Godzilla 2000

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Título Original: ゴジラ2000 ミレニアム (Gojira Nisen: Mireniamu)
Género(s): Ciencia Ficción, Kaiju.
Director: Takao Okasawa.
Emisión: 1999.
Duración: 107 minutos.
Extras:

No he tenido la posibilidad de ver tantas películas japonesas de Godzilla como quisiera y las versiones americanas por muchos efectos que tengan no tiene esa esencia tan particular que le imprimen las producciones niponas y que personalmente me gusta mucho, lo que ha hecho que en tiempos reciente me haya empezado a interesar el conocer más del universo cinematográfico de Gojira. Para mi fortuna tuve la oportunidad de ver esta película en televisión desde el inicio y con doblaje latino y como la disfruté tanto que la volví a ver  a los pocos días (la encontré en Facebook).

La historia es muy sencilla. Godzilla anda por allí causando un poco de caos cuando se aparece pero sin agredir a los humanos demasiado. La vigilancia del kaiju corre a cargo de la GPN, una cooperativa independiente que vigila al gigante a cargo del doctor Shinoda, quien admira al monstruo y lo estudia para conocer los secretos de su fuerza y su indestructibilidad. Por otro lado, antiguos colegas suyos, que sí desean destruir a Godzilla, intentan recuperar un meteorito del fondo del mar que posee minerales valiosos.

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Mientras suben el meteoro a la superficie éste empieza a moverse por propia voluntad, revelando que el cuerpo rocoso era una especie de coraza y que en el interior hay un ovni. El platillo volador se aleja del mar y llega hasta donde se encontraba Godzilla peleando contras las Fuerzas de Autodefensa de Japón. Al parecer los alienígenas desean terraformar al planeta para que puedan vivir en la atmósfera y empiezan a robar la información genética del kaiju para sus planes. La nave y Godzilla se enfrentan sin que ningún resulto vencedor.

El ovni se traslada a la ciudad para seguir robando información, mientras que Shinoda descubre el secreto de la capacidad de regeneración de Godzilla, una sustancia a la que llama Regenerador G1. Los extraterrestres descubren lo mismo y deciden robar dicha habilidad para evolucionar sus cuerpos a fin de poder vivir en la Tierra. Así, la nave y Godzilla se enfrascan en una batalla a muerte.

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Si bien la historia es algo simple y todo pasa muy rápido y de manera poco compleja, el desarrollo de la trama resulta muy entretenido, la injerencia de los humanos es mínima y no le restan peso a la titánica bestia en ningún momento, además de que tampoco vemos los tedioso e innecesarios dramas personales, como pasa en las versiones estadounidenses. Aquí Godzilla es lo principal y las batallas que nos regala son emocionantes y entretenidas.

En cuanto a las actuaciones pues están bien tomando en cuenta que los humanos no son en ningún momento el elemento principal. La música es muy buena y el tema de Godzilla es mi favorito (el cual también se repite en Shin Gojira y supongo en muchas películas más). La parte de los efectos es la que más me gusta, quizás porque crecí viendo las peleas de los Power Ranger (MMPR) donde el Megazord peleaba contra monstruos que eran tipos disfrazados en ciudades que eran maquetas, pero para mí ese tipo de efectos prácticos tiene un encanto especial que disfruto mucho.

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Podemos decir que los efectos son algo chafas para el año en que se hizo (si lo comparamos con obras como Jurassic Park) pero esa es justo la esencia de una películas de Kaijus, el alma del género yace en los disfraces y las miniaturas y no en complejo y carísimo CGI que le hace perder ese toque especial (al menos para mi gusto). En las escenas con miniaturas es muy notorio que los edificios son maquetas y los monstruos disfraces, pero considero que no han envejecido nada mal, al contrario de lo que pasa con los efecto en CGI donde sí se ve muy chafa la pantalla verde. Y si bien no he visto todas las películas del kaiju, sí he visto los diseños y el de éste film es mi favorito.

La película es algo cursi, Godzilla ni es bueno ni malo aunque tiende más a lo primero si ponemos al ovni como el enemigo principal para la humanidad, lo que sí es seguro es que entretiene, no creo que sea la mejor película del monstruo rey pero si son fans del Kaiju no se la pueden perder y creo que es una buena opción para irse adentrando al universo de Gojira. Una película divertida y ligera para toda la familia que nos garantizará una tarde amena. Si la comparamos con Shin Gojira, la obra de Hideaki es mucho más oscura y compleja y esta versión tiene ese nostálgico toque noventero que agradará a quienes nacimos en esa década.

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Evangelion por Netflix (parte 4)

Llegamos al cuarto bloque de la serie. Este bloque es el más tranquilo en cuanto a los temas profundos y complejos ya que desde la llegada de Asuka y Kaji la serie se convierte en una historia Mecha-Kaiju normal, pues en cada episodio vemos a los Evas enfrentarse a un enemigo distinto y planeando nuevas estrategias para derrotarlos sin mayor dificultar. Las victorias contra los ángeles son contundentes a pesar de algunos altibajos, pero ningún piloto termina realmente con secuelas.

Uno de los aspectos por el cual separo a este bloque del resto es justamente su ritmo. En primera es la parte donde sí vemos un ataque cada capítulo. En el capítulo 8 se enfrentar a Gaghiel, en el 9 a Israfel, en el 10 a Sandalphon, en el 11 a Matariel, en el 12 a Sahaquiel y en el 13 Ireul. Cada capítulo es un Ángel nuevo y una misión diferente para Asuka, Shinji y Rei, siendo los dos primeros los más protagónicos, pues la llegada de Asuka termina por opacar un poco a Rei.

