Título Original: The Walk.
Género(s): Drama, Biopic.
Director: Robert Zemeckis.
Emisión: 2015.
Duración: 123 minutos.
Extras: –
A diferencia de lo que pasará en la siguiente reseña (sí, escribí la siguiente reseña antes que esta y que la anterior, pero las publiqué en el orden en que vi las películas) mientras cambiaba de canal vi lo que parecía ser el inicio de una película que me pareció ya había visto, aunque la parte que vi era quizás el final de dicha película, pero ambas eran sobre un tipo caminando en la cuerda floja y no creo que haya muchas con la misma temática así que concluí se trataba de la misma, ya que recordaba a ese sujeto cruzando entre dos edificios con su cuerda en un asombroso acto de equilibrismo.
Esa breve escena que recordaba haber visto no me interesó en aquella ocasión así que eso me predispuso a no querer ver esta, así que seguí cambiando de canal pero de tanto en tanto regresaba a ver un poco de esta ya que no había nada bueno. Al final terminé dejándole en ese canal y me maravilló cómo una historia sobre un equilibrista tratando de hacer actos cada vez más arriesgados podría ser tan envolvente y hasta épica, con un grado de emoción y acción que no esperaría ver de un acto circense ambientado en los años 70.
La historia se basa en la historia real de Philippe Petit, un equilibrista francés que en efecto realizó las hazañas mostradas en el filme, así que podría decirse que es una especie de Biopic. Philippe nos es mostrado desde sus inicios en el arte circense cuando aprende los secretos del equilibrismo por parte de Papa Rudy, luego realiza sus actos en la calle donde conoce a Annie, quien se convierte en su primer cómplice luego de que le cuenta su sueño que caminar entre las Torres Gemelas en Nueva York, más tarde conoce a un fotógrafo Jean-Louis quien se anexa a su equipo.
Para prepararse para su hazaña decide empezar con actos más pequeños, al tiempo que otro miembro se integra a su equipo. Philippe viaja a Nueva York donde recluta a más personas y realiza una vigilancia a fondo de las torres, que aún se encontraban en construcción en ese entonces, para buscar la forma de montar su acto, ingresar el equipo necesario y cumplir su sueño. Así por varios minutos vemos al protagonista a sus amigos hacer los planes más metódicos para prepáralo todo, calcular cómo pasaran los cables entre las torres, cómo llegaran al piso superior, entre otras cosas.
Todo el plan está tan bien diseñado y se presenta de una forma tan emocionante que pareciera que estamos viendo una película de acción sobre espionaje, un robo o detectives, ya que cada posible factor es pensando antes de dar el golpe. Y lo más emocionante viene al momento de llevarlo a cabo, ya que ocurren eventualidades que le aportan más emoción y hacen que quedes enganchado a la pantalla viendo si su plan resultará y Philippe logrará realizar su acto o si algo saldrá mal y no podrá hacerlo o peor aún, el equipo fallara y caerá al vacío hacia una muerte segura.
En verdad que por momentos la película pareciera algo al estilo misión imposible, pues más que el acto en sí, es la elaboración de cómo lograr llevarlo a cabo lo que más se disfruta, y el hecho de estar ambientada décadas atrás le da un toque aún más particular. La película me gustó más de lo que hubiese esperado dados los recuerdos que tenía, es entretenida y tiene una emoción particular que se genera cuando tratas se hacer algo de forma secreta y con el tiempo en tu contra, donde además un error en todo el procedimiento podría tener consecuencias fatales. Sin olvidar que la recreación de los años 70, las actuaciones y la música están a muy buen nivel.