The Umbrella Academy

Título Original: The Umbrella Academy.
Género(s): Ciencia Ficción, Drama, Ucronía.
Desarrollada para televisión por: Steve Blackman.
Emisión: 2019- 2020.
Duración: Dos temporadas (hasta ahora)
Extras:

Cuando se estrenó la primera temporada de The Umbrella Academy no llamó del todo mi atención, me intrigaba un poco la idea de ver una serie de superhéroes, pero como nunca he sido un gran fan de esa temática decidí no verla hasta que los comentarios y memes de internet me hicieron, por fin, darle una oportunidad. Así que hoy hablaré de las primeras dos temporadas de la serie que adapta el cómic escrito por Gerard Way.

La calidad técnica de la serie es buena, debo admitirlo, sobre todo lo bien lograda que está la ambientación. La caracterización y los poderes están bien y a pesar de que algunos elementos digitales son demasiado obvios para los estándares que esperaríamos para hoy en día, el nivel general en el apartado visual es más que aceptable. La música es buena y el retomar canciones de época le da un toque muy especial. Las actuaciones tienen altibajos, aunque más que nada debido al propio desarrollo y personalidad de los personajes.

La historia gira en torno a siete hermanastros que fueron adoptados por un excéntrico millonario. Los niños tenían una peculiaridad, habían nacido el mismo día y ninguna de sus madres estaba previamente embarazada, además de que cada uno poseía poderes. Reginald Hargreeves adoptó a los niños y conformó una agrupación para entrenar a los chiquillos como superhéroes, les instruyó en diversas técnicas de combate y desarrollo sus habilidades particulares. The Umbrella Academy se convirtió en una agrupación de niños superhéroes.

Sin embargo, detrás de las máscaras y los superpoderes, la familia era sumamente disfuncional, la frialdad y estricta educación a la que su padre los tenía sometidos terminó por convertir a los niños en adultos disfuncionales con múltiples problemas y que, a pesar de tener poderes, vivían vidas mediocres y vacías. Lo único que todos los hermanos tenían en común era el desprecio que sentían por su padre, un hombre que sólo los usó para intereses que desconocían.

Luther (número uno) posee supe fuerza y es totalmente fiel a su padre, siendo el único que no abandonó la academia. Diego (número dos) sufre complejo de superhéroe y es capaz de controlar armas a voluntad como cuchillos o balas y además suele inmiscuirse en asuntos de la policía en su búsqueda por resolver crímenes. Allison (número tres) con el poder de convencer a cualquiera de hacer lo que ella les diga con su rumor, después de dejar la academia logró una exitosa carrera como actriz, pero luego de usar su poder con su propia hija perdió a su familia.número cinco

Klaus (número cuatro), un drogadicto homosexual atormentado por su poder de ver a los muertos y cuyo interés por hacer algo con su vida es nulo. Cinco (número cinco), con el poder de teletransportarse y viajar en el tiempo, quedó atrapado en el futuro por muchos años hasta que logró volver a su época aunque con el cuerpo de adolescente, a pesar de ser el más centrado y analítico de los hermanos, peca de soberbia y sus planes terminan por salir mal. Ben (número seis) murió en una misión cuando era niño y ahora es un fantasma que sólo Klaus puede ver. Vanya (número siete) no tiene podres y eso le ha generado el rechazo y menosprecio de su familia, lo cual le generó un enorme resentimiento en su interior.

A la peculiar y rota familia se suman Pogo, un orangután que puede hablar y vive en la mansión como una especie de mayordomo y Grace, un robot que fungía como la figura materna de los chicos a quien de hecho llamaban mamá. El entramado familiar es la base para los problemas que se desarrollan en la serie, pues todo es un enorme drama familiar donde las daddy issues se usan en exceso.

La historia retoma los elementos del viaje en el tiempo y las paradojas que pueden ocurrir por las alteraciones provocadas por modificar un evento. Cinco trabajó para una extraña institución encargada de corregir los errores temporales y mantener la línea temporal para que los eventos que están destinado a ocurrir ocurran. Uno de ello el apocalipsis, evento que Cinco y su hermanos deberán tratar de evitar con una serie de complicaciones que podría terminar siendo peores.

