The Thing (2011)

Título Original: The Thing.
Género(s): Terror, Survival-Horror, Ciencia Ficción.
Director: Matthijs van Heijninger Jr.
Emisión: 2011.
Duración: 102 minutos.
Extras: The Thing (1982).

Siguiente con el interés por los extremófilos me decidí a ver la precuela de The Thing, la cual ya había visto antes pero nunca completa, así que aprovechando que también estaba en Netflix y con el aliciente de que es protagonizada por Mary Elizabeth Winsted (quien me parece muy atractiva) no esperé más y la vi de inmediato.

La historia retoma la adaptación que Carpenter hizo de la novela Who Goes There? de John W. Campbell Jr. en la que está basada el filme de 1982 y nos muestra los sucesos que ocurren en la estación de investigación noruega antes de la primera película. En ella vemos a detalle el descubrimiento que los noruegos hacen de la nave y el extraterrestre, así como el primer y letal encuentro con éste junto con el descubrimiento de su capacidad de imitar a otros seres vivos y su virtual inmortalidad. La historia termina con el inicio de las escenas en el helicóptero donde persiguen al perro y conecta perfectamente con el primer filme.

La calidad técnica es buena en el sentido de ambientación, música, escenarios y actuación, lo cual es de esperarse teniendo en cuenta que se trata de una película mucho más reciente. Lo que sí se queda muy corto y que no supera a la primera película es la criatura, pues aquí vemos a un extraterrestre construido a partir de CGI que se nota muy artificial para mi gusto. Y si bien la película tiene ya casi diez años, el tiempo no le ha hecho justicia y seguramente envejecerá muy mal. Es por este aspecto que siempre voy a preferir los efectos prácticos con utilería real.

Lo que sí es de alabar es que la película trata de cuidar, en lo posible, todos los detalles establecidos por Carpenter en el primer filme para embonar perfectamente y fungir como una secuela que se note natural, por lo cual detalles como la criatura quemada con dos rostros, el ataúd de hielo, los lentes del noruego que trata de matar al perro, la estación de investigación calcinada o el tipo que al parecer se suicidó se mantienen allí y explican adecuadamente lo que pasó antes de que MacReady y el doctor Cooper volarán hasta allí buscando una explicación.

La historia toma como protagonista a la paleontóloga Kate Llyod, experta en recuperar especímenes del hielo. Kate es contratada por un equipo noruego para recuperar los restos de un ser que fue encontrado en el hielo de la Antártida durante una expedición científica. Ella, junto a otro equipo de estadounidenses, viajan hacia el polo sur para realizar su investigación, pero lo que allí encuentran en una gigantesca nave espacial atrapada bajo un glaciar y con los resto de lo que parece ser su tripulante. Emocionados por lo que será el mayor descubrimiento científico de la historia, los investigadores se ponen manos a la obra.

No pasa mucho tiempo para que las cosas se salgan de control, pues aquel espécimen proveniente del espacio exterior no está muerto y empieza a matar y absorber a los miembros del equipo. Kate descubre que las células de la criatura tienen la capacidad para copiar las de cualquier ser vivo y transformarse en él, así que ahora no sólo deberán cuidarse del alienígena, sino de aquellos compañeros que han dejado de ser humanos. El resto de la trama es más de lo que ya conocemos, un grupo de científicos tratando de sobrevivir ante aquel monstruo.

Debido a la época en la que se realizó este filme, la dinámica para generar el terror es apelar mucho más a la impresión por sobresaltos, quizás más de lo que a mí me hubiese gustado. También, por algunos momentos la criatura queda opacada por la histeria colectiva de no saber quién ya no es humano y los antiguos compañeros se convierten en el enemigo principal, pero no de una forma que apele a ese terror psicológico como busca la primera, sino por una tradición argumental más típica de esa forma que tienen los estadounidenses para contar sus historias. Fuera de eso, la emoción se mantiene constante y las trasformaciones de la cosa, a pesar de lo artificiales que lucen debido a los efectos por computadora, siguen siendo aterradoras y muy grotescas.

La película me parece una excelente precuela por respetar y mantener los elementos propios del canon, pero no es una excelente película por sí sola. Logra entretener e incluso quizás asustar y considero que sí aportar al universo de The Thing, pero no es para nada sobresaliente ni mucho menos llegará a ser de culto como su antecesora. Sin embargo, sin les gustó la primera parte, la precuela es algo que no se deberían perder.