Carsploitation

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Dentro del Cine de Explotación (Exploitation), aquel que sobreexplota un tema como recurso para atrapar al público y que forma parte del cine Serie B, existe todo un universo de subgéneros, uno de los principales y más comunes es el Carsploitation. Dicho subgénero se enfoca en mostrarnos aventuras a bordo de automóviles, haciendo tanto énfasis en ellos que se convierten en un personaje indispensable en la historia.

Iniciemos con una definición de Carsploitation:

El Carsplotation es un subgénero del Exploitation enfocado en mostrar aventuras a bordo de automóviles. Las historias tienen como tema central dichos vehículos y los personajes están íntimamente ligados a ellos. Las escenas de acción toman lugar en carreteras y autopistas, y los automotores tienen tanta importancia que incluso pueden desplazar a los actores como personajes principales.

La fórmula de este género es muy básica: persecuciones, choques, velocidad, carreteras peligrosas, locos tras el volante y fenomenales motores que impulsan a los vehículos para saltar precipicios o librar obstáculos de formas imposibles.

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Dead Race 2000 (Paul Bartel, 1975)

MANEJANDO

Como todo buen subgénero de Exploitation que se respete, el Carsploitation debe hace una sobreexplotación de todos sus elementos a fin de generar en el espectador un morbo tal que sea eso lo que le incite a ver la obra, sin esperar grandes historia con trasfondos argumentales complicados.

Sexo, violencia, autos modificados, velocidad, colisiones y adrenalina son componentes clave para estos filmes. No obstante, generalmente se recurre a tres temáticas principales: (1) una carrera, (2) un auto misterioso o (3) un conflicto cuya pelea toma lugar en la autopista.

Para el primer caso tenemos el gran ejemplo de Dead Race 2000 (Paul Bartel, 1975), donde vemos peculiares autos competir en una mortal carrera donde las armas y los accidentes están a la orden del día. The Car (Elliot Silverstein, 1977) nos expone la temática de un auto misterioso asociado a muertes por resolver. Finalmente, Dead Proof (Quentin Tarantino, 2007) nos lleva a una pelea callejera entre un doble de riego y cuatro fieras mujeres donde los puñetazos y las patadas son cambiados por choques y atropellamientos.

Sin embargo, no debemos olvidar que no toda obra cinematográfica o televisiva donde los automóviles tengan un papel preponderante en la historia puede ser considerada parte de este género, para serlo debe sobreexplotar dicha temática con la finalidad de que los espectadores estén deseosos de explosiones y volcaduras a toda velocidad.

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The Car (Elliot Silverstein, 1977)

ACELERANDO

El Carsploitation tiene la suficiente versatilidad para compaginarse con otros géneros similares, ya sea que deriven del mismo cine de explotación o que sean parte del amplio repertorio de la Serie B. Muchas veces el género es acompañado por Gore, Slasher, Splatter o Sexploitation, generando toda una gama de atributos que prometen enganchar al espectador por el morbo que producen.

La estructura de éste tipo de obras es muy sencilla, básicamente se trata de tener personajes ligados a sus vehículos y que éstos funjan no sólo como un transporte, sino como un arma, una herramienta o un villano. Así, el peligro que se genera en las situaciones de riesgo tiene más que ver con la presencia del carro que sin éste, en otras palabras, el poder del villano radica en su auto, sin él es fácil derrotarlo o en dado caso deja de ser una amenaza.

El desarrollo también presenta una estructura básica. Las escenas de acción son siempre en los autos, ya sea que se trate de una persecución, una carrera, una balacera, una escena de sexo o un escape; la velocidad es lo que genera esa sensación de aventura y riesgo. Por otra parte, las escenas más introspectivas pueden darse a bordo de los transportes o fuera de ellos. Cuando son al interior se realizan a baja velocidad, de esta forma la rapidez con la que se mueve el automóvil es un indicador de la tensión dramática del momento.

