AdvertenciaSpoilers: si no han visto la película Extinción y desean hacerlo no continúen leyendo esta entrada.
Esto lo escribo únicamente porque me quedé con ganas de externar ese giro argumental del que hablé en la reseña de Extinción. Cuando el trasfondo se descubre nos enteramos de que los invasores extraterrestres no son seres espaciales, sino humanos y que los protagonistas que creíamos humanos en realidad son personas sintéticas (androides) que habían borrado su memoria para no vivir con miedo.
Al parecer los sintéticos habían crecido tanto en población que estaban empezando a desplazar a los humanos y se estaban convirtiendo en un peligro. Los humanos trataron de erradicarlos llevando a cabo un genocidio, pero los sintéticos ganaron la guerra y los humanos fueron expulsados del planeta, teniendo que vivir en Marte durante 50 años hasta que tuvieron los recursos para regresar a reclamar lo que había sido su hogar.
No voy a analizar a profundidad ninguno de estos temas, simplemente quiero mencionarlos para demostrar el potencial que una historia de este tipo podría haber llegado a tener. El primero de ellos es el cambio de rol, entendido como el humano como invasor, ya habíamos visto esto en películas donde los humanos llegan a otros planetas y exterminan a la población nativa, Avatar (James Cameron, 2009) es un buen ejemplo. Sin embargo, aquí el humano no es el invasor, sino la victima que perdió la guerra, el humano no está invadiendo, está tratando de recuperar lo que le fue quitado.
El humano tratando de recuperar su planeta nos lleva al segundo punto, los derechos de los sintéticos. En obras como El Segundo Renacimiento de Animatrix vemos tratar este tema a la perfección, iniciando con la discusión de si los sintéticos deben tener derechos o no, y si por el hecho de que nosotros los creamos tenemos el poder de decidir todo sobre ellos y destruirlos sin nos da la gana. El tratar de erradicarlos me hace pensar en los genocidios que la humanidad ha llevado a cabo con la finalidad de acaban con una población que profesa otra religión, la famosas limpiezas raciales.
La guerra que expulsó a los humanos inició cuando los sintéticos se defendieron, es decir, cuando actuaron en legítima defensa para salvaguardar su existencia (vida), presas del miedo generado por su inminente erradicación. Esto se hace aún más complejo si le metemos Teoría de Géneros, pues en esencia, a partir del pasado, la obra puede considerarse Ciencia Ficción Social (vista desde el conflicto por sus derechos) y Ciencia Ficción Revolucionaria (visto desde el levantamiento en armas por parte de los sintéticos).
Pero la razón de la rebelión es lo más interesante. Para que un sintético quiera defender su vida debe sentir miedo de perderla, eso implica una evolución en la conciencia por parte de estos seres artificiales, similar a lo que se menciona en Yo Robot o Ghost in the Shell. Pero creo que el universo que más se relaciona sería Blade Runner (Ridley Scott, 1982), donde los replicantes al igual que los sintéticos de Extinción fueron hechos para hacer las tareas pesadas, aunque eventualmente superaron a los humanos en conciencia, fuerza e inteligencia tratando de buscar su libertad.
El punto anterior nos lleva al último que quiero abordar en este ensayo, y es el tema más clásico de la Ciencia Ficción pues nación con ella, me refiero al Complejo de Frankenstein. El miedo que los humanos tienen de ser superados y remplazados por sus creaciones, en este caso las máquinas, existe desde tiempos inmemoriales, incluso desde un punto de vista religioso, los humanos (la creación) destruyeron a su creador (Dios). Pero este miedo a la creación tiene actualmente una doble lectura desde un punto de vista político, ya que no es de gratis que el actor protagonista sea de ascendencia mexicana. Un hispano ocupando puestos que los estadounidense temen perder a manos de los inmigrantes, punto medular del discurso de Doland Trump.
Como podemos ver, los temas ocultos en la trama del filme son sumamente complejos, aunque la película sólo hace un breve y simplón boceto de ellos quedándose en algo sumamente superficial lleno de clichés, pero como pudimos constatar con este ensayo, incluso una obra llena de estereotipos sobreexplotados por el cine hollywoodense puede ser analizada a mayor profundidad.
Luego del no tan buen sabor de boca que Prometeo dejó en los más allegados fans de Alien por no mostrarnos a un Xenomorpho como tal, la segunda entrega de la nueva saga de Ridley Scott cambió su nombre a Alien Covenant, con las esperanza de atraer más púbico y por fin consolidar la precuela con la emblemática película de 1979. Sin embargo, Covenant no logró satisfacer las exigencias de los fans, quienes entusiasmados por el hype generado por los trailers tenían expectativas muy altas con este filme que, a decir de la mayoría, no lograron cumplirse.
