Anduve fuera y a penas hoy regresé. Siempre publico una entrada el 31 de diciembre de cada año y ya tenía escrita la del 2021, pero no la dejé programada porque la escribí a principios de mes y quería esperarme a sacar la captura de las estadísticas del año el último día y pues se me olvido llevarme el archivo para programarla mientras estaba fuera. En fin, les dejo la entrada.
Segundo año de pandemia y seguimos vivos y escribiendo en este viejo blog, algo que luego de ver Rebuild of Evangelion 3.0+1.0 creí que no seguiría haciendo pues entre septiembre y octubre perdí un poco de esa claridad mental y dejé de tener ganas de ver serie y más aún de escribir sobre ellas, pero el Día de Muertos, esa fecha tan importante para los mexicanos y cuya celebración es la que más me gusta me hizo regresar del hiatus en que me encontraba y que inicialmente había planeado como indefinido, hasta había escrito una entrada explicando que no publicaría durante un tiempo indeterminado. Pero no, el blog no se podía quedar sin su pequeño pero muy simbólico especial de Día de Muertos, pues desde que estamos en WordPress he reseñado algo de terror japonés, algo de terror mexicano y alguna película de Halloween los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, y no quería que este año se quedara vació, así que escribí a contrarreloj algo para publicar al respecto y eso casualmente me regresó un poco la motivación para publicar.
Porque a excepción de la entra sobre El Juego del Calamar y The Boys, todo lo demás ya lo tenía escrito desde principios de septiembre, sólo que no me daban ganas de publicar y menos de escribir más, así que por eso aquellas semanas de inactividad. Además de que también quise darme un tiempo de descanso pues había logrado mantener un ritmo de publicación de cada cinco días durante ya varios meses. No sabemos qué nos deparará el 2022 con las nuevas variantes, seguramente la pandemia no desaparecerá y la crisis económica empezará a agudizarse, pero les deseo a todos un excelente año y sobre todo mucha salud, aquí nos vemos, o leemos, el próximo año con más reseñas, podcast y cosas frikis de la cultura pop, porque como dice el slogan del blog, reseñarlo no era suficiente. Por cierto, este ha sido nuestro mejor año en visitas desde el apocalipsis de las imágenes indexadas en 2012.
El pasado 31 de julio se cumplieron 10 años desde que me di de alta en WordPress, sin embargo, fue hasta el pasado 4 de agosto cuando se cumplió la primera década desde que empecé a publicar reseñas y ensayos en este blog; la primer entrada que se publicó fue La Princesa Mononoke.
Antes de eso ya tenía 3 años blogueando en Space.live, extinto servicio que se proporcionaba como parte de Hotmail. No obstante, la mudanza ha resultado benéfica pues WordPress ofrece un servicio del que no me puedo quejar, además de proporcionar unas buenas estadísticas sobre el rendimiento del blog, números que a continuación les comparto.
En estos diez años hemos recibido más de 602 mil visita, nos han leído más de 263 mil personas y hemos publicado 627 entradas (628 contando ésta). Hemos tenidos, además de mí, a dos colaboradores que han escrito para el blog, el buen Vossk y Mike. Iniciamos un Podcast, DeFicciones, que hasta ahora lleva 24 episodios y donde además de Vossk he contado con la participación de Fany.
Nuestro mejor año fue 2012 antes de que Google desindexara las imágenes, pero en los últimos tres años nos hemos recuperado bastante.
2011 y 2015 fueron los años con más entradas publicadas, mientras que 2016 sufrió el abandono, aunque desde 2018 hemos mantenido un ritmo constante.
Nuestro promedio de visitas se ha mantenido entre 120 y 150 diarias, aunque la cuarentena causada por la pandemia de Covid-19 ha sido favorable para el blog, pues las visitas en estos meses de confinamiento (abril a junio) han incrementado considerablemente, permitiéndonos superar el promedio de las 200 visitar por día.
De las 627 entradas publicadas las más leídas son Gorillaz (un ensayo sobre la mítica banda virtual y la primera entrada publicada en el blog que no hablaba de anime), Super Ecchi (un análisis del género), la reseña de Hermelinda Linda (película mexicana de la afamada bruja bondojiana), Entendiendo Cloud Atlas (un ensayo para explicar la película), Ikkitouse Great Guardians Ovas (reseña de las sensuales ovas de la serie) y Ergo proxy: una mirada más profunda (ensayo que desmenuza la serie animada). Cada una de esas entradas tiene más de 10 mil visitas.
