Mi vecino Totoro

Título Original: となりのトトロ (Tonari no Totoro).
Género(s): Fantasía, Drama, Comedia, Kodomo.
Director: Hayao Miyazaki.
Estudio: Studio Ghibli.
Emisión: 1988.
Duración: 85 minutos.
Extras: Mei to Konekobasu.

Si bien Studio Ghibli se ha caracterizado por animaciones dirigidas al público infantil con temáticas profundas y mensajes de superación, existen quizás cuatro obras que se han convertido en clásicos tanto para oriente como para occidente: Nausicaä de Valle de Viento, La Princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro y, por supuesto, Totoro. Esta última logrando una importancia tal que el simpático y gatuno personaje no sólo se convirtió en la mascota del estudio, sino en un referente cultural dentro de la animación, basta con observar el cameo que realiza en Toy Stoy 3.

Primeramente debemos hablar del detalle técnico. Ghibli siempre ha recurrido a una animación artesanal que es el sello distintivo del estudio. Su animación es fluida, realista y tan amena que logra crear una atmosfera familiar aunque no seamos japoneses. Los escenarios son simples pero minuciosamente detallados, sin caer en la saturación visual, sobre todos los urbanos, pues los naturales tienen un sutil toque de acuarela que logra unos hermosos y agradables cuadros, que lamentablemente en ocasiones lucen algo planos. Las características físicas y las expresiones de los personajes son sencillas pero muy emotivas, y la música logra la perfecta ambientación en cada momento de la historia, con tonadas alegres que derrochan felicidad.

La obra refleja la vida rural japonesa en la postguerra y se enfoca en el modo de vida de los campesinos, mostrándonos la tranquilidad y cotidianeidad de esa feliz vida campestre; lo que resulta un reflejo opuesto a la crudeza de La Tumba de las Luciérnagas, película dirigida por Isao Takahata y producida por Ghibli de manera simultánea a Totoro. Aunque en su trasfondo este filme oculta elementos un poco más melancólicos de los podríamos imaginar en un principio.

La historia gira en torno a las Hermanas Satsuki y Mei, quienes se mudan a una casa en el campo con su padre mientras su madre permanece en el hospital para recuperarse de la tuberculosis. Mientras la pequeña Mei merodea en los alrededores de la casa, unas curiosas criaturas aparecen frente a ella, Mei las sigue y conoce a los Totoro, los espíritus protectores del bosque. Mei y Satsuki viven emocionantes aventuras con ellos, pero cuando Mei se pierde camino al hospital, su hermana hace todo para encontrarla, pero sin resultados, hasta que Totoro y su Gatobús llegan al rescate.

Una vez más el papel central y el peso de la trama recaen en una mujer (Satsuki), en este caso una muy joven y carismática, pero decidida y fuerte, como todas las féminas que Miyazaki nos ha regalado. Los dos personajes principales (las niñas) derrochan una gran alegría que por momentos parece excesiva, pero también viven preocupaciones y tristezas, aspecto que hace mucho más humanos a los personajes.

La historia es simple y agradable, el ritmo es bueno y se enfoca en contar una anécdota bastante corta, pero sobre todo, es una obra muy inocente, llena de alegría y felicidad. Sin embargo, a pesar de ser un filme de naturaleza alegre, tiene momentos nostálgicos y un trasfondo realmente trágico aunque muy bien disfrazado. Esta obra se desarrolla algunos años después que La Tumba de las Luciérnagas cronológicamente hablando, es decir, menos de una década después de la Segunda Guerra Mundial y aún refleja todas las carencias que dejó dicho conflicto bélico.

El mensaje ecológico es bastante evidente, pues las criaturas del bosque y el bosque mismo son seres vivos que merecen nuestro respeto y cuidado. De hecho Totoro es como una representación zoomorfa del bosque, es un espíritu guardián que protege a sus habitantes y hace crecer a las plantas. Aunque también puede verse como una representación del miedo y la angustia dejados por la gran guerra, pues recordemos que Totoro sólo se presenta frente a las protagonistas cuando éstas están solas, tristes o necesitan ayuda.

Finalmente (aunque no quisiera), no puedo dejar de comparar a Totoro con Alicia en el País de las Maravillas, la versión animada de Disney, sobre todo por la semejanza del Gatobús con Cheshire, y no dudo que exista cierta inspiración en ella, cosa que no importa pues las tramas y temáticas son muy distintas. Y para los que se preguntaban qué es Totoro, pues es un Gato montés-perro-mapache-búho.

