Naruto (Podcast)

Por más de quince años Naruto ha sido una de las series shônen más famosas a nivel mundial. Una generación completa ha crecido con ella y aún hoy sigue desarrollando una historia que continúa ganando seguidores. La historia de un muchacho que vence toda adversidad por el afán de cumplir su sueño, que resiste el desprecio y la falta de talento, pero que lo compensa con una fuerte convicción, porque ese es su camino ninja.

Muchos se ha dicho sobre Naruto y Naruto Shippuden, que es una serie comercial, que está llena de relleno que no aportada nada e incluso que es basura. Y si bien muchos de esos apelativos son ciertos, también debemos aceptar que a lo largo de los 720 capítulos, sin contar OVAS ni películas, ha logrado construir un mundo único, con una geografía especial, una estructura social y una mitología que explica los poderes y habilidades de sus personajes que retoma la visión sintoísta que tienen los japoneses sobre cómo funciona el mundo y parte de sus bagaje folclórico, donde las leyendas y mitos se convierte en algo tangible que nos permite hacer un análisis de mayor profundidad. Porque sí, Naruto es 60% relleno, pero también tiene aspectos más profundos que vale la pena destacar y en este capítulo pretendemos hacerlo.

Disponible también desde: Anchor

Sector 9

Título Original: District 9.
Género(s): Ciencia Ficción / Ciencia Ficción Social, Mockumentary (Falso Documental).
Director: Neill Blomkamp
Emisión: 2009.
Duración: 112 minutos.
Extras:

Neill Blomkamp es un director de cine sudafricano que saltó a la fama gracias a su película Sector 9, una de las más fabulosas obras de Ciencia Ficción Social de la última década. Desde entonces este aún joven director ha seguido por la misma línea, mostrándonos obras donde la Ciencia Ficción y la crítica social se amoldan de manera magistral logrando formidables resultados. Tan sólo su más reciente obra, Rakka, ha recibido buenos elogios por parte del público, pero fue con Disctrict 9 que todo comenzó.

La calidad técnica del filme es maravillosa. Los efectos prácticos y los digitales se amoldan perfectamente y pese a que en los alienígenas se nota más lo digital, no dejan de están muy bien logrados. La música es muy buena y cumple perfectamente su papel pero los escenarios son lo que se llevan las palmas. Esas casas hechas con desperdicios, repletas de basura e inmundicias reflejan perfectamente la vida en las favelas, las zonas marginadas, los campamentos de refugiados e incluso los campos de concentración. Los personajes caen en estereotipos pero Wikus (Sharlto Copley), nuestro personaje principal, logra cargar con el peso de la trama y además nos regala una fabulosa transformación digna de estar en el top de clásicos como The Fly u Hombre Lobo Americano en Londres (1981).

La historia gira en torno a Wikus van der Merwe, miembro de la compañía MNU, quien se encarga del departamento de asuntos alienígenas. La MNU ha emprendido una campaña humanitaria para trasladar a los extraterrestres (langostinos por su aspecto) fuera de Johannesburgo, luego de que los conflictos entre ellos y los humanos empezaran a salirse de control. Sin embargo, lo que MNU quiere en realidad es apoderarse de las armas de los aliens, para estudiarlas y poder controlarlas, pues al parecer sólo responden al ADN de las criaturas.

La historia inicia como un falso documental que registra el proceso de traslado de las langostas hacia un nuevo campamento lejos de la capital. Wikus es el encargado de la operación, pero los langostinos no parecen estar dispuestos a irse tan fácilmente. Veinte años antes, una nave extraterrestre llegó a la capital sudafricana y permaneció flotando en el cielo sin hacer nada, luego de mucho tiempo los humanos decidieron entrar y encontraron a un millón de estos seres en un estado deplorable. Trataron de ayudarlos y los llevaron a tierra, concentrándolos en un campamento provisional, el Sector 9. Sin embargo, la falta de vigilancia y el desprecio de las personas generaron conflictos entre ambas especies.

