Elysium

Título Original: Elysium.
Género(s): Ciencia Ficción / Ciencia Ficción Social / Cyberpunk, Drama.
Director: Neill Blomkamp.
Emisión: 2013.
Duración: 109 minutos.
Extras:

De la mano del director sudafricano que saltó a la fama luego de hace una de las mejores películas de Ciencia Ficción Social de la historia (Distrito 9), llega a nosotros otra maravilla que conjunta a la Ciencia Ficción con la crítica social mordaz y directa enfocada en la diferencia de clases, me refiero a Elysium. Un filme que desde el primer segundo sabemos que abordará algún tema social relacionado con la desigualdad económica.

La calidad de la película es sobresaliente. Los personajes está bien construidos y los actores los interpretan de maravilla, la música es buena y el uso de CGI en conjunto con utilería real y efectos prácticos le da un toque excelente y muy realista. Pero lo más destacable son los escenarios, pues no son los típicos escenarios hipertecnológicos de las grandes metrópolis, sino que al estilo de Neill Blomkamp vemos una comunidad pobre inmersa en la inseguridad y la falta de oportunidades totalmente apegada a la realidad de los países tercermundistas.

La historia toma lugar en Los Ángeles de 2154, donde la tierra quedó contaminada y al borde de la destrucción a causa de la sobrepoblación. Los ricos huyeron del planeta para vivir en una estación espacial llamada Elysium donde tienen todos los lujos imaginables y, sobre todo, acceso a tecnologías médicas que prácticamente han logrado la inmortalidad. Por otro lado, los pobres no tienen otra opción que vivir en un mundo lleno de basura, delincuencia, falta de servicios básicos, pocas oportunidades laborales y sin la medicina que ayude a curar las enfermedades que asolan a gran parte de la población. Igual que pasa en cualquier país latinoamericano.

Nuestro personaje principal, Max, interpretado por Matt Damon, es un hombre con un expediente criminar a sus espaldas pero que trata de seguir un mejor camino trabajando en una fábrica donde ensamblan robots policías. Debido a las precarias condiciones laborales sufre un accidente y queda envenenado por radiación. Con menos de cinco días de vida, decide volver a trabajar para los maleantes con las esperanza de ganarse un boleto para entrar a Elysium y poder curarse.

Los hombres para quienes ahora trabaja han decidido secuestrar a alguien de Elysium y robarle información directamente de su cerebro para tener acceso a cuentas bancarias. Max es entonces sometido a una operación para implantarle un exoesqueleto y un dispositivo cerebral con el que pueda hackear el cerebro de su víctima. Sin embargo, lo que la banda criminal no sabía es que su víctima tenía en su cerebro los códigos para reiniciar el sistema de Elysium y dar un golpe de estado. A partir de ese momento Max deberá huir de los traidores mientras trata de buscar una forma de curarse.

Es obvio que la trama se centra en la diferencia de clases, separando a los ricos y a los pobre de una forma abismal. En el futuro los ricos serán más ricos y los pobres serán más pobres, tanto que aquellos con los suficientes recursos se irán a otro planeta. Y como es de esperar siempre que exista un lugar sin esperanza y otro con oportunidades y recursos, la migración ilegal y la lucha por frenarla saldrán a relucir. Migración, diferencia de clases, cyberware y medicina casi milagrosa son los temas principales, pero no los únicos.

Algo que me maravilló fue ese manejo de la teoría por excelencia para analizar patrones espaciales en las sociedades cyberpunk, la teoría del Centro-Periferia. Dicha teoría dice que en el centro estarán los ricos y en la periferia los pobres, aunque puede invertirse y modificarse, por ejemplo, adentro los ricos y afuera los pobres, enfrente los ricos y atrás los pobres, arriba los ricos y abajo los pobres. Esta disposición espacial determinada por la clase económica es posible observarla en todas las sociedades cyberpunk o que sean Ciencia Ficción Social, pero aquí de plano vemos a los pobres en la tierra y los ricos en el espacio. Y lo más interesante es que ese espacio exterior no es impedimento para que los “polleros” pasen ilegales al “otro lado”.

Además de la ubicación de las clases sociales, tenemos que la construcción de la zona pobre (la tierra) es un reflejo exacto de las favelas brasileñas o las zonas altas del área metropolitana de la Ciudad de México. Al menos la zona donde vive Max y su mejor amigo Julio, interpretado por Diego Luna, son idénticas a las zonas altas del municipio donde yo vivo, esas ocupaciones irregulares cerca de las barrancas conocidas como “cartolandia”. Quienes vivan en el oriente del Estado de México, en la frontera norte entre el estado y la CDMX o por la zona de Observatorio al poniente de la capital, se sentirán como en casa al ver los escenarios.