En el podcast de hoy analizamos la más reciente entrega de la saga de Alien, la cual parece alejarse de sus enigmático inicio para dar paso a una historia sobre orígenes, tanto de la humanidad como de la inteligencia artificial; historias que casualmente tiene la fortuna que desarrollarse en el mismo universo que vio nacer al Xenomorpho. Luego de un podcast sobre Alien y otro sobre el crossover que hiciera con Depredador (1987), damos paso a una crítica en la que no estamos muy seguros de que esta serie de precuelas pueda llegar a buen puerto y mantener la coherencia argumental y misteriosa que Alien: el octavo pasajero (1979) inaugurara hace 38 años.
En internet circulan muchas hipótesis sobre el trasfondo de Covenant. Una de ellas, de resultar cierta, bien podría encaminar a las precuelas a un desenlace inesperado e interesante, pero sin importar eso, el origen del “Xenomorpho” (lo ponemos entre comillas porque nos negamos a aceptar que la criatura de Covenant sea de la misma especie que la que abordó el Nostromo) mostrado en este filme impide de tajo la existencia de Alien vs Depredador (2004) e incluso el resto de películas desde Aliens (1986), sobre todo porque de acuerdo con Covenant no puede existir una Reina Alien y eso acaba con básicamente el resto de la franquicia. Por esta razón preferimos tomar a Covenant como una historia aparte que simplemente transcurre en el mismo universo y que de hecho está más emparentada con Blade Runner (1982).
(Spoilers). Dicha hipótesis dice que los Ingenieros a quienes extermina David no eran propiamente nuestros creadores, sino otra creación de los Ingenieros a quienes nunca hemos visto. Digamos que son una segunda versión de los humanos que sí salió bien. De acuerdo con esto, el Ingeniero que vemos sacrificarse en un planeta virgen al principio de Prometeo no está en la tierra, sino en ese planeta al que la tripulación de Covenant llegó. Tales afirmaciones cambiarían por completo la dirección que creíamos estaban tomando las precuelas, pero no sabremos nada hasta las subsecuentes entregas.
De la mano del director sudafricano que saltó a la fama luego de hace una de las mejores películas de Ciencia Ficción Social de la historia (Distrito 9), llega a nosotros otra maravilla que conjunta a la Ciencia Ficción con la crítica social mordaz y directa enfocada en la diferencia de clases, me refiero a Elysium. Un filme que desde el primer segundo sabemos que abordará algún tema social relacionado con la desigualdad económica.
La calidad de la película es sobresaliente. Los personajes está bien construidos y los actores los interpretan de maravilla, la música es buena y el uso de CGI en conjunto con utilería real y efectos prácticos le da un toque excelente y muy realista. Pero lo más destacable son los escenarios, pues no son los típicos escenarios hipertecnológicos de las grandes metrópolis, sino que al estilo de Neill Blomkamp vemos una comunidad pobre inmersa en la inseguridad y la falta de oportunidades totalmente apegada a la realidad de los países tercermundistas.
La historia toma lugar en Los Ángeles de 2154, donde la tierra quedó contaminada y al borde de la destrucción a causa de la sobrepoblación. Los ricos huyeron del planeta para vivir en una estación espacial llamada Elysium donde tienen todos los lujos imaginables y, sobre todo, acceso a tecnologías médicas que prácticamente han logrado la inmortalidad. Por otro lado, los pobres no tienen otra opción que vivir en un mundo lleno de basura, delincuencia, falta de servicios básicos, pocas oportunidades laborales y sin la medicina que ayude a curar las enfermedades que asolan a gran parte de la población. Igual que pasa en cualquier país latinoamericano.
Nuestro personaje principal, Max, interpretado por Matt Damon, es un hombre con un expediente criminar a sus espaldas pero que trata de seguir un mejor camino trabajando en una fábrica donde ensamblan robots policías. Debido a las precarias condiciones laborales sufre un accidente y queda envenenado por radiación. Con menos de cinco días de vida, decide volver a trabajar para los maleantes con las esperanza de ganarse un boleto para entrar a Elysium y poder curarse.
