WarGames

Título Original: WarGames.
Género(s): Ficción Especulativa, (Ciencia Ficción).
Director: John Badham.
Emisión: 1983.
Duración: 114 minutos.
Extras:

War Games es uno de los clásicos más apreciado por los fans del cine y la cultura geek, principalmente aquellos adeptos al mundo de la informática y los piratas digitales, mejor conocidos como hackers, aquellos genios solitarios e incomprendidos capaces de infiltrarse en el mejor sistema de seguridad del planeta y poner en jaque al mundo entero.

Juegos de Guerra es un referente obligado y nostálgico para aquellas personas que disfrutaron de la década de los ochenta (justo al final de la Guerra Fría), con el internet llegando a los primeros hogares y los videojuegos abriéndose paso como uno de los principales sistemas de entretenimiento. Las arcades (o maquinitas) fueron hasta la década de los noventa el principal sistema con el que jugaban quienes ahora conocemos como gamers y donde las conexiones a la red eran por medio de dial-up y los comandos para navegar era una forma nada amigable comparados con los programas actuales.

La historia gira en torno a David Lightman, un joven solitario y no muy buen estudiante que prefiere pasar el tiempo jugando videojuegos y navegando por internet. Un día, David se entera de que la compañía de juegos Protovision lanzará al mercado su más reciente y maravilloso juego. Decidido a no esperar, nuestro protagonista decide hackear la computadora de la compañía para disfrutar del juego por anticipado, pero sin quererlo conecta con WOPR, el servido del ejército encargado de controlar los misiles y demás armas nucleares.

Maravillado por su descubrimiento, David consulta con sus amigos informáticos, quienes le dicen que busque la “puerta trasera”, para ello deberá averiguar todo lo que pueda del creador del sistema, un tal Stephen Falken. Luego de una ardua investigación David y su amiga Jeniffer dan con la clave secreta y se infiltran en el sistema. Creyendo que se trata de un simple juego inicia una guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética, pero para los militares todo parece real y la broma del joven desata un enorme conflicto que promete detonar la Tercera Guerra Mundial.

David es apresado por los militares pero logra escapar y con ayuda de Jeniffer busca al Dr. Folken, pues sólo él sabe cómo detener a Joshua, la inteligencia artificial que controla el juego y el futuro de la paz mundial. Mientras tanto, rusos y estadounidenses están al borde de desatar un terrible bombardeo que podría acabar con el mundo entero.

La película resulta una obra nostálgica para quienes vivieron en esa década, incluso a mí, que no me tocó vivir en aquellos años, me resultó algo melancólica al recordar los viejos aparatos que dieron origen a la computación actual. Digamos que la época en que se desarrolla la película es la base que intenta rememorar Ready Player One al hacer homenaje a esos primeros años de videojuegos y páginas de internet.

La trama es una comedia familiar muy amena y entretenida, la música es divertida y juvenil y el diseño de los aparatos tiene esa estética ochentera pero lo suficientemente realista para verse bien aún hoy en día. Las toscas computadoras y las luces parpadeantes se ven arcaicas pero nos remiten perfectamente a esa época en la que al llamar por teléfono te contestaba una operadora. Y aunque la actuación también es buena, su diseño de personajes generó algunos de los estereotipos de los nerds actuales, esos introvertidos amantes de las computadoras que socializan poco, que se la pasan pegados al monitor y que son capaces de hackear un teléfono público sin más ayuda de que pedazo de metal.

El filme es bastante fantasioso por momentos y recurre a darle habilidades al protagonista algo fuera de lugar, pero que no dejan de ser entretenidas y mantienen el interés del televidente, y que seguramente debieron ser más impresionantes en aquella época en la que muy pocos sabían sobre computación. Y además de la parte del informático, no pierde la oportunidad de hacer una crítica a los problemas que puede generar el confiar en exceso en la tecnología. El WOPR fue una respuesta del ejército para evitar el error humano, pero no tomaron en cuenta que muchas veces las debilidades de nuestra especie son las que nos hacen fallar y con ello aprender cosa que una máquina nunca podrá.

La frialdad de una mente artificial se ha abordado en obras de Ciencia Ficción desde entonces y la figura del hacker y el mundo virtual empezó a crecer hasta convertirse en temas recurrentes y obligados en este género, primero dentro del Cyberpunk y luego en su propio subgénero, el Wirepunk. Aunque el trepidante desarrollo tecnológico de la actualidad ha hecho que muchos de esos adelantos dejen de ser ficción y se conviertan en una realidad, por lo que muchas obras como esta (Summer Wars, por ejemplo) ya pertenecen a la Ficción Especulativa.

Sin duda una película obligada para los fans del género, los amantes de la computación, aquellos interesados por el mundo de internet, los hackers y demás cosas propias de la Deep Web, pero principalmente a quienes pudieron disfrutas de aquella década en la que lo análogo era la cúspide de la tecnología. Si les gustó la reciente adaptación cinematográfica de Ready Player One deben ver WarGames, pues la primera es una versión retro de aquellos años, mientras que la segunda es lo verdaderamente vintage.

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