La Cosa

Título Original: The Thing.
Género(s): Terror, Survival-Horror, Ciencia Ficción.
Director: John Carpenter.
Emisión: 1982.
Duración: 108 minutos.
Extras: The Thing (precuela).

Sin duda, dentro del cine de terror protagonizado por criaturas peligrosas y casi imposibles de matar capaces de adaptarse a todo con tal de sobrevivir (extremófilos), The Thing o La Cosa como se conoce en Latinoamérica, es uno de los más grandes clásicos, a pesar de que en su momento no tuvo un gran éxito en taquillas, su calidad la han convertido con el paso de los años en una película de culto que ningún fan del cine de terror se puede perder.

La cinta está dirigida por el afamado John Carpenter, quien es famoso por sus películas de terror de bajo presupuesto, las cuales nos han entregado a personajes y criaturas que hoy por hoy se han ganado un lugar especial en la cultura popular, como la cosa o Serpiente Plissken de Escape de Nueva York. Además de eso, la banda sonora fue compuesta por otro grande, mejor conocido por su trabajo en películas de Spaghetti Western, Ennio Morricone. Sin olvidar que el protagónico corrió a cargo del actor fetiche de Carpenter, Kurt Russell.

La historia toma lugar en una estación de investigación científica en la Antártida. En ella trabajan un grupo de hombres, quienes ven alterada su rutina cuando un helicóptero noruego proveniente de otra estación empieza a disparar a un perro que corre por su vida. Sin saber qué pasa, los hombres repelen el ataque de los noruegos, quienes terminan muertos. Intrigados por aquel inexplicable comportamiento, el piloto MacReady y el doctor Cooper viajan a la base noruega para averiguar qué había pasado, pero sólo encuentran ruinar quemadas y en extraño cuerpo calcinado.

De regreso en su base, el doctor hace una autopsia al cuerpo y encuentra que contiene unas extrañas células capaces de asimilar células de cualquier otro organismo e imitarlas. Mientras tanto, el resto de los hombres ven las grabaciones recuperadas de los noruegos, quienes al parecer habían encontrado una nave espacial bajo el hielo y al desenterrarla despertaron algo que los atacó. Sin embargo, el cuerpo calcinado no estaba muerto, sus células seguían vivas y con ello el peligro de sufrir el mismo destino que aquellos hombres del helicóptero.

Al anochecer, aquel perro que huía es llevado a la perrera, donde se trasforma en una grotesca criatura que absorbe y asimila a los otros canes. Ahora todo parece tener sentido, aquel organismo desenterrado es capaz de asimilar otros organismos y transformarse en ellos, como lo hizo con aquel perro. Los hombres empiezan a ser atacados por la viciosa criatura que adopta distintas y asquerosas formas mientras la paranoia se empieza a apoderar de ellos al no saber si sus demás compañero aún son humanos o ya han sido absorbidos por el extraterrestre.

La historia es el clásico Survival-Horror donde un grupo de hombre se ve enfrentados a una criatura que no comprender y a la que no pueden destruir, mientras se encuentran en un espacio confinado. En este caso, el espacio confinado es manejado de forma algo distinta a lo usual, pues si bien hay un enorme campo abierto afuera de la estación, el clima les impide huir y les obliga a refugiarse al interior de la base donde son presa fácil de la cosa.

La parte técnica es muy buena. La música ambienta de manera perfecta y logra generar ese ambiente de terror y suspenso. En su tiempo algunos críticos comentaban que la película abusaba del sobresalto, pero para los estándares actuales de hecho recurre muy poco al susto por impresión, pues, a mi parecer, logra trabajar de manera muy buena y entretenida al desarrollo del pánico y el sentimiento de estar atrapados e indefensos entre los protagonistas. Aunque lo más destacable son sin duda los efectos especiales.

Como ya sabrán, soy un gran fan de los viejos efectos prácticos, a quienes prefiero mil veces más que el artificial CGI. En esta película tenemos un uso excelente de ese tipo de efectos, como protésicos, miniaturas y maquetas que lucen geniales, y que al ser reales incrementan esa sensación de asco e incomodidad que se producen al ver las aberrantes y repugnantes transformaciones de la criatura, muy diferente a la estilizada metamorfosis del Xenomorfo o a la súper estilizada metamorfosis de Calvin en Life. Personalmente es esa parte grotesca de esa criatura lo que más que encanta de todo el filme.

La historia apela a una fórmula que ya hemos visto mucho desde Alien, pero que para ese tiempo aún no estaba sobreexplotada, aun así tiene sus puntos bajos y algunos elementos que mirándonos con lupa no son muy coherentes, por ejemplo: qué hace un tipo armada en una expedición científica y por qué llevan dinamita y un lanzallamas. Fuera de esos pequeños detalles, el objetivo de entretener e impactar visualmente a la audiencia se cumple.