Los hombres para quienes ahora trabaja han decidido secuestrar a alguien de Elysium y robarle información directamente de su cerebro para tener acceso a cuentas bancarias. Max es entonces sometido a una operación para implantarle un exoesqueleto y un dispositivo cerebral con el que pueda hackear el cerebro de su víctima. Sin embargo, lo que la banda criminal no sabía es que su víctima tenía en su cerebro los códigos para reiniciar el sistema de Elysium y dar un golpe de estado. A partir de ese momento Max deberá huir de los traidores mientras trata de buscar una forma de curarse.
Es obvio que la trama se centra en la diferencia de clases, separando a los ricos y a los pobre de una forma abismal. En el futuro los ricos serán más ricos y los pobres serán más pobres, tanto que aquellos con los suficientes recursos se irán a otro planeta. Y como es de esperar siempre que exista un lugar sin esperanza y otro con oportunidades y recursos, la migración ilegal y la lucha por frenarla saldrán a relucir. Migración, diferencia de clases, cyberware y medicina casi milagrosa son los temas principales, pero no los únicos.
Algo que me maravilló fue ese manejo de la teoría por excelencia para analizar patrones espaciales en las sociedades cyberpunk, la teoría del Centro-Periferia. Dicha teoría dice que en el centro estarán los ricos y en la periferia los pobres, aunque puede invertirse y modificarse, por ejemplo, adentro los ricos y afuera los pobres, enfrente los ricos y atrás los pobres, arriba los ricos y abajo los pobres. Esta disposición espacial determinada por la clase económica es posible observarla en todas las sociedades cyberpunk o que sean Ciencia Ficción Social, pero aquí de plano vemos a los pobres en la tierra y los ricos en el espacio. Y lo más interesante es que ese espacio exterior no es impedimento para que los “polleros” pasen ilegales al “otro lado”.
Además de la ubicación de las clases sociales, tenemos que la construcción de la zona pobre (la tierra) es un reflejo exacto de las favelas brasileñas o las zonas altas del área metropolitana de la Ciudad de México. Al menos la zona donde vive Max y su mejor amigo Julio, interpretado por Diego Luna, son idénticas a las zonas altas del municipio donde yo vivo, esas ocupaciones irregulares cerca de las barrancas conocidas como “cartolandia”. Quienes vivan en el oriente del Estado de México, en la frontera norte entre el estado y la CDMX o por la zona de Observatorio al poniente de la capital, se sentirán como en casa al ver los escenarios.
Y son justamente los escenarios lo que nos permite profundizar en un aspecto que hasta ahora no había abordado en el blog. En esas obras Cyberpunk de animación japonesa u otras de hechura norteamericana como Blade Runner (1982), Dredd (2012), El Quinto Elemento (1997) o la reciente Ghost in the Shell (2017) vemos una metrópolis hacinada y con violencia pero hipertecnológica. Aquí vemos todos esos elementos excepto lo hipertecnológico, las casas son de block sin aplanar ni pintar, los techos son de lámina y puertas y ventanas tienen barrotes extra como protección.
En mi opinión Elysium nos muestra el futuro cyberpunk al que realmente podemos aspirar y en el que de hecho ya estamos viviendo. Ambas construcciones urbanas tienen los mismos problemas, pero arquitectónicamente hablando para llegar a megalópolis como las del Cyberpunk clásico ya deberíamos tener un mayor desarrollo tecnológico y social en todos los sentidos. Para lograr una sociedad hipertecnológica como la de los animes o las películas antes mencionadas, necesitaríamos un presente más brillante que el que tenemos actualmente; para lograr un futuro como el de Elysium no hace falta hacer nada.
Fotografía del municipio de Chimalhuacán en el Edomex. Bien podría ser un escenario del filme.
Este año 2015 les deseo salud y ya, porque todo parece indicar que las cosas se pondrán feas, imagínense, se desatará la gripe simia (El planeta de los simios), asesinarán a Hank MacCoy (X-men), intentarán asesinar a Tara Holder (Terminator) y ocurrirá la gran anomalía que causará una lluvia de extraterrestres (Nikopol), ¡esperen!, por eso ocurrirá el Tercer Impacto (Evangelion).
Pero no todo serán cosas malas, la ciencia nos regalará la fabulosa y esperada por todos patineta voladora (Volver al futuro), los ingenieros espaciales Powell y Donovan llegaran a Mercurio (“Runaraund” de Asimov) y se establecerá la primera colonia permanente en la Luna (Event Horizont). En el mundo de la moda saldrán a la venta los Nike Air Mag (Volver al Futuro) y la gasolina, al menos para quienes usan máquina del tiempo o Tardis (Dr. Who), bajará de precio, pues el combustible estará hecho con basura (Volver al Futuro), malo para quienes usamos auto, quizás por eso este año nos saturaremos con viajeros del tiempo que vienen del 2609 (Fringe).