Debo admitir que la serie no me atrapó del todo. Me intrigaron los poderes pero me desesperaban las personalidades tan traumadas de los personajes que hacía que fueran unos verdaderos mediocres que no sabían sacarles provecho a sus dones y eso me pareció desesperante. Acepto y entiendo que parte de su propia incompetencia fue originada por su padre y que ese tema en el centran en la historia, pero no me gustó del todo. La recreación de los años 60 y el estilo ecléctico que genera esa mezcla de temporalidades sí me gustó mucho, pues me recordó a Watchmen, y me parece acertado que el manejo de las paradojas temporales sean simple.

Uno de los temas más interesantes que aborda, aunque no lo hace de una forma que me haya maravillado, es el de la soledad. Todos los personajes enfrentan traumas emocionales por lo inútiles que su papá los hizo sentir, pero en el fondo lo que más les duele es estar solos y la incapacidad como familia para apoyarse, algo en lo que irán creciendo a lo largo de las primeras dos temporadas con mayores o menores resultados.

El tema de la familia disfuncional también es un tema a resaltar por muy cliché que éste resulte, púes nos demuestra que sin importar el dinero o el poder que una familia posea, esto no será suficiente para lograr una familia feliz, por el contrario, mientras más grande el poder mayores serán las repercusiones de los errores familiares.

La serie tiene sus momentos, me gusta que se salga del estilo típico de las series de superhéroes, aunque ya no podemos decir que se reinventa, durante toda esta década hemos visto nuevas imágenes donde los superhéroes son más humanos (en un sentido emocional) y ya está dejando de ser novedad. A mí personalmente no me atrapó, pero si ustedes fueron niños a adolescentes durante los años 60 seguramente podrán identificarse mejor y recordar algunas de las viejas canciones que escuchaban en esos tiempos. La serie no es mala, pero no funciona para mí, demasiado drama familiar y personajes más disfuncionales y patéticos de lo que prefiero soportar.

One Punch Man (Temporada 2)

Título Original: ワンパンマン (Wanpanman).
Género(s): Comedia, Superhéroes, Henshin.
Director: Chikara Sakurai.
Estudio: J.C. Staff.
Emisión: Abril-Julio de 2019.
Duración: 12 episodios.
Extras:

Luego de cuatro años regresa el humano más fuerte de todos los tiempos. Saitama, Genos y el resto de héroes están de vuelta para una segunda temporada en la que tendrán que enfrentar numerosos y cada vez más letales Kaijin junto a un hombre que se hace llamar así mismo monstruo y cuya intensión en cazar a todos los héroes.

La segunda temporada sufrió un cambio de estudio y de director, lo cual generó ciertos inconvenientes en la calidad y el desarrollo de la historia que algunos fans criticaron, pero en general la temporada mantiene una buena calidad y se disfruta bastante, pues sigue teniendo acción, una historia entretenida que logra atraparte y muchas peleas, en las que, sobre todo, podemos disfrutar un poco más de los héroes clase S en acción.

La historia retoma a Saitama justo en donde se quedó la primera temporada, quien debido a su poder inconmensurable sigue sufriendo esa depresión por no tener una meta u objetivo que lo motive a seguir como héroe, pues ahora como miembro de la Asociación de Héroes tiene a más enemigos que enfrentar pero como le es tan fácil derrotarlos ha dejado de ser divertido para él. Para su fortuna, un evento inesperado le hace descubrir que uno de los héroes clase S es en realidad un fraude, pues no tiene ningún poder. Ambos se hacen amigos pues sufren esa frustración de no disfrutar lo que hacen, lo cual ayuda a Saitama a recuperar su motivación.

Mientras nuestro calvo protagonista busca nuevos retos en las artes marciales, el antiguo discípulo del maestro Bang, Garou, se presenta ante la Asociación de Héroes como el Kaijin que el mundo esperaba y amenaza con cazar a todos los héroes para demostrar que los Kaijin no siempre pueden ser derrotados. Así empieza una cacería contra los héroes, sobre todo los de clase A y S. Sin embargo, Garou no siempre sale victorioso, aunque con cada pelea aprende y se hace más fuerte.

