Godzilla: El devorador de planetas

Título Original: Godzilla 星を喰う者 (Gojira: Hoshi Wo Kû Mono).
Género(s): Ciencia Ficción, Kaiju.
Director: Kôbun Shizuno y Hiroyuki Seshita.
Estudio: Polygon Pictures.
Emisión: 2018.
Duración: 90 minutos.
Extras: Godzilla: Planeta de Monstruos, Godzilla: Ciudad al filo de la batalla.

Lugo de una decepcionante continuación por parte de la nueva saga animada de Godzilla para Netflix, llega la tercera y última entrega de esta nueva versión de Kaiju rey. Honestamente, luego de ver las dos primeras partes no esperaba nada nuevo en esta, pero la idea de ver a Godzilla enfrentarse a Ghidorah era suficiente para decidirme a verla, además de que Godzilla siempre va a merecer una oportunidad.

La película parte justo después de la segunda película y nos muestra a los sobrevivientes del fallido ataque a Godzilla perder la esperanza de recuperar el planeta. Sin embargo, Metphies usa la derrota de los Bilusaludos como un medio para captar la atención de los humanos sobrevivientes y hacerles creer que quienes sobrevivieron fueron elegidos por su Dios y que sólo alabándolo podrán derrotar a Godzilla. Muchos humanos al ver sus esperanzas perdidas se unen al culto Exif y son usados por esa raza para invocar a una bestia de otro universo capaz de derrotar al imparable enemigo.

Ghidorah llega a nuestro universo y muestra un poder tan abrumador que su sola presencia modifica el espacio tiempo. La nave de los sobreviviente es destruida y la muerte dorada baja a la tierra para enfrentar al Kaiju Rey. Godzilla hace frente a Ghidorah, pero la diferencia de poder es  mucha, además de que al provenir de otro universo Ghidorah no se rige por nuestras leyes físicas, lo que lo hace inmune a los ataques y virtualmente indestructible. Sin embargo, tiene un único punto débil y es que necesita de alguien para guiarlo en nuestro universo, derrotando a Metphis Godzilla podrá contraatacar a Ghidorah.

Debo admitir que la batalla es muy buena y que a diferencia de las dos películas anteriores esta tiene más emoción y sí logra atraparte al menos para la segunda mitad, pues fuera de la llegada de Ghidorah y su enfrentamiento con Godzilla el resto de la película es igualmente aburrido. Aquí abandonamos la lógica Bilusaludo y abrazamos el fanatismo Exifs con resultados por demás mediocres. También hay un cameo de Mothra que nos hace preguntarnos el por qué no lo incluyeron como un personaje más.

El aspecto más interesante de toda la saga es la pregunta primordial ¿qué es Godzilla y cuál es su finalidad? Aquí se responde con un interesante argumento. De acuerdo con esto la vida tiene como finalidad crear una especie capaz de generar una sociedad, una civilización con tecnología. La constante necesidad que querer más y la inconformidad con la naturaleza simple de las cosas es lo que ha llevado a los seres humanos a desarrollar tecnología, pero eventualmente esa tecnología llegará a un nivel tan destructivo que dará como resultado el surgimiento de Godzilla. En otras palabras, el desarrollo de la humanidad no es más que un medio para el surgimiento de Godzilla, el cual es un proceso natural e inevitable. Pero Godzilla, aún con todo su poder, no es más que una fruta destina a ser consumida por Ghidorah.

Personalmente esta explicación me parece interesante y podría explotarse mucho más, pues retoma parte de la idea original de la cual surge el Kaiju luego de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, el resultado que vemos en pantalla en las tres entregas es sumamente malo, los breves buenos momentos que tiene no sopesan la gran cantidad de minutos de aburrición y tedio. Lamentablemente esta es una de las sagas más desafortunada de Godzilla y no le hace nada de justicia a monstruo más famoso y poderoso del cine.

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