El Tercer Impacto según Rebuild 3.0
Podrás clonar a tu mascota (The 6th Day), y pese a que ya se replicarán personas (¿Esa tal Ayanami será un replicante?), aún estará prohibido hacerlo con humanos, espero que si algún día aprueban la replicación humana eso no nos provoque problemas (Blade Runner) y que todas esas clonaciones no ocasionen que la mujer herede la tierra (por el estreno de Jurassic Park 4).
Que tengan un gran 2015, disfruten de todo lo que este año nos regalará antes de que nos convirtamos en LCL (Evangelion).
Durante la mayor parte del 2012 el blog estuvo elegantemente decorado con las ilustraciones de Tatsuyuki Tanaka de su libro Cannabis Works, pues bien, ahora toca turno de adornarlo con las ilustraciones de uno de los más grandes dentro del mundo ilustrado de la Ciencia Ficción, me refiero al artista Moebius.
Jean Giraud, mejor conocido como Moebius, fue un artista francés nacido en 1938 y que desafortunadamente falleció el año pasado a la edad de 73 años debido al Cáncer. Moebius fue todo un revolucionario dentro de la Ciencia Ficción, pues reinventó la estética y creó un estilo propio que nada tenía que ver con el clásico Retrofuturismo setentero ni con el pesimista Cyberpunk de los ochenta. El estilo de Giraud nos remite a lo antiguo y a lo burdo, semejándose a esas películas Serie B pero con una esencia que rompe con todos los demás estilos dentro de la Ciencia Ficción. Para mí, el estilo de Moebius es sencillamente el mejor de todos dentro de éste género artístico, sólo superado por los retorcidos escenarios de Otomo.
Entre las obras más famosas de Moebius tenemos Blueberry (1963), un comic western en donde nos narra las aventuras del Teniente Mike Steve Donovan; El Incal (1980-88) en donde John Difool nos lleva por mundos metafísicos en una extraña y original propuesta de ciencia ficción, con un guion de Alejandro Jodorowsky, con quien Moebius trabajó estrechamente. Otras de sus obras son Arzach (1975-76) y The Long Tomorrow (1975); la primera coquetea con la Ciencia Ficción y la Fantasía Heroica, mientras que la segunda es netamente Ciencia Ficción con una estética cyberpunk que se popularizó años más tarde con Blade Runner (Ridley Scott, 1982).
Jean también colaboró en diferentes películas como diseñador, creando personajes, escenarios, naves y parafernalia diversa. Entre los filmes más famosos tenemos Tron (Steve Lisberger, 1982), Masters of the Universe (Gary Goddard, 1987), Willow (Ron Howard, 1988) y The Fifth Element (Luc Besson, 1997). Moebuis no sólo colaboró directamente con estas películas, sino que inspiró la estética de muchas otras, como la ya mencionada Blade Runner, Alien (Ridley Scott 1979) y Star Wars (George Lucas, 1977). Asimismo él se inspiró de artistas de todo el mundo, entre ellos Japón.
Blueberry
El Incal
Arzach
«Replicante» de Blade Runner
Alusión al filme Zardoz
Tatooine
Giraud participó activamente durante toda su vida en diversas revistas de Fantasía y Ciencia Ficción, como Metal Hurlant, y no es exagerado cuando digo que éste hombre realmente revolucionó el género, pues rompió el paradigma de lo que debía ser la Ciencia Ficción hasta ese entonces. Sus obras no se limitaron a ilustraciones, pues manejó numerosas técnicas y siempre mostró una gran carga sexual, violencia, surrealismo y elementos psicodélicos.
En lo personal me encanta su obra, es excesiva, sobresaturada en ocasiones, juega con lo fantástico y lo medieval, nos trasporta al espacio y al viejo oeste, a los tiempos bárbaros y a mundos totalmente oníricos. Sus ilustraciones parecen ser la fuente de la cual beben muchos de los artistas y cineastas más elogiados de la actualidad. Viendo su trabajo no puedo evitar recordar obras como Zardoz (John Boorman 1974), Heavy Metal (Gerald Potterton 1981), Galaxy of Terror (Bruce D. Clark 1981), Conan (Jonh Milius 1982), He-man (Lou Scheimer 1983-84), Tenshi no Tamago y Akira, filmes únicos en su clase y que muestra una Ciencia Ficción y una Fantasía diferente, visceral, incómoda, que se entremezcla y da origen a un producto que a mi particularmente me fascina.