Además de la amenaza del cazador de héroes, el resto de la Asociación se ve saturada por un desproporcionado incremento en la aparición de Kaijins. Al parecer ha surgido una agrupación de monstruos guiados por un inmenso ser llamado Orichi, quien comanda numerosas legiones de malvadas bestias que empiezan a asediar las ciudades humanas y que al parecer tienen su base en la abandonada Ciudad Z. Con dos enemigos tan fuertes al acecho los héroes deben hacer su mejor esfuerzo para salir victoriosos.

La serie nos da la oportunidad de ver un poco más a los clase S en acción, sobre todo a algunos que no habían figurado en la primera temporada como Dios Cerdo (Pig God), el Hombre Perro (Watchdog man) y Metal Bat. Quienes demuestran porqué son considerados del más alto rango. También vemos un poco más de Silver Fang, Genos, Tsumaki y obviamente Saitama. No obstante, otros son completamente ignorados o hacen apariciones muy pequeñas y mucho menores a las de la primera temporada, entre ellos uno de mis favoritos, el Prisionero Lindo-Lindo (Puripuri Purizuna).

Otros elementos que me gustaron mucho de esta temporada y que no se habían abordado tanto en la primera fue el aspecto burocrático, las grupos de poder dentro de la propia Asociación de Héroes que sólo buscan mantener su poder y estatus al grado de convertirse en verdaderas mafias, como en el caso de Fubuki y su grupo, quienes dominan la clase B, sin olvidar la parte política donde vemos que quienes financian a la Asociación o tiene un puesto directivo sólo usan su estatus para el beneficio personal como enriquecerse o tener a héroes como guardaespaldas, sin darle mérito a los verdaderos héroes que son quienes arriesgan sus vidas.

La temporada es buena, se disfruta mucho, nos permite ver a otros héroes que no habíamos visto y, sobre todo, mantiene interesante la historia a pesar de que sabemos que no existe ningún enemigo al que Saitama no pueda derrotar. Sin embargo, el final queda muy puesto para una tercera temporada a diferencia del final con Boros de la primera que fue sumamente épico, eso fue lo que le faltó, un final más glorioso.

Suicide Squad

Título Original: Suicide Squad.
Género(s): Ciencia Ficción, Superheroes.
Director: David Twholy.
Emisión: 2016.
Duración: 110 minutos.
Extras:

Sabemos que las películas del universo DC Comics no han tenido la fama ni la popularidad que la maratónica saga de Avengers (considerando todas las películas individuales que integran el universo Marvel) han logrado, pero sin duda tiene su pequeño nicho de fans. Yo personalmente no me incluyo en ninguno de los dos pues no soy fan de los comics de ningún tipo, así que mis comentarios sobre esta y todas las películas del género siempre serán desde la perspectiva de un público no especializado.

Cuando se anunció el estreno de la película se generó mucha hype por ver un filme donde los villanos tomaran un papel protagónico, sin la extrema rectitud de Batman ni el inquebrantable espíritu justiciero de Superman. Y es que eso es algo que sí debemos reconocerle a DC, que sus obras (al menos por lo que he visto en las películas) son mucho más sombrías y pensadas para un público más adulto, a diferencia del formato familiar que ha manejado Marvel, que salvo por Deadpool o Logan, no tiene nada tan maduro como The Dark Knight o Watchmen. No obstante luego de su estreno las críticas no se hicieron esperar, figurando los malos comentarios como los más relevantes y quitándome las ganas de verla.

A pesar de los malos comentarios siempre me quedaron esas ganar de ver de qué trataba tan controvertida película, que empezó a dar de qué hablar desde la elección del nuevo Joker. Con muy bajas expectativas me dispuse a ver una película de la que no esperaba nada y lo que vi en pantalla terminó por ser mejor de lo que creía aunque tampoco la gran cosa.

La película tiene una excelente calidad visual, tanto en sus efectos digitales como en su maquillaje. Los actores lo hacen bien pero ninguno destaca al nivel de lo que han logrado actores como Heath Ledger. La música es buena y usa el recurso de poner como fondo canciones famosas de otra época, igual a como lo hacen en Watchmen. Ese tipo de música me parece que le va bien aunque no es nada del otro mundo.

