Título Original: ドラゴンボール – Z (Doragon Bōru Z)
Género(s): Shônen, Comedia, Peleas, Sobrenatural, Ciencia Ficción, Henshin, Ecchi.
Director: Daisuke Nishio.
Estudio: Toei Animation.
Emisión: Abril de 1989 – Enero 1996.
Duración: 291 Episodios.
Extras: Dragon Ball, Dragon Ball GT.
A partir del capítulo 195 del manga original, su adaptación al anime fue llamada Dragon Ball Z. También fueron creados dos especiales para televisión que ampliaban la historia, además de 13 películas y 2 OVA. Esta serie nos sitúa cinco años después de que Gokú venciera al hijo de Piccoro en el 23º Torneo de las Artes Marciales.
Dividida en 3 “Sagas” o partes principales, DBZ nos explica el origen saiyajin del protagonista, para dar paso al verdadero clímax de la historia, junto a los enemigos principales de la serie. A la llegada del hermano mayor de Gokú, Raditz, se inicia una lucha por el control de las Esferas del Dragón, principal motivación del príncipe saiyajin Vegeta y de emperador Freezer, quien utilizó todos sus recursos para tratar de obtenerlas, incluso llamar a sus guerreros de élite: las geniales Fuerzas Especiales Ginyu. Se desatan todo tipo de batallas épicas y en ocasiones trágicas, mostrando una gran variedad de técnicas originales e incluso bizarras, destacando ampliamente la batalla final contra Freezer, durante la cual Gokú consigue transformarse por primera vez en el legendario súper saiyajin.
Tras derrotar al tirano galáctico, el siguiente problema son los poderosos androides creados por el Dr. Makigero (científico de la desaparecida Patrulla Roja), cuya misión principal es eliminar a Gokú. Sin embargo, todo el asunto de los androides encubre a un enemigo aún más poderoso: Cell, creación maestra del mismo científico, desarrollado a partir de las células de los peleadores más fuertes de la Tierra. El objetivo de Cell es convertirse en el ser perfecto, la entidad más poderosa de universo, para lo cual ha viajado desde un futuro lejano. Aún con el apoyo de un nuevo aliado saiyajin y el considerable aumento de poder de los protagonistas, Gokú termina sacrificándose para derrotar al androide perfecto, dejando la batalla final en manos de su hijo, Gohan.
Siete años después, Gokú y los demás deben lidiar con el enemigo definitivo, Majin Boo, un temible demonio creado por un malvado hechicero. Se libraron los combates más espectaculares, decisivos, y en ocasiones extraños, para el futuro no sólo de la Tierra, sino del universo entero. La desenfrenada superación de niveles llevó a los protagonistas a fusionarse entre ellos para derrotar a esta última amenaza.
Esta serie es y será un hito, un clásico que se debería apreciar por todo el que sea amante del anime. Puede parecer en principio algo monótono y predecible, pero son sus personajes y situaciones únicas lo que lo hacen brillar. Posee un final muy típico, donde se logra después de muchos esfuerzos “salvar el día” y que todos terminen felices. Vuelven los mismos personajes de la serie original pero, conforme van pasando los capítulos, se van agregando personajes nuevos que le dan un enfoque completamente diferente. Vegeta, Trunks, Mr. Satán, entre otros, van desplazando poco a poco a los personajes que acompañaban a Gokú en un principio, que pasan a un segundo plano sin desaparecer completamente de la vida del personaje. Los enemigos son de un nivel completamente superior, cada uno con su propio carisma y personalidad detallada que los hace memorables.
El apartado técnico sigue siendo sobresaliente, con una animación de buena calidad y una banda sonora que lo complementa perfectamente, sobre todo en las batallas, las cuáles han ganado una enorme importancia, llegando a convertirse en las verdaderas protagonistas de la serie. Una vez más, las Esferas del Dragón hacen su triunfal aparición, incluso en otros planetas, siendo de especial importancia durante la Saga de Freezer; pero las aventuras para reunirlas pasan a un segundo plano a partir de la Saga de Cell.
Como puntos negativos tenemos un mal que aqueja a muchas series más: el relleno. Los capítulos de relleno en Dragon Ball Z son bastante evidentes y numerosos. Llegan a abarcan “mini-sagas”, como la aventura en contra de Garlick Jr. al principio de la serie; o el Torneo de las Artes Marciales en el Otro Mundo. Sólo unos pocos aportan algo nuevo e interesante, como cuando Vegeta y Nappa hacen una parada en su viaje hacia la Tierra para conquistar un pequeño planeta y acaban con toda su población; o las actividades recreativas de Cell antes de que empiece su torneo. Pero en general son de baja calidad y no tienen importancia en la línea argumental.
El relleno también se manifiesta durante los episodios originales, alargando de forma insufrible las batallas. Cuando nos encontramos en pleno combate por el destino del universo, el argumento cambia repentinamente para mostrarnos lo que están haciendo los dichosos personajes secundarios (que no nos importa y no tiene algo que ver con el punto en cuestión), incluso consumiendo el resto del capítulo; o a media pelea nos encontramos viendo una pantalla vacía donde sólo se cruzan varias líneas rápidamente mientras el fondo gira dramáticamente, sin olvidar las enormes pantallas de humo/polvo que tardan siglos en disiparse. Para un ejemplo de todo ello basta con mirar los “cinco minutos” (más de ocho episodios) que tardó el planeta Namek en destruirse.
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