Cuando tenía entre 16 y 17 años fue la época en la que veía más anime. Recientemente me había iniciado en este mundo de la animación japonesa y trataba de consumir todo lo que podía, series que me recomendaban o de las que leía en algún blog, algunas que encontraba más por casualidad que por otra cosa. Mis deseos de ver tanto anime como pudiera me llevaron a ver varias series al mismo tiempo, pero cuando empecé el blog me di cuenta de que no era un sistema adecuado.
En la primera etapa del blog empecé a reseñar animes que había visto mucho tiempo antes y de los que ya no recordaba mucho, así que cuando nos mudamos a WordPress, hace ya 10 años, inicié un nuevo sistema. Ya tenía un tiempo viendo sólo una serie al mismo tiempo, pues quería dedicarle mi atención exclusivamente a esa serie en particular y por “respeto” una vez que la terminaba dejaba pasar al menos un día antes de inicia una serie nueva, como para saborear el regusto que te deja la serie un poco más antes de mezclarlo con nuevos sabores.
El nuevo sistema consistía, además, en tener una libreta en la cual iba anotando ideas que me parecería interesante mencionar en las reseñas o impresiones que la serie me había causado y que si no las apuntaba en ese preciso momento seguramente las olvidaría cuando fuera el momento de reseñarla. Así empecé con un método que consistía en ver una serie únicamente, mientras lo hacía anotaba ideas que usaría para escribir en el blog y al terminar la serie esperaba hasta el día siguiente para escribir la reseña, según yo para que la emoción pasara y así escribir algo más imparcial; actualmente muchas las escribo el mismo día si me da tiempo.
Pero el hecho es que desde hace más de diez años no había visto más de una serie de anime a la vez, pues la presión de tener que reseñar es algo que te fuerza a poner un poco más de atención, por eso la desidia que tengo con frecuencia por empezar animes nuevos. No obstante, recientemente empecé a ver series de las que no tenía pensado hablar (o de las que ya lo había hecho) y consideré que bien podría volver a ver anime como hacía en mi adolescencia.
Luego de mi encuentro con AnimeFLV decidía empezar a ver Slam Dunk, un anime que disfrutaba mucho de niño, retomé Ergo Proxy por Netflix (pues cada que sale uno de mis animes favoritos en un nuevo medio o plataforma lo tengo que volver a ver) y, dado que My Hero Academia dejará de estar en Crunchyroll me decidí a terminar la cuarta temporada que había dejado botada ya que no me atrapó tanto como las pasadas, ya no soy la demografía a la que está destinada como sí lo soy de One Punch Man.
Estos días (hacer algunas semanas para el momento en que esto se publique) he podido disfrutar de ver anime sin la presión de anotar cosas para luego reseñarlas (al final sí terminé anotando cosas sobre Slam Dunk). Y no tanto porque no piense hacerlo, sino porque luego de tanto años escribiendo en el blog ya puedo hacerlo sin forzosamente tener la libreta a la mano, aunque personalmente me siento mucho mejor cuando sé que las ideas que me gustaría comentar ya están a salvo en papel.