Durante el procedimiento de reubicación Wikus y su equipo encuentran material de contrabando, entre ellos un extraño cilindro con un líquido que por accidente rocía a Wikus en el rostro. En líquido le provoca una mutación que lo convierte en extraterrestre, al ver su estado la MNU aprovecha para experimentar con él a fin de encontrar una forma para usar las armas. Wikus escapa de la perversa compañía y busca refugio en el Sector 9, donde termina ayudando a un extraterrestre para recuperar el extraño líquido que les permitirá regresar a su planeta bajo la promesa de que lo regresen a él a la normalidad.

La historia en sencillamente brillante y hace una magistral crítica al concepto del racismo, la intolerancia y el Apartheid que por muchos años sufrió África. Tan sólo en ciudades como la propia Johannesburgo había lugares donde no permitían entrar a gente de color; cosa que también pasó en Europa y Estados Unidos. Aquí únicamente estamos viendo esa transferencia del personaje a un grupo imaginario, como lo han hecho las fábulas desde hace siglos. Y de hecho esa crítica a los problemas sociales matizado por la construcción de un mundo ficticio es lo que define a la Ciencia Ficción.

Además de la crítica a la represión de un grupo minoritario, como actualmente pasa con los migrantes, los desplazados por la guerra e incluso los damnificados por fenómenos naturales, vemos una visión de los extraterrestres muy distinta a los bélicos invasores a los que el cine hollywoodense nos tiene acostumbrados o a los sabios seres que viene a enseñarnos a ser mejores como las visiones más optimista proponen. Aquí vemos a un grupo de alienígenas en completa decadencia, arruinados aún más por la naturaleza incompetente, violenta, despiadada y corrupta de los seres humanos.

La primera parte del filme, al estar planteada como un Falso Documental nos permite hacer algunas preguntas interesantes, como ¿qué hacer con un grupo de refugiados de otro planeta que no tienen a dónde ir? Sin duda el aparato burocrático y la maquinaria política terminarán tratando el asunto como mejor convengan a su imagen. La visión del extranjero, del que es diferente, adquiere un matiz de mucho peso en esta historia, pues la gente no quiere a las langostas cerca de ellos a pesar de que saben que no tienen otro lugar donde vivir. Recordemos que la palabra alien se usa para referirse a los extranjeros en inglés.

Las acciones de reubicación son muy arbitrarias y dentro del mismo documental se explica porque surgió el conflicto entre humanos y extraterrestres desde una perspectiva sociológica. Una socióloga entrevistada explica que donde hay pobreza hay crimen, y donde hay armas y falta de control es inevitable que se desate la violencia. Eso es justamente lo que pasó en el Sector 9, donde los langostinos, al carecer de todo, se vieron forzados a intercambiar sus armas por comida, lo que atrajo a las pandillas nigerianas y provocó la militarización de la zona y el inevitable conflicto. Si comparamos eso con lugares fronterizos de México, por ejemplo, observamos el mismo fenómeno, un lugar con gente sin recursos en donde la delincuencia y la drogadicción se disparan rápidamente.

Una de las principales crítica que se la han hecho al filme es por qué los alienígenas aceptaban tan malos tratos por parte de los humanos si poseían armas y tecnologías muchos más poderosas y avanzadas. Muchos defensores de Blomkamp han desarrollado numerosas explicaciones, pero dichos argumentos son bastante forzados a la hora de defender la historia, aunque al ser la opera prima del director creo que es un error que bien le podemos pasar por alto. Además, ¿cuántas obras han logrado criticar la represión social hacia un grupo minoritario desde la Ciencia Ficción con tanta maestría?

Ya sea por su calidad visual, la decadente arquitectura de los escenarios que me recuerdan al Scrappunk, la historia de los extraterrestres varados en nuestro planeta o la crítica social a la intolerancia hacia los otros, la película sin duda es una obra obligada para todo fan del buen cine. La historia es profunda y permite numerosas lecturas, pero también tiene espectaculares escenas de acción, muertes y una adecuada cantidad de sangre que te mantendrán pegado a la pantalla.

Si bien la historia es compleja y la crítica puede ser muy profunda y desde diferentes matices, no es difícil de entender y rápidamente podremos estar conscientes de qué es lo que pasa y por qué. El problema de la incomprensible subordinación por parte de los aliens creo que no demerita en nada la obra y a pesar de que el estar divida en dos partes (falso documental y película de acción) no es del gusto de todos, considero que enfatiza la crítica social pues permite explicar detalles de manera directa que en un formato de película de ficción convencional sería más difícil. Uno de los mejores exponente de la Ciencia Ficción Social y una obra que dejó demostrada la capacidad de su joven director.

