La Tumba de las Luciérnagas

La Tumba 1

Título Original: 火垂るの墓 (Hotaru no Haka).
Género(s): Drama, Bélico, Seinen.
Director: Isao Takahata.
Estudio: Studio Ghibli.
Emisión: 1988.
Duración: 88 minutos.
Extras:

Resulta peculiar como algunos directores son reconocidos por determinada obra en particular, pero resulta más atractivo cuando se les recuerda por su opera prima. Isao Takahata es reconocido principalmente por éste filme el cual es sin duda el mejor que ha dirigido. Más importante aún, es de las obras más apreciadas de su estudio y del cine en general. Cruda, violenta, realista y triste, La Tumba de las Luciérnagas —basada en la novela homónima de Akiyuki Nosara— es de los mejores trabajos antibélicos que nos exponen los horrores de la guerra.

Su calidad técnica es muy buena, desde los detallados escenarios en ruinas y la desolación que han dejado los bombardeos, hasta la formidable música que nos sumerge en un ambiente nostálgico y dramático que pocas veces podemos experimentar, llegando incluso a entristecernos o deprimirnos, y convirtiéndose en el elemento crucial en la construcción del escenario. El diseño de personajes es de lo mejor que he visto, de todos ellos podemos hacer una doble lectura y experimentar a partir de sus experiencias lo violento que puede resultar un cambio tan drástico como el ser refugiado o desplazado de guerra.

La historia se desarrolla en Japón en el verano de 1945 justo durante la Segunda Guerra Mundial y gira en torno a Seita, un chico de 14 años que vive en Kôbe con su hermana Setsuko de 5 años; desafortunadamente, los Estados Unidos inician bombardeos sobre blancos civiles y su ciudad es atacada. Durante los ataques la madre de los niños muere y estos se quedan solos y se ven obligados a mudarse con una tía lejana, sin embargo, los conflictos no tardan en presentarse y Seita decide dejar a su tía y valerse por sí mismo. Como es de esperarse, él aún no tiene la madures para hacerse cargo de su hermana y menos aún en un país que libra una guerra. A partir de ese momento la historia se convierte en una lucha constante para sobrevivir al hambre, las enfermedades y el desprecio por ser huérfanos, llevando a nuestros protagonistas al borde de la desesperación y forzando a Seita a robar para llevarle un poco de alimento a su hermana.

A pesar de no ser un documental sobre la guerra, como el cortometraje Un trágico día de verano, la obra nos permite observar aspectos que debieron ser comunes en la población civil durante los días de guerra, como los preparativos para los bombardeos, la forma de evacuar, la vida en los refugios, las provisiones enterradas en los jardines, el sistema de raciones, la escases de recursos y el miedo constante. Asimismo, nos muestra —de una forma un tanto incómoda— la devastación dejada por los ataques, las multitudes hurgando entre los escombros, las casas destruidas y la gente muerta, quemada o mutilada. Y si algo nos ha demostrado Ghibli y lo refuerza con esta producción, es que sabe retratar la realidad, ya sea que hablemos de algo feliz o de algo horrible.

Retomando la cuestión de los personajes y su doble discurso debemos mencionar que los japoneses no son mostrados ni como las victimas ni como los malos, de hecho no existen tales papeles en toda la obra, la gente simplemente hace aquello que considera necesario para sobrevivir. La tía de Seita debe racionar y aprovechar hasta el último trozo de alimento y por esa razón considera que los niños son una carga ya que no aportan nada a la casa. Por su parte, Seita comete errores que son propios de su edad y que no puede evitar ya que le es imposible madurar pese a que la situación lo requiere, la forma en que cuida a Setsuko es una clara prueba de ello, pues si bien se preocupa por ella y hace todo por hacerla feliz, no lo hace de la forma correcta. Con esto Ghibli nos invita a reflexionar sobre cómo enfrentaríamos nosotros una situación tan desesperanzadora como ésta (¿qué tan rápido sucumbirían ustedes?).

Después de ver una película así, uno toma más consciencia de las cosas que tiene, de las personas a las que quiere y de la vida misma. La historia es cruda, triste y con un final dramático que puede  dejarnos sin esperanza, pero que a pesar de ello es real; la vida puede llegar a ser cruel y la guerra es el mayor infierno que podríamos vivir. Isao no tenía por qué censurar o suavizar los horrores de la guerra, en nada ayudaba, por el contrario, uno realmente reflexiona cuando ve lo espantoso que puede llegar a ser. Y pese a que contar una historia así era una apuesta que bien pudo perder, Isao resultó vencedor.

La Tumba 13

La película tiene momentos realmente mágicos que nos muestran que incluso en un escenario de devastación total es posible mantener la esperanza y el ánimo, y que la alegría se puede encontrar en algo tan insignificante como un caramelo o una tarde en la playa. Los personajes logran vivir algunos momentos felices pero por más risas que escuchemos la historia no deja de ser triste en ningún momento.

