El Retrofuturismo es un subgénero de la Ciencia Ficción en donde la idea racional que permite la existencia de tecnologías avanzadas comparte su entorno con los desarrollos científicos de una época histórica en particular. Es por ello que al momento de catalogar una obra dentro de éste género debemos considerar el contexto histórico en que se creó la obra y vivió el autor.
El Steampunk en el mejor ejemplo de Retrofuturismo, pues mezcla un gran avance tecnológico pero a partir de la antigua tecnología del vapor, además, sus historias se desarrollan generalmente en la Inglaterra victoriana del siglo XIX.
Comenzaré con una definición personal del género:
El Retrofuturismo es el subgénero de la Ciencia Ficción que retoma las imágenes de cómo se concebía el futuro en el pasado, y las ambienta en un contexto en donde tecnologías futuristas conviven con ciencia de antaño, o por el contrario, crea un desarrollo mayor al que se alcanzó en determinada época histórica.
PASADO Y FUTURO
La primera característica y la más esencial es la mezcla de dos emplazamientos temporales que convergen en uno mismo. Es decir, las características científicas del pasado generaron tecnologías más avanzadas de las que realmente se alcanzaron en esa época, pero que al compararlas con las tecnologías actuales lucen anticuadas. En otras palabras, se muestran futuros que nunca existieron con tecnologías que ya dejaron de usarse.
Existe un aspecto muy problemático y subjetivo al momento de catalogar una obra dentro del Retrofuturismo. Frecuentemente muchas personas creen que una historia de ciencia ficción realizada varías décadas atrás es retrofuturista simplemente porque los avances científicos ya han sido superados o bien porque la obra ya es vieja, sin embargo, esto no es así, ya que dicha obra fue en su tiempo simple ciencia ficción de temática futurista. Debemos recordar que lo importante es el contexto original de la obra, sin importar que para nosotros ya sea del pasado.
LO VINTAGE Y LO RETRO
Retomemos dos términos muy usados en la industria de la moda. Lo vintage hace referencia a prendas u objetos viejos con un gran valor artístico o histórico y que fueron diseñados y fabricados en el pasado, mientras que lo retro es aquello contemporáneo a nuestro tiempo que hace referencia al pasado al retomar o copiar un estilo antiguo.
Si estamos hablando de ciencia ficción retrofuturista entonces hablamos de ciencia ficción que retoma la estética, temáticas e ideologías (principalmente de carácter utópico) de las obras de ciencia ficción del pasado, realizadas a principios y mediados del siglo XX.
Cuando hablamos de obras viejas, como Le Voyage dans la Lune (Georges Méliès, 1902) o Metrópolis (Fritz Lang, 1927), podríamos considerarlas como “lo vintage”, pues son clásico que han perdurado hasta la actualidad. No podemos decir que sean retrofuturistas tan sólo porque sean viejas.
LA VISIÓN DEL FUTURO DESDE EL PASADO
La visión que se tiene del futuro en una obra retrofuturista debe darse forzosamente desde el pasado. Es decir, si un autor contemporáneo escribe una novela retrofuturista, no puede crear un futuro a partir de la visión que se tiene de éste actualmente, debe recurrir a la visión que se tenía hace años.
Películas como Sky Captain and the World of Tomorrow (Kerry Conran 2004) o Steamboy (Katsuhiro Otomo 2004) son filmes contemporáneos ambientados en el pasado y que retoman la estética y tecnología de otras épocas. Por su parte, Gattaca (Andrrew Niccol 1997) se ubica en el futuro pero retoma la estética de los años 50.
El Retrofuturismo puede dividirse en dos tipos: (1) las obras ambientadas en el pasado y (2) las obras ambientadas en el futuro pero que retoman la estética del pasado. En el primer caso es obvio que la obra retomará los elementos de la época pasada en la cual se ambienta, pero los alcances científicos logrados serán mayores que los alcanzados en la realidad. En el segundo caso es obvio que tendremos más tecnología pues estamos en el futuro, pero paradójicamente la estética será similar a épocas pasadas.

PUNKS RETROFUTURÍSTAS
Entre los subgéneros que poseen el sufijo punk, existen algunos que pueden catalogarse como retrofuturistas debido a que el tipo de tecnologías que manejan tuvieron auge en algún momento del pasado. En este caso hablamos del Steampunk, Clockpunk, Atompunk y Dieselpunk. Dichos subgéneros sólo podrán considerarse retrofuturistas cuando se desarrollan en el pasado, puesto que tienen la capacidad de ser retrofuturistas o futuristas, dependiendo del momento histórico en el que se desarrollen.
Existen historias punk futuristas, como Waterworld (Kevin Reynolds, 1995), que presentan un freno en el desarrollo científico y obligan a que el futuro se mueva a partir de una tecnología de antaño. Estas historias no son retrofuturistas, pues, a pesar de contener el elemento retro (la tecnología de antaño), ya no poseen el elemento futurista, ya que la tecnología que nos muestran es retrógrada para el contexto temporal de la obra. En otras palabras, dichas obras están retomando elementos del pasado porque están involucionando tecnológicamente, y el retrofuturismo no es involucionar, es evolucionar más allá del progreso logrado en el pasado.
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