Título Original: Boulevard.
Género(s): Drama.
Director: Dito Montiel.
Emisión: 2014.
Duración: 88 minutos.
Extras:
Soy de esos típicos que tienen la manía de andar cambiando de canal a cada rato, o lo era cuando veía televisión y mis horas frente a la pantalla no habían sido absorbidas en su totalidad por los servicios de Streaming y YouTube. Pero durante los últimos días de diciembre pasé un tiempo frente a la televisión de paga y, mientras cambiaba de canal buscando algo que me interesara, llegué a una película ya empezada donde salía Robin Williams, actor cuyas películas generalmente me agradan y que a raíz de su suicido me ha parecido más interesante.
La historia mostraba a Nolan, un hombre monótono a quien Robin logra dotarlo de una personalidad en la que se hace evidente la frustración en la que vive. Nolan trabaja en un banco desde hace muchos años y no parece tener metas en la vida, incluso su matrimonio parece ser una fachada pues en el fondo ni él ni su esposa parecer estar gozando de una vida plena, aunque la relación entre ambos parece ser muy respetuosa y frente a sus amigos parecen tener un matrimonio estable.
Las cosas cambian cuando Nolan sale a dar un paseo y termina en un calle que no conoce, donde jóvenes ofrecen sus servicios sexuales. Leo, uno de esos chicos, se acerca al auto de Nolan y se sube con él para ir a un hotel. Sin embargo, pasan el tiempo por el que Nolan ha pagado platicando, sin tener relaciones, pues si bien a nuestro protagonista parece gustarle aquel jovencito lo que en realidad necesita es expresar sus emociones y tener a alguien con quien platicar sin que deba fingir ser alguien que no es, como lo ha estado haciendo toda su vida, pues a pesar de querer a su mujer, ella no satisface sus verdaderas necesidades emocionales.
Aquí es donde la actuación de Williams se hace majestuosa, pues logra hacernos notar que Nolan sufre en lo profundo de su ser por sus necesidades emocionales, ya que si bien la historia nos muestra a un hombre maduro afrontar sus preferencias sexuales y aceptar su homosexualidad no es la parte física lo que desea satisfacer, ya que nunca él y Leo nunca intiman, de hecho Nolan adopta a Leo y empieza a cuidar de él, dándole dinero para pagarla a un tipo que lo amenaza y consiguiéndole un trabajo para que deje la prostitución.
Esa relación entre ambos sí es equiparase a la del sugar dady en su versión heterosexual, ya que es el hombre que conoce a una sexoservidora, se enamora de ella y quiere tener una relación y sacarla de trabajar, le da regalos o la lleva a cenar. Aquí se ve un poco eso, más allá del sexo la necesidad de Nolan de expresar esos sentimiento por otro hombre eran lo que en verdad necesitaba, al final como en toda relación con alguien a quien se le paga por sexo, las cosas salen mal entre ambos, pero eso le permite al protagonista crecer, aceptar su realidad y por fin vivir la vida que le corresponde, sin ocultarse tras una fachada que lo hace infeliz y le han generado esa desdicha y frustración que Robin Willian interpreta de forma excelente, pues ese hombre extraño y retraído podría reflejar que tal vez Robin en el fondo ya vivía infeliz.
La película retrata la salida de un hombre homosexual ya entrado en su madurez, un hombre deprimido por lo mismo y que es destacable por el impecable trabajo de Williams, fuera de eso la historia está bien, me recordó un poco al filme mexicano Cuatro Lunas, sobre todo a la última historia donde un hombre mayor, casado y con hijos, se enamora de un joven que igualmente ejerce la prostitución. Pero más allá de la homosexualidad, personalmente considero que parte de esa frustración y depresión en el personaje se debía a su incapacidad de expresar sus sentimientos de la manera que él necesitaba y eso es un detalle a destacar en esta historia.
El filme fue el último trabajo que hizo William para la pantalla grande, de hecho cuando terminó y vi la fecha me resultó más significativa su interpretación sabiendo que se entrenó el mismo año de su muerte. Aunque el propio guionista ha dicho que fuera del personaje no era evidente una actitud depresiva por parte del difunto actor, no obstante, es algo que —como espectadores— no podemos evitar relacionar. Y si bien Robin Willian es conocido como un actor de comedia, creo que sus mejores interpretaciones han sido en obras dramáticas.
Si bien la película no es la gran obra del cine con temática LGBT+ a mí me pareció inesperado ver a Williams interpretando a un homosexual, ya que lo hemos visto hacer de todo, a un niño en Jack (1996) o al raro acosador Seymour Parrish en Retratos de una Obsesión (2002), que de hecho la rareza de Nolan me recordó a este último, pero verlo interpretar a alguien gay fue lo que me atrajo más y me hizo seguir viendo la película, pues ver lo camaleónicos que pueden ser algunos actores para este tipo de interpretaciones es parte de esa magia del cine que te logra atrapar, lo mismo me pasó con Tom Hanks en Philadelphia (1993). Una película con una historia buena a secas pero una excelente actuación.