Considerado por algunos como uno de los dos géneros clásicos del cine americano (el otro es el Western) y usado por otros como una simple fase dentro de la historia de la cinematografía estadounidense, esto es, lo ven como un término que identifica a una serie de filmes en determinada época —las décadas de 1940 y 1950— y no como un género, el Film Noir es sin duda en referente obligado para todos los cinéfilos, pues sus historias de intriga, aunado a su peculiar estética, atrapan rápidamente a sus espectadores.
Comenzaré con una definición de lo que yo entiendo por Film Noir:
El Film Noir es un género cinematográfico que se caracteriza por contar historias policiacas, en donde los protagonistas son personajes antagónicos y muy alejados del ideal moral del ciudadano ejemplar. Se presentan villanos y antihéroes en los papeles centrales y existe un constante juego de perseguidor y perseguido. Sin olvidar el particular manejo de los claroscuros, en donde la luz hace el trabajo de los enfoques y encuadres, pues ilumina aquel elemento que busca resaltar en la escena.
Es importante aclarar que los Filmes Noir únicamente son aquellos realizados durante las décadas de 1940 y 1950. Cualquier película realizada antes o después no puede ser considerada dentro del género, o fase temporal si queremos verlo desde el otro punto de vista. A pesar de considerarse un género nato estadounidense, sí existen producciones de Cine Noir europeo, como ejemplo la película Rififí (Jules Dassin, 1955) de Francia.
NOVELA NEGRA Y CRÍTICA FRANCESA
El Film Noir debe su nombre al término acuñado por la crítica francesa para designar a un determinado grupo de películas realizadas en Estados Unidos a mediados del siglo XX. Film Noir significa literalmente Cine Negro y toma sus bases de la Novela Negra, la novela de temáticas policiacas. No debemos confundir un Film Noir con un Thriller, ni tampoco debemos creer que toda película de policías sea un Noir.
DETECTIVE Y SUPERHÉROE
El Film Noir supo aprovechar la psicosis social de aquella época para lograr consolidarse como un género tan distintivo. Sus obras son un reflejo de los miedos e inseguridades estadounidenses después de la segunda guerra mundial y fue alimentado por la paranoia de la postguerra y la guerra fría. De ahí que sus principales elementos sean espionaje, violencia, anti-héroes, conflictos morales, complots, robo de identidad, pesimismo y sospecha, sin olvidar los prácticamente nulos finales felices.
En la década de 1930 surgieron, en nuestro vecino país del norte, dos de los superhéroes más emblemáticos y reconocidos a nivel mundial, Súperman (1938) y Batman (1939). El surgimiento de estos respondió a la necesidad de un imaginario colectivo que representara la esperanza de un futuro mejor luego de la Gran Depresión en 1929. Lo mismo puede observarse en el desarrollo de la Ciencia Ficción Japonesa antes y después de la Segunda Guerra Mundial. Gestado a la par que los grandes héroes, símbolos de la moralidad y rectitud, el Film Noir surgió como la oposición a esas ideas idílicas de progreso, pues representaba la parte oscura, violenta y fría de la sociedad americana.
Personajes
Sea quien sea el protagonista generalmente es un anti-heroe, ya sea detective, policía, ladrón, gánster, asesino o psicópata. De cualquier manera no representa los altos valores morales que vemos en los superhéroes de la década anterior; ellos son la visión utópica y estrictamente moral del ideal americano, mientras que los villanos del Noir son la visión opuesta (similar a lo que ocurrió años más tarde entre el Retrofuturismo Clásico y el Cyberpunk).
Estos personajes muestran ineludiblemente melancolía, desilusión, pesimismo, paranoia, corrupción, desesperación o maldad, generalmente más de una de estas características. Al ser personajes con muchos conflictos internos el desarrollo de su vida —y el de la historia del filme— está fuertemente atado a sus decisiones, por lo que los errores de su pasado se vuelven un elemento fundamental en la historia. Quizás resulte trillado pero es frecuente ver personajes con amnesia o con un pasado tan conflictivo que resulta la causa de sus problemas actuales.
Femmen fatale. El papel de la mujer en el Noir tiene dos posibles actitudes, puede ser la sexy dama en apuros o la seductora y fatal manipuladora que usa sus “encantos” para aprovecharse del protagonista. Este dominio de la mujer es un reflejo del nuevo poder que empezó a tener dentro de la sociedad americana y que se vería reflejado socialmente con el bum del feminismo en lo que se conoce como la “Segunda Ola” de los años 60. Este tipo de mujeres son misteriosas, manipuladoras, depredadoras, no confiables, traidoras, independientes e inteligentes.