Lo que sigue ahora para el blog es continuar con las reseñas, juntar las necesarias para mantener la constancia de una entrada cada cinco días y disponer del tiempo suficiente para volver a escribir ensayos y análisis sobre géneros cinematográficos. Revivir el Podcast y las Pláticas de Ciencia Ficción, del primero ya tenemos tres programas grabados pero los publicaré hasta que tengamos toda la temporada lista, además de que Vossk se quedó sin computadora. Pero antes de todo eso, unas merecidas vacaciones, nos vemos en octubre con más contenido en Café Anime Lair, gracias a todos.
Cuando tenía entre 16 y 17 años fue la época en la que veía más anime. Recientemente me había iniciado en este mundo de la animación japonesa y trataba de consumir todo lo que podía, series que me recomendaban o de las que leía en algún blog, algunas que encontraba más por casualidad que por otra cosa. Mis deseos de ver tanto anime como pudiera me llevaron a ver varias series al mismo tiempo, pero cuando empecé el blog me di cuenta de que no era un sistema adecuado.
En la primera etapa del blog empecé a reseñar animes que había visto mucho tiempo antes y de los que ya no recordaba mucho, así que cuando nos mudamos a WordPress, hace ya 10 años, inicié un nuevo sistema. Ya tenía un tiempo viendo sólo una serie al mismo tiempo, pues quería dedicarle mi atención exclusivamente a esa serie en particular y por “respeto” una vez que la terminaba dejaba pasar al menos un día antes de inicia una serie nueva, como para saborear el regusto que te deja la serie un poco más antes de mezclarlo con nuevos sabores.
El nuevo sistema consistía, además, en tener una libreta en la cual iba anotando ideas que me parecería interesante mencionar en las reseñas o impresiones que la serie me había causado y que si no las apuntaba en ese preciso momento seguramente las olvidaría cuando fuera el momento de reseñarla. Así empecé con un método que consistía en ver una serie únicamente, mientras lo hacía anotaba ideas que usaría para escribir en el blog y al terminar la serie esperaba hasta el día siguiente para escribir la reseña, según yo para que la emoción pasara y así escribir algo más imparcial; actualmente muchas las escribo el mismo día si me da tiempo.
Pero el hecho es que desde hace más de diez años no había visto más de una serie de anime a la vez, pues la presión de tener que reseñar es algo que te fuerza a poner un poco más de atención, por eso la desidia que tengo con frecuencia por empezar animes nuevos. No obstante, recientemente empecé a ver series de las que no tenía pensado hablar (o de las que ya lo había hecho) y consideré que bien podría volver a ver anime como hacía en mi adolescencia.
Luego de mi encuentro con AnimeFLV decidía empezar a ver Slam Dunk, un anime que disfrutaba mucho de niño, retomé Ergo Proxy por Netflix (pues cada que sale uno de mis animes favoritos en un nuevo medio o plataforma lo tengo que volver a ver) y, dado que My Hero Academia dejará de estar en Crunchyroll me decidí a terminar la cuarta temporada que había dejado botada ya que no me atrapó tanto como las pasadas, ya no soy la demografía a la que está destinada como sí lo soy de One Punch Man.
Estos días (hacer algunas semanas para el momento en que esto se publique) he podido disfrutar de ver anime sin la presión de anotar cosas para luego reseñarlas (al final sí terminé anotando cosas sobre Slam Dunk). Y no tanto porque no piense hacerlo, sino porque luego de tanto años escribiendo en el blog ya puedo hacerlo sin forzosamente tener la libreta a la mano, aunque personalmente me siento mucho mejor cuando sé que las ideas que me gustaría comentar ya están a salvo en papel.
Con este año cumplimos ocho años en WordPress y once blogueando desde mis primeros inicios. Sin duda uno de los mejores años hasta ahora, pude mantener un ritmo constante al publicar cada cinco días y es el año con más visitas desde 2012. El podcast fue el que sufrió más abandono, pero espero que podamos regresar para el próximo año con toda la temporada ya grabada o al menos parte de ella, pues se vienen buenos estrenos de los que ansío poder hablar, así como la conclusión de series de las que he querido escribir aquí desde hace mucho.
