Hellsing Ultimate

Título Original: Helssing Ultimate.
Género(s): Sobrenatural, Terror, Gore, Seinen.
Director: Tomokazu Tokoro, Hiroyuki Tanaka, Taliesin Jaffe y Hideaki Tonokatsu.
Estudio: Satelight, MadHouse, Graphinica y Kelmadick.
Emisión: 2006 – 2012.
Duración: 10 episodios.
Extras: Hellsing (serie de tv)

Por allí de 2009 compre un DVD pirata con las, en su entonces, súper populares ovas de Hellsing, conocidas como Hellsing Ultimate. En su tiempo no entendía cuál era la diferencia, únicamente pensaba que había hecho la serie de nuevo con nueva y mejorada animación, pues la serie de televisión de 2001 ya se notaba algo vieja. Aquel disco contenía únicamente las primeras 4 ovas, pues el resto no habían terminado de salir. Lo compré y las vi y me olvidé de Hellsing durante muchos años. Tanto que había olvidado que nunca terminé de ver aquellas ovas. No fue hasta hace un par de meses que noté que estaban en Netfix, así que me decidí a verlas de nuevo y terminar de una vez por todas esa serie.

Al parecer la serie tardó más de cuatro años en completarse, desconozco si tuviera problemas en su producción, el cambio de estudios de animación y directores me hace pensar eso, ya que el manga ya había terminado de publicarse así que el retraso no era por esperarlo. De cualquier forma, descubrí ahora con esta nueva revisión que Hellsing Ultimate en realidad es la adaptación del manga, a diferencia de la serie de televisión que sólo adapta la primera parte y por eso el final de ambos es distinto. A diferencia de la serie, aquí no pelea contra Incognito, sino contra los Nazis de Millenium.

Si ya la serie nos había presentado a un Alucard formidable e impresionante, al vampiro original en toda regla, al no muerto más poderosos de todos, las ovas nos deleitan aún más al permitirnos ver al Conde en su máxima expresión, en su más basta y espeluznante forma, sin ninguna restricción y con todo su poder emergiendo para masacrar a sus enemigos. La primera mitad de las ovas es muy similar al anime, Seras Victoria es convertida en vampiro, se une a Hellsing y enfrentan extraños ataques de zombis y vampiros artificiales. Todo es más o menos igual hasta la pelea de Alucard con los hermanos Valentine. A partir de allí las ovas siguen al manga y nos presentan a la organización nazi Millenium, quienes planear desatar la guerra con el fin de exterminar a Alucard y a toda la organización Hellsing.

A lo largo de los 10 capítulos vemos cómo los caballeros reales de Hellsing deben enfrentar tanto a los nazis y vampiros artificiales de Millenium como los ataques del Vaticano a manos de la Sección XIII Iscariote, con Alexander Anderson al frente de combate. La trama es sencillamente excelente, te atrapa y te permite ver grandes batallas y despliegues de poder entre diferentes vampiros y seres sobrenaturales. El único punto débil es la personalidad del Montana Max, el líder de Millenium y sus soliloquios de 15 minutos que no aportan nada a los capítulos. También Schrödinger me pareció desesperante y el papel que juego muy a la deux es maquina. Fuera de esos dos personajes el resto son fabulosos, tanto los “buenos” como los “malos”.

En cuanto a los personajes, debemos decir que su diseño cambia un poco con respecto al del anime,  ahora se ven mucho mejor aunque por la nostalgia prefiero el viejo diseño de la serie. Alucard sí está demasiado sorprendente, tanto que ver las ovas me permitió ponerlo en mi top 5 de personajes masculinos de todos los tiempos. La cantidad de habilidades y poderes que podemos ver de él es maravillosa y el deleite visual en pantalla es insuperable. Es personaje que sí me gustó mucho más en el anime que en estas ovas fue Seras Victoria, en el anime era más lista y aquí sólo sirve para meter momentos de comedia que de hecho ni siquiera le van del todo bien al resto de la atmósfera sobrenatural que emana la historia. Seras es un gran personaje pero aquí es tratada como un simple patiño, ni siquiera me agrado tanto el uso del cambio en el estilo de dibujo para acentuar los momentos de comedia, creo que algo más sobrio y serio hubiese dado mayor profundidad a la historia, además de hacerla mucho más sombría.

Lo que sí debemos de aplaudir es la calidad técnica en cuanto a animación y banda sonora, ambas son espectaculares y función muy bien. Y sobre todo, a pesar de los años que le tomó a las ovas terminar de ser lanzadas, todas conservan la misma calidad. Cuando una obra tarda tanto tiempo, las primeras entregas sueles verse mucho más viejas que las entregas más recientes debido a los avances en la tecnología (como le pasó a Star Wars), pero aquí todo se ve bastante coherente incluso a pesar de los cambio de director y estudios de animación.