Steamboy

Título Original: スチームボーイ (suchimuboi).
Género(s): Ciencia Ficción, Steampunk, Retrofuturismo.
Director: Katsuhiro Otomo.
Estudio: Sunrise.
Emisión: 2004.
Duración: 127 minutos.
Extras:

Si Akira es el máximo exponente animado del Cyberpunk japonés, Steamboy es el máximo representante del Steampunk animado japonés. Y es que si por algo se distingue Katsuhiro Otomo es por su capacidad para crear mundos ficticios donde una tecnología en particular domina los avances científicos. Una película de Steampunk debe tener mucho vapor, y a esta película le sobra.

La calidad técnica es sencillamente impresionantes, los escenarios victorianos están perfectamente logrados y finamente detallados, la ambientación, el diseño de personajes, su vestuario y la arquitectura recrean perfectamente el siglo XIX, cuando la revolución industrial estaba en su máximo apogeo y las máquinas de vapor estaban decididas a cambiar el mundo. La cantidad de detalles que vemos en pantalla son innumerables y prácticamente pocas animaciones superan en calidad a esta, tanto así que es la película animada más costosas de la historia.

La historia toma lugar en una Inglaterra ficticia de 1866 y gira en torno a James Ray Steam, el joven hijo de Edwar Steam, uno de los científicos más brillantes de Inglaterra, quien junto a su padre (Llyod Steam, abuelo de Ray) ha logrado construir algunas de las máquinas de vapor más impresionantes que el mundo haya visto. Ray parece haber heredado la habilidad de su padre y abuelo como inventor, aunque de momento su vida transcurre sin muchos sobresaltos al lado de su madre y amigos en Manchester.

Una tarde, mientras Ray y su familia abrían un paquete enviado por su abuelo unos extraños hombres aparecieron en su casa reclamando el paquete. Al parecer esos sujetos eran miembros de la Fundación O’Hara, para la cual trabajan su padre y abuelo. Sin embargo, la carta que acompaña al extraño aparato les advertía que no debían entregar la bola de vapor a nadie de la Fundación, sino a un hombre llamado Robert Stephenson. Ray escapa de aquellos hombres en busca de aquel hombre, pero antes que de Robert pudiera ayudarlo es capturado por sus agresores.

Ray es llevado hasta la Torre de Vapor, el edificio base de la Fundación, donde conoce a la señorita Scarlett, heredera de O’Hara y descubre que su padre sigue trabajando para ellos. El padre de Ray le explica el problema que tuvo con su abuelo, el parecer él no quería que la tecnología de vapor que ellos habían creado fuera usada para producir armas, principal producto con el que comerciaba la Fundación, mientras que a su padre sólo le importaba el progreso científico mientras este pudiera ser usado. Ray queda atapado entre la visión idílica de su abuelo y las intenciones capitalistas de su padre y debe decidir qué uso desea que se le dé a esa tecnología.

Al parecer la bola de vapor era la mayor fuente de poder jamás creada, capaz de resistir presiones brutales sin explotar y con el vapor suficiente para mover cualquier maquinaria. La idea de los Steam era crear un sistema que transmitiera la energía pura, sin la pérdida que implicaba el propio peso de los pistones usados para transmitir la energía desde una caldera común. La bola de vapor se convirtió en el objeto más codiciado por todos los inventores y desató una guerra entre O’Hara y Stephenson por hacerse con el poder de la tecnología.

La historia nos muestra un Steampunk completamente puro, con máquinas de vapor impresionantes y combustibles (líquidos) bien definidos. La cantidad de artilugios movidos a base del vapor es enorme y suficiente para convertirse en un deleite visual que mantendrá al televidente pegado a la pantalla, pero también el conflicto familiar y la habilidad innata de los Steam para crear maquinas es fabulosa, aunque lo más importante es esa reflexión sobre la ética en la práctica científica.