La historia gira en torno a la creación de un grupo de metahumanos (humanos con poderes) integrado por criminales de lo más temible para combatir contra enemigos que son igualmente poderosos. Este escuadrón está integrado por Deadshot un asesino a sueldo que nunca falla un tiro, Harley Quinn la psicópata novia del Joker, Capitán Boomerang un experto ladrón de bancos originario de Australia, Killer Croc un sujeto con apariencia de reptil y El diablo antiguo pandillero con poderes de fuego. Estos villanos junto a militares integrarán un equipo que tratará de evitar que Enchantress, una bruja con poderes inconmensurables, destruya el mundo.

El hecho de que sean villanos parte de la idea de que no debemos encariñarnos con ellos y juega con el dilema moral de si es correcto obligarlos a realizar un misión potencialmente mortal con base en que al ser delincuentes si mueren no será una pérdida para la sociedad, por el contrario, lograrán una especie de redención al haber hecho algo bueno por su nación. Algo que más o menos ocurre al final.

El villano principal, Enchantress, era originalmente una integrante del escuadrón, pero debido a su basto poder se sale del control de las autoridades y decide tomar venganza. Dicha premisa es una constante dentro del género pues es frecuente que un gran poder termine desbordando las rejas que tratan de retenerlo con el fin de usarlo para los fines de un grupo en el poder. La profundidad del villano me parece muy superficial al igual que los motivos amorosos de algunos personajes para llevar a cabo la misión, pero al final lo que importa es el despliegue de diversos poderes en pantalla y las personalidades de los villanos, pues siempre será interesante estar de parte del malo y no de la recalcitrante rectitud moral del superhéroe convencional.

La película me gustó pero no es para nada sobresaliente, está bien para pasar la tarde entre amigos pero nada más. Si no son fans de los cómics y sólo siguen las películas podría gustarles más fácilmente, además de que tiene conexión con La Liga de la Justicia. Fuera de la relación con la más reciente saga de DC no sé cómo se conecte con el resto del universo ni a nivel de cómics ni de películas, pero al menos como obra cinematográfica de acción cumple su propósito de entretener sin llegar a más.

Deadpool

Título Original: Deadpool.
Género(s): Ciencia Ficción, Superhéroes, Romance, Drama.
Director: Tim Miller.
Emisión: 2016.
Duración: 109 minutos.
Extras:

No soy un fan de los cómic ni tampoco del cine de superhéroes, así que no me voy a meter con cosas como qué tan bien adaptada está la película o la inserción del Deadpool en el universo de los X-Men o Marvel en general, así que esta reseña será desde la perspectiva de un simple mortal que desconoce casi en su totalidad sobre estos temas. Así enfoquémonos en la historia y demás características que esta película nos muestra sin ir más allá.

En primera instancia debo decir que el apartado técnico es muy bueno, las escenas de acción son trepidantes y divertidas aunque por momentos se abusa de las herramientas digitales y se ve demasiado artificial y notorio el uso de la pantalla verde, pero creo que es algo inevitable, pues el nivel de la tecnología cinematográfica actual no permite que sea de otra forma. La música es igualmente buena y las actuaciones también están al nivel, sobre todo Ryan Reynolds, quien se reivindica al momento de interpretar a un superhéroe luego del fracaso del Linterna Verde (2011).

La historia gira en torno a Wade Wilson, un ex militar que trabaja como golpeador a sueldo. Su vida parece ser miserable hasta que conoce a Vanessa Carlysle de quien se enamora, su vida parece mejorar y la felicidad invade a la joven pareja hasta que el diagnóstico de cáncer cambia toda la situación. La reputación de Wade le precede y hace que una agencia encargada de crear mutantes artificiales se interese por él y le ofrezca un tratamiento para curar su cáncer a cambio de ser parte de sus experimentos. Wade acepta ya que no desea hacer sufrir a su novia con su enfermedad, así que la abandona y se marcha al laboratorio, donde lo someten a brutales experimentos a fin de provocar su mutación, la cual ocurre pero lo deja con el cuerpo desfigurado.

