Título Original: 鴉 (Karasu).
Género(s): Henshin, Sobrenatural, Meintantei, Drama, Seinen.
Director: Kehichii Sato.
Estudio: Tatsunoko Productions.
Emisión: 2005-2007
Duración: 6 OVA.
Extras: –
Emitida originalmente como un programa de pago por ver, Karas es una de las obras animadas más espectaculares que podemos encontrar. Su animación es impecable y los diseños en 2D y 3D se combinan a la perfección, la calidad de detalle en los escenarios y la parafernalia es exquisita y la fluidez de las escenas de acción, junto con los toques de slow-motion, logra un resultado impresionante y nos ofrece las mejores escenas de acción a alta velocidad que yo personalmente he visto.
Su soundtrack es de los más épicos y magistrales que he tenido la oportunidad de escuchar, la ambientación que genera es fabulosa y aunado al detalle visual nos regalan un fabuloso deleite para los sentidos. Y con respecto al detalle visual, a diferencia de lo que pasa en otras obras sobrecargadas de elementos, como Tekkonkinkreet o Steamboy, Karas no genera contaminación visual y se mantiene en la línea de lo sobrecargado y lo ultra detallado, regalándonos una construcción urbana que juega con lo cosmopolita y lo underground al mismo tiempo.
El diseño de personajes es bueno, no es de lo más impresionante que hay pero funciona bien, algunos personajes cae en cliché pero logran cierta profundidad y finalmente tienen sus buenas razones para actuar como lo hacen, además de que todos tiene una historia de trasfondo que los hace más complejos.
La historia toma lugar en un ficticio Shinjuku y gira en torno a Otoha, un ex yakuza al borde de la muerte que hace un contrato con Yurine, el espíritu de la ciudad, para convertirse en Karas, el guardián protector que vela por humanos y youkais (espíritus). Además de proteger a la ciudad, Yurine y Otoha atienden un santuario donde cuidan y curan a los espíritus enfermos que han empezado a desaparecer debido a que los humanos se han olvidado de su presencia.
Como los espíritus están desapareciendo, Ekou, un antiguo Karas que se reveló contra su Yurine, trata de eliminar a los humanos para que la ciudad sea sólo de los espíritus, para ello empieza a reclutar a youkais y los convierte en híbridos mecánicos que necesitan devorar humanos para seguir con vida. Para evitar que Ekou logre sus propósitos, Karas y Yurine deberán enfrentarlo, pues si todos los humanos mueren los espíritus también desaparecerán.
A la par de la historia principal tenemos otras dos historias individuales que se entrelazan a manera de novela río. Una de ellas es el conflicto personal entre Nue, su hermano menor y Ekou. Nue es un híbrido mecánico que se revela contra los planes de Ekou pues no está de acuerdo en exterminar a todos los humanos, aún si es su culpa el que los espíritus este desapareciendo, él al igual que Yurine, Karas y el resto de youkais no mecánicos abogan por la igualdad entre espíritus y humanos. Para evitar que Ekou logre su cometido, Nue inicia una lucha individual en la que intentará impedir que su hermano sea usado para esos malvados propósitos.
La otra rama de la historia la tenemos en el mundo humano. En el departamento de observación, una rama de la policía dedicada a investigar crímenes perpetrados por los espíritus, los detectives Minoru Sagisaka y Narume Kure investigan extraños asesinatos que al parecer están relacionados con los espíritus mecánicos credos por Ekou. Dicho departamento nació cuando Yoshiko, la hija de Minoru fue testigo de los crímenes perpetrados por youkais, pero nadie, salvo su padre, le creyó.
Las historias están íntimamente relacionadas pero al mismo tiempo tienen su propio desarrollo, lo que debemos destacar es esa esencia del folclore japonés donde los espíritus conviven con los humanos aunque no podamos verlos, y que además necesitan que nosotros creamos en ellos para no desaparecer. Esa simbiosis entre vivir y creer resulta muy diferente a la concepción que tenemos en occidente sobre los espíritus, además de que el hecho de que ellos estén entre nosotros me recuerda otras obras como El viaje de Chihiro.