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Dead Proof (Quentin Tarantino, 2007)

APARCANDO

Existen algunas películas que por sus características pueden pasar desapercibidas, pero que en esencia son parte de este género o que por el contrario generan cierta ambigüedad. Una de ellas de Twister (Jan de Bont, 1996), mejor conocida en el mundo hispanoparlante como Tornado. En dicho filme toda la acción tiene lugar en la carretera y a bordo de un convoy de automóviles equipados con aparatos de monitoreo meteorológico.

Los automóviles de Tornado adquiere un papel tan esencial en la historia que es imposible desligarlos de los actores, la mayoría de las escenas y la acción más trepidante acurre abordo de ellos, pero está película se mantiene en una línea muy delgada entre el Carsploitation y la Road Movie.

Hay otros ejemplos aún más ambiguos y cuya pertenencia al género debe ser analizada con cautela, pues si bien tienen autos como elementos esenciales de la trama, las temáticas argumentales giran en torno a otras cosas que pueden hacernos dudar sobre su pertenencia al Carsploitation.

La serie de televisión Knigh Rider o El Auto Increíble, tiene algunos elementos automovilísticos para pertenecer al género, pero se aleja de esa esencia de sobreexplotación propia de las producciones hechas en la década de los 60 y 70. Con este ejemplo podemos notar que no todo lo que contenga carros como elemento fundamental de la historia es Carsploitation.

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Twister (Jan de Bont, 1996)

CARSPLOTATION ANIMADO

En la animación tenemos ejemplos como Meteoro y Cars. Sin embargo, al Match 5 le pasa lo mismo que a Kitt (el auto increíble), pues a pesar de que todo gira en tono a las carreras de autos no sobreexplota los elementos para genera un morbo que atrape a los espectadores. Y Cars ni siquiera puede ser considerada parte del género pues los autos son la representación mecánica de personas, justo como se hace en las fábulas de animales.

Un carsploitation animado en toda la extensión de la palabra lo tenemos en el cortometraje Micro Mayhem, pues en él sí vemos ese morbo generado por la velocidad, los choques y la adrenalina que sólo puede generarse al conducir un bólido por la carretera.

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Micro Mayhem

CARSPLOTATION EN SERIE A

El cine de bajo presupuesto no es el único que ha aprovechado las llantas y el asfalto para contar sus historias, las grandes producciones también nos han regalado fastuosos filmes cargados de velocidad, explosiones, efectos visuales, hombres musculosos y mujeres sensuales.

El ejemplo más conocido dentro de las grandes ligas es obviamente la saga de Fast and Furious, que no sólo ha generado enormes ganancias a sus productores, sino que ha creado toda una legión de seguidores y una cantidad de productos derivados impresionante, convirtiéndose en el perfecto ejemplo de lo atractiva y lucrativa que una película de este género puede llegar a ser.

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Fast and Furious

A LA MEXICANA

Así como dentro del Cine de Explotación existen subgéneros específicos que denotan producciones hechas en México o con influencia de nuestra cultura, como la Enchilada Wester, El Zapata Wester o el Mexploitation, existen también obras realizadas en nuestro país donde las historias giran en torno a vehículos motorizados. El ejemplo más conocido es quizás Lola la Trailera (Raúl Fernández, 1983).

Si bien en México no tenemos una producción de obras Carsploitation como tal, a menos no a propósito, si hay un buen número de películas donde la acción transcurre sobre cuatro ruedas, la mayoría pertenecen a lo que podríamos denominar como el símil mexicano de la Serie B, el Videohome. Este tipo de producciones, pese a no haber sido pensadas como parte del género, bien pueden considerarse dentro de él, ya que poseen todas las características necesarias para ello.

Survival-Horror

REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007)

Nota: el siguiente es un ensayo sobre el Survival-Horror como género cinematográfico o televisivo y puede diferir del género de videojuegos en varios aspectos.

El también llamado Horror de Supervivencia es un género nacido de la escena gamer y popularizado gracias a franquicias como Resident Evil y Silent Hill. El bum de los videojuegos en la última década del siglo XX y la primera del XXI, su salto a la pantalla grande y la dinámica social que empezó a reflejar sus frustraciones en las cintas de Superhéroes y Zombis, coadyuvaron a popularizar el género.

