El Quinto Elemento

Título Original: The Fifth Element / Le Cinquième Élément.
Género(s): Ciencia Ficción / Cyberpunk, Comedia.
Director: Luc Besson.
Emisión: 1997.
Duración: 95 minutos.
Extras:

Uno de los más grandes clásico de la Ciencia Ficción Cyberpunk es sin duda alguna El quinto Elemento, una de las obras más apreciadas y reconocidas por los fans de este género y que incluso podríamos decir que se ha convertido de una obra de culto. Con una historia que te atrapa, personajes muy bien diseñados, buenas actuaciones, una banda sonora espectacular y diseños formidables tanto de vestuarios como en escenarios, la película se ha mantenido como una de las mejores en su género por más de veinte años.

La calidad técnica es una de las partes más sobresaliente, pues si bien los efectos digitales ya lucen viejos y muy artificiales, los efectos prácticos y la utilería aún lucen estupendamente. Los vestuarios destacan por ser estrafalarios y generar con ello un aura futurista sin la necesidad de gadget ni ropa inteligente, los prostéticos y el maquillaje están muy bien diseñados y los extraterrestres que vemos en pantalla le dan ese toque de Space Opera tan particular. La música también es muy buena y sobre todo la mezcla del sonido ambiental. Pero sobre todo, los escenarios y artilugios basados en los diseños de Moebius se llevan las palmas. Personalmente, la ciudad de Nueva York que vemos en este filme es una de mis ciudades Cyberpunk favoritas.

La calidad actoral también es un punto a destacar, pues si bien es una película de acción y los personajes responden a las necesidades de este tipo de historia, los actores le otorgan una calidad que debemos reconocer. Bruce Willis en su papel de héroe rudo que no sigue las reglas es adecuado aunque nada fuera de lo que está acostumbrado a hacer, Milla Jovovich además de estar guapísima como Leeloo encarna uno de sus papeles más emblemáticos y queridos por sus fans, pero son sin duda Gary Oldman y Chris Tucker quines se llevan las palmas, el primero por dar vida Jean-Baptiste Emanuel Zorg, el peculiar villano en turno, y el segundo por encargar al personajes más divertido y verde de la historia, el locutor de radio y sex-symbol Ruby Rhod.

La historia inicia en 1914 cuando unos arqueólogos estudiar unas ruinas en Egipto en las cuales hay unas inscripciones que describen la existencia de un arma con el poder suficiente para hacerle frente al mal.  Mientras los investigadores leen las inscripciones una nave espacial aterriza en las afueras y entra al templo, al parecer ese lugar resguardaba los cinco elementos para combatir al mal. Los Mondoshawan se llevan los valiosos objetos y prometen regresar a la tierra para protegerla cuando el mal regrese. Un sacerdote que se encontraba en el lugar recibe la encomienda de transmitir esos conocimiento a las siguientes generaciones para que esperen el regreso del quinto elemento, el ser supremo y perfecto, dentro de 300 años.

La historia hace un salto hasta el año 2263, cuando una entidad extraña aparece en el espacio, al parecer se trata de una antigua fuerza maligna que amenaza con destruir toda la vida en el universo. Para nuestra fortuna, los Mondoshawan regresan, pero son atacados por un grupo de Mangalores, piratas espaciales contratados por el maligno empresario Zorg para roban las piedras de los cuatro elementos y estrellar la nave. Científicos humanos rescatan algunas células del quinto elemento y lo clonan, el resultado es una hermosa mujer pelirroja llamada Leeloo.

Leeloo escapa del laboratorio donde fue clonada y termina en el taxi de Korben Dallas, antiguo miembro del ejército. Korben lleva a Leeloo con la única persona que ella conoce, el sacerdote Vito Cornelius, guardián actual de la orden Mondoshawan. Leeloo pone al padre al tanto del robo y juntos buscan la forma de recuperar las piedras, las cuales al parecer fueron ocultadas previendo posibles ataques, para traerlas de vuelta deberán viajar hasta el planeta Fhloston Paradise para encontrarse con la Diva Plavalaguna, quien las resguarda. Mientras tanto, Korben es reclutado para la misma misión y tanto él como Leeloo terminan viajando juntos para recuperar la única arma que puede hacer frente al mal.

Una característica peculiar y cómica es la forma en que se narran los sucesos, pues tenemos escenas con los héroes que se van alternando con escenas con los villanos y en las cuales los diálogos de unos personajes son complementados o terminados por otros que se encuentran a otro contexto totalmente diferente. Esa forma de narración tiene una finalidad cómica que puede tener malos resultados y verse muy tonta, pero aquí creo que funciona perfectamente.

La ciudad donde trascurre el inicio de la historia es de mis urbes Cyberpunk favoritas, sobre todo porque presenta todos los elementos del canon tradicional: violencia, hacinamiento, contaminación, alta tecnología, represión policiaca, funcionarios inútiles, corrupción y una sociedad totalmente desconectadas de los valores tradicionales. La parte espacial también me gusta, pues la convivencia con extraterrestres le da un toque de Space Opera muy atractivo y que me recuerda sagas como Star Wars, aunque los diseños de Moebius tienen un poco la culpa de ello.

Los toques de comedia son otra de las características particulares de la obre, sobre todo con las narraciones de Ruby Rhod, mi personajes favorito, cuya afeminada personalidad sin duda debió resultar transgresora para la heteronormatividad de ese tiempo. Esa mezcla de comedia, acción y sensualidad le da a El Quito Elemento su esencia tan particular, y dichos rasgos se ven encarnados en Roby, Korben y Leeloo respectivamente.