Todos los científicos, ingenieros e inventores que aparecen en pantalla hablan del uso de la ciencia y cada uno tiene una visión muy diferente de ella. Para algunos la tecnología debe ayudar a la humanidad, para otros es sólo un medio para generar ganancias vendiendo sus patentes, a otros más sólo les importa que esas creaciones sean armas para usar en la guerra y algunos consideran que quien controla el desarrollo científico es quien tiene el poder en realidad, y eso se transmite a los ámbitos político y económico. En el filme vemos a la Fundación tratando de vender sus creaciones a los altos mandos de todo el mundo, mientras que Stephenson y sus hombres quieren darle poder a la corona Inglesa.

Al final, la obra apela a una profunda reflexión ética y filosófica sobre para qué debe servir la ciencia y eso es algo que muy pocas veces vemos en obras de ciencia ficción. En la Ciencia Ficción Social vemos cómo el desarrollo científico impacta en los grupos humanos y su cultura, pero en esta especie de Ciencia Ficción Ética se crítica a la ciencia desde la ciencia misma, desde las propias posturas de quienes están en los talleres y los laboratorios creado cosas nuevas. Los financiadores persiguen un beneficio económico, pero si el científico mismo no tiene un objetivo para sus creaciones ni una serie de valores que guíen su práctica, entonces la ciencia no tiene razón de ser. Y eso es algo que nos deja muy en claro esta obra.

Tanto por su parte visual, como por su calidad técnica, su historia, el desarrollo de sus personajes y la crítica a la ética científica, Steamboy es una película de Ciencia Ficción de una calidad inigualable, que además presenta todos y cada uno de los elementos del Steampunk, lo que la convierten en un referente obligado dentro de este género. Una gran historia con múltiples lecturas que además pueden ser fácilmente digeridas y entendidas incluso por el público menos especializado. Una recomendación obligada para los fans del buen cine y para aquellos que quieran iniciarse en el mundo de los punks retrofuturistas.

Pláticas de Ciencia Ficción 9: El uso de la Teoría de Géneros

Una de las categorías más populares del blog y en la que escribo las estradas más complejas es la de Teoría de Géneros, aquella en la que explico cuestiones específicas con los géneros y subgéneros cinematográficos, principalmente aquellos derivados o relacionados con la Ciencia Ficción. Cosas como conceptos, definiciones, características y ejemplos de obras son de las cosas que suelo escribir en ese tipo de entradas, pero en esta ocasión les voy a explicar cuál es la utilidad de hacer eso, para qué sirve una teoría de géneros y por qué puede resultar necesario saber definir y establecer las características de cada género audiovisual.

WarGames

Título Original: WarGames.
Género(s): Ficción Especulativa, (Ciencia Ficción).
Director: John Badham.
Emisión: 1983.
Duración: 114 minutos.
Extras:

War Games es uno de los clásicos más apreciado por los fans del cine y la cultura geek, principalmente aquellos adeptos al mundo de la informática y los piratas digitales, mejor conocidos como hackers, aquellos genios solitarios e incomprendidos capaces de infiltrarse en el mejor sistema de seguridad del planeta y poner en jaque al mundo entero.

Juegos de Guerra es un referente obligado y nostálgico para aquellas personas que disfrutaron de la década de los ochenta (justo al final de la Guerra Fría), con el internet llegando a los primeros hogares y los videojuegos abriéndose paso como uno de los principales sistemas de entretenimiento. Las arcades (o maquinitas) fueron hasta la década de los noventa el principal sistema con el que jugaban quienes ahora conocemos como gamers y donde las conexiones a la red eran por medio de dial-up y los comandos para navegar era una forma nada amigable comparados con los programas actuales.

La historia gira en torno a David Lightman, un joven solitario y no muy buen estudiante que prefiere pasar el tiempo jugando videojuegos y navegando por internet. Un día, David se entera de que la compañía de juegos Protovision lanzará al mercado su más reciente y maravilloso juego. Decidido a no esperar, nuestro protagonista decide hackear la computadora de la compañía para disfrutar del juego por anticipado, pero sin quererlo conecta con WOPR, el servido del ejército encargado de controlar los misiles y demás armas nucleares.