Wade ahora es súper fuerte, sana de manera extraordinariamente rápida e incluso es capaz de regenerar sus extremidades, haciéndolo casi inmortal. Sin embargo, su deformidad le hace perder la confianza para regresar con su amada y ahora busca venganza contra el hombre que lo transformó para que regrese su aspecto a la normalidad. Para su mala fortuna su plan de venganza falla y los maleantes deciden secuestrar a su novia para tomar represarías. Deadpool tendrá que aliarse con un par de X-Men para recuperar al amor de su vida.

Como el mismo Deadpool dice, esta es una historia de amor, pues todas las acciones y decisiones de Wade giran en torno al amor que siente por Vanessa. Así que esta no es una historia convencional sobre superhéroes, es una historia sobre alguien súper pero que no es un héroe, de hecho es todo lo contrario, busca su beneficio sin importar el medio para lograrlo, así que su lista de muertes es bastante larga. Además de no presentar al héroe moralmente correcto, la historia tiene otras singularidades, como romper la cuarta pared.

El filme es totalmente irreverente a un nivel pocas veces visto, sobre todo teniendo en cuenta que el universo de los X-Men y demás personajes de Marvel siempre han mantenido un enfoque dirigido a toda la familia, Deadpool rompe con eso y se inclina por el público natural del personaje, los mayores de edad. Tal irreverencia está presente desde los créditos iniciales, incluso se burlan de la interpretación que Reynolds hizo de Linterna Verde (2011). Además de esas burlas obvias tenemos violencia cruda y visceral, una fuerte carga sexual, muchas malas palabras e incluso una tendencia friki en el propio Wade, con alusiones a películas de ciencia ficción o caricaturas.

La película tiene una interesante narrativa, pues no cuenta una historia precisamente de forma lineal, sino que recurre a largos lapsos donde vemos sucesos del pasado pero no exactamente a manera de los tradicionales flash-backs. Tales cortes temporales nos permiten conocer el pasado del personaje para ir armando el rompecabezas de su historia, que no es para nada complicada, de hecho es muy simple, su grandeza radica en el hecho que de Deadpool sale completamente de los estándares de todos los hombre con súper poderes que se habían llevado al cine.

Obviamente la película es una gran recomendación para los fan del cómic y de este tipo de obras, pero creo que es una excelente opción más que nada para aquellas personas que, como yo, no son unos conocedores de las historietas. Si ustedes no son precisamente fans de los superhéroes pero les gustan las películas de acción con vistosas peleas, grandes despliegues de poder, chistes para adultos y muchos efectos especiales les garantizo que está película les va a encantar.

Watchmen

Título Original: Watchmen.
Género(s): Ucronía, Ciencia Ficción, Superhéroes.
Director: Zack Snyder.
Emisión: 2009.
Duración: 163 minutos.
Extras:

Considerada por muchos como una de las mejores adaptaciones del cómic a la pantalla grande (la otra sería Sin City), Watchmen es una grandiosa historia de superhéroes que rompe con muchos de los estereotipos patrióticos y de perfección moral de los defensores de la justicia. Watchmen en una historia de héroes enmascarados que no tienen poderes (salvo uno) y no son completamente bueno ni correctos, por el contrario, tras su lucha por el bien arrastran crímenes, traumas y mucho odio.

Watchmen se basa en la novela gráfica del mismo nombre escrita por Alan Moore y dibujada por Dave Gibbons, publicada entre 1986 y 1987 por DC Comics. La historia nos sumerge en una ucronía que toma lugar en un mundo ficticio de 1985, tomando como base el contexto provocado por la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética desde los años 60. El en filme vemos a un grupo de maleantes usar disfraces para cometer crímenes, debido a que no podían reconocerlos por usar máscaras, salían libres en poco tiempo, para tratar de contrarrestarlo, un grupo de policías empezaron a usar trajes y salieron a la calle para acabar con los malos de maneras que rozaban lo ilegal, pero logrando con ello la justicia que el sistema no había podido, se formó así el primer grupo de Los Vigilantes.

