Studio Colorido

Aoshigure

Desde la debacle de Ghibli, muchos fans han empezado a dar el título de “sucesor de Ghibli” a diferentes estudios de animación. Sin embargo, no creo que pueda existir nada que iguale lo que Ghibli logró en todos sus años en el medio. No obstante, recientemente conocí un estudio que quizás sí pueda acercarse a ese estilo y calidad, pero no para portar el título de sucesor (Ghibli no necesita uno) sino para tomar el estandarte como uno de los mejores estudios de animación. Me refiero a Studio Colorido, de quien ya había reseñado uno de sus cortometrajes, Control Bear.

Studio Colorido nació en 2011 y actualmente cuenta con cuatro producciones principales: Shashinkan (2013), un pequeño cortometraje de 17 minutos dirigido por Takashi Nakamura, quien ha participado en Akira, Palme no Ki y Nausicaä, entre otras;  Aoshigure (2013), dirigido por Ishida Hiroyasu, el director del famoso cortometraje La Confesión de Fumiko (Fumiko no Kakuhaku); Control Bear (2013), del que ya hablamos, y Taifu no Noruda (2015), su primer largometraje.

Shashinkan

Colorido es lo que resultaría si Ghibli, Makoto Shinkai y Mamoru Hosoda  tuvieran un hijo. Tiene un diseño de personajes que nos remite al estudio creador de Totoro, unos escenarios que me recuerdan a los de Shinkai y ciertas reminiscencias presentes en Tokikake y Summer Wars de Hosoda. Pero al mismo tiempo tiene algo único e innovador que le hace destacarse del resto y le permitirán competir al tú por tú con lo que sea  que vaya a producir Deho Gallery, estudio formado por ex integrantes de Ghibli y Kahara (que surgió a partir de Gainax), como el famoso Hideaki Anno.

La industria de la animación y los estudios están destinados a pasar por diferentes etapas en las cuales crecerán, tendrán éxito y eventualmente desaparecerán, pero sus obras siempre estarán allí. Tomemos como ejemplo a Hideaki Anno, cuya principal obra, Neon Genesis Evangelion, tiene un fuerza tal que ya no importa si es Gainax o Kahara quien la produce, incluso si no es Hideaki quien la dirige, pues la obra ahora pertenece a los fans y mientras tenga seguidores estará tan viva como siempre.

Taifu no Noruda

La desaparición de un estudio o la muerte de un director indudablemente dejarán un hueco irreparable en la industria de la animación, pero siempre habrá nuevos estudios y directores que podrán ocupar su lugar con decoro, e incluso, por qué no, superar a sus antecesores, y creo de Studio Colorido tiene todo para lograrlo, a pesar de que recién inicia su camino por el mundo de la animación.

Les dejo los trailers de Shashinkan, Aoshigure y Taifu para que chequen el estilo y la calidad que tiene el estudio y puedan compararlos con las obras de Shinkai y Hosoda.

A Tree of Palme

Palme 2

Título Original:パルムの樹 (Parumu no Ki).
Género(s): Fantasía/Fanta-ciencia, Drama.
Director: Takashi Nakamura.
Estudio: Palm Studio.
Emisión: 2002.
Duración: 132  minutos.
Extras:

Al buscar información sobre A Tree of Palme, lo más común es encontrar la trillada reseña en donde se considera a ésta animación como “la versión oscura de Pinocho”. Sin embargo, yo no creo que sea correcto, en primera porque Pinocho es oscura por sí misma, incluso la edulcorada versión de Disney lo es. En segundo lugar, a pesar de que sí conserva muchos guiños al clásico de Carlo Collodi, se trata de una obra completamente distinta.

El filme retoma la vieja fábula del muñeco que quiere convertirse en un niño de verdad, pero nos muestra un aspecto crudo de ese deseo. Fuera de esa premisa, el desarrollo de la historia, el trasfondo argumental y los escenarios son totalmente diferentes, tanto que la obra tiene más semejanzas con cualquier historia de fantasía pulp que con Pinocho.

Palme 5

La música es sobresaliente no sólo por acoplarse perfectamente a la estética de la obra y lograr una ambientación adecuada, sino por regalarnos curiosas piezas musicales que son algo raras pero muy agradables. Los escenarios son fabulosos, pues no remiten a la Fantasía y Ciencia Ficción pulp de los años setentas, con artefactos de apariencia medieval, el hacinamiento típico del Cyberpunk y un colorida arquitectura que juguetea con el Scrappunk.

En cuanto a los personajes, podemos decir que tienen una personalidad muy bien definida y que evolucionan a lo largo de la obra, quizás no de la mejor manera, pero lo hacen. Los personajes en ocasiones tienes bruscos cambios de temperamento y toman decisiones que no son tan lógicas comparándolas con el desarrollo de la historia, algunas acciones incluso son poco creíbles. Pese a estos pequeños detalles, los personajes funcionan lo suficiente para dar juego a la trama y lograr contar una historia. Aunado a ellos, también tenemos árboles extraños, criaturas fantásticas y peces voladores que agregan ese elemento exótico necesario en la fantasía.

Palme 6

La historia gira en torno a Palme, un muñeco hecho con madera del árbol Kuroop y que funciona gracias al aceite (o sabia) que produce la planta. El Kuroop, conocido como Soma, creció absorbiendo las memorias de las antiguas culturas hasta que se volvió poderoso y produjo una semilla de la que nacería Laala, pero durante el proceso los habitantes de Tama se vieron sumamente afectados, por lo que intentaron evitar aquel nacimiento a toda costa.

Palme fue creado para ayudar a Xian, la enferma esposa de su creador. Cuando Xian murió su objetivo en la vida desapareció y él se desactivó, hasta que una mujer llamada Koram le dio un extraño objeto conocido como el huevo Touto, dicho artefacto contenía el aceite de Soma. Palme inició entonces un viaje con la finalidad de encontrar aquel árbol. Durante su travesía conoce a Shatta, el hijo de Koram; Popo, un niña que le recuerda a Xian; Pu y Mu. Los cinco emprenderán un viaje al Más Abajo para descubrir los misterios del Kuroop, resolver los conflictos entre Shatta y su madre y convertir a Palme en humano.

Palme 4

Palme espera que Soma lo haga humano, pero durante su travesía veremos cómo el muñeco se obsesiona, se asusta, siente miedo y frustración, hasta que se da cuenta de que no necesita un cuerpo para expresar sus emociones y proteger a quienes ama. Si bien el crecimiento emocional de Palme es lo que podríamos esperar en una obra como ésta, lo destacable es que el muñeco logra su propia autoaceptación al pasar por toda clase de emociones, siendo las irracionales, agoistas y desequilibradas, las que más impactan al público, pues algunas reacciones de Palme son un tanto atemorizantes.

A pesar de que Palme fue construido a partir de un árbol, no es para nada una marioneta, sino un autómata cuyo diseño nos remite al Steampunk y que pasó de ser un robot irracional y sin emociones a lo que podríamos denominar un androide que piensa, siente, desea, se obsesiona y se frustra. Palme nos permite reflexionar sobre el aprendizaje de las emociones en seres artificiales y nos demuestra que la fantasía también puede filosofar sobre ello. Sin embargo, la obra trata de aparentar mayor profundidad de la que tiene, y eso, aunado a ritmo lento y su excesiva duración, la hacen un poco tediosa.