Título Original: Monsters University.
Género(s): Fantasía, Comedia.
Director: Dan Scanlon.
Estudio: Pixar.
Emisión: 2013.
Duración: 104 minutos.
Extras: Monsters Inc.
Dicen que las segundas partes nunca han sido buenas, pero hay una lista de películas cuyas segundas partes han incluso superado a la primera, Aliens, Terminator 2 o Mad Max 2 son ejemplos de ello, y para mí Monsters University supera por mucho a la primera parte, aunque por razones muy personales, en primera porque a mi edad ya no soy el público al que está dirigida la primera entrega, pero sí la segunda con toda la cuestión universitaria, y en segunda porque no sale la niñita que en la primera película me pareció tan fastidiosa.
La primera vez que vi Monster Inc. fue el año de su estreno es un decadente cine en el pueblo donde vivía en ese entonces, y me gustó a secas, pues era un niño de 11 años y pertenecía al público para el que estaba destinada. Doce años más tarde, los niños de ese entonces ya estábamos en edad universitaria, yo por lo menos recién había terminado la carrera, por lo que una película cuya historia se desarrollaba en un ambiente universitario me era más familiar, pero no la fui a ver porque la primera entrega nunca fue de mis favoritas. Sin embargo, por casualidad recientemente vi algunos minutos en televisión y me parecieron divertidos, por lo que me decidí a ver.
Para mi fortuna la película resultó buena, muy entretenida y si bien era un gigantesco cliché de las típicas películas de comedia adolescente gringas se podía disfrutar muy bien. Creo que hacer una precuela en la época universitaria de los protagonistas respondía a la edad de quienes vimos la película cuando niños. Yo personalmente disfruté mucho esa temática escolar. Aunque estaba plagada con los personajes y las situaciones recurrentes de éste tipo de obras, con los fracasados tratando de esforzarse por salir adelante y los populares haciéndoles la vida imposible.
El filme nos muestra el primer año de universidad de Michael Wasowski y James P. Sullivan, quienes ingresan al prestigioso programa para asustadores en Monsters University. Rápidamente la inteligencia de Mike lo hace destacar en clase, pero no puede competir con el apellido de Sulley ni con su talento natural para asustar. Decidido a demostrarles a todos que él también puede llegar a ser un gran asustador, Mike pasa la mayor parte de su tiempo estudiando, mientras que su entonces enemigo se dedica a holgazanear creyendo que su popularidad resolverá todos sus problemas. Lamentablemente ninguno logra aprobar el examen final y son echados del programa.
Mike idea una forma para que vuelvan a aceptarlos en el programa de asustadores y hace una apuesta con la decana, si su equipo gana las sustolipiadas podrán regresar a clases, pero su equipo está conformado por Sulley, con quien no se lleva nada bien, y por un grupo de rechazados sociales con nulas habilidades para los sustos que han formado su propia fraternidad, los Oozma Kappa. Los juegos inician sin que nadie crea que los Oozma podrán llegar a la final, pero a base de mucho esfuerzo y suerte, se abren paso en cada prueba.
Como es de esperarse el grupo de marginados y torpes demuestran que tienen la habilidad para competir con los populares y se ganan un lugar entre los mejores, demostrándole a todos que son igual de buenos que cualquiera. Siempre en este tipo de historias son los perdedores quienes deben hacer frente a los bravucones y también es común que uno de esos chicos populares termine ayudando a los perdedores para redimirse y terminar siendo amigo de alguien que al principio detestó.
Mike es el típico ñoño que se la pasa estudiando pero a pesar de ello no logra adquirir las habilidades que necesita, mientras que Sulley es el chico popular con talento natural a quien su apellido le abre todas las puertas. Uno tiene que esforzarse por sus sueños mientras que el otro lo tiene todo ganado. Al final ambos lograrán convertirse en mejores personas y, obviamente, en mejores amigos. Argumento que es totalmente cliché y vemos en todas las películas de adolescentes universitarios o preparatorianos.
Fuera del prefabricado mensaje sobre la amistad y el artificial y estereotipado contexto escolar, las competencias son buenas, divertidas y dan lugar para buena comedia e incluso un poco de emoción. Incluso podemos ver algo de profundidad en la cuestión universitaria al menciona brevemente algunas de las otras carreras que se imparten, como los diseñadores de puertas (que serían como los de ingeniería), filosofía, biología, computación, diseñadores de contenedores de sustos, arte, entre otras. Hubiese sido interesante ver más de ellas pero se comprende que no era la finalidad de la historia.
Honestamente esta saga de los monstruos no es de mis favoritas de Pixar, pero debo admitir que la segunda me gustó mucho más que la primera. La parte técnica es excelente, la música es muy buena y el apartado visual sobresaliente, sobre todo en el diseño de los monstruos y en la calidad del detalle, pues es posible ver incluso hasta la textura de algunos de ellos. Y no debemos olvidar, al menos para la versión de Latinoamérica, la excelente dupla que Andrés Bustamante y Víctor Trujillo hacen para darles la voz a Mike y Sulley respectivamente.
Una excelente opción sin son fans de Pixar e incluso si no lo son pues la película resulta entretenida, divertida, emocionante y lo suficientemente ligera para disfrutarla sin complicaciones pero, al mismo tiempo, con la suficiente profundidad y contenido argumental para verla más de una vez sin que resulte tediosa o aburrida. Un perfecto ejemplo de que sí puede haber segundas parte muy buenas a pesar de que haya pasado más de una década entre la primera y la segunda. Y el que sea una precuela creo que fue un gran acierto, pues nos permite conocer el pasado de los protagonistas y cómo se conocieron, además de expandir el universo del mundo de los monstruos, algo mucho más atractivo en mi opinión que lo que hubiera logrado una secuela.