Evangelion y mi inmersión en el anime

Der Mond - 031-032

Cuando iba en la escuela secundaria (2002-2005), teníamos en la familia una vieja computadora Windows 98 de esas armadas que eran muy comunes en la década de los noventa. Nadie de mi familia sabía aprovecharla realmente, nos limitábamos a usarla como máquina de escribir. En ese entonces prácticamente nadie tenía internet en sus casas y sólo un par de cafés-internet brindaban ese servicio; yo no tenía idea de cómo navegar en la red, ni tenía correo electrónico y lo más que sabía hacer para obtener información era consultar las viejas y hoy extintas versiones de Encarta. Lo que hacíamos en ese entonces para compartir información, imágenes, videos y juegos era quemar nuestros propios CD o intercambiar los viejos discos de 3½ (eran esos que hoy sólo pueden verse en el ícono de “guardar” de Word). Y sí, sé que para esas fechas ya todos escuchábamos música en discos y sólo algunos de nuestros padres guardaban sus viejos casetes (aunque a mí todavía me tocó tener walkman e incluso de pequeño llegue a escuchar discos de acetato, nací en 1990), pero en lo que respecta a la computación, México siempre ha estado un par de décadas por detrás de los países más desarrollados.

Como mi computadora ya era muy arcaica, se descomponía casi cada fin de semana; la impresora tenía la manía de desconfigurarse cada que yo tenía que imprimir una tarea de la escuela. Tratando de palear los desperfectos, frecuentábamos un café internet que además ofrecía servicios de reparación, regenteado por uno de esos técnicos en informática cuyo nivel de conocimiento era comparable al de cualquier chavo actual de preparatoria. En una de tantas, el tipo ese le metió un montón de imágenes y un juego súper genial del que me volví un fanático y que me dejó muchas horas de diversión con mis amigos de preparatoria, Age of Empires II. Entre las imágenes habían muchas de Dragon Ball y otras series que había visto, pero de otras no tenía ni idea. Sin embargo, dos imágenes llamaron mi atención de entre los cientos que ahora tenía mi computadora. La primera de ellas era una imagen de Asuka Langley tocando el violín con las leyendas “Asuka” y “nostalgia” (La segunda imagen de este post), la otra era una imagen del álbum Der Mond de Yasuhiro Yoshiura donde se ve al Eva 02 de fondo en una ciudad derruida con Asuka en primer plano (la tercera imagen del post); también había otras imágenes de Evangelion parecidas a la que encabeza esta entrada, donde se ven tanto a los tres pilotos como a sus respectivos Evas. En ese entonces yo imaginaba que se trataba de una serie donde los Evas (que yo no sabía que se llamaba así) era extraterrestres que invadían la tierra y los niñitos (Rei, Asuka y Shinji) tenían poderes y los combatían.

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El tiempo trancurrió y la vieja computadora pasó a mejor vida. Afortunadamente, en un aguinaldo de 2004, mi mamá decidió comprarme una computadora nueva, pues no quería estar batallando cuando entrara a preparatoria el año siguiente. Así fue como obtuve mi primera PC de marca, una HP con Windows XP que aún hoy conservo con mucho cariño pese a no usarla más. Ya que entré a la preparatoria también contratamos servicio de internet, pero no con wifi como ahora, sino con las tarjetas prepagadas de Todito que requerían conexión mediante vía telefónica (Dial-up) e impedían usar el teléfono cuando estabas conectado. Sí, era ese que se conectaba haciendo una llamada y generando un peculiar sonido que muchos recordamos con nostalgia. Con ese internet que corría a 56k pude buscar la palabra “Asuka”, pues era lo único que recordaba de aquel grupo de imágenes que tanto me impactó. Descubrí que la serie se llamaba Neon Génesis Evangelion y que en nada tenía que ver con lo que yo imaginaba.

En diciembre de 2006 yo caminaba hacia mi casa cuando al pasar por un puesto de videojuegos y anime pirata vi una portada que decía Evangelion, me detuve de inmediato y compre la bolsita de plástico con su disco al interior, los veinte pesos mejor gastados de mi vida (aunque de hecho ya no recuerdo cuánto costó en realidad). Esa misma tarde, en punto de las 18 horas, empecé a verla y no me detuve hasta terminar el capítulo 26 a eso de las 2 de la mañana. La serie era la versión original con el doblaje original en español, y además incluía las dos películas (Death and Rebirth y The End of Evangelion) aunque en español de España, que vi la mañana siguiente en compañía de un primo que casualmente llegó a mi casa y que al igual que yo quedó impactado con las imágenes que tenía en pantalla. Ver toda la serie de corrido me resultó tan impactante que desde ese momento quedé inmerso en el mundo de la animación hasta el día de hoy.

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Con el paso del tiempo empecé a leer todo lo que encontraba sobre Evangelion en internet y a recopilar todas las imágenes que podía (actualmente tengo una carpeta con más de cinco mil imágenes distintas entre capturas, artwork y fanart). Como consideraba a la serie algo maravilloso, creí que no necesitaría ver nada más el resto de mi vida, antes de terminar el año ya la había visto unas tres veces. Sin embargo, al llegar enero ya buscaba en los café internet, pues habíamos dejado de usar Todito, información sobre Love Hina, la segunda serie de anime que vi; la tercera fue Elfen Lied y la cuarta Serial Experiments Lain.

La densidad argumental y la calidad de esas primeras series me llevaron a interesarme por la Ciencia Ficción y el Cyberpunk. Para junio de 2007 había visto tantas series que decidí abrir un blog para reseñar todo lo que veía y poder recordar de qué trataba cada obra, como una especie de bitácora personal pero compartida con todos los internautas; también asistí a mis primeras convenciones en compañía de mi primo, quien al igual que yo empezó a ver anime gracias a Evangelion, aunque después de cuatro o cinco veces me arté de que cada convención fuera lo mismo y dejé de asistir. Así caí, sin quererlo y gracias a un no tan buen reparador de computadoras, en el mundo del frikismo y la animación.

3 respuestas a “Evangelion y mi inmersión en el anime

  1. kinod3rtotten 15 diciembre, 2014 / 1:05 PM

    la primera vez que tuve contacto con evangelion fue en un puesto de anime, en vhs por supuesto y comprarlos era muy caro, mas para un niño de unos 10 años, pero al final los vi y me encanto sobre todo los robots (en ese momento no sabia la existencia de los mechas, para mi solo eran robots) la mayoría de nosotros de niños no encontraba la diferencia entre las caricaturas de japón o de eu, Pero evangelion por la trama quizá es que no estuvo nunca en la tv abierta por eso es que tal ves se convirtiera de culto no por la historia en si, sino por la dificultad para conseguirla, no digo que sea mala solo que nos marco de una forma diferente, la estética de los evas, el carácter de Asuka similar al de Lucy de snoopy, la temática sexual, shinji viviendo con la maestra sexy, era el sueño de la mayoría, y por supuesto la violencia que se desparramaba como la sangre del resplandor o dracula de coppola, todo ello la convirtio en parte de la cultura medio underground, habia grafittis de Rei muy buenos y casi nadie la reconocia.

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    • Cuauh 15 diciembre, 2014 / 1:45 PM

      Sí, pasado un tiempo uno empieza a añorar y valorar esa viejas anécdotas de cómo empezamos a ver anime.

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