Escuela de Rock

Título Original: School of Rock.
Género(s): Comedia.
Director: David Twholy.
Emisión: 2003.
Duración: 108 minutos.
Extras:

Entre las películas de temática escolar una de las más destacadas y divertidas es sin duda alguna Escuela de Rock, obra en la que Jack Black interpreta uno de sus protagónicos más memorables y queridos de su carrera, además de haberse convertido en una obra prácticamente de culto dentro de la comedia escolar infantil, al grado de que a pesar de no existir una secuela, los actores se reunieron hace algunos años para conmemorar el décimo aniversario del estreno de la película, algo que sus fans sin duda apreciaron.

En primer lugar el apartado técnico es muy bueno. Los escenarios, actuación y vestuarios están bastante bien, pero lo que en realidad destaca en la banda sonora. En un principio la historia fue pensada para ser un musical, pero afortunadamente tomó otro rumbo y la comedia resultante fue un gran acierto. Los niños que integran la banda en realidad saben tocar sus respectivos instrumentos, lo cual eleva muchísimo la calidad del filme pues no tenemos a actores fingiendo tocarlos.

Hablando de los actores el cast me parece que fue muy bien realizado, pues todos los niños tienen su encanto particular y aportan algo a la historia, incluso aquellos cuyos papeles son secundarios. Jack Black me parece maravilloso en este filme, personalmente no soy un gran admirador suyo, pero la personalidad que irradia en esta película, y en general en muchas de las que hace, lo hacen ver como una persona agradable con la que seguramente es muy divertido estar.

La historia sigue a Dewey Finn (Jack Black) guitarrista de una banda un tanto mediocre. El resto de los integrantes quieren tomar en serio su carrera musical pero las exageraciones de Dewey en el escenario siempre los dejan en mal. Cansados de su actitud inmadura, lo corren del grupo, sin dinero ni una banda Dewey se deprime, pues además de que ya no podrá participar en la Guerra de Bandas, un importante concurso, necesita dinero con urgencia para pagar la renta.

Ned Schneebly, compañero de departamento de Dewey es maestro sustituto y recibe una llamada pasa suplir a un profesor en una prestigiosa escuela. Como Ned no estaba Dewey toma la llamada y decide suplantar la identidad de su amigo para conseguir un trabajo y ganar el dinero que necesita. Sin una preparación como docente, Dewey pasa todas sus clases sin hacer nada, hasta que descubre que sus estudiantes tienen talentos musicales con los cuales podría ganar el concurso de bandas. Así, Dewey y sus alumnos forman un grupo de rock, aunque los niños son engañados pues ellos creen que se trata de un proyecto escolar.

Si bien Dewey se aprovecha de sus alumnos y los engaña para formar la banda para sus propios intereses, al final logra dejarles una valiosa enseñanza, la de seguir sus sueños sin importar que nadie más crea que deben o pueden lograrlos, incluso si son sus propios padres quienes no están de acuerdo con ellos. La inspiración que logra en sus alumnos es tal que incluso ellos empiezan a poner de su parte y logran armar un espectáculo más impresionante de lo que hubieran podido imaginar en un principio.

Dewey era un fracasado, pero fue gracias a la docencia que encontró un camino para aportar algo útil a la sociedad y seguir dentro del ámbito musical, pues sus enseñanzas rokeras sobre desafiar a la autoridad no iban en un sentido de desobedecer a los padres o profesores, sino de no dejarse derrotar o someter a costa de su creatividad. Además de que la serie es muy familiar, pues muestra que el rock no se trata de fama o drogas, sino de verdadera pasión por la música.

Si bien la historia es para niños, las referencias musicales a los distintos grupos de rock es un aporte valioso. Eso y que el protagonista no es el típico estereotipo del rockero súper atractivo y musculoso, es de hecho un protagonista más cercano al hombre normal con el que cualquiera puede sentirse identificado. Ya sea por la parte cómica, las referencias musicales o la temática escolar, Escuela de Rock seguramente tendrá algo con lo que puedas identificarte y pasar un momento divertido con una película entretenida y muy sana.

Black Lagoon

Título Original: ブラック・ラグーン (Burakku Ragūn)
Género(s): Acción, Drama, Comedia, Misterio, Thriller.
Director: Sunao Katabuchi.
Estudio: Madhouse.
Emisión: 8 de Abril 2006 – 22 de Junio 2011
Duración: Dos temporadas de 12 episodios cada una y 5 OVAs
Extras: Omake.

