Con el bum de internet en los años 90 y la primera década del siglo XXI, propiciado por su cada vez más fácil acceso a la clase media, la facilidad para compartir información alcanzó límites inimaginables; ahora era posible estar informado en tiempo real del acontecer en la industria de los medios audiovisuales. Videojuegos, animación, televisión y cine se vieron forzados a adaptarse a esta nueva plataforma en la que todo era gratis, mucho más accesible y con un mercado de consumidores en exorbitante crecimiento a nivel mundial. Atrás quedaban los años en que las revistas y los rumores entre amigos y proveedores piratas en los tianguis significaban la mejor fuente de información para estar al día en el vertiginoso desarrollo tecnológico que ha permeado a la cultura pop.
El internet facilitó a sus usuarios la posibilidad de poder conseguir series, películas, videojuegos, canciones y software sin tener que recurrir al nada confiable mercado informal. Más importante aún, nos permitió conseguir artículos que eran muy difíciles de encontrar fuera de su país de origen (básicamente Estados Unidos y Japón) a no ser que se acudieras a alguna convención. Esto significó tres cosas para la industria audiovisual: en primera catapultó la fama de muchas producciones y las internacionalizó, creando acérrimos fans por todo el globo; en segunda, se creó un mercado pirata intangible y muy difícil de controlar a pesar de los esfuerzos de las casas productoras y los propios proveedores de servicios en internet, y en tercera, la capacidad para acceder de forma gratuita, directa y en cualquier momento a los mismo productos que tenemos en la televisión y el cine, crearon, a mi forma de ver, un hastío en el telespectador causado por la mala programación de las cadenas televisoras . Esta debacle televisiva tuvo, además, que competir con el brutal despegue de redes sociales y páginas de videos como YouTube.
Es justamente en YouTube donde hemos podido ver, en un periodo de poco más de cinco años, el desarrollo de una plataforma de entretenimiento que ha tenido que modificar su contenido a una velocidad realmente relampagueante. Algunos quizás recuerdan cuando en YouTube la mayoría de videos eran cosas random subidas por los usuarios sin un fin específico, posteriormente se saturó el canal con videos musicales y no tardó en hacer lo mismo con fragmentos de series de televisión y películas. Quizás YouTube hubiese seguido ese camino si no fuese por la cuestión legal de derechos de autor. La mayoría recordamos, estoy seguro, algún canal que frecuentábamos y que fue borrado por esta razón. El retiro de videos con Copyright forzó a los internautas a producir contenidos propios que ellos mismos compartirían sin la presión de que estos pudieran ser eliminados; surgió así la era de la “televisión por internet” (aunque propiamente no era televisión).
En esta etapa es cuando surgen los video blogers (vlogers), esos chicos que se paran frente a la cámara y habla de algún tema en específico (similar a lo que hacemos los blogueros pero en video). Antes de ellos ya habían surgido algunos usuarios que subían videos cómicos pero eran pocos y no se auto reconocían como una comunidad virtual en específico, como ya hacían los blogueros en ese entonces y como posteriormente hicieron los podcasters. A la par de los vlogers surgieron los moneros, chicos amantes de la animación y con algún conocimiento en flash y otros programas simples para animar.
Independientemente del precedente que sentó Huevocartoon como una de las primeras animación flash con fines cómicos, los moneros empezaron, en su mayoría, parodiando series de anime o haciendo videos chuscos que apelaban al albur, al humor ácido, a las historias simples y muchas veces al mal gusto, para agradar a los internautas. Algunos tuvieron un éxito tal que fueron vistos como un producto que podía venderse, sin embargo, no podía venderse a los consumidores, pero sí a los publicistas, quienes encontraron en el astronómico número de visitas una nueva mina de oro para la publicidad. Vlogueros y moneros lograron por fin recibir cierta remuneración por algo que hacían gratis. Esto los llevó a aumentar la producción de sus animaciones pero a reducir su calidad y esencia innovadora, irreverente y de improvisación que tenían en un inicio.
Esta “Animación basura” se convirtió en algo similar a lo que fue conocido en la escena cinematográfica underground como Cine Basura (Trash Cinema) y que ahora muchos de esos largometrajes son cine de culto, eso que renombramos como Serie B. Muchas de estas animaciones flash captaron un público realmente numeroso y fiel, que empezó a apoyar y difundir los trabajos de sus moneros favoritos, convirtiendo a varios de ellos en verdaderas celebridades de internet y creado disputas entre los fans por ver cuál serie es mejor. Independientemente de ello, lo que debemos destacar es el empeño que los moneros ponen en sus obras, pues —al menos en un principio— no recibían ningún pago por el trabajo que hacían, que podía llegar a ser verdaderamente arduo puesto que, además de no disponer de recursos, tenían que hacer todo el proceso de animación por ellos mismos: escribir la historia, diseñar personajes, animar, hacer doblaje y grabar el audio.
Los monos como Hobby
La primera razón por la cual los moneros empezaron a subir sus videos fue el gusto, el amor a la animación y el hecho de que significaba un pasatiempo, que para algunos nunca fue más que eso mientras que para otros era una forma de iniciarse en una actividad a la que realmente se querían dedicar. Todos los moneros iniciaron en esto por gusto y posteriormente lograron entrar en la industria y recibir una paga.