Haré unos pequeños cambios en lo que respecta al blog el próximo año, no muy radicales pero con la tendencia a centralizar el contenido en este espacio, veremos que tal resulta. Este año también pude ver más anime que en otros años y a pesar de que por mucho tiempo no tuve ganas de ver nada, logré reponerme en los últimos meses.
Sin más demora quiero agradecer a todos por su apoyo, tanto a los viejos lectores que nos siguen desde hace años como a los nuevos, muchísimas gracias, espero verlos por aquí el año entrante. A mis queridos colaboradores Vossk y Fany ojalá y sigamos haciendo cosas juntos este 2019. Y a partir de ahora, sólo por llevar un registro personal, dejaré una lista con todas las obras animadas, series y películas que reseñé este 2018 en orden cronológico, así como aquellas que vi por primera vez pero que no he reseñado todavía.
Hace diez años publiqué mi primera entrada en un blog. Bueno, a decir verdad fue mi primera entrada en un blog llamado “Piedra, Papel o Tijeras” y que tenía la intención de convertir en un blog de anime; antes ya había escrito algunas tonterías sobre cosas de la preparatoria que nada tenían que ver con la animación oriental. Esas entradas fueron borradas y sustituidas por la reseña de dos párrafos de la serie AIR, la serie de animación japonesa que había visto más recientemente.
El nombre de “Piedra, Papel o Tijeras” los copié de un blog español con el mismo nombre (sin la o) que actualmente ya no existe. Ese blog reseñaba de todo, anime, series, películas y lo hacía con un lenguaje simple y muy breve, a los más tres párrafos. Allí me enteré de OVAs que en su tiempo eran un tanto de culto, como Hoshizora Kiseki, Hoshi no Koe y Pale Cocoon. Chuz, autor del blog, fue quien me dio a conocer a Yasuhiro Yoshiura y Makoto Shinkai, actualmente dos de mis directores favoritos. Y mis reseñas empezaron con ese estilo ligero, simple e informal.
Este fue la primera imagen de cabecera que tuve al mudarme a WordPress
Pasado un tiempo (algunos meses, quizás un año) cambié el nombre a “Cafer’s Anime Lair”, en honor a una extinta página dedicada a Evangelion que de hecho nunca tuve la oportunidad de visitar (para saber más de este tema y de mi inmersión en el anime te recomiendo el Podcast Piloto). El tiempo pasó y poco antes de abandonar el servidor de Windows Live Space cambié el nombre al actual Café Anime Lair. En esos últimos meses en el viejo blog publiqué una reseña de Dragon Ball, la cual fue comentada magistralmente por Vossk al grado de que su comentario fue mejor que mi propia reseña, tanto que eso me animó a pedirle que escribiera una reseña de toda la saga para mí, y ahí fue donde uno de mis mejores amigos de la preparatoria se convirtió en un colaborador del blog. Con el paso del tiempo lo fui animando para que reseñara más cosas y eventualmente participara tanto en el Podcast como en los esporádicos videos que subimos a YouTube.
Pasaron algunos meses y el servició de Live Space desapareció, muchos blogueros nos mudamos a WordPress, algunos transfirieron todo su contenido de forma automática y otros más decidimos comenzar de cero. En agosto de 2010 se publicó una reseña más extensa, estructurada y profunda que las que solía publicar en la desaparecida plataforma, esa reseña fue la de La Princesa Mononoke. Con el salto a WordPress inició una nueva etapa de blogueo en la que ya no sólo se comentaba anime, sino todo tipo de animación, ciencia ficción o, como dice el slogan del podcast, cosas frikis de la cultura pop.
En diez años hemos visto pasar a varios seguidores, uno de los primeros fue un tal Dark Duelist quien nos siguió fielmente durante nuestra primera etapa. DD o Doble D como le apodábamos en secreto, una tal Gatomón y otros más que aún hoy Hotmail me recuerda sus cumpleaños fueron las primeras personas en comentar y las que me permitieron ver el tipo de comunidades que podían crearse en el ciberespacio. Al llegar a WordPress aparecieron otras personalidades como Ragnarok de Desde el Palacio Valhala, Mike de Habitación Otaku y Ernesto de Cerdo Venusiano, con quienes he tenido el gusto de colaborar, aunque el mayor reconocimiento sin duda es para Kino, uno de los más fieles seguidores. Desde aquí un enorme agradecimiento a todos.