Y son justamente los escenarios lo que nos permite profundizar en un aspecto que hasta ahora no había abordado en el blog. En esas obras Cyberpunk de animación japonesa u otras de hechura norteamericana como Blade Runner (1982), Dredd (2012), El Quinto Elemento (1997) o la reciente Ghost in the Shell (2017) vemos una metrópolis hacinada y con violencia pero hipertecnológica. Aquí vemos todos esos elementos excepto lo hipertecnológico, las casas son de block sin aplanar ni pintar, los techos son de lámina y puertas y ventanas tienen barrotes extra como protección.

En mi opinión Elysium nos muestra el futuro cyberpunk al que realmente podemos aspirar y en el que de hecho ya estamos viviendo. Ambas construcciones urbanas tienen los mismos problemas, pero arquitectónicamente hablando para llegar a megalópolis como las del Cyberpunk clásico ya deberíamos tener un mayor desarrollo tecnológico y social en todos los sentidos. Para lograr una sociedad hipertecnológica como la de los animes o las películas antes mencionadas, necesitaríamos un presente más brillante que el que tenemos actualmente; para lograr un futuro como el de Elysium no hace falta hacer nada.

Fotografía del municipio de Chimalhuacán en el Edomex. Bien podría ser un escenario del filme.

Dredd

Dredd 1

Título Original: Dredd.
Género(s): Ciencia Ficción/Cyberpunk.
Director: Pete Travis.
Emisión: 2012.
Duración: 95 minutos.
Extras:

La más reciente película de Dredd, historia nacida en el comic británico 2000 AD, llegó a nosotros el pasado 2012. Esta nueva adaptación no tiene nada que ver con el filme de 1995 estelarizado por Sylvester Stallone, sino que retoma al personaje del cómic y lo lleva a la pantalla de una manera más apegada a la obra original.

Dredd es un poco contradictorio porque si bien no tuvo un gran éxito en taquilla, más bien fue un fracaso, al menos en Estados unidos, es una excelente película dentro del género y a muchos espectadores les pareció mejor que el filme de 1995, tan sólo por apegarse al concepto original que significa el juez Dredd. Pero además, la historia tiene muchos otros elementos que la hacen buena, lamentablemente no tuvo el impacto que otras películas han tenido siendo incluso de menor calidad.

Dredd 2

La historia toma lugar en un mundo postapocalíptico contaminado con radiación, donde la tierra es un gigantesco desierto sin vida y las personas tienen que vivir en mega ciudades. Mega-Ciudad Uno es una enorme urbe que se extiende por la costa este de Estados Unidos, es una ciudad sobrepoblada, hacinada, con pocos recursos y extrema violencia. En sus calles domina la anarquía, el crimen y la pobreza y sólo los jueces se atreven a enfrentar a los violentos criminales que dominan el bajomundo de los mega-bloques, titánicos edificios de hormigos que se levantan por encima de los mil metros y en los que habita gente pobre que ha encontrado un hogar entre los maltrechos pasillos que conforman los 200 pisos habitacionales.

Peach Trees, el más violento de los mega-bloques del Distrito 13, es el cuartel desde donde Ma-Ma, una ex prostituta que ahora lidera a la mafia local, produce una droga conocida como Slo-Mo que hace que percibamos como si el tiempo pasara al 1% de su velocidad real. Ma-Ma y sus rufianes controlan todo el bloque con puño firme y violencia excesiva, pero lo que nos esperaban era tener que enfrentarse a Dredd, el más rudo de todos los jueces de Mega-Ciudad Uno.

Dredd 17

Dredd llega a Peach Trees para investigar una serie de asesinatos acompañado de la novata Cassandra Anderson, una joven con poderes psíquicos desarrollados por una mutación causada por la exposición a la radiación. Anderson y Dredd pronto descubren que los asesinatos son obra de Ma-Ma y sus hombres, y que hay algo más peligroso que una venganza entre mafias detrás de dichos crímenes. Los jueces apresan a un criminal y se proponen interrogarlo para saber lo que pasa, pero antes de que tengan oportunidad de hacer algo Ma-Ma toma el control de todo el edificio y los deja encerrados, a merced de los cientos de hombres que trabajan para ella. A partir de ese momento la película se convierte en una persecución en la que Ma-Ma intentará capturar a los jueces mientras ellos pelean por su vida.