A muchos (quizás no a tantos) nos gustan los finales tristes y odiamos cuando los personajes tienen un final feliz que desafía toda lógica luego de una jornada de abrumadoras penurias. Afortunadamente La Tumba de las Luciérnagas tiene un final digno que no desentona con la dinámica de toda la obra, la historia es en extremo dramática, por lo tanto el final también debía de serlo.

Mi vecino Totoro

Título Original: となりのトトロ (Tonari no Totoro).
Género(s): Fantasía, Drama, Comedia, Kodomo.
Director: Hayao Miyazaki.
Estudio: Studio Ghibli.
Emisión: 1988.
Duración: 85 minutos.
Extras: Mei to Konekobasu.

Si bien Studio Ghibli se ha caracterizado por animaciones dirigidas al público infantil con temáticas profundas y mensajes de superación, existen quizás cuatro obras que se han convertido en clásicos tanto para oriente como para occidente: Nausicaä de Valle de Viento, La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro y, por supuesto, Totoro. Esta última logrando una importancia tal que el simpático y gatuno personaje no sólo se convirtió en la mascota del estudio, sino en un referente cultural dentro de la animación, basta con observar el cameo que realiza en Toy Stoy 3.

Primeramente debemos hablar del detalle técnico. Ghibli siempre ha recurrido a una animación artesanal que es el sello distintivo del estudio. Su animación es fluida, realista y tan amena que logra crear una atmosfera familiar aunque no seamos japoneses. Los escenarios son simples pero minuciosamente detallados, sin caer en la saturación visual, sobre todos los urbanos, pues los naturales tienen un sutil toque de acuarela que logra unos hermosos y agradables cuadros, que lamentablemente en ocasiones lucen algo planos. Las características físicas y las expresiones de los personajes son sencillas pero muy emotivas, y la música logra la perfecta ambientación en cada momento de la historia, con tonadas alegres que derrochan felicidad.

La obra refleja la vida rural japonesa en la postguerra y se enfoca en el modo de vida de los campesinos, mostrándonos la tranquilidad y cotidianeidad de esa feliz vida campestre; lo que resulta un reflejo opuesto a la crudeza de La Tumba de las Luciérnagas, película dirigida por Isao Takahata y producida por Ghibli de manera simultánea a Totoro. Aunque en su trasfondo este filme oculta elementos un poco más melancólicos de los podríamos imaginar en un principio.

La historia gira en torno a las Hermanas Satsuki y Mei, quienes se mudan a una casa en el campo con su padre mientras su madre permanece en el hospital para recuperarse de la tuberculosis. Mientras la pequeña Mei merodea en los alrededores de la casa, unas curiosas criaturas aparecen frente a ella, Mei las sigue y conoce a los Totoro, los espíritus protectores del bosque. Mei y Satsuki viven emocionantes aventuras con ellos, pero cuando Mei se pierde camino al hospital, su hermana hace todo para encontrarla, pero sin resultados, hasta que Totoro y su Gatobús llegan al rescate.

Una vez más el papel central y el peso de la trama recaen en una mujer (Satsuki), en este caso una muy joven y carismática, pero decidida y fuerte, como todas las féminas que Miyazaki nos ha regalado. Los dos personajes principales (las niñas) derrochan una gran alegría que por momentos parece excesiva, pero también viven preocupaciones y tristezas, aspecto que hace mucho más humanos a los personajes.

La historia es simple y agradable, el ritmo es bueno y se enfoca en contar una anécdota bastante corta, pero sobre todo, es una obra muy inocente, llena de alegría y felicidad. Sin embargo, a pesar de ser un filme de naturaleza alegre, tiene momentos nostálgicos y un trasfondo realmente trágico aunque muy bien disfrazado. Esta obra se desarrolla algunos años después que La Tumba de las Luciérnagas cronológicamente hablando, es decir, menos de una década después de la Segunda Guerra Mundial y aún refleja todas las carencias que dejó dicho conflicto bélico.

El mensaje ecológico es bastante evidente, pues las criaturas del bosque y el bosque mismo son seres vivos que merecen nuestro respeto y cuidado. De hecho Totoro es como una representación zoomorfa del bosque, es un espíritu guardián que protege a sus habitantes y hace crecer a las plantas. Aunque también puede verse como una representación del miedo y la angustia dejados por la gran guerra, pues recordemos que Totoro sólo se presenta frente a las protagonistas cuando éstas están solas, tristes o necesitan ayuda.

Finalmente (aunque no quisiera), no puedo dejar de comparar a Totoro con Alicia en el País de las Maravillas, la versión animada de Disney, sobre todo por la semejanza del Gatobús con Cheshire, y no dudo que exista cierta inspiración en ella, cosa que no importa pues las tramas y temáticas son muy distintas. Y para los que se preguntaban qué es Totoro, pues es un Gato montés-perro-mapache-búho.

