que nos queda es dejarnos llevar por el festival de sangre y tripas que Hardcastle nos ofrece. Pero sus obras tienen de todo, algunas son realmente atemorizantes (T is for Toilet), otras presentan un exceso tal que caen en lo divertido (An Alien Claymation) y algunas más son un desenfreno total de acción pura (The Raid). Y justamente es esa versatilidad que Lee tiene para jugar con el gore lo que hace tan atractiva su obra.
Nota: el siguiente es un ensayo sobre el Survival-Horror como género cinematográfico o televisivo y puede diferir del género de videojuegos en varios aspectos.
El también llamado Horror de Supervivencia es un género nacido de la escena gamer y popularizado gracias a franquicias como Resident Evil y Silent Hill. El bum de los videojuegos en la última década del siglo XX y la primera del XXI, su salto a la pantalla grande y la dinámica social que empezó a reflejar sus frustraciones en las cintas de Superhéroes y Zombis, coadyuvaron a popularizar el género.
A continuación la definición de lo que yo considero es Survival-Horror:
El Survival-Horror es un subgénero nacido directamente del Horror, el Gore y la Ficción. Sus temáticas suelen centrarse en un grupo de personajes que deben sobrevivir a algún tipo de catástrofe apocalíptica sobre la que no tienen control y de la cual no pueden escapar.
PANTALLAS VS CONSOLAS
Si bien el Survival-Horror (SH) nace en los videojuegos y se considera un género nato allí, algunas series de televisión y películas han empezado a desarrollar historias basadas en las premisas que popularizaron los juegos. Con ello se generó un estándar en las producciones de los últimos años dentro de género del Horror, que mostraban historias enfocadas en la acción y el suspenso que tanto atraían a los jugadores y que rápidamente engancharon al público juvenil no sólo en la escena gamer.
Como género de videojuegos, el SH presenta características que van desde el desarrollo de la historia, hasta la creación de personajes, pasando por el manejo de escenarios y la dinámica en la perspectiva (o juego de cámaras), que en su conjunto introducen al espectador dentro de la acción y lo mantienen en tal tensión que le resulta inevitable saltar frente a cualquier sorpresa (qué es la dinámica clásica del género del Horror). Sin embargo, a diferencia de lo que pasaba en las consolas, el séptimo arte y la televisión crearon historias genéricas que seguían un patrón muy repetitivo. El SH, al menos dentro del cine, no es un género propiamente hablando, es más la dinámica entre los personajes y su entorno en relación con el género madre que guía al filme, que generalmente es Terror, Horror o Ficción Especulativa Apocalíptica.
Silent Hill (Christophe Gans, 2006)
HORROR, TERROR Y MIEDO
Para entender mejor éste género, debemos conocer sus raíces, es decir, lo que le da su nombre. El SH es un subgénero del Terror, el cual se enfoca en provocar tensión en los espectadores (no confundir con Thriller) y asustarlos con alguna escena sorpresiva o apelando a la impresión visual, generalmente recurriendo al Gore. El Horror, que no es lo mismo, busca generar miedo o pánico, pero a un nivel más psicológico, provocando que en ocasiones nosotros mismos nos asustemos sin la necesidad de que se nos muestre una escena atemorizante.
El término como tal fue adoptado por el mundo hispanoparlante sin traducción y extraído directamente del mundo de los videojuegos. Si nos propusiéramos dar una traducción con base en nuestra lengua y los géneros de los que deviene, deberíamos llamarlo Survival-Terror o Terror de supervivencia.
Como el género mayor del SH es precisamente el Terror, resulta muy común que se produzcan mezclan con otros géneros. Dentro de la escena cinematográfica tenemos que muchas veces es un género externo el que guía o da pauta tanto al argumento principal como al desarrollo general de la historia. En la película Zombieland (Ruben Fleisher, 2009) tenemos que la Comedia guía al filme, en Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007) el Splatter es el eje rector, mientras que en Carriers (Àlex Pastor y David Pastor, 2009) reinan la Ficción Especulativa y el Drama.
Con base en su relación con otros géneros, podríamos aventurarnos a decir que el SH es un Exploitation del Terror, porque de cierta forma sí lo es. Sin embargo, el Cine de Explotación ha sobreexplotado por sí mismo al Survival-Horror, desgastando muchas de las temáticas y dinámicas clásicas.
