Pandora

Título Original: 판도라 (Pandora).
Género(s): Ficción Especulativa, Drama.
Director: Park Jung-woo.
Emisión: 2016.
Duración: 136 minutos.
Extras:

Hay ocasiones en las que uno se entera de algunas producciones coreanas que parecen prometer mucho, un claro ejemplo de ello es Train to Busan, una película que si bien no hace un gran aporte al Survival-Horror es muy entretenida. Pandora, por su parte, fue la primera película surcoreana vendida a Netflix antes de su estreno, lo cual nos dice que el portal de streaming consideraba que podría tener éxito con la audiencia occidental, y no se equivocaron.

La calidad del filme es excelente, a primera vista no parece como las grandes producciones hollywoodenses, y no lo es, pero todos sus aspectos fueron muy bien cuidados y tiene un nivel más que aceptable. Algunos efectos digitales sí se hacen bastante notorios pero los escenarios no digitales, el vestuario, el maquillaje y la música sí están al nivel de cualquier gran producción.

La historia toma lugar en el pequeño pueblo de Hanbyul, asentado al lado de la planta nuclear. El poblado ha sufrido el constante abandono de sus habitantes desde que llegó la planta y la mayoría de quienes aún viven allí trabajan en sus instalaciones. Kang Jae-Hyeok es un joven trabajador, un simple obrero que detesta su empleo pues su padre y hermano murieron en un accidente años atrás. La mayoría de los pobladores dependen económicamente de los trabajos que les da la planta, pero muchos de ellos la detestan por los accidentes y las pérdidas humanas que han enfrentado en el pasado.

Jae-Hyeok y sus amigos de la infancia son los típicos perdedores, todos trabajan en la planta y tienen distintas perspectivas al respecto, Jae-Hyeok sobre todo se preocupa por el poco mantenimiento que recibe su lugar de trabajo y por la indiferencia de las autoridades ente las necesidades de los obreros. Durante su turno ocurre un fuerte terremoto que daña las instalaciones y provoca que se fugue el refrigerante del reactor. Jae-Hyeok les dice a sus amigos que deben escapar, pero los jefes los encierran para que nadie escape.

A la par de la situación dentro de la planta y el drama familiar del protagonista y sus amigos, vemos la parte burocrática. Al parecer la planta inició sus operaciones de manera apresurada con una inspección deficiente y nulo mantenimiento, lo cual provocó que el sismo le causara tantos daños. La razón para poner en marcha el reactor era la necesidad que el gobierno y los empresarios tenían de demostrar que la energía nuclear era segura a fin de que una ley fuese aprobada en su favor.

La parte política es algo lenta pero nunca le resta presencia al desastre, por el contrario las acciones del presidente, primer ministro y demás miembros del gabinete siempre están relacionadas con evitar el desastre por una parte, disminuir el daño a los civiles y, principalmente, evitar una crisis económica derivada del incidente. Al final, la necesidad de mantener la estabilidad económica puede más en las autoridades que su deber de salvar algunas vidas.

Desde el inicio vemos las dos posturas sobre el uso de la energía nuclear, por una parte es una de las mejores fuentes de energía, no contamina el ambiente y es segura, pero por otra parte, la seguridad y estabilidad de las plantas depende del trabajo humano que está sujeto a múltiples errores, incompetencia, falta de equipo, personal no capacitado, intereses políticos y económicos y sobre todo corrupción. Los propios habitantes del pueblo está divididos entre quienes quieren la planta pues es su fuente de empleo y quienes la detestan pues pone en riesgo a sus familias.

El inicio es un poco lento, pero no dura mucho y una vez que inicia la acción no para hasta el final. La película es muy larga pero nunca se hace aburrida y que una película logre mantener tu atención constante por más de dos horas es algo que debemos reconocer. Una vez el incidente inicia todo es trepidante, hay emoción, drama, tensión e incluso algo de crudeza cuando vemos a los heridos por la explosión, pero sobre todo está cargada de actos heroicos que si bien son cliché no dejan de ser emotivos.

El final es conmovedor y sumamente épico, los personajes no son del todo destacables pero se ganan tu corazón con sus actos heroicos y te invita a la reflexión sobre aquellas acciones que bomberos, rescatistas y trabajadores hicieron para evitar una fusión nuclear aún a costa de sus vidas. El envenenamiento por radiación se convierte en el mayor peligro y al ser un enemigo invisible permite mucha fluidez en la acción que vemos en pantalla.

Al final hay un claro mensaje sobre el uso de la energía nuclear, derivado por el accidente ocurrido en Fukushima en 2011. Aunque la película no toma una postura radical, pues muestra tanto el lado bueno como el malo de la energía nuclear, sí es una clara protesta a la gran cantidad de plantas nucleares que hay en Corea del Sur, el país con mayor densidad del mundo en este tipo de instalaciones. La película es grandiosa, emocionante y con seguridad te mantendrá pegado a la pantalla desde el inicio hasta el final, la perfecta recomendación para quien desee pasar la tarde con una película llena de emoción y desastres.

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