#Vivo

Vivo 1

Título Original: #살아있다 (#Saraitda).
Género(s): Survival-Horror.
Director: Cho Il-hyeong.
Emisión: 2020.
Duración: 98 minutos.
Extras:

En los últimos años, Netflix nos ha traído una gran cantidad de películas surcoreanas de todo tipo, pero aquellas de Ficción y Horror son las que más han ponderado, seguramente algún acuerdo debe tener la empresa de streaming con las productoras asiáticas, pero sin importar la razón a mí me parece refrescante el tener la oportunidad de ver películas con una visión distinta al ya conocido estilo hollywoodense que como latinoamericanos estamos tan acostumbrados a consumir. Y si en algo destacan los asiáticos es en su forma de hacer terror, sobre todo con los zombis, pues como ejemplo de éxito tenemos Train to Busan.

Cuando me apareció la recomendación de este filme, me pareció recordar que ya lo había visto, pues en mi memoria tengo imágenes de una película donde un tipo se quedaba en su departamento sobreviviendo solo a un apocalipsis zombi, pero me podría estar confundiendo, pues si bien la premisa era algo que ya recordaba haber visto, estoy seguro que eso que recuerdo no se trataba de una película coreana. De cualquier forma me llamó la atención lo suficiente como para verla y la verdad no me arrepiento, pues si bien no tiene nada nuevo sí logra darle tu toque propio, digo, ya a estas alturas es difícil evitar algún cliché en historias sobre zombis, sobre todo en películas de grandes producciones.

Vivo 4

La obra gira en torno a Joon-woo, un joven, al parecer influencer, que vive con sus padres en un departamento en un edificio habitacional en medio de la ciudad. El chico parece ser flojo y no hace otra cosa que jugar videojuegos en un setup bastante impresiónate. Un día al despertar descubre que sus padres se han ido y no tiene nada de comer, pero en lugar de ir a comprar alimentos como su madre le dijo prefiere ponerse a jugar hasta que una noticia interrumpe su partida. Rápidamente Joon sintoniza las noticias donde hablan sobre un brote psicótico que hace violentas a las personas y las impulsa a atacar y canibalizar a otras. Aún confundido por las noticias, el ruido en la calle de disturbios lo hace asomarse por su balcón y ver una grotesca escena de personas atacándose unos a otros.

El caos se apodera de la ciudad y la única recomendación por parte de las autoridades en no salir de casa. No parece haber explicación para lo que ocurre, pero rápidamente todo se sale de control y Joon-woo termina atrapado en su casa sin comida suficiente. Previendo un poco la situación, y siguiendo las recomendaciones que sus padres le enviaran en su último mensaje, decide que tiene que sobrevivir y publica su nombre y ubicación en las redes sociales con el hashtag #debosobrevivir. El resto del filme es él tratando de no morir de hambre ni por el ataque de los zombis mientras espera ayuda de los militares y se encuentra con otros sobrevivientes.

Vivo 9

Una cosa que debo destacar es que la acción pasa muy rápido, aún no tenemos tiempo de acomodarnos en los asiento cuando la introducción calmada donde no pasa nada termina en dos minutos y el caos empieza de lleno. Y eso a mí en lo personal me encantó, pues para una película survival-horror como esta no necesitamos de media hora introduciendo a los personajes, de hecho esos pocos minutos antes de que empieza el apocalipsis son suficientes para comprender la personalidad del protagonista y hacernos una idea de lo que puede pasar. Sobre todo por ser un chico muy urbano y tecnológico cuyas habilidades de supervivencia se antojan nulas.

Además de eso, la acción constante siempre mantiene el suspenso de que algo puede pasar y de que la endeble puerta del departamento puede no ser suficiente para detener a las hordas caníbales que amenazan con entrar. La música también es buena y ayuda mucho en la ambientación, además de que se lleva muy bien con los escenarios, los cuales usan el recurso del espacio confinado que ya hemos visto triunfar muchas veces en películas de zombis, la producción española Rec es el perfecto ejemplo. Las actuaciones y el desarrollo de los personajes tampoco están nada mal y el diseño de los zombis me gusta, pues no son los monstruos súper rápidos e imparables, en la propia película explican que los infectados no tienen ninguna habilidad sobresaliente, son igual de fuertes que los humanos normales y ninguno de sus sentidos está agudizado.