Una de las principales diferencias con la serie y que tiene que ver con esa calidad técnica es justamente la ambientación. Los tonos de color usados y los diseños me remite al cine negro (Film Noir) e incluso la parte gore es muy estética. Hay mucha sangre, matanza y desmembramientos en la serie, pero ese estilo tan elegante que pose toda la obra en general hace que, a pesar del nivel de violencia, todo luzca sumamente estético en cada momento. Y eso nos deja ver que la obra apela al peso y calidad de su historia más que al morbo de un gore sanguinario y visceral que más bien busca incomodar al espectador y no tanto deleitarnos la vista. Aquí incluso los litros de sangre derramada son atractivos visualmente hablando.

Dentro de la trama hay tres aspectos importantes que no se profundizan pero sí llegan a ser mencionados en algún momento. En primera está toda la parte política del filme, pues vemos tanto a Inglaterra con su Orden de Caballeros Protestantes como al Vaticano y su Sección XIII de Iscariote como al remanente Nazis de la SS. El segundo aspecto tiene que ver con la guerra y la explicación que el líder de Millenium da sobre el origen de todos los conflictos, el cuál es, según él, las diferencias que hay entre las personas, mientras seamos diferentes siempre habrá pretextos para hacer la guerra.

El último aspecto nunca es mencionado con este término pero refleja mucho la ideología de Millenium y es el Transhumanismo, pues ellos modificaban sus cuerpos para ser más fuertes y a pesar de que en algún momento eran más máquinas que seres orgánicos, eran más humanos que los monstruos que intentaban exterminar, que es un poco lo mismo que hace Alexander Anderson al modificar su cuerpo para poder pelear contra vampiros. Ninguno de los tres elementos es explotado a plenitud ni es la intención de la historia, pero resulta interesante reflexionar sobre algunas de las cosas que se abordar al respecto.

Sin duda una serie obligada para todos los amantes de los vampiros, pues además hace referencias a las grandes obras del género, nos muestra una interesante y ancestral lucha entre católicos y protestantes, entre divinidades y detractores de esas divinidades y entre humanos y monstruos. Sin olvidar las formidables escenas de batalla, la oportunidad de ver a Alucard en todo su esplendor y lo curioso que puede resultar el tema de los vampiros nazis. Excelente obra para ver en ésta época de Halloween y Día de Muertos.

Anime de media noche

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La industria del anime se ha convertido en años recientes en un fenómeno de la cultura pop que es difícil no notar. Desde las series televisadas y enfocadas en el público infantil, hasta las convenciones llenas cosplayers y actores de doblaje, sin olvidar los centros comerciales repletos de piratería donde muchos hemos comprado series, juegos y mercancía diversa. Pero ese fenómeno no es reciente, se ha vuelto evidente gracias al internet y la globalización en general, pero ha existido desde hace un par de décadas.

Los frikis (no me gusta el término Otaku y considero que friki engloba Gamers, Geeks y demás) han existido desde la segunda mitad de siglo pasado, principalmente desde las décadas de los 70 y 80. En aquellos años, para conseguir series e informarse de las noticias más recientes tenían que acudir a los puestos ambulantes, comprar revistas o asesorarse con amigos y proveedores más informados. Las noticias corrían más lento y muchos de los descubrimientos sobre cosas niponas (o estadounidenses) se hacían por mera casualidad.

Pues bien, pese a ser un nativo de 1990 he tenido la oportunidad de ser asombrado por casuales descubrimientos animisticos en la televisión abierta mexicana; series que realmente me da gusto que sean televisadas en nuestro país. El problema es que la programación y publicidad ha sido pésima, lo cual  ha hecho que para aquellos menos involucrados en el mundo del anime, descubrir dichas emisiones sea equiparable a descubrir una de aquellas viejas series de culto. Y pese a que esto puede sonar romántico y bueno, no lo es.

Canal 22 se ha lucido con sus espectadores en los últimos años al traer algunas series de anime que difícilmente podríamos ver fuera del mentado canal cultural, pero muchas de ellas no recibieron la difusión debida y los televidentes las pasaron por alto, más aún cuando los horarios rondaban “el filo de la media noche”, como incluso fueron publicitadas.

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El primer anime que vi en Canal 22 fue A Tree of Palme, una excelente versión de Pinocho que no tenía la fortuna de conocer. Pero no la vi por gusto, sino porque extrañamente mi televisor se encendió justo en ese canal cuando la película tendría unos 20 minutos de haber empezado (y sí, así ocurrió aunque suene poco creíble). Aquella peculiar aunque afortunada falla de mi televisor rondó las once de la noche y algunos minutos, y como vi el resto de la película me dormí pasada la media noche.