La Princesa Mononoke

Título Original: もののけ姫 (Mononoke Hime).
Género(s): Fantasía/Fantasía Heróica, Kemono.
Director: Hayao Miyazaki.
Estudio: Studios Ghibli.
Emisión: 1997.
Duración: 134 minutos.
Extras:

La Princesa Mononoke es uno de los más representativos proyectos de Ghibli y una de las mejores animaciones japonesa que existen. Su fama y éxito son bien merecidos, pues mezclan una historia increíble, llena de simbolismos y folclore, con un trabajo de animación tan minuciosamente detallado que resulta impresionante al verlo en pantalla, además, la calidad musical es otra de las maravillas que posee. Todos estos aspectos le han valido ser una de las películas más taquilleras en Japón y uno de los animes más reconocidos y admirados por los fanáticos de todo el mundo.

En el aspecto técnico, Mononoke requirió de avanzadas tecnologías en animación por computadora, a pesar de que sólo el 10% de la película está animada con esta técnica, el resto mantiene el método clásico de dibujar y animar a mano cuadro por cuadro. Fue un arduo trabajo que valió la pena, pues se logró una fluidez tan natural en los movimientos que ni siquiera las escenas de mayor rapidez o acción se ven entorpecidas con movimientos toscos o bruscos cambios de cámara.

La música es otro de los aspectos relevantes en la película, pues además de crear un ambiente medieval y fantástico logra imprimir la emotividad necesaria en cada una de las escenas, desde las más delicadas hasta las más aguerridas. Los personajes también son estupendos ya que sus acciones están acorde con sus metas personales, por las que lucharán independientemente de que estén o no en lo correcto. Y aunque la película no es tan larga, permite que cada personaje se desarrolle lo suficiente para que podamos conocer sus verdaderas intenciones, personalidad y objetivos.

La historia está llena de tradiciones y mitos del folclore japonés, tanto en las costumbres que tiene cada personaje como en la creencia en los distintos espíritus que habitan y protegen los bosques y las montañas. Además de esto, la película nos muestra un mundo real que muchas veces es crudo y violento, lleno de masacres y muertes que pudieran parecer injustas pero que muchas veces son la única forma que tienen los humanos para mantener su forma de vida y subsistencia, incluso a costa de la propia naturaleza.

La historia nos narra la odisea de Ashitaka, un joven príncipe que se ve envuelto en una guerra entre dioses y humanos después de ser maldecido por un dios jabalí que atacó su aldea. Ashitaka emprenderá un viaje al oeste en busca de una solución, en su camino llegará a la ciudad de Tatara Ba, una pequeña fortaleza en la montaña que se dedica a la fundición de hierro para la fabricación de armas, lo que ha provocado la tala y destruido su entorno. La ciudad constantemente se ve atacada por los dioses lobo que protegen el bosque y los clanes de samuráis que intentan apoderarse de la industria. En ese lugar conocerá a Eboshi-sama, guerrera y líder de la ciudad.

Más tarde Ashitaka conocerá a San, una joven princesa que fue criada por los dioses lobo y que busca a toda costa expulsar a los humanos para evitar la destrucción del bosque. Mientras Ashitaka intenta proteger la cuidad y evitar que Eboshi-sama y sus tropas maten a Shishi Gami, el máximo dios del bosque, los clanes de lobos y jabalíes se enfrentan en una sangrienta batalla contra los humanos por el control del lugar.

La película tiene un ritmo rápido y acción constante, más no acelerada, pues da el suficiente tiempo para que podamos entender a la perfección la historia. Cabe destacar el énfasis que Ghibli pone en sus personajes femeninos, sobre todo en Eboshi-sama y San, pues ambas presentan una fortaleza muy superior al del resto de los personajes masculinos. Eboshi es una mujer ruda e imponente pero con la suficiente bondad como para trata a las personas como seres humanos, mientras que San es un una  guerrera determinada capaz de luchar a toda costa por mantener a salvo su hogar.

Si bien éste anime nos da un mensaje ecológico, la historia va más allá, pues nos muestra que tanto las criaturas del bosque como las personas que intentan destruirlo tienen motivos para hacer lo que hacen. Ninguno es bueno o malo, simplemente luchan por su subsistencia, aunque para ello deban destruir algunas cosas en el proceso.