El pasado 19 de septiembre teníamos programado grabar un podcast sobre el Cine de Luchadores, en conmemoración del centenario del nacimiento de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo, luchador mexicano famoso por protagonizar un gran número de película de acción y aventura donde enfrentaba a seres de otros planetas, espectros de ultratumba y criminales dementes, con ayuda de otros héroes del ring y numerosos artilugios muy propios de esa clásica, aunque algo desvalorada, Ciencia Ficción Mexicana.
Para mí el Santo es el máximo superhéroe mexicano, muy por encima de Kalimán, Chanoc, Hermelinda Linda y el Chapulín Colorado. El Santo enfrentó de todo, quizás sólo le faltó luchar contra Godzilla. Además del curioso fenómeno cultural como deporte-espectáculo que es la Lucha Libre en nuestro país, estos héroes enmascarados se han infiltrado a tal punto en la cultura popular mexicana, que son un referente de México a nivel mundial.
Debido al sismo sufrido en México el pasado martes ya no nos fue posible grabar dicho podcast, pero como sigue dentro de los planes hacerlo hoy no ahondaré en el tema del Cine de Luchadores, simplemente mencionaré que un 23 de septiembre de 1917 nació el hombre que se convirtió en leyenda, aquel enmascarado de plata que enfrentaba a sus rivales tanto dentro como fuera del ring.