Las siguientes cuatro serie que vi fueron con toda la intención. La publicidad en ésta ocasión fue oportuna (aunque restringida a un horario nocturno), pero los horarios nuevamente me hicieron trasnochar. Sin embargo, más por fetichismo que por otra cosa, no iba a perderme la emisión de Evangelion, Hellsing, Ghost in the Shell. Las dos primeras las conocía a la perfección, la tercera la conocía pero no la había visto y la cuarta era nueva para mí.

Luego de un tiempo sin series nuevas, me desligue del 22, opero ocasionalmente pasaba por allí al cambiar de canal. Fue en éstas ocasiones cuando me topé con Fantastic Children y Orphen, que no tenía idea que estaban siendo televisadas. Había escuchado sobre Orphen pero no la había visto y de Fantastic Children no sabía nada. Seguí las series por un par de capítulos pero las abandone, en parte por el poco interés que tenía de verlas y también porque es difícil interesarse en una seria ya empezada.

Hace un par de días (en realidad fue ayer para el momento en que escribo esto) me quedé viendo Cómo entrenar a tu dragón en uno de esos servicio de paga. La película —que de hecho disfruté mucho— terminó pasada la media noche. Como Hey Arnold! ya había terminado, revisé la programación por mera ociosidad antes de apagar la tele y me detuve cuando leí la palabra “Lain” en la sección de Canal 22.

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Mi primer pensamiento en ese momento fue: “¿Serial Experiments Lain en Canal 22?”. Y en efecto, Experimetal Lain (como la anunciaban) iniciaría en tan sólo 20 minutos, a la 1:00am. Por simple idolatría decidí esperarme para verla, sabría que no resistiría verla toda, pero me conformaba con ver el opening en TV abierta y escuchar la que por seis años ha estado en mi top 3 de canciones de anime favoritas, «Duvet» (sólo superada por «Kiri» de Ergo Proxy y «Uninstall« de Bokurano).

La mendiga serie inició con más de cinco minutos de retraso. Mientras esperaba, hacía cuentas de hace cuánto tiempo vi por primera vez SE Lain, al tiempo que me fascinaba el hecho de que el máximo representante de Wirepunk se estuviese emitiendo en México y por televisión abierta. Pero en ese momento comprendí que gracias al menú de la televisión de paga me reencontré con esa serie, de no haber revisado la programación nunca habría sabido que Lain se estaba emitiendo en México, como tampoco me enteré (hasta que escribí ésta entrada) que Petshop of Horrors también fue emitida por el 22. Sin embargo, lo que más me consternó fue que la serie ya estaba en el episodio 8.

Vi el opening, los primeros minutos del episodio y apague la televisión. Y mientras conciliaba el sueño reflexionaba sobre la labor de Canal 22 al traer éste tipo de series. Obviamente la oferta del canal en cuestión de anime ha sido muy buena, pero el intento es totalmente infructífero. Aquellos que sintonicen el canal a esa hora serán frikis apasionados que seguramente ya vieron dicha serie pero que por simple masoquismo desean verla en televisión, con comerciales y a altas horas de la noche. La serie no llegará al público en general, se quedará estancada en una teleaudiencia especializada y la labor por difundir la animación japonesa quedara en un loable pero inútil esfuerzo.

Pese  a ello, debemos alegrarnos pues ya empiezan a abrirse los primeros espacios en la televisión abierta para series de culto que no son para todo público pero que resultan ser pilares esenciales de la animación japonesa, pues han aportado elementos argumentales, le han incorporado elementos al género y se han consolidado como marcas de peso en el mercado asociado a la animación.

Hellsing

Título Original: ヘルシング (Herushingu).
Género(s): Terror, Sobrenatural, Seinen.
Director: Umanosuke Iida, Yasunori Urata.
Estudio: Gonzo.
Emisión: Octubre 2001 – Enero 2002.
Duración: 13 episodios.
Extras: Hellsing Ultimate.

Vampiros, sangre, caballeros reales y órdenes religiosas son algunos elementos que Hellsing, serie basada parcialmente en el manga homónimo de Kôta Hirano, tiene para ofrecer. La serie es sin duda el más conocido referente del anime de vampiros y su fama no es para menos, pues realmente redime a estos muertos vivientes y los convierte en algo digno de admiración, con poderes sobrenaturales impresionantes, batallas gloriosas y un trasfondo enigmático para enganchar al espectador.