A diferencia de lo que pasa al enfrentar a otros ángeles aquí ningún piloto queda con secuelas psicológicas reales. Cuando Shinji enfrenta a Sachiel sufre un fuerte trauma que se repite con Shamshel al grado de escapar de casa. Ramiel deja menos secuelas psicológicas en Shinji pero el daño físico en él es mayor, mientras que para Rei enfrentar a ese ángel fue un desencadenante emocional. En el siguiente bloque cada batalla contra un ángel dejará secuelas muy graves para los pilotos, tanto físicas como psicológicas, en este bloque no hay daños reales y todo se enfoca más en la emoción de las batallas.

La llegada tanto de Asuka como de Kaji es otro de los factores que caracterizas al bloque, pues ambos le dan un nuevo aire a la historia y mucho juego a Shinji y Misato respectivamente. La introspección y psicología de los personajes se ve muy poco, aunque se explica un poco más de su pasado y ese halo de oscuridad y melancolía del primer bloque desaparece por completo durante estos capítulos.

Los únicos episodios que distan un poco del resto son el 13 y el 14, pero no lo suficiente para considerarlos por separado pues mantienen la misma dinámica. El capítulo 13 es bastante peculiar, en primera porque es el más Cyberpunk de todos al mostrarnos la visceralidad de las entrañas de MAGI, también es el más introspectivo del bloque pues conocemos un poco sobre el pasado de la supercomputadora, NERV, la madre de Ritsuko y de ella misma. El capítulo es interesante a pesar de ser un poco atípico pues no se usan ni los Evas ni los pilotos para enfrentar al ángel, esta vez le dan juego a los oficiales del puente, además de que en las decisiones que toma Gendô podemos empezar a vislumbrar su interés por el Proyecto de Instrumentalización Humana, y aunque no sabemos nada de eso aún, el que la prioridad sea salvar el Eva 01 nos dice que es el único capaz de provocar el futuro Tercer Impacto.

El capítulo 14 es un recuento, es la parte de relleno pues en la primera parte se hace una mención de todos los ángeles enfrentados hasta el momento y se dan sus nombres. También es la primera vez que se mencionan los manuscritos del mar muerto y se revelan los planes de la organización SEELE, además de que éste capítulo sí tiene un lenguaje poético e introspectivo sobre Rei. A futuro podremos entender que ese soliloquio dicho por Rei en este capítulo en realidad está revelando que es un clon. Al final del capítulo se menciona al Proyecto Adán y aparece la lanza de Longinus, preparando todo para un desenlace planeado por Ikari desde el principio. El capítulo tiene dos parte, el resumen y el capítulo como tal, el resumen es parte integra de este bloque pero la segunda parte podríamos considerarla ya como del quinto bloque.

En lo que respecta al doblaje era obvio que la voz de Asuka cambiaría y una de las cosas que me preguntaba es si ese acento alemán que tiene la pelirroja en el primer doblaje aparecería aquí nuevamente, pues si mal no recuerdo en la versión japonesa no tiene acento. Para mi fortuna sí apareció el acento, pero la actriz de doblaje tiene una voz muy nasal y siendo honesto no me gustó ni la voz ni la personalidad que le imprime al personaje y al ser mi favorito es de esperarse que sea más exigente. Georgina Sánchez ya había doblado a Asuka en Renewal, pero como esa versión yo sólo la he visto en japonés si fue un cambio drástico para mí.

La voz de Kaji (Gerardo García) no me molestó, tampoco está al nivel de la voz original (Enrique Cervantes) pero es aceptable. El resto de elementos siguen más o menos igual, poco a poco me he ido acostumbrando a las voces de Misato, quien en las escenas serias lo hace muy bien, y de Ritsuko, quien tiene muy buenos momentos. Aunque en el capítulo 14 hay un pequeño error pues el nombre de Matariel (o Matarael) aparece en los subtítulos como Matriel.


Evangelion por Netflix (parte 1)
Evangelion por Netflix (parte 2)
Evangelion por Netflix (parte 3)

Godzilla: El devorador de planetas

Título Original: Godzilla 星を喰う者 (Gojira: Hoshi Wo Kû Mono).
Género(s): Ciencia Ficción, Kaiju.
Director: Kôbun Shizuno y Hiroyuki Seshita.
Estudio: Polygon Pictures.
Emisión: 2018.
Duración: 90 minutos.
Extras: Godzilla: Planeta de Monstruos, Godzilla: Ciudad al filo de la batalla.

Lugo de una decepcionante continuación por parte de la nueva saga animada de Godzilla para Netflix, llega la tercera y última entrega de esta nueva versión de Kaiju rey. Honestamente, luego de ver las dos primeras partes no esperaba nada nuevo en esta, pero la idea de ver a Godzilla enfrentarse a Ghidorah era suficiente para decidirme a verla, además de que Godzilla siempre va a merecer una oportunidad.

La película parte justo después de la segunda película y nos muestra a los sobrevivientes del fallido ataque a Godzilla perder la esperanza de recuperar el planeta. Sin embargo, Metphies usa la derrota de los Bilusaludos como un medio para captar la atención de los humanos sobrevivientes y hacerles creer que quienes sobrevivieron fueron elegidos por su Dios y que sólo alabándolo podrán derrotar a Godzilla. Muchos humanos al ver sus esperanzas perdidas se unen al culto Exif y son usados por esa raza para invocar a una bestia de otro universo capaz de derrotar al imparable enemigo.

Ghidorah llega a nuestro universo y muestra un poder tan abrumador que su sola presencia modifica el espacio tiempo. La nave de los sobreviviente es destruida y la muerte dorada baja a la tierra para enfrentar al Kaiju Rey. Godzilla hace frente a Ghidorah, pero la diferencia de poder es  mucha, además de que al provenir de otro universo Ghidorah no se rige por nuestras leyes físicas, lo que lo hace inmune a los ataques y virtualmente indestructible. Sin embargo, tiene un único punto débil y es que necesita de alguien para guiarlo en nuestro universo, derrotando a Metphis Godzilla podrá contraatacar a Ghidorah.

