Diez años en WordPress

El pasado 31 de julio se cumplieron 10 años desde que me di de alta en WordPress, sin embargo, fue hasta el pasado 4 de agosto cuando se cumplió la primera década desde que empecé a publicar reseñas y ensayos en este blog; la primer entrada que se publicó fue La Princesa Mononoke.

Antes de eso ya tenía 3 años blogueando en Space.live, extinto servicio que se proporcionaba como parte de Hotmail. No obstante, la mudanza ha resultado benéfica pues WordPress ofrece un servicio del que no me puedo quejar, además de proporcionar unas buenas estadísticas sobre el rendimiento del blog, números que a continuación les comparto.

En estos diez años hemos recibido más de 602 mil visita, nos han leído más de 263 mil personas y hemos publicado 627 entradas (628 contando ésta). Hemos tenidos, además de mí, a dos colaboradores que han escrito para el blog, el buen Vossk y Mike. Iniciamos un Podcast, DeFicciones, que hasta ahora lleva 24 episodios y donde además de Vossk he contado con la participación de Fany.

Nuestro mejor año fue 2012 antes de que Google desindexara las imágenes, pero en los últimos tres años nos hemos recuperado bastante.

2011 y 2015 fueron los años con más entradas publicadas, mientras que 2016 sufrió el abandono, aunque desde 2018 hemos mantenido un ritmo constante.

Nuestro promedio de visitas se ha mantenido entre 120 y 150 diarias, aunque la cuarentena causada por la pandemia de Covid-19 ha sido favorable para el blog, pues las visitas en estos meses de confinamiento (abril a junio) han incrementado considerablemente, permitiéndonos superar el promedio de las 200 visitar por día.

De las 627 entradas publicadas las más leídas son Gorillaz (un ensayo sobre la mítica banda virtual y la primera entrada publicada en el blog que no hablaba de anime), Super Ecchi (un análisis del género), la reseña de Hermelinda Linda (película mexicana de la afamada bruja bondojiana), Entendiendo Cloud Atlas (un ensayo para explicar la película), Ikkitouse Great Guardians Ovas (reseña de las sensuales ovas de la serie) y Ergo proxy: una mirada más profunda (ensayo que desmenuza la serie animada). Cada una de esas entradas tiene más de 10 mil visitas.

Lo que sigue ahora para el blog es continuar con las reseñas, juntar las necesarias para mantener la constancia de una entrada cada cinco días y disponer del tiempo suficiente para volver a escribir ensayos y análisis sobre géneros cinematográficos. Revivir el Podcast y las Pláticas de Ciencia Ficción, del primero ya tenemos tres programas grabados pero los publicaré hasta que tengamos toda la temporada lista, además de que Vossk se quedó sin computadora. Pero antes de todo eso, unas merecidas vacaciones, nos vemos en octubre con más contenido en Café Anime Lair, gracias a todos.

Tres animes a la vez

Cuando tenía entre 16 y 17 años fue la época en la que veía más anime. Recientemente me había iniciado en este mundo de la animación japonesa y trataba de consumir todo lo que podía, series que me recomendaban o de las que leía en algún blog, algunas que encontraba más por casualidad que por otra cosa. Mis deseos de ver tanto anime como pudiera me llevaron a ver varias series al mismo tiempo, pero cuando empecé el blog me di cuenta de que no era un sistema adecuado.

En la primera etapa del blog empecé a reseñar animes que había visto mucho tiempo antes y de los que ya no recordaba mucho, así que cuando nos mudamos a WordPress, hace ya 10 años, inicié un nuevo sistema. Ya tenía un tiempo viendo sólo una serie al mismo tiempo, pues quería dedicarle mi atención exclusivamente a esa serie en particular y por “respeto” una vez que la terminaba dejaba pasar al menos un día antes de inicia una serie nueva, como para saborear el regusto que te deja la serie un poco más antes de mezclarlo con nuevos sabores.

El nuevo sistema consistía, además, en tener una libreta en la cual iba anotando ideas que me parecería interesante mencionar en las reseñas o impresiones que la serie me había causado y que si no las apuntaba en ese preciso momento seguramente las olvidaría cuando fuera el momento de reseñarla. Así empecé con un método que consistía en ver una serie únicamente, mientras lo hacía anotaba ideas que usaría para escribir en el blog y al terminar la serie esperaba hasta el día siguiente para escribir la reseña, según yo para que la emoción pasara y así escribir algo más imparcial; actualmente muchas las escribo el mismo día si me da tiempo.

Pero el hecho es que desde hace más de diez años no había visto más de una serie de anime a la vez, pues la presión de tener que reseñar es algo que te fuerza a poner un poco más de atención, por eso la desidia que tengo con frecuencia por empezar animes nuevos. No obstante, recientemente empecé a ver series de las que no tenía pensado hablar (o de las que ya lo había hecho) y consideré que bien podría volver a ver anime como hacía en mi adolescencia.

Luego de mi encuentro con AnimeFLV decidía empezar a ver Slam Dunk, un anime que disfrutaba mucho de niño, retomé Ergo Proxy por Netflix (pues cada que sale uno de mis animes favoritos en un nuevo medio o plataforma lo tengo que volver a ver) y, dado que My Hero Academia dejará de estar en Crunchyroll me decidí a terminar la cuarta temporada que había dejado botada ya que no me atrapó tanto como las pasadas, ya no soy la demografía a la que está destinada como sí lo soy de One Punch Man.

Estos días (hacer algunas semanas para el momento en que esto se publique) he podido disfrutar de ver anime sin la presión de anotar cosas para luego reseñarlas (al final sí terminé anotando cosas sobre Slam Dunk). Y no tanto porque no piense hacerlo, sino porque luego de tanto años escribiendo en el blog ya puedo hacerlo sin forzosamente tener la libreta a la mano, aunque personalmente me siento mucho mejor cuando sé que las ideas que me gustaría comentar ya están a salvo en papel.