La emoción es contante, los efectos son buenos (aunque ya se noten un poco viejos), tiene intriga y misterios envueltos en un leve halo psicológico y es visualmente muy buena para aquel público que gusta de este tipo de obras, ya que obviamente debido justo a la visceralidad en su apartado visual no es apta para todo público. No obstante, me parece que es merecidamente una obra de culto que todo amante del cine debe ver alguna vez, pues la criatura que nos regala es otro de esos letales extraterrestres que se han ganado su lugar dentro del pedestal de la cultura popular.

Escape de Nueva York

Título Original: Escape from New York.
Género(s): Ficción Futurista.
Director: John Carpenter.
Emisión: 1981.
Duración: 99 minutos.
Extras:

Ambientada en un futuro cercano (1997), Escape de Nueva York se desarrolla en mundo en donde el crimen se ha incrementado un 400%, provocando con ello que toda la isla de Manhattan sea convertida en una prisión de máxima seguridad. Adentro no hay policías y la ley del más fuerte impera en las calles, donde locos, asesinos y criminales dementes hacen suya la Gran Manzana.

La calidad del filme es bastante buena, aunque algunos efectos especiales ya lucen viejos, claro que en su momento debieron ser impactantes. La estética retoma el estilo madamaxiano y nos muestra a bárbaros criminales ataviados con cuero y demás accesorios estrafalarios. Las calles nos sumergen en un Nueva York no en ruinas, pero bastante desolado y peligroso, un poco como lo que veríamos años más tarde en el Tokyo de Akira, pero sin esa arquitectura visceral.

La historia empieza cuando un grupo de terroristas secuestran al presidente de los Estados Unidos y estrellan su avión contra Nueva York como protesta. El presidente logra salvarse pero ahora está atrapado en la prisión más peligrosa de todo el país. Rápidamente, los secuaces de un hombre llamado Duque, criminal y líder de la prisión, capturan al mandatario. Las fuerzas armadas acuden en su rescate pero les es imposible recuperar al presidente.

Ante las amenazas de los maleantes de matar al mandatario, el jefe de seguridad se ve obligado a pedir la ayuda de un reo para que encuentre y saque el presidente de ese infierno, antes de que la reunión entre China y Rusia termine, pues al parecer el país está en guerra y el líder de los Estados Unidos tiene en su poder secretos nucleares que les darán la ventaja. Serpiente Plissken, un ex militar y ahora afamado criminal acepta el trato a cambio de su libertad, pero para evitar correr riesgos los guardias le implantan explosivos en sus arterias que estallarán si no regresa a tiempo. Plissken inicia así una carrera contra reloj para salvar al presidente.

Dentro de la cárcel todo es como cabría esperar, con malos rondando por las calles y un séquito de maleantes bajo las órdenes de Duque. Allí Serpiente (Kurt Russell) parece contar con mucha fama y rápidamente recibe ayuda de un taxista y un viejo amigo suyo que trabaja para Duque haciendo gasolina. Duque y su banda planean usar al presidente como boleto para salir de la isla, así que no dejarán que Plissken cumpla su misión tan fácilmente. El resto de la historia no es más que persecuciones y peleas en un escenario madmaxiano.

Serpiente Plissken es el estereotipo del antihéroe (que en ese tiempo no era tan estereotipo) que a pesar de ser un criminal termina por hacer algo bueno, y aunque logra su cometido no sale limpio de los enfrentamientos evitando con ello el cliché del típico héroe americano lleno de patriotismo, de hecho Plissken es un traidor. Ninguno de los otros personajes es realmente entrañable y aunque las actuaciones no son malas son la estética y la premisa de la ciudad-prisión lo que realmente enganchan.

Algunos elementos tecnológicos son un poco rebuscados, propio de la ficción ochentera, pero que no dejan de ser entretenidos y hasta interesantes. Otros aspectos, como los “locos” que viven en los drenajes y salen en la noche para cazar humanos están muy desaprovechados. Aunque, por otra parte, debemos admitir que entre todas las exageraciones hay muchas acciones inteligentes en el actuar de Plissken.

La ambientación musical está muy bien, no es algo extraordinario pero cumple perfectamente. Los escenarios son fabulosos para quienes gusten de este tipo de obras, la trama es sencilla y el personaje principal es un antihéroe sin pretensiones que logra atrapar tu atención y que además funciona adecuadamente en ese tipo de ambientes. Tampoco podemos decir que es la gran obra y algunos de sus elementos pudieron ser mejor explotados, como la prisión y sus criminales, pero en general es una grandiosa película que se volvió de culto entre los fans de la Serie B.