Atrapados en la Escuela

Título Original: Atrapados en la Escuela.
Autor: Beatriz Escalante y José Luis Morales (Compiladores).
Año de publicación: 1994.
Género: Drama.

Cuando estaba en segundo año de secundaria (o tercero, ya no recuerdo) la profesora de la asignatura de Literatura (o Español, no estoy seguro de cómo se llamaba) tuvo el buen detalle de dejarnos leer algunos libros muy recomendables para niños de esa edad; a futuro fue superada por las magníficas recomendaciones de mi profesora de Literatura durante el segundo año de preparatoria. Un Mundo Feliz, Atrapados en la Escuela, Batallas en el Desierto, Los Muchachos no Escriben Historia de Amor y alguno otro que seguramente estoy olvidando, destacaban entre su constante deseo de hacernos leer a Horacio Quiroga, Carlos Cuauhtémoc Sánchez y tanto libro de superación personal como existiera (El famoso Juan Salvador Gaviota), libros de los que nunca he sido fan.

De cualquier forma, Atrapados en la Escuela fue quizás mi libro favorito de entre todas sus recomendaciones, pues se conforma por una serie de relatos donde niños de edades que oscilan entre los 7 y los 18 años nos narran algunas de sus vivencias más peculiares, algunas tristes, otras graciosas y, como no puede faltar en algo que tenga que ver con adolescentes, algunas de tintes sexuales, claro, de esa sexualidad insipiente y por descubrir que experimentamos a esas edades.

El libro organiza sus relatos con base en las edades de sus personajes, mostrando primeros a los protagonistas más pequeños y al final a los más grandes, aunque no por ello quiere decir que los primeros relatos sean más tiernos o graciosos, por el contrario, algunos de los más fuertes tienen a los protagonistas más pequeños. Aunque eso de fuertes tampoco es para tanto, los relatos son sencillos y muy digeribles, por eso lo considero muy apropiados para chicos de secundaria, además del obvio hecho de que se sentirán identificados con las vivencias que enfrentan los personajes.

De entre todos los relatos, mi favorito indiscutible es “Una aventura inolvidable” de Arturo Tejo Villafuerte, quién nos narra la odisea que viven siete niños sedientos de aventuras, quienes deciden arman una balsa y navegar desde el Canal de la Compañía en la Ciudad de México hasta llegar al Golfo de México en la desembocadura del río Tamesí, pasando por el Moctezuma y el río Tula. La narración es muy agradable y las descripciones de los lugares por donde pasan los chicos son tan buenas que en verdad te hacen sentir el nauseabundo olor del canal cuando zarpan, los ramificados canales de cuando llegan a Hidalgo o la imponente amplitud del río ya cercano a la costa.

Una de las cosas que más me atrajo del relato fue que de niño yo vivía en Hidalgo a unos 30 minutos de río Tula, y aunque desde mi casa no se veía nada del contaminado afluente, sí conocía a la perfección todos los canales de agua negra que riegan las tierras de cultivo. Y no sólo eso, desde mi época de secundaria he vivido en el Estado de México, en la zona oriente, a una distancia aún menor del famoso Canal de la Compañía, por lo que gran parte de los lugares por los que los personajes pasan me eran bastante familiares.

El resto de relatos son igualmente buenos y seguramente habrá al menos uno para que cada lector se pueda sentir identificado. Si han leído y les ha gustado Batallas en el Desierto de José Emilio Pacheco (otro de mis libros favoritos) seguramente van a disfrutar de los singulares relatos de este libro, aunque claro, con una prosa más simple. Un libro que sin duda recomiendo para quienes estén en la adolescencia, pero que puede ser igualmente disfrutado por quienes ya estamos más grandes, pues nos hará recordar con añoranza nuestros viejos tiempos de secundaria, por muy buenos o malos que estos haya sido.

The Babadook

Título Original: The Babadook.
Género(s): Horror, Terror Psicológico, Thriller.
Director: Jennifer Kent.
Emisión: 2014.
Duración: 93 minutos.
Extras:

Había escuchado de The Babadook desde hace varios años y los comentarios que leí de la comunidad que gusta del terror eran generalmente positivos, por lo cual me intrigó bastante el verla, aunque no me había dado la oportunidad pues quería que fuera una de las reseñas para la época de Halloween y Día de Muertos, y a pesar de que había estado en mi lista de espera en Netflix desde hace más de dos años recién es que me decidí a verla y la verdad me gustó mucho.

Por lo que había leído muchos fan del Terror y el Horror la consideran como una de las mejores películas de los últimos años. Yo considero que es muy buena aunque no es Terror, vendría a ser Terror Psicológico o lo que en español puede considerarse un equivalente, Horror, ya que son los personajes quienes se aterrar a sí mismos, aunque eso dependerá de la interpretación final que cada persona de al filme.