Con el paso de los años la primera generación de superhéroes envejeció y nuevos reclutas tomaron el mando, El Comediante, Nite Owl, Silk Spectre II, Ozymandias, Rorschach y el Dr. Manhattan (único con supe poderes) conformaron este nuevo grupo de enmascarados, hasta que una ley impuesta por el presidente Richard Nixon los obligó a retirarse. Ya en su jubilación forzada los antiguos héroes fueron víctimas de un asesino que al parecer tenía a los enmascarados en la mira. Creyendo que todos sería victimas del asesino que ya había matado al Comediante, Rorschach advierte a sus antiguos compañeros e inicia su investigación, pero descubre algo que no esperaba y que puede causar un apocalipsis nuclear y la muerte de millones de personas.

La historia toma a Rorschach como narrador principal y nos cuenta su investigación para descubrir al asesino del Comediante. Con forme la historia avanza conoceremos los problemas personales de cada personajes, sus traumas y conflictos con el pasado, así como los planes secretos que uno de ellos tiene para lograr salvar a la humanidad de sí misma, aún si eso implica causar una terrible destrucción.

La historia es una ucronía que parte desde la década de los 60 y nos cuenta una versión alterna de los hechos, desde la guerra de Vietnam, la Guerra Fría, la posibilidad de una guerra nuclear, entre otros sucesor de relevancia mundial que pasaron a la historia. La forma en que nos narra los hechos y adapta la historia al contexto social ficticio es maravillosa, sobre todo porque nos permite entender todo lo que pasa y nos da un trasfondo del pasado de los personajes, de sus motivaciones y parte de su personalidad. Esa épica introducción es un resumen perfecto de la historia estadounidense desde los 60 hasta los 80 adaptada a la perfección al universo del cómic.

La genialidad de Watchmen es el mostrarnos a un grupo de superhéroes que no son perfectos, que tienen problemas, han cometido errores a incluso sus acciones heroicas pueden ser cuestionables. Ozymandias desarrolla un plan para acabar con la guerra, pero a sus compañeros no les parece correcto, sin embargo, para el hombre más listo del mundo el fin justifica los medios. Y ese es justamente otro de los elementos que vale la pena analizar en este filme. Héroes humanos como estos nos permiten ver una versión más cercana de cómo serían los superhéroes de existir en nuestro mundo (de hecho serían más como en Kick Ass) y la crítica a la naturaleza humana de carácter bélico nos hace reflexionar sobre qué sacrificio estaríamos dispuestos a pagar para alcanzar la paz mundial.

La película es sencillamente maravillosa, es emocionante, profunda, crítica, original, violenta,  cruda y muy adulta, además de que tiene una calidad inmejorable. La ambientación de cada época que se aborda en impecable, el vestuario y la caracterización son asombrosas y la banda sonora tiene la atinada idea de usar canciones que fueron populares en esas décadas para sumergirnos en la etapa hippie, cuando el miedo de un inevitable desastre nuclear era frecuente entre la sociedad. Además del héroe atípico, tenemos la parte científica, con armas y artilugios ficticios, y con un héroe con súper poderes capaces de controlar la materia a su antojo y de ver su pasado y su futuro, pero con conflictos emocionales como los de cualquiera.

Esa aparente burla a los superhéroes convencionales, los elementos de ciencia ficción y la reconstrucción ficticia de una época histórica hace de Watchmen una de las mejores películas sobre superhéroes que se han hecho. Personalmente no he leído el cómic, pero incluso si la adaptación se alejara mucho de la obra original (lo cual no parece ser el caso) el resultado fue estupendo. Sin duda una obra insuperable de un género muy explotado en los últimos años por el cine hollywoodense, y una recomendación que debe ser obligada por los fans de The Avengers y las muchas películas que integran el universo Marvel, tan sólo para que vean una adaptación diferente sin los estereotipos que son la constante en este tipo de historias.

Opuestos y Contrarios

Nota: El siguiente ensayo es una postura personal, no es para nada un análisis social ni tampoco se intenta abordar la historia de los fenómenos o movimientos aquí mencionados.