Maravillado por su descubrimiento, David consulta con sus amigos informáticos, quienes le dicen que busque la “puerta trasera”, para ello deberá averiguar todo lo que pueda del creador del sistema, un tal Stephen Falken. Luego de una ardua investigación David y su amiga Jeniffer dan con la clave secreta y se infiltran en el sistema. Creyendo que se trata de un simple juego inicia una guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética, pero para los militares todo parece real y la broma del joven desata un enorme conflicto que promete detonar la Tercera Guerra Mundial.

David es apresado por los militares pero logra escapar y con ayuda de Jeniffer busca al Dr. Folken, pues sólo él sabe cómo detener a Joshua, la inteligencia artificial que controla el juego y el futuro de la paz mundial. Mientras tanto, rusos y estadounidenses están al borde de desatar un terrible bombardeo que podría acabar con el mundo entero.

La película resulta una obra nostálgica para quienes vivieron en esa década, incluso a mí, que no me tocó vivir en aquellos años, me resultó algo melancólica al recordar los viejos aparatos que dieron origen a la computación actual. Digamos que la época en que se desarrolla la película es la base que intenta rememorar Ready Player One al hacer homenaje a esos primeros años de videojuegos y páginas de internet.

La trama es una comedia familiar muy amena y entretenida, la música es divertida y juvenil y el diseño de los aparatos tiene esa estética ochentera pero lo suficientemente realista para verse bien aún hoy en día. Las toscas computadoras y las luces parpadeantes se ven arcaicas pero nos remiten perfectamente a esa época en la que al llamar por teléfono te contestaba una operadora. Y aunque la actuación también es buena, su diseño de personajes generó algunos de los estereotipos de los nerds actuales, esos introvertidos amantes de las computadoras que socializan poco, que se la pasan pegados al monitor y que son capaces de hackear un teléfono público sin más ayuda de que pedazo de metal.

El filme es bastante fantasioso por momentos y recurre a darle habilidades al protagonista algo fuera de lugar, pero que no dejan de ser entretenidas y mantienen el interés del televidente, y que seguramente debieron ser más impresionantes en aquella época en la que muy pocos sabían sobre computación. Y además de la parte del informático, no pierde la oportunidad de hacer una crítica a los problemas que puede generar el confiar en exceso en la tecnología. El WOPR fue una respuesta del ejército para evitar el error humano, pero no tomaron en cuenta que muchas veces las debilidades de nuestra especie son las que nos hacen fallar y con ello aprender cosa que una máquina nunca podrá.

La frialdad de una mente artificial se ha abordado en obras de Ciencia Ficción desde entonces y la figura del hacker y el mundo virtual empezó a crecer hasta convertirse en temas recurrentes y obligados en este género, primero dentro del Cyberpunk y luego en su propio subgénero, el Wirepunk. Aunque el trepidante desarrollo tecnológico de la actualidad ha hecho que muchos de esos adelantos dejen de ser ficción y se conviertan en una realidad, por lo que muchas obras como esta (Summer Wars, por ejemplo) ya pertenecen a la Ficción Especulativa.

Sin duda una película obligada para los fans del género, los amantes de la computación, aquellos interesados por el mundo de internet, los hackers y demás cosas propias de la Deep Web, pero principalmente a quienes pudieron disfrutas de aquella década en la que lo análogo era la cúspide de la tecnología. Si les gustó la reciente adaptación cinematográfica de Ready Player One deben ver WarGames, pues la primera es una versión retro de aquellos años, mientras que la segunda es lo verdaderamente vintage.

La Mosca

Título Original: The Fly.
Género(s): Ciencia Ficción (Biopunk), Terror, Drama.
Director: David Cronenberg.
Emisión: 1986.
Duración: 96 minutos.
Extras: La Mosca 2.

Una de las películas más famosas de la Ciencia Ficción e ícono indiscutible de la cultura pop y las criaturas que el celuloide nos ha regada en sin duda alguna La Mosca, una película de David Cronenberg, director famoso por sus obras de terror y ciencia ficción con toques muy viscerales; Scanners (1981), Videodrome (1983) y eXistenZ (1999) son quizás sus obras más conocidas.