Debo admitir que la batalla es muy buena y que a diferencia de las dos películas anteriores esta tiene más emoción y sí logra atraparte al menos para la segunda mitad, pues fuera de la llegada de Ghidorah y su enfrentamiento con Godzilla el resto de la película es igualmente aburrido. Aquí abandonamos la lógica Bilusaludo y abrazamos el fanatismo Exifs con resultados por demás mediocres. También hay un cameo de Mothra que nos hace preguntarnos el por qué no lo incluyeron como un personaje más.

El aspecto más interesante de toda la saga es la pregunta primordial ¿qué es Godzilla y cuál es su finalidad? Aquí se responde con un interesante argumento. De acuerdo con esto la vida tiene como finalidad crear una especie capaz de generar una sociedad, una civilización con tecnología. La constante necesidad que querer más y la inconformidad con la naturaleza simple de las cosas es lo que ha llevado a los seres humanos a desarrollar tecnología, pero eventualmente esa tecnología llegará a un nivel tan destructivo que dará como resultado el surgimiento de Godzilla. En otras palabras, el desarrollo de la humanidad no es más que un medio para el surgimiento de Godzilla, el cual es un proceso natural e inevitable. Pero Godzilla, aún con todo su poder, no es más que una fruta destina a ser consumida por Ghidorah.

Personalmente esta explicación me parece interesante y podría explotarse mucho más, pues retoma parte de la idea original de la cual surge el Kaiju luego de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, el resultado que vemos en pantalla en las tres entregas es sumamente malo, los breves buenos momentos que tiene no sopesan la gran cantidad de minutos de aburrición y tedio. Lamentablemente esta es una de las sagas más desafortunada de Godzilla y no le hace nada de justicia a monstruo más famoso y poderoso del cine.

Godzilla: Ciudad al filo de la batalla

Título Original: GODZILLA 決戦機動増殖都市 (Gojira: Kassen Kidô Zôshoku Toshi).
Género(s): Kaiju, Ciencia Ficción.
Director: Kôbun Shizuno.
Estudio: Polygon Pictures.
Emisión: 2018.
Duración: 100 minutos.
Extras: Godzilla: Planeta de Monstruos, Godzilla: El devorador de Planetas.

Siguiendo con el interés por Godzilla, me decidí a ver la segunda entrega de la más reciente saga animada del Kaiju más famoso del cine. Cuando se anunció que Netflix entrenaría una serie de películas animadas sobre Godzilla me emocioné bastante, sobre todo porque se trataría de una producción Japonesa y estábamos aún con el hype por Shin Gojira. Sin embargo, lo que la plataforma de streaming nos mostró fue algo bueno pero no suficiente.

La primera película tuvo sus momentos pero no fue la gran cosa, con eso en mente no esperaba algo sobresaliente de la segunda parte. Además de que el formato de hacer una obra muy larga y dividirla en películas no termina de gustarme. No obstante la vi y pasé un rato agradable aunque el filme llega sólo a palomero a lo mucho. Y el tipo de animación tan digital nunca me ha gustado, aunque al final ya no me parecía tan malo.

La historia continúa con los eventos donde se quedó Planeta de Monstruos, y nos muestra a los sobrevivientes del ataque de Godzilla siendo capturado y curados por una tribu nativa que al parecer ha logrado sobrevivir al titán ocultándose bajo la superficie. Esos humanoides si bien tienen rasgos parecidos a los humanos y una sociedad tribal como la de los primeros grupos sedentarios parecen no ser descendientes directos de nosotros, pues algunas de sus características físicas los emparentan con los insectos. Los Houtua, nombre que se da la tribu, parecen ser enemigos de Godzilla y deciden liberar a los humanos, bilusaludos y exifs que sobrevivieron para que pelen contra el monstruo.

Los bilusaludos descubren que las lanzas que usa la tribu están hechas con lo que parece ser nanometal, el material del que estaba construido Mechagodzilla, aunque ahora es diferente, pues al parecer ha evolucionado durante todos estos años en algo más fuerte y capaz de derrotar el enemigo. Con la esperanza de poder derrotar a Godzilla los sobrevivientes deciden quedarse a pelear y buscar el origen del nanometal, así llegan hasta una enorme ciudad. Tan parece que la cabeza de Mechagodzilla sobrevivió a lo largo del tiempo y construyó una ciudad entera para pelear contra su enemigo.

Los bilusadulos toman el control de la ciudad para enfrentar a Godzilla y hacen un plan para capturarlo. Haruo comanda al resto de sobreviviente y todos se preparan para la batalla final. Sin embargo, Metphies ve con malos ojos el plan de los bilusaludos. Al parecer los exif tienen un modo muy espiritual de ver el mundo, mientras que los bilusaludos son netamente lógicos y confían en la tecnología, dejando a los humanos en un punto medio. La batalla comienza pero Godzilla resulta ser más fuerte de lo que esperaban, sin embargo, él no es la mayor amenaza del universo, sino un ente aún más temible, Ghidorah.

La película es mala, tiene un par de momentos aceptables pero gran parte es letárgica y tediosa. Elementos como el nanometal y Mechagodzilla son interesantes, pero no logran destacar realmente y todo se queda en un resultado mediocre en el que ni siquiera la decisión de seguir peleando contra Godzilla es netamente justificable. El pasado de los exif parece interesante, pero solamente intenta engancharnos con la inminente llegada de Ghidorah sin jugar un papel más importante. El resto de personajes es igualmente desangelado y salvo las gemelas de la tribu Houtua que nos dan la esperanza de que Mothra pudiera llegar a escena, lo cual no pasa, el resto no tienen ningún aporte.

Hay un punto sobre la instrumentalización cuando los bilusaludos se fusionan con el nanometal para aportar su cuerpo a algo más grande. Al parecer al fusionarse pierden las restricciones que un cuerpo físico impone y pueden aportar su mente para el control de la ciudad, pero tampoco se explota este tema lo suficiente. En general los elementos que plantea son muy buenos pero mal ejecutados.

