Título Original: 부산행 (Boosanhaeng).
Género(s): Survival-Horror, Drama.
Director: Yeong Sang-ho.
Emisión: 2016.
Duración: 118 minutos.
Extras: Seul Station.
Durante finales de 2016 hubo una película de zombis que empezó a ganar renombre a nivel internacional, se trataba de una película de hechura surcoreana, que a pesar de pertenecer a un género sobre explotado y con muchos estereotipos se ha logrado ganar el gusto del público y un cúmulo de críticas generalmente positivas. Train to Busan, o Estación Zombi como se le nombró en Hispanoamérica, se ha convertido en una de las películas mejor logradas de la última década en este género.
La historia nos narra el viaje de un grupo de pasajeros que se trasladan desde Seúl hacia diferentes puntos del país en tren sin saber que un extraño fenómeno está regresando a los muertos a la vida. Para mala suerte de los pasajeros, una joven infectada logra subir al tren y los empieza a atacar, creando en poco tiempo una horda de zombis sedientos de sangre. La historia se centra en Seok-woo y Kim su-an, padre e hija respectivamente, quienes tiene una relación muy distanciada debido al trabajo del padre. No obstante, a lo largo del filme conoceremos a más pasajeros así como un poco de su historia.
La película salta casi de inmediato a la acción, con sólo algunos minutos de introducción en los que vemos extraños eventos causados por una compañía de biotecnología que es obvio será la causante del apocalipsis zombi que está por comenzar. A la par de los muertos vivientes vemos esa difícil relación padre e hija entre los protagonistas, lo cual si bien es un estereotipo, está muy bien trabajado, pues los personajes crecen mucho a lo largo del filme, algo a lo que generalmente se le da poca importancia en este tipo de obras.
Así como los protagonistas tienen sus propios dramas personales, el resto de personajes también hacen grandes aportes, crecen y nos dejan una valiosa enseñanza para reflexionar, que tiene que ver con el hecho de ayudar a los demás aun cuando sea nuestra propia vida la que esté en juego. Otro aspecto muy bien logrado a pesar de que ya no es para nada original, es la crítica a lo peligrosos, indiferentes y desconfiados que se pueden volver los humanos contra sus semejantes.
En muchas películas y series de zombis es frecuente que se muestren personajes que tratan de sobrevivir aun si eso implica matar a otras persona que como ellos sólo buscan salir adelante. En Train to Busan vemos exactamente los mismo, pero de una forma directa, sin medias tintas y que no da rodeos, cosa que se agradece sobre todo cuando este tema ya has sido tan sobre explotado por The Walking Dead. Creo que en cuestión de crítica social, la película coreana es mucho mejor que la serie estadounidense, o al menos resulta una opción más fresca.
Es sabido entre los cinéfilos de este lado del océano, que los asiáticos tiene una forma muy particular de hacer Terror y esta película lo demuestra, aunque también retoma elementos que resultan familiares para quienes estamos directamente influidos por las producciones Hollywoodenses, como la propia construcción de los zombis que me recuerda mucho a esos enjambres que vimos en Guerra Mundial Z.
El hecho de que la mayor parte transcurra dentro de un tren nos genera un espacio confinado muy particular, que al menos no había sido usado en películas de zombis, a quienes ya hemos visto restringidos a Supermercados, Edificios, Hospitales, Aeropuertos, Aviones y varios lugares cerrados más. Un tren tiene, a diferencia del resto, una estructura muy particular, no hay izquierda ni derecha ni arriba ni abajo, solo enfrente y atrás, lo que obliga a los sobrevivientes a avanzar en una sola dirección sin la oportunidad de poder dar la vuelta.
Tanto los elementos de aspecto occidental como el uso del tren como espacio confinado no son algo nuevo en el cine de Ciencia Ficción surcoreano, ya antes habíamos visto estos elementos en la película coreano-estadounidense Snowpiercer (2013). No obstante, Train to Busan en una excelente película que a pesar de los clichés se siente fresca y es una recomendación obligada para los fans del cine de zombis y aquellos que gustan del terror asiático.