Zombieland (Ruben Fleisher, 2009)
DINÁMICA DE SUPERVIVENCIA
Con lo dicho anteriormente aún resulta muy ambiguo saber qué pertenece al SH, podríamos pensar que es cualquier obra en donde los personajes deban luchar por su vida contra algo que cause terror sin importar de qué género sea. Esto no es así, películas como Hostel (Eli Roth, 2005) o Saw (James Wan, 2004) muestran gente en situaciones horribles tratando de sobrevivir, y aunque no está bajo su control evitarlo, las películas se descartan del género por la simple razón de que existe un villano que provoca su sufrimiento.
Para pertenecer al SH no sólo debe haber Terror de fondo, debe desarrollarse una dinámica de supervivencia que forcé a los personajes más allá de sus límites, obligándolos a cometer actos que normalmente no harían con tal de tener un día (o unas horas) más de vida. Además, no debe existir un personaje antagónico (o villano) que provoque la situación de supervivencia, debe ser una catástrofe que se haya salido de las manos y no pueda ser controlada, obligando a los personajes a aferrarse a la vida haciendo uso de toda su fuerza, ingenio o sentido común para poder sobrevivir. Cabe aclarar que un gigantesco monstruo arrasando una ciudad no es un personaje en sí, es básicamente la situación.
Durante la historia, los personajes generalmente deben resolver problemas que no estaban previstos, apelando no sólo a su fuerza física, sino a su intelecto. En el Survival-Horror los sobrevivientes debe elegir entre lucha o huir, esconderse o hacerle frente a la situación, y aferrarse a la vida o dejarse morir.
Filosófica e históricamente el conocimiento ha sido el arma más poderosa, dentro del género que nos compete es una constante ver que los personajes desconocer la situación, no saben a plenitud qué es lo que pasa y mucho menos si esto les puede causar algún daño. La falta de información es básicamente lo que hace entrar en pánico a los personajes y los obliga a cometer errores, esto lo podemos ver de manera muy obvia en The Happening (M. Night Shyamalan, 2008). En una situación de supervivencia es importante saber cómo reaccionar ante la amenaza, pero si no sabemos qué es lo que pasa no podremos reaccionar correctamente, actuaremos por instinto y eso es lo que genera esa dinámica tan particular entre los personajes y su forma de enfrentar la situación.
Correr y Disparar. La dinámica clásica de los videojuegos era correr y dispara, atacar al enemigo, debilitarlo y huir antes de que pueda contraatacarnos. Muchas películas y series se basan en este principio, pero en menor medida, recordemos que generalmente los personajes no tienen la fuerza necesaria para defenderse ni atacar, teniendo únicamente como opción el correr y esconderse. La diferencia primordial entre juegos y películas es que en los primeros tenemos el recurrente uso de tomas en primera persona (POV), que sumergen al jugador dentro de la acción. Esto es muy poco usado en el cine, el filme Doom (Andrzej Bartkowiak, 2005) hace uso de este recurso visual pero es porque se basa en el videojuego del mismo nombre. Aquí no debemos confundirnos con el Falso Documental ni las tomas de cámara en mano como en Cloverfield (Matt Reeves, 2008).
Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007)
APOCALIPSIS Y REFUGIO
El elemento apocalíptico es sin duda el más recurrente en este tipo de filmes, pues básicamente en cada obra se nos presenta una situación del fin del mundo. El hecho de que el apocalipsis sea global es lo que hace tan atractivo a este género, pues no importa que hagan los personajes ni a dónde se dirijan, no encontraran otra cosa más que desolación y muerte. El no tener un lugar para esconderse o estar a salvo enfatiza el elemento de supervivencia o en su caso buscar dicho paraíso se convierte en la meta final de la travesía. Asimismo, la constante de estar acorralado enfatiza la frustración y eleva la tensión en los espectadores, como podemos verlo en Dawn of the Death (2004) y Land of the Dead (2005), ambas de Geroge A. Romero, y en The Walking Dead (Frank Darabont, 2010), donde los protagonistas buscan incansablemente un lugar dónde estar a salvo.
Si bien al holocausto puede no ser mundial, el entorno dentro del cual se mueven los personajes está totalmente afectado y les impide estar a salvo. En Cloverfield la ciudad de Nueva York está en peligro y en REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), a pesar de que todo acontece en un edificio, no hay habitación en la que puedan estar seguros.