En diversas culturas existe la aparente recurrencia de explicar el mundo a partir de dualidades, y dentro de la Ciencias Sociales, como la Antropología, muchas veces tenemos que retomar la idea de los opuestos para explicar algunos fenómenos o responder por qué —a pesar de ser contrarios— terminan por interactuar unos con otros, y no a manera de enfrentamiento, sino a manera de una respuesta distinta a un mismo problema. La contracultura, las disidencias, las transgresiones y la denominada Massive Culture (Cultura Masiva), han sido movimientos sociales, sexuales y artísticos que se han opuesto al régimen establecido de “normalidad”. Dentro de los medios audiovisuales también tenemos ejemplos perfectos de opuestos que ha surgido en la misma época y que han expuesto, de manera diferente, un mismo problema social. A continuación expongo cuatro sencillos ejemplos —no precisamente audiovisuales— que se oponen por su naturaleza pero que no dejan de reflejar la dinámica social de su época.

MALLAS VS GABARDINAS (1928- 1940)

Después de la Gran Depresión, aquella crisis económica que afectó al mundo en 1929 y principalmente a los Estados Unidos, surgieron dos fenómenos que más tarde se apoderarían del cine, las historietas y la televisión: Los Superhéroes y el Film Noir.

Debido a los múltiples problemas, frustraciones y miedos que vivía la sociedad se creó la necesidad colectiva de hacer algo que llevara un poco de esperanza a las personas, surgiendo así  Súperman en 1932 y Batman en 1939. El primero reflejaba la idealización del americano ejemplar y del país en general, pues era un tipo poderoso, extremadamente moral y de cierta forma nunca encajaba con el resto de humanos porque su propio poder lo hacía diferente; incluso los colores de su traje aluden a la bandera estadounidense. Batman, por su parte, reflejaba al ciudadano normal, sin poderes, que gracias a su fortuna e incorruptible sentido de justicia (que me recuerda a la Tolerancia Cero de las leyes gringas) hacia frente a los criminales que azolaban Gotham (Nueva York).

Si bien Súperman simboliza el ideal moral americano y Batman la violencia y corrupción que gobernaban las calles (por eso uno vestía la bandera americana mientras que otro se ocultaba en la oscuridad), lo que ambos hacían era dar esperanza a la población haciéndola soñar con un héroe que llegaría a resolver sus problemas como por arte de magia.

En el otro extremo tenemos al Film Noir, nacido en los 30 y teniendo su mayor apogeo la década siguiente. Este clásico género americano también refleja los problemas sociales que vivió aquel país, pero no desde la perspectiva idílica, ni siquiera desde la visión de las víctimas, sino que se opuso a la idea de los Superhéroes y nos contó la historia teniendo como personajes principales a los villanos y mafiosos; surgió así, a la par que el superhéroe, la figura del antihéroe. Su propio nombre (Cine Negro) nos deja ver que se trata de la visión opuesta, que sus temáticas hablarán sobre lo malo, sobre lo ilegal, sobre el bajomundo de la corrupción y el fraude que todos saben que existe pero que nadie menciona.

He aquí el primer ejemplo de dos opuestos que surgieron debido a una crisis económica pero que fueron testigos de los problemas y temores que vivió Estados Unidos hace casi 90 años. Uno era lo ideal y lo otro lo mal visto, uno era luminoso y el otro era sombras, unos usaban mallas y los otros gabardinas.

ULTRAMAN VS GODZILLA (1945-1960)

Dejando atrás la década de 1930 llegamos a la mitad del siglo, cuyo principal evento fue la Segunda Guerra Mundial. En la mitad final de los años 40 y todos los 50 la temática que permeó cine y televisión fue el Holocausto, más como mensaje antibélico que como análisis histórico. Japón, como ya mencioné en la entrada sobre Japón y sus desastres, resultó el país más afectado después de que los Estados Unidos detonaran dos bombas nucleares en su territorio. Y como es bien sabido por todos, el resultado de la psicosis colectiva de los nipones fue Godzilla, quien vio la luz en 1957. Pues bien, para la década siguiente apareció en la televisión nipona Ultraman, un peculiar superhéroe que se enfrentaba a gigantes monstruos (kaiju).

Resulta peculiar cómo en Japón la temática de opuestos también se hace presente, pero con una intención distinta, pues en Estados Unidos lo que intentaban era mostrar las dos caras de la sociedad, mientras que en Japón se trataba de dar un mismo mensaje: el progreso y la superación del país están en el esfuerzo de su población. Godzilla destruía los edificios, pero ellos podían volverlos a construir, mientras que Ultraman se enfrentaba a los problemas como debía hacerlo todo buen hijo del sol naciente.