La película es sencillamente perfecta a nivel visual. Sus escenarios retoman la esencia del Cyberpunk clásico, sin tanta tecnología, sólo hormigón, oscuridad, suciedad y muros desgastados y derruidos. La parafernalia es muy buena, los trajes de los jueces tiene esa esencia de rudeza y violencia pulp un tanto futurista pero al mismo tiempo decadente, el cyberware es mínimo pero logra ubicarnos en un futuro lejano e hipertecnológico, las armas causan un daño brutal y nos regalan vistosos baños de sangre, y la droga nos remite a esa naturaleza anárquica y distópica que todo buen Cyberpunk debe tener.

Judge Dredd Still Image

Las escenas de acción son las mejores que he visto en mucho tiempo, pues con el pretexto de mostrar los efectos que causa el Slo-mo, nos regalan vistosas peleas en slow motion que nos permiten disfrutan de la sorprendente calidad de detalle que generan sus gráficos por computadora. En ocasiones todo luce en extremo artificial, sí, pero incluso aunque estemos viendo algo animado, esa artificialidad virtual no desentona con el futuro decadente en que se desarrolla la obra.

Algo que debemos estacar mucho es el trasfondo argumental. Al principio una breve introducción de Dredd nos pone en contexto, posteriormente se van haciendo referencias a las zonas marginadas de la ciudad y a quienes están expuestos a la radiación por vivir cerca del muro que delimita la urbe. La lluvia radioactiva que mata personas, el tipo de crímenes y las condenas, el distrito del placer, el uso de créditos en lugar de dinero, los aísla-cubos donde encierran a los criminales y el reciclaje de cuerpo para obtener comida de los muertos (como ocurre en Soylent Green o Matrix) son cosas que no se muestran, sólo se mencionan en breves diálogos pero hacen que la ciudad se torne aún más violenta y apocalíptica.

Dredd 12

El filme maneja un lenguaje de hiperviolencia muy exquisito. Las peleas tiene mucha sangre y las armas destrozan todo a su paso, dejando los cuerpo completamente despedazados. Esa violencia innata del Cyberpunk que vimos en obras como Akira aquí es aderezada con las detalladas escenas de acción en cámara lenta. Pero no sólo la violencia per se vale la pena, también la violencia intrínseca de la sociedad que hace de la mega urbe un lugar hostil pero al mismo tiempo el único lugar que puede ser habitado. Y esa violencia alude al narcotráfico y a la forma en que éste ejerce su poder sobre la población, otros grupos criminales y las propias autoridades, basta con observa la escena donde Dredd encuentra el laboratorio de Slo-mo donde decenas de mujeres trabajan fabricando la droga en una especie de maquila.

Otro elemento muy Cyberpunk que no puedo dejar de mencionar es el control opresivo que el sistema tiene sobre la población y al que se alude en aquella formidable escena en la que todo el edificio es sellado por completo, dejando el interior completamente a oscuras; la arquitectura funciona aquí como una metáfora del poder y la opresión. El hacinamiento, el neón, la basura, la suciedad y el concreto dan al mega-bloque esa arquitectura neobrutalista que hace mucho tiempo no veían en la pantalla grande. El uso de un edificio cerrado como único escenario es algo que también debemos aplaudir, pues hurgar entre los pasillo flanqueados por casas cubiertas con protecciones de metal en puertas y ventanas me hace pensar irremediablemente en la mayoría de las colonias de la periferia de la Ciudad de México, que son tan violentas como cualquier obra de ciencia ficción distópica.

Judge Dredd Still Image

La corrupción es otro tema muy característico de Dredd, y no sólo en las películas, sino en la historia original. Los jueces son el único faro de moralidad de la ciudad, pero incluso ellos son capaces de venderse al mejor postor, sin importar que sea al peor criminal de todos. En una sociedad Cyberpunk como ésta todos los niveles de la sociedad y de las instituciones están podridos y eso le otorga esa ideología de decadencia y deshumanización que requiere el género.

Para finalizar hablemos de las actuaciones. Me parece que todos los personajes están bien diseñados y perfectamente interpretados. Karl Urban como Dredd no hace que extrañemos a Stallone y le da al personaje esa personalidad de antihéroe que necesita, aunque el hecho de que siempre derrote a sus enemigos, sin importar que se enfrente a cientos, es un cliché inevitable. Olivia Thirlby como Anderson también hace un buen trabajo, y si bien es la cara bonita, no se convierte en un pedazo de carne para el público masculino, además, su habilidad psíquica les permite salir abantes ante situaciones de las que no tendrían salida a menos que se forzara el desenlace con un deus ex machina. En términos generales me parece que la película está muy bien pensada en todos los aspectos. Recomendación obligada para el amante del Cyberpunk.