A continuación la definición de lo que yo considero es Survival-Horror:

El Survival-Horror es un subgénero nacido directamente del Horror, el Gore y la Ficción. Sus temáticas suelen centrarse en un grupo de personajes que deben sobrevivir a algún tipo de catástrofe apocalíptica sobre la que no tienen control y de la cual no pueden escapar.

PANTALLAS VS CONSOLAS

Si bien el Survival-Horror (SH) nace en los videojuegos y se considera un género nato allí, algunas series de televisión y películas han empezado a desarrollar historias basadas en las premisas que popularizaron los juegos. Con ello se generó un estándar en las producciones de los últimos años dentro de género del Horror, que mostraban historias enfocadas en la acción y el suspenso que tanto atraían a los jugadores y que rápidamente engancharon al público juvenil no sólo en la escena gamer.

Como género de videojuegos, el SH presenta características que van desde el desarrollo de la historia, hasta la creación de personajes, pasando por el manejo de escenarios y la dinámica en la perspectiva (o juego de cámaras), que en su conjunto introducen al espectador dentro de la acción y lo mantienen en tal tensión que le resulta inevitable saltar frente a cualquier sorpresa (qué es la dinámica clásica del género del Horror). Sin embargo, a diferencia de lo que pasaba en las consolas, el séptimo arte y la televisión crearon historias genéricas que seguían un patrón muy repetitivo. El SH, al menos dentro del cine, no es un género propiamente hablando, es más la dinámica entre los personajes y su entorno en relación con el género madre que guía al filme, que generalmente es Terror, Horror o Ficción Especulativa Apocalíptica.

Silent Hill (Christophe Gans, 2006)

HORROR, TERROR Y MIEDO

Para entender mejor éste género, debemos conocer sus raíces, es decir, lo que le da su nombre. El SH es un subgénero del Terror, el cual se enfoca en provocar tensión en los espectadores (no confundir con Thriller) y asustarlos con alguna escena sorpresiva o apelando a la impresión visual, generalmente recurriendo al Gore. El Horror, que no es lo mismo, busca generar miedo o pánico, pero a un nivel más psicológico, provocando que en ocasiones nosotros mismos nos asustemos sin la necesidad de que se nos muestre una escena atemorizante.

El término como tal fue adoptado por el mundo hispanoparlante sin traducción y extraído directamente del mundo de los videojuegos. Si nos propusiéramos dar una traducción con base en nuestra lengua y los géneros de los que deviene, deberíamos llamarlo Survival-Terror o Terror de supervivencia.

Como el género mayor del SH es precisamente el Terror, resulta muy común que se produzcan mezclan con otros géneros. Dentro de la escena cinematográfica tenemos que muchas veces es un género externo el que guía o da pauta tanto al argumento principal como al desarrollo general de la historia. En la película Zombieland (Ruben Fleisher, 2009) tenemos que la Comedia guía al filme, en Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007)  el Splatter es el eje rector, mientras que en Carriers (Àlex Pastor y David Pastor, 2009) reinan la Ficción Especulativa y el Drama.

Con base en su relación con otros géneros, podríamos aventurarnos a decir que el SH es un Exploitation del Terror, porque de cierta forma sí lo es. Sin embargo, el Cine de Explotación ha sobreexplotado por sí mismo al Survival-Horror, desgastando muchas de las temáticas y dinámicas clásicas.

Zombieland (Ruben Fleisher, 2009)

DINÁMICA DE SUPERVIVENCIA

Con lo dicho anteriormente aún resulta muy ambiguo saber qué pertenece al SH, podríamos pensar que es cualquier obra en donde los personajes deban luchar por su vida contra algo que cause terror sin importar de qué género sea. Esto no es así, películas como Hostel (Eli Roth, 2005) o Saw (James Wan, 2004) muestran gente en situaciones horribles tratando de sobrevivir, y aunque no está bajo su control evitarlo, las películas se descartan del género por la simple razón de que existe un villano que provoca su sufrimiento.

