Título Original: 地獄少女 (Jigoku Shôjo).
Género(s): Sobrenatural, Thriller, Horror, Drama, Suspence, Seinen.
Director: Takahiro Omori.
Estudio: Studio DEEN.
Emisión: Octubre 2005 – Abril 2006
Duración: 26 Episodios.
Extras: –
Una extraña flor iluminando el cielo, el leve vaivén de la canoa te despierta para encontrar a Enma Ai escoltándote al infierno, es lo último que verás pues ya estás muerto. Con una animación fabulosa, personajes entrañables y una crítica social mordaz, llega Jigoku Shôjo, una de las mejores series animadas de los últimos años, que explora las fronteras del miedo y el odio desde una perspectiva poco convencional, teniendo a la venganza como principal objetivo.
La calidad de animación es buena en todos los aspectos, pero el diseño de personajes y escenarios es un tanto genérico, con rasgos usados por gran parte de las series en los últimos años. La banda sonora es espléndida y quizás sea el elemento técnico mejor logrado. Sin embargo, lo que destacar realmente es la complejidad de los personajes a un nivel psicológico, pues resulta sumamente atractivo ver los miedos y frustraciones tanto de los personajes incidentales como de los protagonistas, cuyos tormentos influyen directamente en el desarrollo de la historia.
La historia gira en torno a una serie de personajes incidentales que se ven atormentados por problemas de todo tipo, al punto de llevarlos a la desesperación y obligarlos a contactar con la chica del infierno, quien a cambio de su alma tomará venganza en su nombre. Y mientras las afligidas víctimas esperan la media noche para contactar con Enma Ai, un joven periodista y su hija intentan descubrir los misterios detrás de aquel correo infernal, tratando de convencer a los usuarios de desistir de su venganza.
Así es como vemos una serie de historias independientes en las que el odio, el miedo, la injusticia y la sed de venganza adquieren un papel protagónico. Enma conducirá al destinatario al infierno, pero a cambio tu alma también será tomada cuando llegue tu muerte. Un trato aparentemente justo, la peor venganza a un costo elevado, para muchos una exageración, para otros es el mínimo comparado con el infierno que viven actualmente.
Si bien la crítica social es el punto fundamental de la historia, pues nos muestra cómo las acciones aberrantes de algunas personas tienen graves repercusiones en otras al punto de convertir su vida en un verdadero infierno y obligarlos a desear el peor castigo a sus enemigos, no es éste el único mensaje de la serie, pues también nos invita a reflexionar sobre qué tan válido es tomar venganza y qué le está pasando a nuestra sociedad para que dichas acciones sean cada vez más frecuentes.
En un mundo que va tan rápido y está tan comunicado, qué tan tristes podemos sentirnos y qué tan solos podemos estar para llegar a pensar que no tenemos otra salida más que la peor de las venganzas. Por otro lado, qué tanto podemos lastimas a otros por el simple placer de hacerlo o por obtener una ventaja. Jigoku Shôjo nos expone ambos lado de la moneda, nos introduce en el sufrimiento de la víctima al grado de desear con ella todo el mal para los agresores y nos enseña que las malas accione siempre conllevan un castigo.
Más allá de lo bueno y lo malo, la serie te invita a reflexionar a un nivel más profundo. En ocasiones vivimos situaciones que nos resultan insoportables y desearíamos dejar de sufrirlas a cualquier costo, pero muchas veces las cosas termina por solucionarse o superarse con el tiempo, sólo es cuestión de soportarlas lo suficiente. Nada dura para siempre, ni los buenos momentos ni los malos, el problema es que los malos momentos se recuerdan más y es complicado deshacerse de ellos.
Pero donde la crítica moral tiene su cúspide y radica la grandeza de la serie es en su capacidad para generar empatía. En ocasiones la serie te hará desear la venganza justo como si tú fueras la víctima, pero en otras estarás consiente de que vengarse no es lo correcto. Y es allí donde la serie te hace ver que ni todo es blanco ni todo es completamente negro.
La serie refleja lo enferma que puede estar la sociedad y lo hace de una manera soberbia. Al principio inicia con casos racionales, en los cuales la persona ya vive un infierno y es entendible que desee tomar venganza, pero al pasar los capítulos la venganza se hace obtusa, pues es usada como salida fácil, por el simple placer o el odio irracional.
Además de la crítica social y la reflexiona moral, la obra está perfectamente aderezada con buenas dosis de misterio, secretos sin revelar y un trasfondo relacionado con Enma que te dejará impactado. Debido a que el ritmo de la serie es lento y monótono, esto podemos advertirlo en los primero capítulos, me parece que fue un gran acierto incluir a Hajime y Tsugumi, periodista e hija interesados por descubrir quién está detrás de aquellos asesinatos, encontrando en su búsqueda un secreto que no hubiesen imaginado.
La dupla padre e hija es genial, pues Hajime es el guía moral que ve de forma negativa la venganza, mientras que Tsugumi entiende porque las victimas desean hacerlo. La combinación del aspecto periodístico con el misterio innato que maneja la serie generan un Thriller lleno de suspenso, y pese a que la historia no es de terror como tal, si logra generarnos algo de miedo al mostrarnos las atrocidades de las que son capaces algunas personas; te hace temerle al mal que había dentro de nosotros.
Otro aspecto a destacar es la forma en que la obra logra adaptar elementos ancestrales de la cosmovisión y el folclor japonés —como los Tsukumogami y los Yôkai— con el mundo moderno, el hecho de que el medio de comunicación con Ai sea mediante correo electrónico nos da un perfecto ejemplo de ello. Finalmente, debemos recordar que Enma no es mala, simplemente cumple un trabajo que se le fue asignado. Si ya tu vida es un infierno, no vale la pena pasar por ese sufrimiento dos veces, menos si uno de ellos será eterno.
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