Los monos como plataforma de publicidad
Con el bum de YouTube y su programa de Partners, el sueño de muchos internautas se hizo realidad; recibir una paga por jugar videojuegos o subiendo esos videos que por años habían hecho, ahora podría significar una forma para ganarse la vida. Y los moneros no fueron la excepción, Rulo Barrera y RAL-Negas son el mejor ejemplo de ello, tanto que por un tiempo quién atrajo la mayor cantidad de visitas al canal de IrreverenTV fue el Negas.
El hecho por el cual los youtuberos (o youtubers) se convirtieron en un producto redituable es porque ya tenían un mercado cautivo (los espectadores) y un medio de difusión (las animaciones, playgames o vlogs), sólo faltaba el efectivo, que fue lo que los patrocinadores, a través de TvAzteca (para el caso de IrreverenTV) y otras empresas, llegaron a inyectar.
El márquetin. Las empresas de publicidad, si algo tienen, es astucia. Cuando YouTube fue vendido a Google y se abrió a la publicidad permitió que la página obtuviera un margen de ganancias exorbitante. Como Google ganaba dinero con la publicidad un mayor número de visitas significaría un mayor número de ingresos, pero para que las visitas aumentaran debía de proporcionar contenido que atrajera mucho público. Sin embargo, Google no tenía tiempo para proporcionar contenido, pero si los muchos suscriptores que ya de por si hacían videos que muchas veces lograban recaudar miles de visitas al día. Se creó así el sistema de Partners, en el cual los canales suscritos obtendrían visitas a cambio de poner publicidad en sus videos, y mientras más visitas tuvieran más ingresos les generaría. Muchos moneros y principalmente vlogers usaron esto para empezar a recibir ingresos por algo que antes hacían gratis.
El patrocinio. La televisión y las empresas fijaron sus ojos en los videos de la red que tanto atraían a ese público que había dejado la televisión y como eran miles las visitas que recibían, optaron por patrocinarlos para que siguiera subiendo su contenido a cambio de algo de publicidad. Los Youtubers tuvieron así una segunda fuente de ingresos que ya no dependía directamente de la publicidad que insertaba YouTube, sino de los comerciales que los moneros y vlogueros hacían para productos comerciales. Así, las personas que se sentían muy originales por cambiar la tele por el monitor terminaron viendo un producto auspiciado por las marcas y televisoras que tanto criticaban.
Los monos como plataforma artística
De entre todos los moneros y proyectos existen dos casos muy particulares, el de Darkar y el de Steve Morales. Ambos dedicados netamente a la producción audiovisual y que incluso estudiaron algo relacionado a ello, Animación en el caso de Darkar y Diseño Gráfico en el caso de Steve. Rulo Barrera también estudió Diseño Gráfico y se ha dedicado a ello, pero en cuestión de animación se ha enfocado en los monos, a diferencian de estos dos chicos que realmente quiere dedicarse a la producción de videos y a la animación a un nivel profesional.
Darkar tiene la meta de abrir su propio estudio de animación en California, mientras que Steve busca crear su propia serie original, desde los personajes, hasta la música y el doblaje. Cuando el internet se usa como plataforma para que futuros artistas, músicos o escritores inicien y hagan sus primeros proyectos, creo que realmente estamos haciendo un buen uso de tan increíble herramienta cibernética.
Los monos como plataforma social
Los de Barrio, familia creada por Sergio Navarro y Arturo Lebrija, son el máximo estandarte de denuncia animada, en sus cortos vemos cómo la ignorancia, la falta de oportunidades y la corrupción son los defectos que mantienen a nuestra sociedad sumida en la pobreza y el rezago en todos los aspectos, pero que al mismo tiempo nos dan un perfecto ejemplo de la vida cotidiana y los problemas mundanos a los que muchas familias de clase media-baja se deben enfrentar.
La Familia del Barrio nos retrata, se burla del estereotipo mexicano y al mismo tiempo nos invita a reflexionar sobre todas esas cosa de nuestro país de las que tanto no quejamos pero a las que nunca intentamos cambiar, porque no se trata de cambiarlas a ellas, sino de cambiar nosotros como sociedad y eso es lo que una buena animación debe invitarnos a hacer.
Lo que me he propuesto con ésta introducción es poner en contexto al lector para que pueda apreciar el desarrollo general que la animación amateur encontró en las nuevas plataformas que nos proporcionó internet. Lo que pretendo hacer en ensayos futuros es hablar de algunas de las creaciones y moneros mexicanos más exitosos de la web. Mi intención con esto es hacer un pequeño análisis de cómo una animación que muchas veces es soez y con poco contenido ha logrado crear un impacto tan grande que incluso empieza a sobrepasar el mundo de las redes sociales. En un mundo [virtual] en donde los memes y el humor gráfico simple se han adueñado de internet, la animación chafa es la nueva alternativa frente a una televisión abierta que cada vez resulta más decadente.
Animación Basura II: Mentes Enfermas
Animación Basura III: Ral Animation Studios
Animación Basura IV: Cha Studios
Animación Basura V: La Familia de Barrio
Animación Basura VI: Vete a la Versh
Animación Basura VII: Producto Robot
Animación Basura VIII: La alternancia en internet