Boogie el Aceitoso (Gustavo Cova, 2009)
Otros elementos
Las historias del Noir están emplazadas en el violento y bajo mundo de la corrupción y el crimen. Las calles, departamentos, hoteles, casas abandonadas, prisiones y bares se convierten en los escenarios más comunes. Se presentan muchos elementos sexuales, pero no por ello están obligados a tejer una historia de romance para el trasfondo policiaco. Las historias no son lineales, pues hay un recurrente uso del flash-back que nos permite conocer ese pasado erróneo en el protagonista, al igual que la voz en off cuya principal función es servir de narrador. Lo anterior hace de estas obras algo muy complejo que no debe verse o leerse a la ligera, pues el ritmo, el lenguaje y el constante uso de metáforas podrían dificultarnos entender el entramado de todos los elementos Noir.
Entre los elementos técnicos destacan los ángulo de cámara, que suelen ser horizontales o verticales y contrastan con las tomas del cine de esa época. Los claroscuros (manejo de luz y sombras) también son algo muy particular de éste género. Dentro del cine convencional se suele enfocar aquel elemento importante de la escena, es decir, una toma cerrada (close-up) cuando queremos ver la expresión del protagonista o una toma abierta cuando lo que importa es el escenario. En el Noir la cosa cambia, pues la iluminación es quien realiza dicho trabajo, es común encontrar un escenario medianamente iluminado con los personajes totalmente a oscuras como si se tratase de sombras o un acercamiento a un rostro donde los ojos son el único elemento visible.
SUBGÉNEROS NOIR
Dentro del Film Noir existen algunas derivaciones o subgéneros que responde tanto a la temporalidad como a las características temáticas y argumentales de las historias. Sin embargo, básicamente sólo se usan dos conceptos para catalogar al Cine Negro, estos son: Film Noir (para el cine clásico de 1940-1950) y Neo-Noir (para el Cine Negro contemporáneo).
Pre-Film Noir. Designa a las obras de los años veinte y treinta, principalmente en Europa. Estas películas son el referente cinematográfico directo del cual se basaron los directores americanos décadas después. No se consideran Film Noir porque dicho estilo se definió precisamente en Estados Unidos. Un ejemplo es el filme alemán M (Fritz Lang, 1931).
Film Gray. Se utiliza para denominar a las películas cuyo desenlace es feliz, oponiéndose al característico final pesimista, de ahí el término gray (gris).
Post-Noirs. Corresponde a todos los filmes realizados después de la década de 1950, pero generalmente se usa para identificar a las películas de los años 60, pues aún no presentaban una diferencia tan radical con el Noir Clásico pero ya no pertenecían a dicha generación de filmes. Se subdivide en Tech-Noir y Neo-Noir.
Tech-Noir. Es el resultado de mezclar Ciencia Ficción con Film Noir. Un claro ejemplo de esto es Blade Runner (Ridley Scott, 1982). El Cyberpunk retoma básicamente en su totalidad el ritmo y la ambientación del Cine Negro; si la Space Opera tiene su origen en el Western, el Cyberpunk lo tiene en el Noir (tan sólo notemos el uso de lluvia, las calles oscuras y las luces de neón). Recordemos que un Film Noir es sumamente versátil, puede combinarse con el Drama, el Romance, el Western o el Documental y lograr una obra un tanto ambigua al momento de catalogar. Blade Runner es más Ciencia Ficción que Film Noir, caso totalmente opuesto al del cortometraje A Detective Story de Animatrix.
Neo-Noir. Es el término más usado actualmente y designa a todo el cine negro contemporáneo, desde la década de 1970 hasta la actualidad. Dos de sus características fundamentales son su constante fusión con otros géneros cinematográficos y el uso del color, ya sea como un elemento incidental o que todo el filme sea a color. Sin City (Rodríguez, Miller y Tarantino, 2005) es el mejor representante del Noir Contemporáneo.
Para más información:
–Film Site
–Crime Culture
–Film Noir: An Encyclopedic Reference to the American Style. Alan Silver y Elizabeth Ward, Ovelook TP, USA, 1993.
–The Film Noir Encyclopedia. Alan Silver, Elizabeth Ward, James Ursin y Robert Porfirio. Ovelook Handcover, USA, 2010.