El último punto es que si bien Godzilla es el centro en todo momento, en las conversaciones y decisiones que toman los personajes, me parece que está muy relegado de la pantalla, lo vemos muy poco y la destrucciones que esperaríamos ver en una película sobre este Kaiju es sustituida por el conflicto entre los protagonistas, las disputas entre las razas y en escenas con diálogos aburridos. Una película totalmente olvidable que no le hace justicia el rey de los monstruos, está bien para ver en esas ocasiones en las que no queremos prestar total atención a la pantalla pero nada más, y quizás la promesa de que en la tercera película salgan más bestias es lo más interesante.

Trollhunter

Título Original: Trolljegeren.
Género(s): Mockumentary, Fantasía, Found Footage, Terror, Kaiju.
Director: André Øvredal.
Emisión: 2010.
Duración: 103 minutos.
Extras:

Es por todos conocido que el género de los grandes monstruos (Kaiju) es principalmente de hechura japonesa, Godzilla es sin duda alguna el mejor ejemplo de ello, aunque la competencia Americana no ha dejado pasar la oportunidad ya sea de americanizar al kaiju por excelencia o de crear sus propios monstruos, siendo Cloverfield y Pacific Rim las sagas más exitosa de los últimos años. Sin embargo, el cine europeo también tiene algunos ejemplos donde las bestias titánicas arremeten en contra de los humanos, y Trollhunter es la película noruega más famosa sobre este género en todo el mundo.

Cuando pensamos en Noruega nos viene a la mente su bello paisaje invernal, los fiordos y algunos aspectos muy generales de su cultura. Siendo un país tan lejano no es muy común que en Latinoamérica consumamos el cine que ellos producen fuera del cine de arte, aunque anteriormente ya había reseñado Bølgen, una película de acción sobre desastres naturales. Trollhunter retoma a uno de los seres míticos más populares del país nórdico, los Troles, esos monstruos gigantes y tontos que viven bajo los puentes y, a partir del folclore escandinavo, desarrolla una película estupenda.

Trollhunter pertenece a los géneros hermanos del Falso Documental (Mockumentary) y el metraje encontrado (Found Footage), y a partir de la cámara en mano nos adentra en la búsqueda de Thomas, Johanna y Kelle, tres estudiantes de la universidad de Volda, quienes están tratando de entrevistar a Hans, un cazador ilegal que ha estado matando osos. Sin embargo, parece que dicho cazador y el director de la Junta Asesora para la Vida Silvestre ocultan algo más que simples ataques de la fauna salvaje.

Tras las negativas de Hans, los jóvenes deciden seguirlo en secreto para documentar lo que hace, pero al hacerlo descubren que lo que aquel extraño hombre está cazando no son osos, sino Troles. Ante la insistencia de los documentalistas, Hans acepta llevarlos consigo para que documenten su trabajo. Al parecer el hombre es miembro de una organización gubernamental secreta cuya responsabilidad es mantener bajo control a los Troles y matar a aquellos que salgan de su territorio, para evitar que las personas se enteren de su existencia.

Los chicos se unen a la cacería y poco a poco van descubriendo una amplia e interesante fauna trol. El cazador les explica que existen dos clases de troles, los de bosque y los de montaña, y que estos a su vez se dividen en cinco especies: Raglefant, Tusseladd, Rimtusse, Dovregubben y Harding. Además les explican cosas sobre la biología de los mismos, como su ciclo y esperanza de vida, el periodo de gestación o su capacidad para oler la sangre de los cristianos. Con forme avanza la historia también conocemos acerca de la solitaria y difícil vida del Hans.

El retomar un elemento de la mitología noruega y convertirlo en una película llena de acción y basada en el metraje encontrado fue sin duda una apuesta riesgosa, pero al parecer funcionó perfectamente, pues Trollhunter se ha convertido actualmente en una película de culto, pues además de permitirnos conocer un poco sobre esos seres míticos, también nos deja ver el folclore que envuelve su existencia y el hecho de que no son monstruos, sino una especie más de animales que tienen derecho a vivir y habitar su territorio, el cazador únicamente los mantenía a raya para la seguridad de las personas.

La película tiene un ritmo muy bueno, la acción se mantiene constante y podemos ver prácticamente todas las especies de troles que existen, desde los pequeños de tres o cuatro metros hasta aquellos que son tan grandes como montañas. El mezclar la intriga política que encubre la existencia de estas criaturas le da un bueno toque al falso documental y el profundizar, por poco que sea, en la vida de Hans, hace que dicho personaje adquiera un papel mucho más humano de lo que su profesión podría hacernos pensar de él.

Si bien hay varios aspectos débiles en la cinta y que le restan credibilidad me parece una extraordinaria recomendación para quienes quieran ver una película de grandes monstruos diferente, fuera de lo que el cine estadounidense o el japonés han popularizado en todo el mundo y donde, a diferencia de los anteriores, las criaturas tengan una base cultural que justifique su existencia y no la ya trillada escusa de la radioactividad o los extraterrestres.

Godzilla: Planeta de Monstruos (parte 1)

Título Original: 怪獣惑星 (Gojira: Kaiju Wakusei)
Género(s): Kaiju, Ciencia Ficción.
Director: Kôbun Shizuno, Hiroyuki Seshita.
Estudio: Polygon Pictures.
Emisión: 2017.
Duración: 88 minutos.
Extras:

Netflix ha empezado a producir sus propias series o dado la oportunidad de que muchas se entrenen en su plataforma de streaming, y dada la popularidad que el “Rey de los Monstruos” ha tenido en los últimos años debido a la película estadounidense de 2014 y a la maravillosa Shin Gojira de Hideaki Anno, el portal de video decidió estrenar a nivel mundial la más reciente producción de Toho, que es la película número 32 del Kaiju, la 30 producida por la compañía japonesa y la primera película animada, que constará con un total de tres partes.

