Título Original: 耳をすませば (Mimi wo sumaseba).
Género(s): Romance, Drama.
Director: Yushifumi Kondo.
Estudio: Ghibli.
Emisión: 1995.
Duración: 111 minutos.
Extras: Neko no Ongaeshi.
No es muy común en obras de Ghibli representar la vida cotidiana de la gran ciudad, por lo general estamos acostumbrados a ver mundos fantásticos donde la magia lo rige todo o pequeños y apacibles poblados donde la vida aún es calmada y pacífica. Sin embargo, Susurros del Corazón, película basada en la obra original de Aoi Hiiragi, nos sitúa en un ambiente completamente urbano, con una familia que vive en un pequeño departamento y toma el tren como principal medio de transporte, pero que a pesar de la urbanidad, aún puede sentirse ese toque rural y mágico que permea en todas la obras del estudio.
La calidad del filme es muy buena, como todo trabajo de Ghibli. Los personajes están muy bien diseñados y la calidad de animación es formidable. Los escenarios están perfectamente logrados y realmente te sitúan dentro de una ciudad, además, pese a que la película ya tiene sus años siguen luciendo muy actuales. La calidad musical, por su parte, es asombrosa, la canción principal logra transportarnos a lugares rurales algo antiguos sin salir de la ciudad y al mismo tiempo hace de la urbe un lugar más cálido y hogareño de lo que es realmente.
La obra gira en torno a Shizuku Tsukishima, una adolescente fanática de los libros que pasa sus vacaciones en la biblioteca. Un día, descubre que un tal Seiji Amasawa ha leído los mismos libros que ella, lo que despierta su curiosidad por saber cómo es aquella persona. Durante sus vacaciones conoce a un chico por accidente que le cae mal quien para su mala suerte resulta ser el mismísimo Seiji. Antes de descubrir la identidad del chico Shizuku se topa con un extraño gato, al que sigue hasta una peculiar tienda de antigüedades, donde conoce al abuelo de Seiji y descubre que el chico, además de leer, es un fanático de la música y que lo que más desea en la vida es convertirse en un fabricante de violines. Las metas que Seiji se ha fijado le hacen reflexionar sobre su propia vida y lo que ella desea hacer de grande, así que inspirada por su nuevo amigo decide probar suerte en la escritura.
Además de la historia que describe los sueños y paciones de los personajes, tenemos una singular y divertida subtrama de romance. Yuko, la mejor amiga de Shizuku, está enamorada de un chico, pero este chico, a su vez, está enamorado de Shizuku, lamentablemente para él, ella no le corresponde. A su vez, Seiji revela que ha leído todos esos libros con la intención de que Shizuku se fijara en él, pues hace tiempo que está enamorado de ella. Shizuku empieza a cambiar los sentimientos de desprecio que tiene hacia Seiji y termina enamorándose de él, sobre todo por esa determinación que él tiene de saber qué es lo que desea hacer con su vida, cosa que ella no ha logrado descubrir.
Al pasar de los minutos, la historia se transforma de una especie de Slice of Life urbano a una tierna y levemente dramática historia de amor. Seiji se va a Italia por dos meses para descubrir si tiene talento para fabricar violines, mientras que Shizuku se queda en casa escribiendo una historia de fantasía y amor protagonizada por el Barón Humbert von Gikkingen, una curiosa figura felina que es el mayor tesoro del abuelo de Seiji. Sin embargo, si ambos triunfan en sus propósitos tendrán que separarse de nuevo por mucho más tiempo.
La historia es realmente muy sencilla y tiene algunos errores que podemos pasar por alto. No obstante, hay varias cosas que podemos rescatar, la principal es esa etapa de descubrimiento de nuestras paciones y metas personales. En la historia Shiro Nishi, el abuelo de Seiji, le dice a Shizuku que ambos son como como diamante en bruto, que sus obras son aún burdas y ásperas, como una piedra, pero que con la práctica eventualmente lograrán convertir su arte en verdaderas piedras preciosas. A mí en lo personal me gustó mucho que algunos de los personajes tuvieran muy en claro lo que querían hacer con su vida mientras que otros no tuvieran ni idea, y sobre todo el hecho de que es la práctica, más que otra cosa, lo que te hará ser bueno en algo.
La parte de la historia de amor me parece que flaquea en muchos puntos, pero es muy tenue, tierna e inocente y no necesita de grandes actos de amor que caigan en lo meloso, a pesar de que los tiene. También el hecho de que la historia de amor más enternecedora no sea la que toma lugar entre los dos personajes principales sino entre dos personajes secundarios me parece un gran acierto, pues finalmente nuestros protagonistas son aún unos niños y sus dramas románticos se limitan a divertidos triángulos amorosos que seguramente nos recordarán nuestra etapa de secundaria y aquellas primeras desventuras de cuando alguien nos gustaba.
Susurros del Corazón es una obvia historia de amor que en un principio no parece serlo, además de que se sale un poco de la línea tradicional de las obras de Ghibli, pero a pesar de ello es muy buena. Además, lo que más destaca de este filme, para mí, es que contiene mi canción favorita de todas las obras de Ghibli que he visto hasta el momento (Country Road en su versión cantada por Shizuku) y mi escena favorita de todas las obras de Ghibli que he visto hasta el momento, esa en la que Shizuku se pone a cantar mientras que Seiji toca el violín acompañado de su abuelo y un par de sus amigos.
2 respuestas a “Susurros del Corazón”