Retomando el aspecto de la sensualidad y la seducción creo que es uno de los aspectos mejor logrados del filme, pues por una parte tenemos escenas sensuales con desnudos e insinuaciones eróticas, pero al mismo tiempo esa sexualidad no es descarada, exagerada ni morbosa, está siempre en el límite adecuado para darle se sabor exótico al filme sin sobrepasarse. Acción, comedia y sensualidad son todo lo que se necesita para hacer de la película algo espectacular, aunado también a la historia entretenida pero nada compleja y al formidable apartado visual.

Las referencias a las culturas del pasado es un aspecto interesante para analizar desde la perspectiva de la teoría de géneros, pues nos proporciona el anclaje terrenal que las películas espaciales o muy futuristas necesitan para funcionar. Aquí tenemos una sociedad del futuro pero anclada a muchos elementos culturales e históricos del pasado y ese aspecto mantiene la posibilidad de que nos relacionemos con la historia sin importar que tan futurista sea.

El punto más débil es el inevitable cliché del tipo rudo que es un donnadie en la actualidad a pesar de haber sido destacado en el pasado y que por alguna razón termina en una misión para salvar al mundo que sólo él puede lograr. Y también el hecho de que los extraterrestres plantaron la civilización en la tierra. Fuera de ese aspecto ya sobreexplotado, el resto de la película no tiene desperdicio, desde la parafernalia, utilería, vestuario y caracterización, hasta la historia, los viajes espaciales, efectos y música. En mi opinión, una de las obras de Ciencia Ficción mejor logradas de todos los tiempos, y que si bien es sencilla y fácil de digerir también tiene mucha tela de dónde cortar.

Moebius

Moebius 1

Durante la mayor parte del 2012 el blog estuvo elegantemente decorado con las ilustraciones de Tatsuyuki Tanaka de su libro Cannabis Works, pues bien, ahora toca turno de adornarlo con las ilustraciones de uno de los más grandes dentro del mundo ilustrado de la Ciencia Ficción, me refiero al artista Moebius.

Jean Giraud, mejor conocido como Moebius, fue un artista francés nacido en 1938 y que desafortunadamente falleció el año pasado a la edad de 73 años debido al Cáncer. Moebius fue todo un revolucionario dentro de la Ciencia Ficción, pues reinventó la estética y creó un estilo propio que nada tenía que ver con el clásico Retrofuturismo setentero ni con el pesimista Cyberpunk de los ochenta. El estilo de Giraud nos remite a lo antiguo y a lo burdo, semejándose a esas películas Serie B pero con una esencia que rompe con todos los demás estilos dentro de la Ciencia Ficción. Para mí, el estilo de Moebius es sencillamente el mejor de todos dentro de éste género artístico, sólo superado por los retorcidos escenarios de Otomo.

Jean Giraud

Entre las obras más famosas de Moebius tenemos Blueberry (1963), un comic western en donde nos narra las aventuras del Teniente Mike Steve Donovan; El Incal (1980-88) en donde John Difool nos lleva por mundos metafísicos en una extraña y original propuesta de ciencia ficción, con un guion de Alejandro Jodorowsky, con quien Moebius trabajó estrechamente. Otras de sus obras son Arzach (1975-76) y The Long Tomorrow (1975); la primera coquetea con la Ciencia Ficción y la Fantasía Heroica, mientras que la segunda es netamente Ciencia Ficción con una estética cyberpunk que se popularizó años más tarde con Blade Runner (Ridley Scott, 1982).

Jean también colaboró en diferentes películas como diseñador, creando personajes, escenarios, naves y parafernalia diversa. Entre los filmes más famosos tenemos Tron (Steve Lisberger, 1982), Masters of the Universe (Gary Goddard, 1987), Willow (Ron Howard, 1988) y The Fifth Element (Luc Besson, 1997). Moebuis no sólo colaboró directamente con estas películas, sino que inspiró la estética de muchas otras, como la ya mencionada Blade Runner, Alien (Ridley Scott 1979) y Star Wars (George Lucas, 1977). Asimismo él se inspiró de artistas de todo el mundo, entre ellos Japón.

Giraud participó activamente durante toda su vida en diversas revistas de Fantasía y Ciencia Ficción, como Metal Hurlant, y no es exagerado cuando digo que éste hombre realmente revolucionó el género, pues rompió el paradigma de lo que debía ser la Ciencia Ficción hasta ese entonces. Sus obras no se limitaron a ilustraciones, pues manejó numerosas técnicas y siempre mostró una gran carga sexual, violencia, surrealismo y elementos psicodélicos.

En lo personal me encanta su obra, es excesiva, sobresaturada en ocasiones, juega con lo fantástico y lo medieval, nos trasporta al espacio y al viejo oeste, a los tiempos bárbaros y a mundos totalmente oníricos. Sus ilustraciones parecen ser la fuente de la cual beben muchos de los artistas y cineastas más elogiados de la actualidad. Viendo su trabajo no puedo evitar recordar obras como Zardoz (John Boorman 1974), Heavy Metal (Gerald Potterton 1981), Galaxy of Terror (Bruce D. Clark 1981), Conan (Jonh Milius 1982), He-man (Lou Scheimer 1983-84), Tenshi no Tamago y Akira, filmes únicos en su clase y que muestra una Ciencia Ficción y una Fantasía diferente, visceral, incómoda, que se entremezcla y da origen a un producto que a mi particularmente me fascina.

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