La historia gira en torno a Amelia (Essie Davis) y Samuel (Noah Wiseman), madre e hijo quienes viven solos en su casa luego de que siete años antes el padre de Samuel muriera mientras llevaba a su esposa a dar a luz. Amelia parece no haber superado aún la pérdida de su esposo y Samuel muestra serios problemas de conducta que lo aíslan del resto de sus compañeros, además de que su agresión e irracional miedo a los monstros han hecho que abandone la escuela.

Amelia sufre la falta de sueño a causa de los terrores nocturnos de su hijo, pero todo empieza a agravarse cuando una noche ella lee una extraña historia a su hijo. El aparente cuento trata sobre un ente llamado Babadook, que entrará a su casa y aterrorizará a todos, y de quien no hay forma de escapar. Si el Babadook entra a la casa matará a todos. Desde ese momento Samuel sufre una crisis debido a su miedo, pero pronto su madre descubrirá que quizás no todo está dentro de la mente de su hijo.

La calidad técnica es muy buena, la música y el sonido ambiental se complementan perfectamente y los efectos están bastante bien, pues apelan más a la utilería y el maquillaje que a los efectos por computadora. Otro elemento básico aunado a la parte técnica y que tiene que ver directamente con la ambientación de terror es el manejo de la cromática. En el filme todo está en un tético todo de azules, un color frio que ayuda a generar esa sensación de vacío y soledad.

Las actuaciones son otro punto a su favor, pues si bien tenemos sólo a dos personajes principales, estos mantienen el peso de la trama perfectamente, sobre todo Noah Wiseman quien hace una excelente interpretación de un niño raro con problemas de conducta y un tanto descuidado. Honestamente esa inocencia que refleja su rostro aunado a ese aparente autismo en su actuar es lo que incrementan la atmósfera de miedo.

Un aspecto interesante y que considero es parte esencial de su éxito es la posibilidad que nos da la historia y el final de generar diversas interpretaciones y teorías. El que los fans puedan crear sus propias explicaciones permite que el universo de una película o serie se amplíe y enriquezca. Aquí tenemos principalmente dos teoría, la del monstruo como un ente real o la de que todo está en la mente de la madre y el niño. He leído algunas de las hipótesis de los fans y me parecen muy interesante, aunque no comentaré sobre ellas hoy para evitar hacer spoiler, pero sin duda es algo de lo que espero escribir más a profundidad muy pronto.

No obstante a las numerosas explicaciones que podemos darle al final de la historia, el filme tiene otros elementos clave que ya han demostrado funcionar exitosamente dentro de las obras de Horror y aunque sean ya una fórmula consolidad, The Babadook las usa de manera magistral. De hecho podríamos hacer la comparación del uso de dichos elementos con obras como Buenas Noches Mamá (2015) o las películas que integran el universo de El Conjuro (2013) que usan los mismos elementos.

Uno de los elementos básicos y más potentes del Horror es el vínculo madre-hijo, pues cuando son los hijos quienes sufren, las madres sufrirán un calvario espantoso con tal de ponerlos a salvo, o por el contrario, si es la mente de la madre la que está mal será ella el elemento de terror que ponga en peligro al niño. Cuando los infantes pierden la seguridad que las madres proporcionan es cuando el verdadero miedo empieza a generarse. El uso de niños es otro clásico del Terror y el Horror, sobre todo de ese último, pues ya sea que su inocencia haga más crudo su sufrimiento o que esa inocencia sea lo que enmascare su maldad, los niños siempre harán más sombría cualquier película de miedo.

La privación del suelo es otro de esos elementos y lo que nos permite optar por la teoría psicológica más que por la del monstruo real, pues la falta de sueño trastorna nuestra mente y es allí donde yacen los monstruos más terribles. El uso de imágenes fugaces y perturbadoras que buscan incomodar al espectador, muy al estilo de El Aro (2002), también las encontramos aquí.

Más de los elementos clásico usador por el Terror y el Horro y que podemos ver en este filme son el uso de insectos, el problema o pasado traumático (en este caso la muerte del padre), las complicaciones en la vida cotidiana (las dificultades económicas por las que están pasando), el poder de un objeto (el libro) y uno muy particular que es reflejo de nuestra sociedad machista, la mujer como ser vulnerable cuando no tiene a un hombre que la proteja, algo que puede dar para un buen análisis.

Sin duda una película grandiosa, que si bien parece que a muchos no les gustó y cuyo final pudo dejar insatisfechos a algunos (a mí me parece muy bueno justamente porque permite la especulación) es una excelente recomendación para ver a solas en la oscuridad de tu casa una noche lluviosa (así la vi yo de hecho). La película tampoco es que de mucho miedo, al menos no para quitarte el sueño, pero al no apostar por el sobresalto para espantarte, algo a lo que muchas obras del género recurren, hace que sea tu mente la que te adentre en la historia y te mantenga intrigado por lo que está pasado y, quién sabe, quizás hasta sí te llegues a asustar.