Para pertenecer al SH no sólo debe haber Terror de fondo, debe desarrollarse una dinámica de supervivencia que forcé a los personajes más allá de sus límites, obligándolos a cometer actos que normalmente no harían con tal de tener un día (o unas horas) más de vida. Además, no debe existir un personaje antagónico (o villano) que provoque la situación de supervivencia, debe ser una catástrofe que se haya salido de las manos y no pueda ser controlada, obligando a los personajes a aferrarse a la vida haciendo uso de toda su fuerza, ingenio o sentido común para poder sobrevivir. Cabe aclarar que un gigantesco monstruo arrasando una ciudad no es un personaje en sí, es básicamente la situación.

Durante la historia, los personajes generalmente deben resolver problemas que no estaban previstos, apelando no sólo a su fuerza física, sino a su intelecto. En el Survival-Horror los sobrevivientes debe elegir entre lucha o huir, esconderse o hacerle frente a la situación, y aferrarse a la vida o dejarse morir.

Filosófica e históricamente el conocimiento ha sido el arma más poderosa, dentro del género que nos compete es una constante ver que los personajes desconocer la situación, no saben a plenitud qué es lo que pasa y mucho menos si esto les puede causar algún daño. La falta de información es básicamente lo que hace entrar en pánico a los personajes y los obliga a cometer errores, esto lo podemos ver de manera muy obvia en The Happening (M. Night Shyamalan, 2008). En una situación de supervivencia es importante saber cómo reaccionar ante la amenaza, pero si no sabemos qué es lo que pasa no podremos reaccionar correctamente, actuaremos por instinto y eso es lo que genera esa dinámica tan particular entre los personajes y su forma de enfrentar la situación.

Correr y Disparar. La dinámica clásica de los videojuegos era correr y dispara, atacar al enemigo, debilitarlo y huir antes de que pueda contraatacarnos. Muchas películas y series se basan en este principio, pero en menor medida, recordemos que generalmente los personajes no tienen la fuerza necesaria para defenderse ni atacar, teniendo únicamente como opción el correr y esconderse. La diferencia primordial entre juegos y películas es que en los primeros tenemos el recurrente uso de tomas en primera persona (POV), que sumergen al jugador dentro de la acción. Esto es muy poco usado en el cine, el filme Doom (Andrzej Bartkowiak, 2005) hace uso de este recurso visual pero es porque se basa en el videojuego del mismo nombre. Aquí no debemos confundirnos con el Falso Documental ni las tomas de cámara en mano como en Cloverfield (Matt Reeves, 2008).

Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007)

APOCALIPSIS Y REFUGIO

El elemento apocalíptico es sin duda el más recurrente en este tipo de filmes, pues básicamente en cada obra se nos presenta una situación del fin del mundo. El hecho de que el apocalipsis sea global es lo que hace tan atractivo a este género, pues no importa que hagan los personajes ni a dónde se dirijan, no encontraran otra cosa más que desolación y muerte. El no tener un lugar para esconderse o estar a salvo enfatiza el elemento de supervivencia o en su caso buscar dicho paraíso se convierte en la meta final de la travesía. Asimismo, la constante de estar acorralado enfatiza la frustración y eleva la tensión en los espectadores, como podemos verlo en Dawn of the Death (2004) y Land of the Dead (2005), ambas de Geroge A. Romero, y en The Walking Dead (Frank Darabont, 2010), donde los protagonistas buscan incansablemente un lugar dónde estar a salvo.

Si bien al holocausto puede no ser mundial, el entorno dentro del cual se mueven los personajes está totalmente afectado y les impide estar a salvo. En Cloverfield la ciudad de Nueva York está en peligro y en REC (Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), a pesar de que todo acontece en un edificio, no hay habitación en la que puedan estar seguros.

Land Of The Dead 2

VÍVERES, ENEMIGOS Y CORDURA

El elemento apocalíptico no sólo sirve para generar un escenario desesperanzador, también sirve para hacer aún más estresante la dinámica de supervivencia, pues la obtención de recursos (armas y alimentos principalmente) se convierten en la necesidad principal que debe ser satisfecha incluso antes que la seguridad personal. Salir en busca de suministros siempre implicará exponer la vida a los peligros del camino o en su caso luchar por ellos contra otros sobrevivientes.