Mientras que mi editor prefiere historias con un denso argumento psicológico, personajes multifacéticos y trabajos con un profundo mensaje oculto, yo me inclino por disfrutar historias ligeras con un atractivo estilo visual. De pronto aparecen en tu lista de sugerencias mientras buscas alguna nueva obra para disfrutar y consiguen engancharte hasta que terminas por ver varios capítulos uno tras otro. Black Lagoon es una de esas series.

Adaptación del manga homónimo creado por Rei Hiroe, la historia comienza con Rokuro Okajima, un oficinista japonés promedio a mitad de un viaje de negocios en los mares del sur. Pronto la situación se sale de control cuando su barco es capturado por un grupo de mercenarios conocidos como Lagoon Trading Company. Los piratas secuestran a Okajima para apoderarse de los valiosos datos que trasporta e intentar cobrar un rescate.

A bordo del buque torpedero Black Lagoon propiedad de los mercenarios, el hombre conoce más a fondo a sus captores: el sereno capitán Dutch, el especialista en informática Benny y la violenta pistolera Revy. Sin embargo, el plan de Lagoon sufre un severo contratiempo cuando la compañía japonesa decide que el señor Okajima es prescindible y envía a sus propios mercenarios para recuperar los valiosos datos bajo cualquier costo.

Rokuro colapsa al saberse traicionado por sus superiores y en un rápido giro de eventos termina por ayudar a sus captores a vencer a los mercenarios contratados por los japoneses. Luego de probar la dulce victoria, decide abandonar su antigua vida para unirse a los piratas, ganando el sobrenombre “Rock”. Su nueva base de operaciones se encuentra en la ciudad ficticia de Roanapur, al sureste de Tailandia. La ciudad es también punto de reunión de los peores sindicatos criminales del mundo.

Black Lagoon es está ambientada al estilo de las clásicas películas de acción a inicios de los noventas, con multitud de referencias hacia éstas. Utiliza una narrativa por arcos, donde tres o cuatro capítulos forman una historia diferente cada vez. Lagoon Company acepta trabajos dentro y fuera de Roanapur, por lo que a menudo los vemos en todo tipo de misiones que casi siempre terminan con espectaculares balaceras, persecuciones a gran velocidad, explosiones y diálogos baratos.

Los personajes o las secuencias de acción el verdadero atractivo de la serie. El estilo de dibujo y animación son espectaculares, así como la música y efectos de sonido. La serie hace gala de una buena dosis de violencia gráfica: muertes horribles o uso de drogas están presentes sin censura alguna. Los personajes son bastante carismáticos y muy diferentes unos de otros. Cada uno aporta su marca al curso de la historia aunque varios solo aparezcan brevemente.

Una bendición para los vivos, un ramo de flores para los muertos. Con una espada para la justicia, un castigo de muerte para los malvados, así llegaremos al altar de los Santos. En el nombre de Santa María Virgen, que este martillo golpee cada injusticia.

Uno de los puntos negativos de esta obra es la recurrente simplicidad del argumento y lo repetitivo que puede resultar. Los arcos argumentales tienen pocas conexiones entre sí, siguen una estructura muy similar y aunque se nos presentan nuevos personajes muy interesantes a menudo, es difícil percibir un desarrollo en los protagonistas más allá de pequeños flashbacks de su pasado, por lo que siempre vuelven a su estado predeterminado luego de una misión.

Los 12 primeros episodios llevan un ritmo excelente, conocemos a los protagonistas, hay impresionantes secuencias de acción y buenas dosis de humor negro. La segunda temporada, intitulada The Second Barrage comienza con el mejor arco argumental de toda la serie, pero la segunda mitad intenta desarrollar una historia un tanto más compleja que contrasta bastante con los episodios anteriores; sin mencionar que también es el arco argumental más largo, el final de The Second Barrage no cumple con las expectativas.

Luego de 3 años, se decide animar la última parte del manga hasta ese momento en el formato de cinco OVAs intituladas Roberta’s Blood Trail una continuación directa a las dos temporadas anteriores. Las OVAs desarrollan una única historia basada en uno de los rivales más mortíferos de Lagoon Company mientras busca saciar su sed de venganza. De nuevo se intenta establecer una atmósfera aún más oscura con una historia profunda, reuniendo a la mayoría del elenco. Como la segunda temporada, esta tercera es buena, pero inferior a la primera.

Aunque comencé a verla en el idioma original, leer los subtítulos mientras se desarrolla una secuencia de acción te impide disfrutar al máximo la increíble calidad visual. La versión doblada al inglés es superior en muchos aspectos, pues permite que resalte aún más este singular elenco de personajes tan variados, aunque muchos de ellos caigan en clásicos estereotipos. Black Lagoon es un anime extremadamente divertido y recomendable para quien busque una buena serie de acción con tintes realistas, de la mano de un apartado técnico impecable.