En el aspecto técnico Hellsing se defiende muy bien, a pesar de no poseer una animación impresionante ni un diseño excepcional, pues sus personajes mantienen el estilo contemporáneo y clásico del anime de finales de los 90. Y si bien su estilo es un tanto simple y poco detallado, mantiene cierta imagen de comic que se agradece bastante. La serie posee un soundtrack muy decente; su música no es en extremo impresionante pero ayuda en la ambientación y el sonido roquero de algunas canciones le da un toque único.

Los escenarios poseen un estilo lúgubre y sombrío pues generalmente la acción ocurre en la noche y esto ayuda a generar el ambiente tenebroso que se necesita, aunque realmente no son atrayentes y restan mucho al atractivo visual. Y a pesar de que deslucen bastante, su diseño es lo suficientemente fiel para ubicarnos en Inglaterra, país que a pesar de no tener una gran tradición de vampiros, como lo tiene Europa del Este, si posee la herencia de las legiones de caballeros y órdenes religiosas que los combaten.

Un aspecto esencial son los personajes, cuyo diseño visual es muy bueno y como la historia no se entromete demasiado en sus vidas les permite que se desenvuelvan sin aburridos enredos sobre su pasado. El más importante es Alucard, un vampiro de primer nivel que sobrepasa todo esquema, tanto que desde su primera aparición es evidente su descomunal poder y su arrogancia. A él le sigue Sir Integra Wingaters Hellsing, líder de la Institución Hellsing y la maestra a quien Alucard debe obediencia. Victoria Seras es el tercer personaje principal y pese a que muchos creen que sólo es el atractivo visual, ella cumple la función de otorgar los pequeños toques de humor y evidenciar cosas sobre los vampiros que muchos darían por sentadas.

La historia se desarrolla alrededor de Alucard, un vampiro original con sorprendentes poderes que trabaja para la Institución Hellsing, una Orden Real de Caballeros Religiosos encargada de exterminar a los engendros que aterran Inglaterra. Sin embargo, un extraño aumento en la población de vampiros, perpetrado por una organización que los fabrica de forma artificial, deja al descubierto una conspiración contra la corona inglesa. Alucard, Integra y Victoria deberán enfrentarse a una horda de espectros liderados por sagaces vampiros artificiales. Por si esto fuera poco, Alexander Anderson, un sacerdote de la Institución Iscariote del Vaticano, se hace presente con la intención de exterminar al no muerto, además, Incognito —otro vampiro original— también arremete con las mismas intenciones.

La serie confronta elementos que históricamente han tenido rivalidades, como los seres demoniacos y las instituciones religiosas y también hace una crítica muy directa sobre la religión, pues Hellsing representa a la Iglesia Protestante, mientras que Iscariote es claramente la Iglesia Católica, Iglesias que por años han tenido conflictos entre sí, sobre todo en la Gran Bretaña.

El tema del “vampiro que caza vampiros” podría parecer trillado, sin embargo, la obra le da un giro novedoso al pugnar por la dignidad de estos. Alucard busca dicha dignidad y demuestra que estar subordinado a un humano no la compromete. Asimismo, él repudia a los vampiros inferiores y a los que matan por placer, lo que nos dice que la serie intenta redimir la figura de un ser maligno y poderoso con determinados principio que rigen su vida inmortal. La historia retoma un elemento muy asociado a este tema, los zombis, pero no como los infectados a los que las películas modernas y el Survival-Horror nos tienen acostumbrados, sino como los sirvientes fieles de los resucitados.

La serie sabe jugar muy bien con todos los elementos que la componen: emplea al fan-service como un método de atracción para el público masculino, mantiene un suspenso constante, retoma los elementos mágicos de los vampiros, aprovecha la violencia en los momentos justos y usa la cantidad de sangre adecuada. Y si bien Hellsing tiene mucho de esto último, no clasifica como Gore, ya que al ser una serie de vampiros es natural la sangre, más bien lo hace como un Thriller por el tipo de suspenso que maneja. Además, son los seres demoniacos y el trasfondo argumental la base de la historia, no así la violencia

El manejo de la historia es excelso, pues el ritmo constante atrapa al espectador desde el primer momento, sin olvidar los enigmas sobre la Institución Hellsing, Alucard y los demás personajes. Tampoco se estanca en un problema por demasiados capítulos, de hecho es todo lo contrario, en pocos episodios nos proporciona gran cantidad de información. Algo que también otorga mucha fuerza a la historia es la conjugación de la tradición mítica del vampirismo con el aspecto militar y las temáticas religiosas.

Como podemos ver, Hellsing en un verdadero clásico de vampiros, tiene todo para serlo y resulta entretenida en todo momento. Y pese a no ser la gran producción en cuanto a calidad visual, tiene una calidad argumental que compite y supera a muchas obras con el mismo tema; por algo se ha mantenido en el gusto del público durante tanto tiempo.