La mosca, la teletransportación y ese error cometido al momento de realizar el experimento que dio como resultado el nacimiento de una grotesca criatura es algo que muchos conocíamos desde niños aún sin haber visto el filme. El legado de La Mosca se ha perpetuado tan a fondo en la cultura pop que ha sido motivo de parodia por series tan afamadas como Los Simpson.

La historia gira en torno al científico Seth Brundle (Jeff Goldblum), quien lleva años trabajando en un dispositivo de teletransportación. El éxito del aparato parece evidente, pero Seth no estará satisfecho hasta lograr transportar un ser vivo. Hasta ahora todos sus experimentos han tenido desastrosos y muy sangrientos resultados, pero el convivir con una reportera que pretende hacer público su invento lo sumerge en un apasionado romance que le da los ánimos para mejorar su aparato.

Luego de algunos ajustes, Seth logra corregir su máquina y transporta a un simio con éxito, pero un revés amoroso lo hace probar su invento consigo mismo antes de estar completamente seguro de que funciona. Al momento de realizar la teletransportación una mosca entra a la cabina con Seth y en ADN de ambos se mezcla. El resto del filme es un horripilante recorrido por la transformación de Brundle en un grotesco insecto.

Algo que me fascina de Cronenberg es la capacidad que tiene para lograr historias tan grandiosas y que se vuelven de culto con muy pocos actores. En esta ocasión sólo tenemos a tres actores que logran mantener todo el peso de la trama de manera fantástica, el resto de personajes que aparecen no son más que extras. Algo que ayuda mucho es esa naturalidad con la que Goldblum (de quien somos muy fans en este blog) interpretar a científicos poco convencionales. Seth era un genio solitario bastante asocial, que vestía siempre lo mismo y sólo vivía para su trabajo, hasta que conoció a Verónica Quaife (Geena Davis) de quien se enamoró, lo cual permite ver esa parte humana del científico que da cabida al desarrollo del drama.

En cuanto al aspecto técnico puedo decir que es maravilloso. La música ambienta muy bien cada escena y los efectos prácticos y el Stop-Motion son mucho mejores que cualquier cosa de CGI que podemos ver actualmente en pantalla. Usar elementos tangibles le da un realismo que las gráficas por computadora nunca lograrán y además evitará que envejezca a la velocidad que lo hacen los efectos digitales. La transformación de Goldblum es impresionante y la manera en que van desmejorando su aspecto con forme avanza la historia es perfecta. Sin olvida ese toque industrial de los escenarios que nos remite a otras obras ochenteras como Robocop (1987).

Otro aspecto un poco menos evidente es ese contraste crudo y realista con los superhéroes. Al principio Seth empieza a adquirir fuerza y otras habilidades, pero pronto su cuerpo es víctima de la mutación y se convierte en una monstruosa y deforme criatura, lo que posiblemente es el desenlace real que debieron sufrir muchos de esos superhéroes que adquirieron sus poderes gracias a una inesperada mutación.

El desarrollo de la historia también es grandioso y muy propio del estilo del director, pues si bien tiene algunas escenas lentas nunca deja de estar presente ese elemento de misterio y ficción que sabemos desembocará en algo aterrador. Desde el primer momento va casi directo al punto y nos muestra el tema principal del filme, lo que evita que tenga escenas aburridas o tediosas.

Algo que me gusta es ese toque grotesco muy propio de Cronenberg. Por momentos la criatura en la que Seth se convierte es realmente asquerosa y puede producir repulsión en el espectador, pero por otra parte ese aspecto es justamente parte de la esencia misma del filme. Sin ser del todo sangrienta logra incomodar al televidente pero al mismo tiempo lo mantiene pegado a la pantalla a la espera de más.

Sin duda uno de los clásicos más queridos de la Ciencia Ficción, pues aborda un tema sumamente complejo como lo es la teletransportación y lo convierte en una aterradora historia a partir de un evento tan simple como lo es la presencia de una mosca. Y a pesar de que el tema de la mutación y el ADN son parte esencial de la trama y pueden hacernos pensar que es Biopunk, pues hay una manipulación genética, en un sentido estricto no pertenece a este género, ya que dicha manipulación no es intencional y nunca se busca criticar la parte ética de la modificación genética.