La animación es muy buena y el grado de detalle es fantástico, pues refleja los años de decadencia que ha sufrido la humanidad en el espacio debido al ataque del kaiju. Sin embargo, a mí personalmente no agrada el estilo tan digital que tiene, pues me parece demasiado artificial, fuera de eso tiene un apartado técnico formidable, aunque el diseño de Godzilla tampoco me encantó y siempre luce algo acartonado. El apartado musical, por otro lado, es muy bueno, y en lo personal me gustaron muchos los ritmos alegres que maneja.

La historia inicia el último año del siglo XX con la repentina aparición de kaijus que atacan a la humanidad sin motivo aparente, nadie sabe de dónde vienen y cada vez son más poderosos (un poco a lo Pacific Rim). Los humanos logran resistir el embate de las criaturas, hasta que aparece una bestia más poderosa que todas las anteriores y capaz de destruir a humanos y kaijus por igual, lo llaman Godzilla (Gojira). Ante la colosal e inexpugnable bestia parece no haber oportunidad, todos los ataques fallan y no parece haber forma de que nuestra especie sobreviva.

Con la humanidad diezmada por la imponente bestia, una raza de extraterrestres llega a la tierra, se hacen llamar los Exifs, errante espaciales que profesar una peculiar religión y cuyo mensaje hacia la humanidad es que la extinción es inminente. Casi a la par llega otra raza de humanoides, los Bilusaludos, cuyo planeta fue destruido y piden asilo en la Tierra a cambio de derrotar a Godzilla. Los humanos aceptan el trato y los Bilusaludos inician la activación de Mechagodzilla, pero ni siquiera con la tecnología de las tres especies logran derrotarlo. Humanos, Exifs y Bilusaludos escapan de la tierra y vagan por el espacio por 22 años, hasta que la falta de recursos y la filtración de una estrategia para derrotar a Godzilla los hacen regresan a nuestro planeta.

El inicio es un tanto rápido y no da tanto tiempo de introducir a las bestias, pero a estas alturas me parece que ya no hace falta. Al principio salta casi directo a la acción pero luego da paso al drama, y tampoco se explica del todo la relación con las dos especies de humanoides, aunque poco a poco se van mostrando las intenciones de cada grupo, aunque sin desarrollarlas por completo en esta primera parte. La historia se centra en Haruo Sakaki, un capitán que se subleva ante la decisión de los altos mandos de deshacerse de los viejos mandándolos a una misión suicida.

Luego de dos décadas en el espacio, la nave se empieza a quedar sin recursos, la gente muere o enloquece por las terribles condiciones que han tenido que soportar. Para palear un poco el problema los líderes han decidido que se debe reducir la población, así que las personas mayores tendrán que abandonar la nave. Haruo no logra detenerlos y los ancianos mueren, pero el capitán logra filtrar en la red una investigación sobre cómo derrotar a Godzilla. La falta de recursos obliga a la nave a regresar a la tierra, en donde han pasado casi 20 mil años, luego de tanto tiempo, todos esperan que Godzilla haya muerto.

Los líderes deciden usar el plan de Haruo y mandan un equipo a la tierra, ya que si no logran recuperar el planeta las tres especies enfrentarán la extinción, pues entre todos quedan menos de 4 mil sobrevivientes. Sin embargo, al llegar al planeta encuentran que todo ha cambiado, la atmósfera ya no es apta para la vida humana y las criaturas que habitan la superficie (plantas y animales) parecen tener alguna similitud celular con Godzilla, quien por cierto aún domina el planeta.

Además de Godzilla, lo que respecta a la decadencia humana en el espacio me pareció maravilloso, pues se refleja muy bien la falta de recursos que están llevando a la nave al colapso inminente. Esa problemática social se ve, además, perfectamente aderezada con un trasfondo con planes secretos y conspiraciones entre las tres especies, ya que cada una tiene sus propios intereses.

Algo que me gusta mucho y es propio de las producciones japonesas sobre Godzilla es que a pesar de que él no salga en pantalla y se aborden cuestiones políticas o un drama personal, siempre está presente, al menos así pasa el Shin Gojira. Y eso es algo que no se ve en las producciones estadounidenses donde los momentos dramáticos se enfocan en el protagonista y desarrollan sus propios conflictos personales olvidando por unos momentos a la magnífica criatura que es la razón de haber visto dicho filme. Aquí siempre tendremos la imagen de Godzilla como un detonante que genera todas las acciones y decisiones de los personajes.

Como es de esperarse las cosas se complican y Godzilla revela ser un enemigo mucho más poderoso de lo que se habría podido predecir. Al final (luego de los créditos) el filme nos deja con un cliffhanger que dará paso a una segunda parte muy interesante. Sin duda una buena recomendación para quienes sean fans del cine de grandes monstruos y sobre todo con esa narrativa tan propia de los japoneses.

Power Plant No. 33

Título Original: Power Plant No. 33.
Género(s): Ciencia Ficción / Kaiju / Mecha.
Director: Yasuhiro Yoshiura.
Estudio: Trigger.
Emisión: 2015.
Duración: 6:10 minutos.
Extras:

Creado originalmente como parte de la Japan Animator Expo, Power Plant No. 33 es un formidable cortometraje con temática de Kaijus, pero con una historia que está totalmente fuera del argumento tradicional en este tipo de obras.

La calidad del corto es asombrosa, el estilo de escenarios y personajes es propio del que podemos ver en todas las obras de Yasuhiro Yoshiura, pero con un estilo ligeramente diferente. Lo más destacable es el diseño de escenarios, pues la ciudad donde transcurre todo tiene un estilo desgarbado y oxidado un tanto cyberpunkesco, con cables de energía corriendo por toda la ciudad completamente expuestos. Además de eso, la cantidad de detalles y la fluidez y nitidez de la animación son asombrosos.