VÍVERES, ENEMIGOS Y CORDURA
El elemento apocalíptico no sólo sirve para generar un escenario desesperanzador, también sirve para hacer aún más estresante la dinámica de supervivencia, pues la obtención de recursos (armas y alimentos principalmente) se convierten en la necesidad principal que debe ser satisfecha incluso antes que la seguridad personal. Salir en busca de suministros siempre implicará exponer la vida a los peligros del camino o en su caso luchar por ellos contra otros sobrevivientes.
Además de los zombis, engendros o virus a los que se deba sobrevivir, el gran enemigo a evitar son las otras personas, quienes harán lo que sea para estar a salvo aún si eso incluye acabar con nosotros. En muchas obras de este tipo los sobrevivientes generalmente se unen e intentar salir adelante juntos, pero eso no los exime de sufrir problemas dentro del mismo grupo ni contra otras personas, como lo vemos magistralmente en The Walking Dead.
El vivir a un ritmo tan estresante, tener que lidiar con todo tipo de enemigos y la falta de recursos, llevan tarde o temprano a la locura. Mantener la cordura y la esperanza es una de las claves para seguir vivo, tener porqué luchar es quizás la principal razón para no dejarse morir y es por eso que muchas veces los personajes simplemente dejan de intentarlo. Cuando todo está acabado, cuando ya no hay esperanza y cuando pareciera que todas las salidas se cierran, es cuando sentimos el verdadero horror de estar vivos, y eso se ejemplifica perfectamente en The Road (John Hillcoat, 2009).
The Walking Dead (Frank Darabont, 2010)
PERSONAJES
El desarrollo de los personajes es de los aspectos más ricos dentro del género, pues el hecho de llevar a una persona a sus límites físicos y psicológicos hace que la veamos tal cual es, sin apariencias y en su estado más primitivo. La tensión que sufren a lo largo de la historia nos deja ver parte de la naturaleza humana, pues muchas personas que creemos fuertes y correctas en situaciones normales, resultan no serlo cuando las cosas se ponen difíciles y más cuando su vida depende de ello, o por el contrario, la gente que parece débil resulta adaptarse a la situación y logra sobrevivir; justamente es la adaptación la clave de la supervivencia.
La actitud de los personajes ha servido para hacer crítica social, pues nos muestran que cuando nuestra vida depende de ello la confianza es algo que se puede perder fácilmente. De la misma forma, la moral y las leyes sociales quedarán rebasadas cuando la ley de la selva sea la única forma de seguir vivo. En el Survival-Horror literalmente es comer o ser comido. En Carriers vemos como resulta imposible confiar en alguien sin importar su inocencia o lo inofensivas que luzcan las personas.
En éste género se explotan las características más obvias de los seres humanos: su mortalidad y susceptibilidad al daño. El SH apela a nuestro miedo a ser lastimados y lo potencializa colocándonos en situaciones sin salida. Por esta razón no tenemos héroes como personajes, la mayoría ve por sí mismo o por un pequeño grupo de personas, sin importarles que para salvarlos tengan que lastimar a gente inocente que únicamente busca sobrevivir al igual que ellos.
Carriers (Àlex Pastor y David Pastor, 2009)
ZOMBIS Y MÁS ZOMBIS
El SH es siempre asociado al género de Zombis (que no estoy seguro si en realidad es un género) debido que en los últimos años ha habido una gran producción de películas de éste tipo, en parte por los problemas sociales que ha sufrido la humanidad y por el gran horror que se le tiene a estas criaturas, que podemos explicar con la teoría del Valle Inexplicable (o Valle Inquietante).
Desde los zombis de George A. Romero a los engendros de Robert Rodríguez, la evolución y dinámica de las películas ha cambiado, al igual que el diseño de los muertos vivientes. Con cada entrega los muertos se hacen más voraces, inteligentes y peligrosos, y los argumentos han dejado de enfocarse en la dinámica de correr y disparar —que heredaran de los videojuegos— para centrarse en la crítica social. De aquellos primeros filmes Serie B a las grandes producciones de los últimos años, los zombis han evolucionado en todos los aspectos, generando incluso una variación dentro de su propio género, el Cine de Infectados (aquellos que no están propiamente muertos). Sin embargo, el Survival-Horror no se limita a muertos buscando carne fresca, pues el Horror va más allá de la vida o la muerte.
Para terminar, debe quedarnos claro que toda película de Zombis es SH pero no todo SH es de Zombis. Aunque he visto películas sobre Zombis tan inverosímiles que incluso dentro de la Serie B parecen absurdas y me hacen cuestionarme sobre si quizás dentro del infinito universo del celuloide exista un filme de muertos vivientes que no sea SH.