Título Original: ハイスクール・フリート (Haisukūru Furīto).
Género(s): Militar, Comedia, Ficción Especulativa.
Director: Yuu Nobuta.
Estudio: Production IMS.
Emisión: Abril – Junio de 2016.
Duración: 12 Episodios.
Extras: 2 OVA.
Pocas son las series de anime que no nacen como adaptaciones de un manga, y menos frecuentes las que generan una adaptación en este formato luego de su emisión, ese es el caso de High School Fleet, un anime sobre temática naval un tanto rosa y cliché pero con muy buenos y entretenidos momentos de acción.
El diseño de personajes es un tanto genérico, pero hay que reconocer que logra la suficiente originalidad como para hacer diferentes y reconocibles para el espectador a la enorme cantidad de personajes que aparecen en la serie. El diseño de escenarios es adecuado aunque no sobresaliente, pero la calidad de animación es muy buena y logra que las batallas navales se disfruten mucho. Sin embargo, el mejor elemento técnico es la banda sonora, pues esta genera una ambientación muy realista que nos sumerge en el interior de un barco de guerra.
La historia gira en torno a Akeno Misaki, una chica poco brillante pero con mucha suerte. Mika, como la apodan sus amigas, es nombrada capitana del Harekaze, un pequeño barco de navegación en el que fueron colocadas las alumnas con las peores notas de la Escuela Marítima Yokosuna, en donde las chicas estudian para convertirse en “Blue Marmaids” y poder patrullar y proteger los mares de Japón.
Las chicas zarpan hacia su primer viaje de prácticas, pero un extraño y desconocido fenómeno hace que el barco de su instructora las empiece a atacar. Sin tener en claro qué pasa, Mika decide dar la orden de responder el ataque, pero eso hace que acusen a toda la tripulación del Harekaze de sublevarse. A partir de ese momento las chicas deberán tratar de aclarar la situación mientras enfrentan el misterioso ataque de diversas embarcaciones “amigas”, a su vez que van en busca del Musashi, el barco más grande y poderoso de la flota comandado por Moeka China, la mejor amiga de Mika, quien enviara una llamada de auxilio.
La historia parte del supuesto de que el movimiento de las placas tectónicas aumentó el nivel del mar hundiendo gran parte de los territorios costeros. Debido al aumento del mar, muchas ciudades costeras de Japón ahora son ciudades flotantes y requieres de las Blue Marmaids para su protección. Para evitar que las flotas fueran usadas para la guerra, todos los barcos son comandados únicamente por mujeres.
Este trasfondo le da un toque muy bueno a la serie, pues hace coherente la existencia de la escuela para chicas además de que permite un poco de fans-service al ser únicamente mujeres las que navegan. Aunque por otro lado, la hace demasiado rosa y sentimental por momentos. Eso sí, el diseño de esas ciudades marítimas de estilo futurista es muy atractivo a pesar de que salen poco en pantalla.
La historia pasa casi de inmediato a la acción y las batallas entre barcos son constantes, lo cual es un gran acierto, sobre todo porque deja como misterio el origen de los ataques. No obstante, este misterio se explica a la mitad de la serie quitándole un poco de intriga, pero los constantes enfrentamientos son suficientes para mantener la atención del espectador durante los capítulos restantes. La comedia también es buena pero está enfocada más para un público femenino, al igual que el manejo de las relaciones y las emociones entre las chicas, pero al conjuntar la acción y la emotividad se genera un resultado atractivo para cualquier tipo de público.
Dos aspectos que me encantaron fueron el manejo del lenguaje técnico y la organización del barco. La cantidad de personajes es abrumadora y eso puede confundir al espectador, pero es un mal necesario porque tenemos a las chicas del puente, las del cuarto de máquinas, las de navegación, las de artillería, las de cocina y para cada uno de los puestos del barco. Ver a mujeres en ese tipo de trabajo resulta una propuesta fresca a pesar de que su diseño responde a los estereotipos actuales, lo cual se perdona al escucharlas hablar en nudos, grados, estribor y demás palabras usadas en la actividad naval.
Otro aspecto que es una constante en muchas series japonesas es la cuestión de los perdedores. El Harekaze en un barco donde van las perdedoras, aquellas con los menores promedios y pocas habilidades. Sin embargo, estos perdedores al enfrentar situaciones difíciles adquieres experiencia y se hacen mejores, sorprendiendo a aquellos que en un principio no creían en ellas. Y eso es justo lo que les pasa a las chicas que tripulan el Harekaze.
Las palabras técnicas y la organización dentro del barco le dan un toque de realismo que se agradece mucho. Aunque debemos aceptar que la serie tiene momentos muy flojos durante las escenas sentimentales que a veces están un tanto fuera de lugar, no obstante, el resultado final es en general más que decente. Y si bien la serie no es la gran revelación, su manejo de la acción la hacen muy entretenida, sin olvidar que no hay muchos animes de temática naval, por lo cual es una recomendación interesante para quienes quieran ver una serie sobre cuestiones militares sin tintes crudos ni dramáticos.