Título Original: ドロヘドロ (Dorohedoro).
Género(s): Fantasía, Seinen.
Director: Yuichiro Hayashi.
Estudio: MAPPA.
Emisión: 2020.
Duración: 12 episodios.
Extras: 6 ovas.
Tenía un buen rato que no veía una serie de anime actual que fuese tan buena y me gustara tanto. Cuando supe de su estreno me llamó mucho la atención ese curioso protagonista con cabeza de lagarto, pues pensaba que la serie era como de comedia y acción irreverente, pero nada que ver, lo que encontré fue mucho mejor de lo que esperaba y superó mis expectativas con creces.
La sería es formidable a nivel técnico. En primer lugar el apartado sonoro es fabuloso, ese opening tan extraño con tintes de locura y psicodelia me fascinó, siendo sincero no recuerdo cuándo fue la última vez que disfruté tanto un opening. El diseño de personajes es igualmente excelso, con humanos trasformados en criaturas raras, hechiceros con parafernalia estrafalaria y máscaras halloweenescas que le dieron un toque muy bueno y diferente. Pero lo mejor de todo fueron sin duda los escenarios.
Desde el primer episodio me enamoré de Hole, la ciudad donde trascurre gran parte de la historia y hogar del protagonista. Dicha ciudad tiene una perfecta y deliciosa estética cyberpunk, con edificios abandonados y derruidos, tubos y cables por doquier, contaminación, suciedad, crimen, hacinamiento y mucha violencia. Sin duda una urbe perfecta para desplantar cualquier película del mentado género. Sin embargo, Dorohedoro no es Cyberpunk, no siquiera es Ciencia Ficción, sino Fantasía y una Fantasía Seinen muy buena, ruda y visceral que juguetea con lo Gore, y para la que curiosamente el escenario cyberpunkesco funciona mejor de lo que me habría imaginado.
La historia gira en torno a Caiman, un hombre con cabeza de lagarto que perdió la memoria, así que no sabe nada de él ni cómo es que terminó con esa cabeza. De lo único que está seguro es de que algún hechicero lo hizo, pues Hole, la ciudad donde vive, es un campo de práctica para los hechiceros que viene de otro mundo a través de una serie de puertas maginas para practicar usando a los humanos como conejillo de indias. En Hole muchas personas han sufrido mutilaciones y horrendas transformaciones debido a las prácticas de los hechiceros, lo cual mantiene a la ciudad como un lugar peligroso, pues además la magia ha dejado múltiples efectos colaterales.
Caiman se dedica a cazar hechiceros para hacer justicia a las víctimas y encontrar a aquel que lo convirtió en lagarto, ya que cuando un hechicero muere todos los hechizos que haya hecho desaparecen y las personas regresan a la normalidad. Para eso primero debe capturar a uno y meter la cabeza del hechicero en su hocico de lagarto, ya que en el interior al parecer hay un sujeto que le dice si es o no la persona que lo dejó así.
Junto a Caiman tenemos a Nikaidô una chica muy fuerte que trabaja en un restaurante. Nikaido y Caiman son muy amigos y ella lo ayuda a cazar hechiceros. Sin embargo, hay algo oculto en el pasado de Nikaidô que puede ayudar a resolver el secreto de la cabeza de Caiman y el hombre al interior de su boca. Para encontrar respuestas viajan al mundo de los hechiceros donde deberán enfrentar demonios y a En, un mafioso con mucho poder en aquel mundo que se dedica a eliminar a los hombres con cruces en los ojos, una organización criminal que al parecer es la respuesta que Caiman busca, pues su cara de lagarto tiene las mismas marcas que distinguen a los miembros de esa organización. Apoyado por sus subordinados Ebisu, Fujita, Shin y Noi, En se convierte en el nuevo enemigo de Caiman.
La serie tiene un desarrollo grandioso pues la forma en que va evolucionando las cosas, agregando dificultades a los protagonista y rebelando más secretos que complejizan la trama es genial y logra mantenerte enganchado e interesado. Además, las batallas y poderes que vemos entre los hechiceros y demonios también son atractivas, sobre todo por ese toque tan japonés de dar poderes raros, exagerados e inverosímiles a sus personajes, como En, quien puede convertir lo que sea en hongos.
La forma en que relaciona los eventos entre Caiman, En, los tipos con cruces en los ojos y Nikaidô tiene tinte de serie de detectives, pues En funge como un líder criminal, por el hecho de ser tan rico, poderoso y respetado en el mundo mágico. Y si a eso le agregamos que poseen magia, las cosas se vuelven más interesantes. Sobre todo porque con forme avanza la historia podemos ir conociendo más sobre el mundo de los hechiceros, la forma en que funciona su magia y algunas de sus tradiciones, como el trabajar en parejas, la necesidad de una máscara, el papel que juegan lo demonios en ese mundo como seres superiores a los hechiceros, entre muchas otras tradiciones que hace de ese lugar un mundo rico en folclore que, aunque no se tan obvio, eleva mucho la calidad de la historia.
La serie tiene toques de comedia pero también de Gore, lo que le da un gusto muy particular, sin olvidar que el diseño de sus personajes me recuerda al que se hacía a principios de siglo con personajes un poco más robustos y mucho menos estilizados. La estética, por su parte, sobre todo la urbana que como ya mencioné fue mi preferida, en específico la ciudad de Hole, me remite a obras cyberpunk como el video musical de Extra de Ken Ishii o al trabajo de Tatsuyuki Tanaka en Cannabis Works.
Sin duda una serie grandiosa cuya primera temporada te deja picado y con ganas de saber más y resolver los misterios entre Caiman y su cabeza de lagarto, las habilidades de Nikaidô y los planes de En para hace frente a los ojos cruzados. Si son fans del anime con estética más ruda y punk esta serie les va a encantar, también si les gusta de esa fantasía cruda y violenta para adultos donde el mundo mágico no es un lugar bonito, sino lleno de conspiraciones y gente cruel que sólo busca lograr sus objetivos. Una estupenda serie que nos regala un vistazo menos amable de lo que puede ser la Fantasía.