Memories

Título Original: Memories.
Género(s): Ciencia Ficción / Ciencia Ficción Social, Drama, Comedia.
Director: Koji Mirumoto, Tensai Okamura, Katsuhiro Ôtomo.
Estudio: Madhouse, Studio 4° C.
Emisión: 1995.
Duración: 113 minutos.
Extras:

Memories es una antología coordinada por Karsuhiro Ôtomo que conjunta tres mediometrajes dirigidos por diferente director, con historias y personajes que no tienen relación alguna. Cada director da su sello particular a su historia, y cada una de ellas aborda temáticas muy distintas pero todas dentro de la Ciencia Ficción, lo que hace de este compendio de historias una grandiosa recomendación para quienes gustan de la ciencia ficción japonesa.

La Rosa Magnética (Koji Morimoto)

La primera historia es una aventura espacial que bien podría remitirnos al Space Opera. La historia se desarrolla en 2092 en el espacio y sigue al equipo del Corona, una nave recolectora de desechos que se encarga de la basura espacial que flota a la deriva. Luego de una ardua jornada de trabajo, los miembros de la tripulación se disponen a descansar, pero una llamada de emergencia los obliga a cumplir los protocolos e ir en auxilio de quien los necesita. Para su mala fortuna la nave en aprietos se encuentra en una zona de alta inestabilidad magnética que daña los equipos de navegación, conscientes del peligro deciden ir al rescate.

Al ingresar a la nave, los hombres descubren que aquel transporte era la antigua mansión de una talentosa y afamada cantante de ópera que vivió muchos años antes. Mientras buscan quién emitió la señal descubren que la nave no es lo que parece y que extraños sucesos fantasmagóricos empiezan a ocurrir en su interior. ¿Será que los fantasmas habitan la nave o existirá alguna explicación para los oníricos fenómenos que suceden en su interior?

La calidad de animación es fantástica, la música, que retoma canciones de ópera, le va excelente y ese estilo industrial y desvencijado de la nave tiene toda la estética cyberpunk japonesa de las obras clásicas. La historia tiene drama, suspenso y acción, retoma la vieja historia sobre barcos fantasmas pero la traslada al espacio exterior de una manera increíblemente envolvente.

Bomba de Olor (Tensai Okamura)

La segunda historia tiene un estilo más cómico que contrasta con el carácter apocalíptico de su historia, que bien podría haberse desarrollado como algo más crudo y aterrador, pero cuya versión cómica y ligera también es bastante atractiva y entretenida. La calidad de animación es muy buena, la música es divertida y evita que todo se torne crudo y el diseño de personajes es bastante atinado.

La historia gira en torno a Nobuo Tanaka, un joven que trabaja en una compañía que fabrica medicinas. Luego de varios días de estar enfermo, decide ir al doctor, pero la medicina que el médico le administra parece no surtirle efecto, cansado de su malestar decide hacerle caso a sus compañeros y probar la nueva medicina experimental en la que el laboratorio ha estado trabajando. Para su mala fortuna, Nobuo toma las pastillas equivocadas y se desata una terrible contingencia biológica, pues el nuevo medicamento le hace despedir un terrible olor que desmaya a personas y animales.

Nobuo contacta a los jefes quienes sin saberlo le piden que lleve los documentos y las pastillas hasta Tokio. El chico empieza su recorrido dejando tras de sí un terrible desastre ambiental y una insoportable pestilencia. Al parecer, mientras más activo está el joven más olor desprende, por lo que para evitar un desastre mayor el ejército Estadounidense y las fuerzas de defensa japonesas tratarán hasta lo imposible para detenerlo antes de que llegue a Tokio y devaste la capital.

Carne de Cañon (Katsuhiro Otomo)

La última historia es la más corta de todas y tiene un estilo muy diferente y un tanto artesanal que no me agradó del todo, pero que funciona para el tipo de crítica social que pretende hacer Ôtomo. El diseño de escenarios es muy bueno y bastante detallado, con tubos de vapor por toda la ciudad que nos remiten al Steampunk. El estilo de los personajes no terminó de convencerme aunque sí logró remitirme a una Europa en plena Segunda Guerra Mundial.

La historia nos muestra un día en la vida de una familia convencional que vive en una ciudad donde todo son cañones. Toda la infraestructura y la organización social gira en torno a la guerra, la dinámica de la ciudad entera se mueve en torno a disparar una serie de inmensos cañones todos los días contra el enemigo, incluso la educación de los niños está diseñada para prepararlos como artilleros.

El corto de Otomo en el más crítico de todos, pues nos presenta a una sociedad muy orwelliana donde toda la estructura social está diseñada para mantener la maquinaria de la guerra contra un enemigo que se antoja imaginario. Los habitantes ni siquiera están seguros de contra quien ni por que pelean, su vida se reduce a disparar un cañón de la mejor manera posible. Y aunque la historia no profundiza en ningún aspecto, logra desarrollar una dinámica social interesante que es fácilmente analizable por parte del espectador poniendo un poco de atención.