Una década creando contenido para internet se dice fácil, pero no lo es. Al menos en tres ocasiones he querido abandonar el blog, pero me alegra mucho no haberlo hecho. Aunque por diversos motivos han habido temporadas en las que se ha quedado un poco abandonado. Y no sé si sea casualidad pero muchos otros blogueros, youtuberos y podcasters han estado cumpliendo la misma edad en sus redes.
Este fue la primera portada que hice del podcast
Pero si bien nosotros nos mantenemos, muchos otros que no lo han lograron. Recuerdo que unos de los primeros blogs que seguí fue el de un tal Kurtis Duende, un tipo antisocial que le tiraba mierda a medio mundo, sobre todo al gobierno y a Televisa, en aquellos días mi yo de dieciséis años quedó bastante impresionado por su forma de escribir tan inteligente, según yo. Kurtis Duende fue hackeado y desapareció.
Cuando ya me empecé a meter al mundo del anime encontré dos blogs más, uno de ellos, a quien considero mi máximo gurú, y quien quizás sea el blog sobre Japón más visitado en español es Héctor García de Kira, un Geek en Japón. Su forma de bloguear y de darnos a conocer el país del sol naciente en una época en que los japantubers no existían, me fascino e inspiró a seguir y mejorar cada vez más mi blog. El otro blog nació un par de años antes también el Live Space y después dio el salto a bloguer, lamentablemente en 2012, luego de siete años, cesó sus actividades, me refiero a la que quizás fue la página de noticia sobre anime en español más importante de su tiempo La Ventana de Saori.
Muchos otros blogs han desaparecido o han sido descontinuados. Anicast “la primera radio de anime en México” y otros creadores de contenido friki de la vieja guardia han pasado a mejor vida; incluso blogs más jóvenes que este ya ha sido abandonado. Eso resulta irremediable, pero si de algo puedo sentirme orgulloso no es de la cantidad de visitas que tenemos, ni de la calidad del contenido, es por el hecho de haber sobrevivido una década en un mundo donde el promedio de vida de un blog es de tres años, luego de los cuales los administradores pierden el interés o el tiempo para continuarlos.
Nosotros al menos no nos vamos a ninguna parte. Mi interés y emoción por escribir contenido para mi blog nunca habían sido mayores, tanto que ya tenemos cubiertas las reseñas para los próximos seis meses. En estos diez años se han publicado 406 entradas, se han suscrito 94 personas, hemos tenido 136 mil visitantes y acumulado más de 416 mil visitas. Y tan vez no seamos el blog más popular del mundo, pero al menos sí somos uno de los más constantes. Gracias por darse el tiempo de leer esta entrada tan especial para mí y espero que puedan acompañarnos durante diez años más.
En 2006 inicie a ver anime como tal. Obviamente desde niño había consumido obras como Dragon Ball, Ranma ½, Pokemon, Digimon, Slam Dunk, entre muchas otras, pero ni sabía que eso se llamaba anime ni que venía de Japón. Fue hasta mi época de secundaria que tuve mis primeros acercamientos con el anime (el cómo terminé viendo animación japonesa lo pueden escuchar en el Podcast Piloto), ya para la preparatoria me enteré de la existencia de algo llamado Neon Genesis Evangelion, que terminé comprando en un puesto pirata y viendo de corrido el mismo día. A partir de ese momento inició mi inmersión en el mundo de lo friki.
Tiempo después decidí que quería escribir de qué trataba cada anime que veía en una libreta para no olvidarlo, pero la idea se me hizo algo tonta, aunque hacerlo en un blog me pareció una mejor idea. Así surgió en 2007 Café Anime Lair, que al principio se llamaba “Piedra, Papel o Tijeras” y luego “Cafer’s Anime Lair” para terminar con el nombre actual por ahí del 2008. Hoy, a manera de especial celebrando la primera década de vida del blog les traigo este video donde muestro toda mi colección de anime que tengo, pues al fin y al cabo la razón inicial para hacer este blog fue la de tener un archivo al que yo pudiera acudir cuando quisiera recordar de que trataba una serie que había visto ya hace mucho tiempo.