
Título Original: Stranger Things.
Género(s): Ciencia Ficción.
Emisión: 2016-Actualidad.
Duración: 3 temporadas (hasta 2022 y una cuarta confirmada)
Extras: –
Ayer (17 de julio para cuando escribo esto) me aventé la primera temporada de Stranger Things en un maratón, cosa que no hacía desde Community, pues si bien he visto otras series desde entonces no había terminado temporadas completas en un día. Y la verdad debo decir, que si bien el hype que tenía por al fin ver la serie era mucho y la idea de lo que vería era muy vaga (no he sufrido spoilers), quedé sorprendido de manera muy grata.
No creo que haga falta comentar ni un poco sobre de qué va la historia, ni siquiera para quienes no la han visto, toda la publicidad y el boca a boca de los fans considero que es suficiente para que quienes gustamos de la Fantasía y la Ciencia Ficción ya estemos interesados por verla. Pero a grandes rasgos un grupo de niños de un pueblito tranquilo en Estados Unidos empiezan a presenciar extraños eventos sobrenaturales a raíz de la desaparición de uno de sus amigos, mientras intentan encontrarlo descubren que un laboratorio del gobierno ha realizado experimentos que abrieron un portal a otra dimensión y se han involucrado con criaturas desconocidas y humanos con poderes mentales. Todo ambientado en la década de los ochenta.

Eso será todo lo que diré, la experiencia de descubrir qué es lo que pasa y dejarnos guiar por la trama para ir descubriendo junto a los protagonistas los secretos de la serie, el universo alterno y los poderes de Once es algo que no debemos arruinarle a nadie. Aunque me es imposible no comparar la obra con algunas otras series y películas con las que guarda una gran afinidad, eso ayudará a quienes no la han visto a darse una idea de lo que podría esperar sin debelarles nada vital de la historia.
Una de las primeras películas que Stranger Things me recordó por su parecido, sobre todo al tener a adolescentes como protagonistas y estar ambientada en el pasado, fue Eso (It) principalmente a la miniserie de 1990. La idea de un monstruo, personas que desaparecen y niños investigando los sucesos me remitió a Super 8 el filme de Steven Spielberg dirigido por J. J. Abrams. El universo alterno y los seres aberrantes salidos de otra dimensión me hicieron pensar en The Mist (2007). Y mientras escribo esto me llegó a la mente también una similitud con la serie animada Gravity Falls. Lo anterior nos permite ver que hay una clara influencia del cine de terror ochentero y de autores como Stephen King en la creación del universo de la serie (al menos hasta la primera temporada que es lo que he visto).

Otra similitud muy peculiar la encontré en Once (Eleven) la niña con poderes psíquicos que escapa de un laboratorio donde hacían experimentos con ella. La forma en que la trataban, la relación que tenía con su captor a quien llamaba padre, el sufrimiento al que era expuesta y el deshumanizarla al llamarla por un número, junto al hecho de tener poderes, me recordaron a Siete (Nana) personaje de Elfen Lied quien sufre una vida casi idéntica. Por cierto que el monstruo me recordó un poco a las ilustraciones de Trevor Herderson, y la corporación secreta detrás de portal interdimensional a la Fundación SCP.
Las influencias y referencias no terminan allí, pues está claro que hay una obvia presencia de los gustos geek, los propios personajes son los típicos ñoños inadaptados que se pasan horas en el sótano jugando Calabozos y Dragones. Es obvio que para 2016 la popularidad de lo Nerd potenciaba cualquier serie y más si hacía obvias referencias a juegos y películas del género. Personalmente considero que eso funcionó perfectamente como una estrategia de enganche, pues ya de por sí la historia estaba destinada a un público particular y si a eso le sumamos que los espectadores target iban a empatizar con personajes que les recordaría su niñez era claro que el éxito estaba asegurado.

Fuera de las referencias cinematográficas, frikis y gamers, debemos hablar de otros tres puntos muy importantes. El primero es lo bien recreado que está al ambiente ochentero, realmente te hace sentir en una época que para cuando yo era niño había sido la década anterior pero que ahora ya está a 40 años de distancia. El segundo es la grandiosa actuación de todos los personajes, sobre todo de los niños. Y el tercero es el que más me gustó y fue la banda sonora, sobre todo esas tonaditas ochenteras 8-bit que sin duda te transportan aún más a la mentada década donde ocurre todo.
La serie es fabulosa, tanto que me enganchó para verla toda de corrido y volver a escribir en el blog, incluso me dio los ánimos para tratar de escribir sobre todas las otras cosas que he visto en estos meses y que no había reseñado aún; todo lo que he publicado desde Agosto (excepto lo del mes de Octubre, allí adelanté cosas para ambientar la temporada) lo vi antes que esta serie pero lo escribí después de esta reseña. Seguiré viendo las otras temporadas y si lo considero apropiado volveré a hablar de ella, pero lo más seguro es que lo haga una vez terminada la serie, que sin duda recomiendo a todos ver, pues si bien tiene un público objetivo gustará a muchas otras personas incluso si no están metidas en el ambiente geek.

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