PROGRESO VS DECADENCIAS (1970-1980)

De regreso a los Estados Unidos y ahora con el auge de la energía atómica pero el temor de una guerra nuclear, desencadenada por la Guerra Fría, surgen nuestros dos siguientes opuestos, que en parte se alimentaron de los movimientos sociales de la década de los 60. El primero de ellos es el Retrofuturismo Clásico, aquel que nos mostraba una sociedad utópica impulsada por la energía nuclear y que representaba el “American way of life” y el “American Dream” (Los Supersónicos es un gran ejemplo), pero que a pesar de la perfección de un esperanzador futuro ponía en evidencia la paranoia que había desatado la Guerra Fría; fue la época en la que muchas casas contaban con refugios antibombas. Y cómo quizás ya pueden imaginar el opuesto natural al Retrofuturismo fue el Cyberpunk, quien se alimentó de la corriente Anarco-Punk cuya visión del futuro era la de una sociedad deshumanizada y decadente a causa precisamente del desarrollo tecnológico, el mentado “No Future” que he mencionado en variadas ocasiones.

Por un lado teníamos el futuro perfecto donde los robots —y no los mexicanos (pongamos atención a eso)— harían los trabajos desagradables, la energía era limpia y no se dependía del petróleo de otros países; recordemos que hablamos de Estados Unidos. El marido trabajaba para mantener a la familia, los hijos era idénticos a los modelos de las campañas publicitarias, no había problemas de salud y las esposas eran felices amas de casa. Un ideal americano que deja en evidencia la idiosincrasia racista y machista de su sociedad, quizás por ello en esa misma década surgieron disidencias cómo el Feminismo (que únicamente trataba de reivindicar a la citadina ama de casa clasemediera, inaplicable al estudio de féminas en un ámbito sociocultural distinto).

En el otro extremo tenemos al Cyberpunk, un subgénero de la Ciencia Ficción que nos mostraba lo que un mal manejo de la tecnología podría provocar en la sociedad. El Cyberpunk era totalmente anarquista, no creía que el futuro nos deparará algo bueno y nos mostraba que la decadencia social no podía evitarse con máquinas avanzadas y novedosas, sino todo lo contrario. Asimismo, conviene recordar que la estética del Cyberpunk Clásico fue retomada del Film Noir, quien varias décadas antes también fungió como el opuesto que evidenciaba el lado malo de la sociedad.

Mallas vs No-muertos (Siglo XXI)

Llegamos al siglo XXI y en los últimos años hemos podido ver que los Superhéroes han regresado y se han apoderado del cine, fungiendo nuevamente como una esperanza imaginaría a los problemas de toda índole que afectan al mundo entero. Sin embargo, casi al mismo tiempo que los héroes regresaron, también lo hicieron otra serie de criaturas; los muertos regresaron de la tumba en busca de carne fresca.

Si bien el tema de los Zombis requiere un análisis a profundidad pues la razón de su éxito van más allá de la histeria y miedos colectivos, basta con mencionar que en la actualidad tenemos un auge de héroes que vienen a salvar el mundo y un opuesto que nos muestra que ya no hay mundo que salvar. El Survival-Horror nos ha enseñado —oponiéndose de la manera más genial a los súpers— que cuando ya no hay mundo que salvar lo único que queda es sobrevivir. Y esto es para reflexionar un poco, porque en las etapas anteriores mencionamos que los opuestos daban las dos visiones de una misma sociedad o que se oponían a las ideas impuestas por el sistema, con los opuestos actuales la cosa cambia, pues si bien aún tenemos a los héroes que nos rescatarán, en el otro extremo nos estamos jugando la vida ante un futuro de incertidumbre total, mucho más pesimista que la anárquica visión de Cyberpunk ochentero. Una cosa es que la sociedad se deshumanice y otra que deje de existir dando paso a una horda de come-cerebros y a un rebaño de humanos tratando de sobrevivir en un mundo en el que ya no queda nada. ¿Tan mal estamos que el opuesto de nuestro tiempo es el apocalipsis total?