Vivo 7

Retomando la parte del espacio confinado, allí es donde está uno de los puntos más emblemáticos, pues el protagonista se avienta más de la mitad de la película solo, sin interactuar con nadie y sin casi tener diálogos, lo cual hace destacar dos aspectos. La primera es la locura a la que el personaje es orillado por su soledad y la falta de alimentos y finalmente el estrés generado por el encierro, algo con lo que todos podemos identificarnos a causa de los constantes y extensos confinamientos que hemos vivido en el último par de años a raíz de la pandemia. Sin duda aspectos muy bien manejados, sobre todo porque lleva al personaje al límite y cuando creemos que será el final la trama hace un giro argumental que cambia las perspectivas de la situación, un giro muy de formula y nada original pero que por el desarrollo que habíamos visto hasta ahora no era obvio.

El hecho de que los zombis sean humanos normales le da un toque de realismo muy necesario en la actualidad, pues ya habíamos pasado de los zombis lentos de Romero a los zombis imparables que corren maratones de Guerra Mundial Z, aquí incluso parece que pueden morir de hambre. El protagonista único y el espacio confinado funcionan perfecto, aunque por ahí sí hay un cliché que no me gustó al mostrar a otros sobrevivientes como un peligro aún mayor que los muertos vivientes, pero dura muy poco y no le resta a la película en general. Que por cierto tiene otro acierto en el manejo de la pandemia zombi y es no explicar en nada el origen, nunca se sabe si es un virus u otra cosa, además de que mantiene todo muy focalizado, púes al parecer no es algo de carácter mundial sino que sólo pasa en esa ciudad, al menos hasta donde sabemos en este filme, porque bien podría dar para una segunda parte extendiendo la brote zombi a mayor escala.

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Las dificultades que un chico citadino debe enfrentar para sobrevivir en una pandemia zombi están muy bien manejadas, la acción y el suspenso son constantes, el poner el peso de toda la trama en un solo personaje es un gran acierto y el final era el esperado junto con todo lo que pasa. La película no innova en realidad, todo lo que muestra ya se ha hecho, pero lo hace bien, aunque todo sea de formula no cae en el cliché de lo obvio ni lo sobreexplotado. Es una película de zombis más que cumple su función de manera excelente, entretiene, logra generarte tensión y se disfruta.

La película es muy recomendable, excelente para pasar la tarde viendo una película de este género en la que sólo nos interese ver humanos sobreviviendo a zombis y nada más. Hay un excelente nivel de violencia, el toque de sangre adecuado, es emocionantes y te mantiene en suspenso pero no es realmente aterradora. Básicamente el desarrollo de la trama es de manual pero no cae en el estereotipo molesto donde ya sabemos todo lo que va a pasar, pues conserva algunas sorpresas.

Vivo 12

Train to Busan

Título Original: 부산행 (Boosanhaeng).
Género(s): Survival-Horror, Drama.
Director: Yeong Sang-ho.
Emisión: 2016.
Duración: 118 minutos.
Extras: Seul Station.

Durante finales de 2016 hubo una película de zombis que empezó a ganar renombre a nivel internacional, se trataba de una película de hechura surcoreana, que a pesar de pertenecer a un género sobre explotado y con muchos estereotipos se ha logrado ganar el gusto del público y un cúmulo de críticas generalmente positivas. Train to Busan, o Estación Zombi como se le nombró en Hispanoamérica, se ha convertido en una de las películas mejor logradas de la última década en este género.

La historia nos narra el viaje de un grupo de pasajeros que se trasladan desde Seúl hacia diferentes puntos del país en tren sin saber que un extraño fenómeno está regresando a los muertos a la vida. Para mala suerte de los pasajeros, una joven infectada logra subir al tren y los empieza a atacar, creando en poco tiempo una horda de zombis sedientos de sangre. La historia se centra en Seok-woo y Kim su-an, padre e hija respectivamente, quienes tiene una relación muy distanciada debido al trabajo del padre. No obstante, a lo largo del filme conoceremos a más pasajeros así como un poco de su historia.

La película salta casi de inmediato a la acción, con sólo algunos minutos de introducción en los que vemos extraños eventos causados por una compañía de biotecnología que es obvio será la causante del apocalipsis zombi que está por comenzar. A la par de los muertos vivientes vemos esa difícil relación padre e hija entre los protagonistas, lo cual si bien es un estereotipo, está muy bien trabajado, pues los personajes crecen mucho a lo largo del filme, algo a lo que generalmente se le da poca importancia en este tipo de obras.