La historia toma lugar en una ciudad donde se localiza la Planta de Poder número 33. Dicha planta obtiene la energía eléctrica drenándola de un inmenso Kaiju que yace en el centro de la urbe. Al parecer, es ese mundo los grandes monstruos son quienes generan la energía, incluso se anuncian en la televisión mini kaijus como fuente alternativa de energía para las casas. Como el Kaiju genera mucha radiación, todos los habitantes se ven obligados a usar un traje protector especial.

De forma inesperada, un Kaiju robot llega a la ciudad y ambas bestias empiezan a luchar. Al parecer el drenar la energía mantenía débil al Kaiju, pero cuando el enemigo llega todo se sale de control. Los habitantes evacuan la ciudad mientras los monstruos pelen. Al final el robot es derrotado y el Kaiju ganador escapa de la ciudad en ruinas, la cual quedó destruida pero también sin radiación.

El cortometraje es sencillamente perfecto. La calidad en sus detalles ya lo hace sobresaliente, pero ver a un Kaiju siendo usado como batería por la humanidad en lugar de representar una amenaza lo hace aún más interesante. Además, el hecho de que todas las actividades de la ciudad giren en torno a la planta de energía hace que en todo momento el Kaiju sea el centro de atención. Sin olvidar que al ser tan fugaz genera muchas interrogantes sobre cómo se llegó a usar el poder de esa bestia en beneficio de la humanidad, lo que bien merecería toda una serie sobre el tema.

Yasuhiro Yoshiura es uno de mis tres directores de anime preferidos, desde aquellos primeros cortometrajes de índole experimental como Noisy Birth, Kikumana o Mizu no Kotoba, ha crecido formidablemente, y de entre todos sus cortometrajes creo que este se ha convertido en mi favorito. En verdad me gustaría que Trigger le diera la oportunidad de hacer una serie o al menos una película basada en esta historia, pues tiene el potencial de competir con cualquier otra obra de grandes monstruos.

Pacific Rim

Título Original: Pacific Rim.
Género(s): Kaiju, Mecha, Ciencia Ficción.
Director: Guillermo del Toro.
Emisión: 2013.
Duración: 132 minutos.
Extras:

Dirigida por el mexicano Guillermo del Toro, Titanes del Pacífico es una de las mejores películas de grandes monstruos de la historia y, a mí parecer, la mejor película de Mechas y Kaijus hecha fuera de Japón, sin olvidar mencionar el haber colocado el estándar de calidad técnica muy por encima de todo lo que se había visto hasta entonces.

La calidad general del filme es asombrosa, la música es perfecta, los escenarios están finamente diseñados, los robots son fabulosos y los kaijus tienen un estilo único que no copia a ningún otro monstruo visto en el cine pero conservando esa esencia tan característica en este tipo de obras. Los efectos son en gran parte CGI, pero están tan bien realizados que lucen muy naturales, fluidos y en ningún momento dejan una mala impresión.

La historia toma lugar en futuro ficticio donde la humanidad se ve amenazada por una invasión extraterrestre. Sin embargo, los alienígenas no llegaron desde el espacio, sino a través de un portal en el fondo del océano pacífico que les permitió pasar de su dimensión a la nuestra. Ante tal amenaza, la humanidad se unió y creó a los Jeager, gigantescos robots capaces de hacerles frente a las titánicas bestias.

Los Jaeger eran tripulados por dos pilotos que compartían un vínculo neuronal con el que se sincronizaban y podían pelear como una sola persona. Poco a poco pilotos y robots lograron hacerle frente a los Kaiju. Para mala fortuna de los humanos, los invasores parecieron adaptarse y cada vez eran más grande y fuertes. Con el paso de los años las derrotas aumentaron y el programa Jaeger se descontinuó, siendo sustituido por el Muro de la Vida. El filme sigue al último grupo de Jaegers mientras intenta llevar a cabo un plan que ponga fin a la guerra.

La historia del filme es asombrosa. Tiene un inicio brutal que explica el contexto general de lo que ocurre y nos muestra a las bestias en acción desde muy pronto. Ese ritmo fluido y constante es un gancho perfecto para atrapar al espectador quien nunca tendrá que preocuparse por tediosos  minutos llenos de diálogos aburridos. Además de esto, la genial introducción resulta tan épica y profunda que es suficiente como para permitir el planteamiento de una precuela; lo que a mí en lo personal me parecería más interesante de ver que una segunda parte como tal.

La película es redonda y grandiosa por sí misma, tiene mucha acción, emoción, suspenso, peleas formidables, comedia e incluso los típicos actos heroicos y los clichés de personajes con un pasado traumático, traumas que para nuestra fortuna se ven opacados por la constante acción por lo que nunca resultan molestos. Y la conexión entre dos pilotos permite evitar el cliché del personaje solitario, lo cual resulta muy refrescante.

Una de las cosas que molestó a algunos de los fans en su momento fueron los símiles con Evangelion. Del Toro no hizo ninguna copia, sino muy atinados homenajes a una de las franquicias japonesas de Mechas y Kaijus más famosas en todo el mundo. El robo de los chinos, Crimson Typhoon, tiene una cabeza que retoma el diseño de Eva 00, el gel de dispersión de los trajes es similar al LCL, la espada y el cuchillo progresivo son similares e incluso algunos hologramas del puente se asemejan a los del anime. A mí nunca me molestaron estas similitudes, por el contrario, me agradó ver tantas referencias a mi anime favorito.

No obstante es de aceptar que tiene varios defectos, o mejor dicho incoherencias. El primero de ellos, y que sí es un defecto como tal, es no explotar el potencial de todos los Jaeger. Solamente el protagonista y su rival son vistos en plena acción, mientras que los robots de China y Rusia mueren casi de inmediato aun cuando el propio Mariscal alabó sus múltiples victorias minutos antes de su destrucción. El propio muro es una idea estúpida, un Jaeger mata a un Kaiju, un muro sólo lo deja del otro lado permitiendo que se acumulen. El decir que los primeros Kaijus fueron los dinosaurios no tiene mucho sentido y la forma en que derrotan a los extraterrestres es casi un calco del Día de la Independencia (1996). Y finalmente, si son clones por qué una estaba embarazada.