Hideaki Anno

Hideaki 1

Hideaki Anno (庵野•秀明) nació un 22 de mayo de 1960 en Ube, prefectura de Yamaguchi, Japón. Al igual que muchos directores mostró interés por la televisión y el cine desde pequeño. En su juventud recibió una fuerte influencia por parte de diversos directores y programas, entre ellos Uchû Senkan Yamato de Leiji Matsumoto y Ultraman, entre otros. Anno estudió en la Universidad de Artes de Osaka y desde esa época realizó sus primeros cortos animados de forma casera.

Sus primeras incursiones en la animación pueden rastrearse hasta 1981, año en el que integró un pequeño grupo de animación llamado Daicon Films al lado de sus amigos Takami Akai, Hiroyuki Yamaga y Toshio Oda. El equipo realizaría un pequeño cortometraje que serviría de apertura para la convención Daicon III.

En 1982 después de terminar la universidad trabajó como animador en la serie Super Dimension Fostress Macross de Noboru Ishiguro. Sin embargo, su primera participación importante dentro del mundo del anime fue en 1984 al lado de Hayao Miyazaki en su obra Nausicaä del Valle del Viento (Kaze no Tani no Naushika), largometraje en el que Hideaki trabajó como key animator en la escena del ataque del Dios guerrero, considerada como la secuencia más difícil de animar en la película. A finales de ese mismo año él y sus compañeros de Daicon Films fundaron Gainax.

No fue sino hasta 1987 cuando tuvo la oportunidad de trabajar por primera vez de forma profesional con Yoshiyuki Sadamoto, dibujante y mangaka que se integraría a las filas de Gainax y se convertiría en uno de los hombres clave en el éxito de la compañía y su director. En 1988, ya fundado Studios Ghibli, Anno trabajó para su cofundador, Isao Yakahata, en la película La Tumba de las Luciérnagas (Hotaru no Haka). En 1990 Hideaki dirige la que es considerada su primera obra maestra, aunque no la más grande, Fushigi no Umi no Nadia. Serie que debido a su éxito se convertiría en el estandarte inicial de Gainax y sería constantemente referenciada en sus producciones posteriores.

Fushigi no Umi no Nadia

Anno ha dirigido gran cantidad de series y películas, de las cuales Evangelion (1995) es su máxima obra. Sin embargo, debemos reconocer que parte del mérito se lo debe a Sadamoto, pues Eva es el resultado de un trabajo conjunto entre las ideas de Hideaki y la constante ayuda que Yoshiyuki le brindó para delimitar los aspectos importantes. Se rumora que Yoshiyuki fue quien convenció a Anno de usar un personaje masculino como protagonista en vez de uno femenino como originalmente se había planeado.

Para 1998 Gainax realiza su primera serie basada en un manga y la primera del género Shôjo, Karekano, y encomienda a Hideaki la tarea de dirigirla. Sin embargo, Hideaki experimentó con el aspecto visual de la serie y esto ocasionó fuertes conflictos con Masami Tsuda, autora del manga. Las discusiones crecieron tanto que Anno decidió renunciar a su puesto de director y abandonó Gainax, relegando el trabajo de Karekano a Kazuya Tsurumaki, quien posteriormente dirigiría FLCL. Durante ese lapso trabajó de nueva cuenta para Ghibli creando cortos para el museo del estudio.

Hideaki

Alejado de Gainax incursionó, por vez primera como director de películas en imagen real. Su primer trabajo en este campo fue en 1998 con la película Love & Pop, largometraje en el que hace una fuerte crítica social al enjo kosai, actividad en que las adolescentes japonesas se citan con hombres mayores a cambio de dinero y que en muchas ocasiones deriva en prostitución. Su siguiente obra fue Shiki Jitsu (2000), una película totalmente autoreferencial pues su personaje principal es un director de anime.

En 2002 Anno contrajo matrimonio con la dibujante y mangaka Moyoco Anno. Para celebrar los 20 años de su carrera, Moyoco realizó un manga sobre su marido titulado El Director sin supervisión, en el que hace una irreverente parodia sobre su esposo. Para el 2004 Hideaki filmó Cutie Honey, un tributo al viejo manga de 1973.

En el 2006 Anno funda Studios Khara junto con varios compañeros que habían abandonado Gainax, y luego de diversos arreglos —los cuales incluían que ambos estudios compartirían la propiedad intelectual de la franquicia—  se inicia la producción de Rebuild of Evangelion. En ese mismo año colaboró en la realización del anime Sugar Sugar Rune, serie basada en el manga homónimo de su esposa.

Como podemos ver, Hideaki es un director sin inhibiciones y con gusto por innovar y experimentar en sus proyectos, además de otorgar una gran importancia al desarrollo emocional de sus personajes, aspecto que muy pocos directores saben desarrollar con eficiencia.

Rebuild of Evangelion Eva 01
Rebuild of Evangelion