Además de los zombis, engendros o virus a los que se deba sobrevivir, el gran enemigo a evitar son las otras personas, quienes harán lo que sea para estar a salvo aún si eso incluye acabar con nosotros. En muchas obras de este tipo los sobrevivientes generalmente se unen e intentar salir adelante juntos, pero eso no los exime de sufrir problemas dentro del mismo grupo ni contra otras personas, como lo vemos magistralmente en The Walking Dead.

El vivir a un ritmo tan estresante, tener que lidiar con todo tipo de enemigos y la falta de recursos, llevan tarde o temprano a la locura. Mantener la cordura y la esperanza es una de las claves para seguir vivo, tener porqué luchar es quizás la principal razón para no dejarse morir y es por eso que muchas veces los personajes simplemente dejan de intentarlo. Cuando todo está acabado, cuando ya no hay esperanza y cuando pareciera que todas las salidas se cierran, es cuando sentimos el verdadero horror de estar vivos, y eso se ejemplifica perfectamente en The Road (John Hillcoat, 2009).

The Walking Dead (Frank Darabont, 2010)

PERSONAJES

El desarrollo de los personajes es de los aspectos más ricos dentro del género, pues el hecho de llevar a una persona a sus límites físicos y psicológicos hace que la veamos tal cual es, sin apariencias y en su estado más primitivo. La tensión que sufren a lo largo de la historia nos deja ver parte de la naturaleza humana, pues muchas personas que creemos fuertes y correctas en situaciones normales, resultan no serlo cuando las cosas se ponen difíciles y más cuando su vida depende de ello, o por el contrario, la gente que parece débil resulta adaptarse a la situación y logra sobrevivir; justamente es la adaptación la clave de la supervivencia.

La actitud de los personajes ha servido para hacer crítica social, pues nos muestran que cuando nuestra vida depende de ello la confianza es algo que se puede perder fácilmente. De la misma forma, la moral y las leyes sociales quedarán rebasadas cuando la ley de la selva sea la única forma de seguir vivo. En el Survival-Horror literalmente es comer o ser comido. En Carriers vemos como resulta imposible confiar en alguien sin importar su inocencia o lo inofensivas que luzcan las personas.

En éste género se explotan las características más obvias de los seres humanos: su mortalidad y susceptibilidad al daño. El SH apela a nuestro miedo a ser lastimados y lo potencializa colocándonos en situaciones sin salida. Por esta razón no tenemos héroes como personajes, la mayoría ve por sí mismo o por un pequeño grupo de personas, sin importarles que para salvarlos tengan que lastimar a gente inocente que únicamente busca sobrevivir al igual que ellos.

Carriers (Àlex Pastor y David Pastor, 2009)

ZOMBIS Y MÁS ZOMBIS

El SH es siempre asociado al género de Zombis (que no estoy seguro si en realidad es un género) debido que en los últimos años ha habido una gran producción de películas de éste tipo, en parte por los problemas sociales que ha sufrido la humanidad y por el gran horror que se le tiene a estas criaturas, que podemos explicar con la teoría del Valle Inexplicable (o Valle Inquietante).

Desde los zombis de George A. Romero a los engendros de Robert Rodríguez, la evolución y dinámica de las películas ha cambiado, al igual que el diseño de los muertos vivientes. Con cada entrega los muertos se hacen más voraces, inteligentes y peligrosos, y los argumentos han dejado de enfocarse en la dinámica de correr y disparar —que heredaran de los videojuegos— para centrarse en la crítica social. De aquellos primeros filmes Serie B a las grandes producciones de los últimos años, los zombis han evolucionado en todos los aspectos, generando incluso una variación dentro de su propio género, el Cine de Infectados (aquellos que no están propiamente muertos). Sin embargo, el Survival-Horror no se limita a muertos buscando carne fresca, pues el Horror va más allá de la vida o la muerte.

Para terminar, debe quedarnos claro que toda película de Zombis es SH pero no todo SH es de Zombis. Aunque he visto películas sobre Zombis tan inverosímiles que incluso dentro de la Serie B parecen absurdas y me hacen cuestionarme sobre si quizás dentro del infinito universo del celuloide exista un filme de muertos vivientes que no sea SH.

Planet Terror (Robert Rodríguez, 2007)