Fuera de esos pequeños detalles, la película está en mi top 5 de películas de este género y es la número 1 de las que no son japonesas. En cuanto a efectos y calidad técnica creo que será difícil de superar durante varios años más; las películas de Gojira siempre apelan a un estilo más tradicional y las versiones norteamericanas del Kaiju por excelencia no han sido buenas y sus efectos están muy por debajo de lo que Pacific Rim alcanzó.

La película al parecer tendrá más entregas, pero aunque no las tuviera es lo suficientemente buena como para convertirse en un clásico indiscutible y es una recomendación obligada para los fan del género, y para quienes gusten de entretenidas películas de acción llenas de épicas batallas y grandiosos efectos. De todas las franquicias cinematográficas de grandes monstruos hechas en Estados Unidos, creo que sólo dos destacan del resto, Jurassic Park (I y IV) y Pacific Rim, y la verdad me agrada mucho que fuese un mexicano quien le enseñara al cine occidental cómo hacer una película de Kaijus.

Shin Gojira (Podcast)

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El rey Kaiju ha regresado a la pantalla grande luego de varios años. Porque sí, hace dos años se estrenó Godzilla (2014) pero no, Gojira es sólo japonés y los filmes de hechura nipona tienen un feeling muy especial que los diferencia de sus contrapartes estadounidenses. Ese estilo de botarga, ese simbolismo sobre las fuerzas imparables que asolan a la humanidad, sean naturales o bélicas, y esa fama ganada a pulso durante 62 años son logros indiscutiblemente japoneses.

Godzilla Resurge, como fue nombrada en México, llegó este año a los cines de nuestro país, siendo la película número 31 de este emblemático Kaiju y la número 29 producida por Toho. A diferencia de lo ocurrido en otros países, nosotros pudimos disfrutarla sin cortes que mutilaran la historia y con un doblaje bastante decente que nos recordará, junto al estilo general del filme, a la obra magna de su director, Neon Genesis Evangelion.

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Una obra magnífica, un retorno al origen y significado real de Gojira, un diseño muy maléfico y aterrador y un desarrollo que si bien por momentos es algo lento y burocrático, nunca cae en lo aburrido, es lo que nos esperan al ver Shin Gojira. Sin historias románticas de fondo, sin los excesos hollywoodenses que se vuelven tediosos, esta es una de las películas imperdibles para los fanáticos del cine japonés, del cine de los grandes monstruos y para los fieles seguidores de Hideaki Anno.

Los dejamos pues con este podcast (uno de nuestros favoritos hasta ahora) donde desglosamos a fondo el filme y además hacemos un breve análisis y comparación con sus predecesoras norteamericanas que también tuvimos la oportunidad de ver hace algunos años. Es conveniente advertir que la segunda parte del podcast es full spoiler, así que están advertidos.

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Opuestos y Contrarios

Nota: El siguiente ensayo es una postura personal, no es para nada un análisis social ni tampoco se intenta abordar la historia de los fenómenos o movimientos aquí mencionados.

En diversas culturas existe la aparente recurrencia de explicar el mundo a partir de dualidades, y dentro de la Ciencias Sociales, como la Antropología, muchas veces tenemos que retomar la idea de los opuestos para explicar algunos fenómenos o responder por qué —a pesar de ser contrarios— terminan por interactuar unos con otros, y no a manera de enfrentamiento, sino a manera de una respuesta distinta a un mismo problema. La contracultura, las disidencias, las transgresiones y la denominada Massive Culture (Cultura Masiva), han sido movimientos sociales, sexuales y artísticos que se han opuesto al régimen establecido de “normalidad”. Dentro de los medios audiovisuales también tenemos ejemplos perfectos de opuestos que ha surgido en la misma época y que han expuesto, de manera diferente, un mismo problema social. A continuación expongo cuatro sencillos ejemplos —no precisamente audiovisuales— que se oponen por su naturaleza pero que no dejan de reflejar la dinámica social de su época.

MALLAS VS GABARDINAS (1928- 1940)

Después de la Gran Depresión, aquella crisis económica que afectó al mundo en 1929 y principalmente a los Estados Unidos, surgieron dos fenómenos que más tarde se apoderarían del cine, las historietas y la televisión: Los Superhéroes y el Film Noir.

Debido a los múltiples problemas, frustraciones y miedos que vivía la sociedad se creó la necesidad colectiva de hacer algo que llevara un poco de esperanza a las personas, surgiendo así  Súperman en 1932 y Batman en 1939. El primero reflejaba la idealización del americano ejemplar y del país en general, pues era un tipo poderoso, extremadamente moral y de cierta forma nunca encajaba con el resto de humanos porque su propio poder lo hacía diferente; incluso los colores de su traje aluden a la bandera estadounidense. Batman, por su parte, reflejaba al ciudadano normal, sin poderes, que gracias a su fortuna e incorruptible sentido de justicia (que me recuerda a la Tolerancia Cero de las leyes gringas) hacia frente a los criminales que azolaban Gotham (Nueva York).

Si bien Súperman simboliza el ideal moral americano y Batman la violencia y corrupción que gobernaban las calles (por eso uno vestía la bandera americana mientras que otro se ocultaba en la oscuridad), lo que ambos hacían era dar esperanza a la población haciéndola soñar con un héroe que llegaría a resolver sus problemas como por arte de magia.

En el otro extremo tenemos al Film Noir, nacido en los 30 y teniendo su mayor apogeo la década siguiente. Este clásico género americano también refleja los problemas sociales que vivió aquel país, pero no desde la perspectiva idílica, ni siquiera desde la visión de las víctimas, sino que se opuso a la idea de los Superhéroes y nos contó la historia teniendo como personajes principales a los villanos y mafiosos; surgió así, a la par que el superhéroe, la figura del antihéroe. Su propio nombre (Cine Negro) nos deja ver que se trata de la visión opuesta, que sus temáticas hablarán sobre lo malo, sobre lo ilegal, sobre el bajomundo de la corrupción y el fraude que todos saben que existe pero que nadie menciona.