Wolf’s Rain ovas


Título Original: ウルフズ・レイン (Warafusu Rein).
Género(s): Kemono, Drama, Romance, Fantasía, Ciencia Ficción /Biopunk/Ciencia Ficción Social.
Director: Tensai Okamura.
Estudio: Bones.
Emisión: 2003.
Duración: 4 ova.
Extras:

Los OVA de Wolf’s Rain son la continuación de la serie y le dan un final más conciso, pues después de los cuatro tediosos capítulos de relleno, que aparentemente se debieron a problemas en el estudio de animación, el final de la serie resultó inconcluso y forzado.

Los OVA conservan la misma calidad en cuanto a música y animación, pero la historia da un giro dramático y se hace más cruda, pues los personajes sufren grandes desgracias que incluso los llevan a la muerte. En lo personal me parece que se abusa del sacrificio, pues la mayoría de los personajes exponen su vida para alcanzar un paraíso que aparentemente no existe.

En estos cuatro capítulos conocemos más de los personajes que en toda la serie, y podemos notar el crecimiento y madures que en realidad alcanzaron. También terminamos por entender el misterio sobre Cheza, el paraíso, el Libro de la Luna, Darcia y la relación entre lobos y humanos, razón por la cual los OVA son indispensables para conocer el desenlace final de la historia.

A pesar de que los ova son en realidad los capítulos finales, me parecen recomendables únicamente para aquellos que en verdad hayan disfrutado la serie y quieran conocer el verdadero final.

Wolf’s Rain

Título Original: ウルフズ・レイン (Warafusu Rein).
Género(s): Kemono, Fantasía, Drama, Ciencia Ficción/Biopunk/Ciencia Ficción Social, Romance.
Director: Tensai Okamura.
Estudio: Bones.
Emisión: 2003.
Duración: 24 episodios.
Extras: 4 OVA.

Un desarrollo lento, una ambientación gris y una historia sólida, que desgraciadamente no explota todo el potencial que tiene, hacen de Wolf’s Rain más que el típico anime postapocalíptico de una sociedad decadente y al borde de la destrucción, pues la conjunción de sus argumentos y los elementos totémicos que incluye la convierten en una serie novedosa y amena.

La historia, aunque nunca se dice directamente, se desarrolla al sur de los Estados Unidos y retoma elementos simbólicos de las tribus indígenas que antiguamente habitaron aquella región, algo nunca antes visto en la animación japonesa. Podemos ver alusiones al Valle de la Muerte en California y una posible referencia a Ernest Thompson Seton, quien inicio el movimiento “woodcraft” para proteger la vida salvaje y cuyo interés se inició por el incidente con un lobo.

La calidad de animación es muy buena, pues la nitidez de los gráficos hace que los escenarios luzcan espectaculares y en ningún momento encontramos escenas lúgubres con falta de luz. Por su parte, la música es muy amena y le da a la serie una ambientación única y original, pues sus tonadas lentas y de estilo andaluz rompen con el ambiente apocalíptico y contrastan totalmente con los escenarios, creando un efecto por demás agradable.

El diseño de los personajes —sobre todo de los principales— sí deja mucho que desear, pues caen en los estereotipos del chico malo, el amable, el tierno y el líder. Además, su desarrollo y crecimiento en la historia es casi nulo pues, salvo algunos aspectos muy someros de su vida, no conocemos prácticamente nada de su pasado y su personalidad se mantiene constante durante toda la serie. Afortunadamente, los personajes secundarios toman las riendas de la historia y desarrollan perfectamente los elementos dramáticos.

La historia se desarrolla en un mundo postapocalíptico donde la mayoría de la población vive en la miseria y sólo los acaudalados nobles gozan de las comodidades tecnológicas en las fortificadas ciudades que los protegen del perpetuo invierno y de las cruentas guerras que se libran en el exterior.

Cuatro jóvenes lobos, Kiba, Hige, Toboe y Tsume, intenta encontrar a Cheza (la chica flor) para poder llegar al paraíso antes de que los nobles la capturen y usen para sus despiadados propósitos. Por su parte, la científica Cher Degre y el detective Hubb Lebowski, acompañados del Sheriff Quent Yaiden quien desea vengarse de los lobos que destruyeron su ciudad, intentan descubrir el secreto de Cheza.

La historia usa perfectamente las características lupinas de sus personajes principales, y el hecho de presentarlos con forma humana les da un toque más íntimo y personal para con el televidente. Además, la integración de una cosmovisión indígena que mezcla las creencias que los nativos americanos tienen sobre la naturaleza y la muerte resulta una idea más que acertada.

El único aspecto que podría resultar molesto es la lentitud con la que avanza la serie y la falta de escenas de acción que uno esperaría al tener lobos como personajes principales. Sin embargo, a pesar de lo plana que pueda resultar la historia, ésta no es repetitiva ni monótona en ningún momento, salvo en el enorme flash-black (episodios 15 al 18) que intenta desarrollar más los personajes. A pesar de ello, me parece que cumple con el propósito de entretener y cuenta con las características suficientes para ser un buen y agradable anime.