Reencuentros: Rulo Rola y Nómadas del Yermo

Nomadas del Yermo portada 1

Hace algunos años, cuando recién me había hecho fan de los monos animados por Internet, llegué a una página donde recomendaban cómics en línea o web cómics como también se les conoce, me puse a revisar el catálogo y de entre todos los que aparecían sólo uno llamó mi atención, se trataba de Nómadas del Yermo. Lo que me encantó de él fue el trasfondo apocalíptico y la estética un tanto cyberpunkesca que tenía, esa que denominamos madmaxiana. Leí los pocos capítulos que estaban publicados (creo que eran tres en ese momento) y cómo nunca he sido un fan del cómic decidí dejar de leerlo y le perdí la pista hasta hace un par de semanas.

Después de escribir la entrada sobre los youtubers de bajo perfil decidí hacer otra sobre los youtubers que específicamente hablan de Japón. Yo sigo a varios hace años, pero ninguno de ellos es mexicano ni hispanoparlante, no obstante, para que el futuro post contara con canales en español empecé a buscar a latinos que hicieran lo mismo. Lo primero que hice fue buscar esos típicos videos en donde la gente hace tours por sus departamentos, que curiosamente es uno de los temas que más atraen a quienes gustamos de la cultura japonesa y gracias a los que yo encontré aquellos canales de los extranjeros a quienes sigo. Entre las recomendaciones automáticas apareció una que no aparentaba ser nada sobresaliente, y en efecto, fue un video agradable con un tipo simpático guiándonos por su casa pero sin mayor originalidad.

Raúl Treviño
Raúl Treviño (Rulo Rola)

Cuando leí aquel cómic, no me pareció interesante más allá de la estética postapocalíptica que tenía, así que no me preocupé por saber quién era el dibujante. No obstante, las gallinas, es estilo de dibujo y el camión de los protagonistas quedaron grabados en mi mente. Esos recuerdos se detonaron cuando al final del mentado video apareció un anuncio donde Raúl Treviño, autor de aquel video y del mentado cómic, nos invitaba a comprar su manga.

La verdad quedé sorprendido de reencontrarme con ese cómic de una forma tan inesperada, de enterarme que había sido hecho por un mexicano —porque ni siquiera de eso me enteré cuando lo leí— y de saber que el tipo había llegado hasta Japón y que aquel web comic de tan sólo tres capítulos ahora era un manga editado y que además ganó el premio Butze-Vargas a lo mejor del cómic mexicano en las categorías de mejor novela gráfica y mejor escritor en 2014. La verdad, a pesar de no haber seguido su trabajo y haberme reencontrado con él por casualidad, me da mucho gusto ver a un mexicano triunfar en el mundo del comic. De momento no hablaré sobre su obra, pero planeo hacerlo ahora que me he reencontrado con él.