He aquí el primer ejemplo de dos opuestos que surgieron debido a una crisis económica pero que fueron testigos de los problemas y temores que vivió Estados Unidos hace casi 90 años. Uno era lo ideal y lo otro lo mal visto, uno era luminoso y el otro era sombras, unos usaban mallas y los otros gabardinas.

ULTRAMAN VS GODZILLA (1945-1960)

Dejando atrás la década de 1930 llegamos a la mitad del siglo, cuyo principal evento fue la Segunda Guerra Mundial. En la mitad final de los años 40 y todos los 50 la temática que permeó cine y televisión fue el Holocausto, más como mensaje antibélico que como análisis histórico. Japón, como ya mencioné en la entrada sobre Japón y sus desastres, resultó el país más afectado después de que los Estados Unidos detonaran dos bombas nucleares en su territorio. Y como es bien sabido por todos, el resultado de la psicosis colectiva de los nipones fue Godzilla, quien vio la luz en 1957. Pues bien, para la década siguiente apareció en la televisión nipona Ultraman, un peculiar superhéroe que se enfrentaba a gigantes monstruos (kaiju).

Resulta peculiar cómo en Japón la temática de opuestos también se hace presente, pero con una intención distinta, pues en Estados Unidos lo que intentaban era mostrar las dos caras de la sociedad, mientras que en Japón se trataba de dar un mismo mensaje: el progreso y la superación del país están en el esfuerzo de su población. Godzilla destruía los edificios, pero ellos podían volverlos a construir, mientras que Ultraman se enfrentaba a los problemas como debía hacerlo todo buen hijo del sol naciente.

PROGRESO VS DECADENCIAS (1970-1980)

De regreso a los Estados Unidos y ahora con el auge de la energía atómica pero el temor de una guerra nuclear, desencadenada por la Guerra Fría, surgen nuestros dos siguientes opuestos, que en parte se alimentaron de los movimientos sociales de la década de los 60. El primero de ellos es el Retrofuturismo Clásico, aquel que nos mostraba una sociedad utópica impulsada por la energía nuclear y que representaba el “American way of life” y el “American Dream” (Los Supersónicos es un gran ejemplo), pero que a pesar de la perfección de un esperanzador futuro ponía en evidencia la paranoia que había desatado la Guerra Fría; fue la época en la que muchas casas contaban con refugios antibombas. Y cómo quizás ya pueden imaginar el opuesto natural al Retrofuturismo fue el Cyberpunk, quien se alimentó de la corriente Anarco-Punk cuya visión del futuro era la de una sociedad deshumanizada y decadente a causa precisamente del desarrollo tecnológico, el mentado “No Future” que he mencionado en variadas ocasiones.

Por un lado teníamos el futuro perfecto donde los robots —y no los mexicanos (pongamos atención a eso)— harían los trabajos desagradables, la energía era limpia y no se dependía del petróleo de otros países; recordemos que hablamos de Estados Unidos. El marido trabajaba para mantener a la familia, los hijos era idénticos a los modelos de las campañas publicitarias, no había problemas de salud y las esposas eran felices amas de casa. Un ideal americano que deja en evidencia la idiosincrasia racista y machista de su sociedad, quizás por ello en esa misma década surgieron disidencias cómo el Feminismo (que únicamente trataba de reivindicar a la citadina ama de casa clasemediera, inaplicable al estudio de féminas en un ámbito sociocultural distinto).

En el otro extremo tenemos al Cyberpunk, un subgénero de la Ciencia Ficción que nos mostraba lo que un mal manejo de la tecnología podría provocar en la sociedad. El Cyberpunk era totalmente anarquista, no creía que el futuro nos deparará algo bueno y nos mostraba que la decadencia social no podía evitarse con máquinas avanzadas y novedosas, sino todo lo contrario. Asimismo, conviene recordar que la estética del Cyberpunk Clásico fue retomada del Film Noir, quien varias décadas antes también fungió como el opuesto que evidenciaba el lado malo de la sociedad.

Mallas vs No-muertos (Siglo XXI)

Llegamos al siglo XXI y en los últimos años hemos podido ver que los Superhéroes han regresado y se han apoderado del cine, fungiendo nuevamente como una esperanza imaginaría a los problemas de toda índole que afectan al mundo entero. Sin embargo, casi al mismo tiempo que los héroes regresaron, también lo hicieron otra serie de criaturas; los muertos regresaron de la tumba en busca de carne fresca.

Si bien el tema de los Zombis requiere un análisis a profundidad pues la razón de su éxito van más allá de la histeria y miedos colectivos, basta con mencionar que en la actualidad tenemos un auge de héroes que vienen a salvar el mundo y un opuesto que nos muestra que ya no hay mundo que salvar. El Survival-Horror nos ha enseñado —oponiéndose de la manera más genial a los súpers— que cuando ya no hay mundo que salvar lo único que queda es sobrevivir. Y esto es para reflexionar un poco, porque en las etapas anteriores mencionamos que los opuestos daban las dos visiones de una misma sociedad o que se oponían a las ideas impuestas por el sistema, con los opuestos actuales la cosa cambia, pues si bien aún tenemos a los héroes que nos rescatarán, en el otro extremo nos estamos jugando la vida ante un futuro de incertidumbre total, mucho más pesimista que la anárquica visión de Cyberpunk ochentero. Una cosa es que la sociedad se deshumanice y otra que deje de existir dando paso a una horda de come-cerebros y a un rebaño de humanos tratando de sobrevivir en un mundo en el que ya no queda nada. ¿Tan mal estamos que el opuesto de nuestro tiempo es el apocalipsis total?