Así como los protagonistas tienen sus propios dramas personales, el resto de personajes también hacen grandes aportes, crecen y nos dejan una valiosa enseñanza para reflexionar, que tiene que ver con el hecho de ayudar a los demás aun cuando sea nuestra propia vida la que esté en juego. Otro aspecto muy bien logrado a pesar de que ya no es para nada original, es la crítica a lo peligrosos, indiferentes y desconfiados que se pueden volver los humanos contra sus semejantes.

En muchas películas y series de zombis es frecuente que se muestren personajes que tratan de sobrevivir aun si eso implica matar a otras persona que como ellos sólo buscan salir adelante. En Train to Busan vemos exactamente los mismo, pero de una forma directa, sin medias tintas y que no da rodeos, cosa que se agradece sobre todo cuando este tema ya has sido tan sobre explotado por The Walking Dead. Creo que en cuestión de crítica social, la película coreana es mucho mejor que la serie estadounidense, o al menos resulta una opción más fresca.

Es sabido entre los cinéfilos de este lado del océano, que los asiáticos tiene una forma muy particular de hacer Terror y esta película lo demuestra, aunque también retoma elementos que resultan familiares para quienes estamos directamente influidos por las producciones Hollywoodenses, como la propia construcción de los zombis que me recuerda mucho a esos enjambres que vimos en Guerra Mundial Z.

El hecho de que la mayor parte transcurra dentro de un tren nos genera un espacio confinado muy particular, que al menos no había sido usado en películas de zombis, a quienes ya hemos visto restringidos a Supermercados, Edificios, Hospitales, Aeropuertos, Aviones y varios lugares cerrados más. Un tren tiene, a diferencia del resto, una estructura muy particular, no hay izquierda ni derecha ni arriba ni abajo, solo enfrente y atrás, lo que obliga a los sobrevivientes a avanzar en una sola dirección sin la oportunidad de poder dar la vuelta.

Tanto los elementos de aspecto occidental como el uso del tren como espacio confinado no son algo nuevo en el cine de Ciencia Ficción surcoreano, ya antes habíamos visto estos elementos en la película coreano-estadounidense Snowpiercer (2013). No obstante, Train to Busan en una excelente película que a pesar de los clichés se siente fresca y es una recomendación obligada para los fans del cine de zombis y aquellos que gustan del terror asiático.

Perritos animados

Los animales de compañía se han convertido en miembros muy apreciados por sus familias y la explosión de los memes en los últimos años les han dado un lugar muy exclusivo a perros y gatos. Sin embargo, el mejor amigo del hombre, el perro, siempre será muy especial para nosotros, y los dos cortos que a continuación les presentó retratan el cariño más puro y la fidelidad más loable que sólo es posible recibir por parte de nuestros cánidos amigos.

El primer corto nos muestra a un perrito hacer todo lo posible para evitar que su somnoliento dueño tenga un accidente, mientras que el segundo nos coloca en un apocalipsis zombi donde un niño y su mascota deberán trabajar juntos para sobrevivir.

En el primer corto todo es ternura y emotividad, pero no de esa edulcorada y plagada de clichés sentimentales. El segundo video también tiene mucho sentimentalismo, pero destaca el hecho de que retoma a los muertos vivientes como un simple elemento ambientador, mientras que la historia se enfoca en desarrollar el tema del amor entre perros y humanos. Ambos cortos fueron realizados por estudiantes del California Institute of Arts (CalArts).

OMELETTE

Omelette 1

 

Título Original: Omelette.
Director: Madeline Sharafian.
Género(s): Comedia.
Estudio: CalArts.
Emisión: 2013.
Duración: 2:30 minutos.
Extras:

Un perrito ayuda a su dueño a preparar su cena cuando este llega cansado de trabajar.

 

STEADFAST STANLEY

Steadfast Stanley 1

Título Original: Steadfast Stanley.
Director: John Codi Kim.
Género(s): Survival-Horror.
Estudio: CalArts.
Emisión: 2014
Duración: 4:10 minutos
Extras:

Un perrito busca a su dueño en un apocalipsis zombi para entregarle su zapato.