Golden Time

Título Original: ゴールデンタイム (Gôruden Taimu).
Género(s): Drama.
Director: Takuya Inaba
Estudio: Robot Communications Inc.
Emisión: 2014.
Duración: 21 minutos.
Extras:

Golden Time hace referencia al horario estelar en la televisión japonesa, y ya que la historia trata  sobre un viejo televisor que es desechado, el nombre no podría haberle quedado mejor. A primera vista el corto nos muestra un estilo retro, algo artesanal que me recordó inmediatamente el bellísimo anime de Tsumiki no ie, que resulta ser de la misma casa productora, y que luce un poco como una peculiar animación europea.

El estilo es diferente y eso de la un aire de frescura y originalidad, además de que enfatiza la belleza de la historia. Los diseños tanto de los personajes como de los escenarios son muy bonitos y van perfecto con la temática nostálgica del corto. Además, la banda sonora es igualmente buena, ya que tanto lo música como los sonidos ambientales son perfectos, sobre todo estos últimos.

La historia gira en torno a un viejo televisor de 1964 y parece tomar lugar en el Japón de los años ochenta. El viejo televisor es de esos antiguos muebles grandes y pesados de madera, que maravillaran a la audiencia a mediados del siglo pasado pero que fueron desechados debido a la modernidad. El televisor es dejado en un depósito de chatarra donde reciclan metal, allí conocer a otros objetos, un muñeco de cuerda, un ventilador, una cubeta y una pequeña silla, que se han hecho amigos y se ayudan para mantenerse vivos en aquel lugar que los tiene destinados al olvido. Al parecer algunos de ellos han sido desechados por descomposturas y otros simplemente sustituidos por algo más moderno a pesar de que aún funcionan.

Nuestro televisor se reúsa en un principio a aceptar su situación y trata de escapar pero sin lograrlo. Como aún funciona trata de demostrar que puede usarse, pero eso le sale mal y únicamente logra que le quiten sus piezas útiles. Mutilado y sin esperanza deciden acabar con su vida, pero sus nuevos compañeros tratan de impedirlo. Al final, el mueble es reutilizado por un joven trabajador del depósito, dándole una segunda vida aunque muy diferente de la anterior.

Los objetos antropomorfizados con memoria y, digamos, alma suelen vivir interesantes historia algo melancólicas, pues en ellos permanece el recuerdo de tiempos pasados que fueron mejores, cuando eran la novedad y todos los querían. Nuestro televisor solía reunir a la familia y ser un objeto importante, pero ahora es sólo un viejo mueble sin futuro. Esa memoria en los objetos no es otra cosa que una alusión a nuestros propios recuerdos, a las aventuras y vivencias, buenas y malas, que hemos pasado en compañía de algunas de nuestras cosas. Cuando las cosas adquieren eso que llamamos valor emocional es justo porque forman parte de los recuerdos de nuestro pasado, y eso es justamente lo nostálgico en este corto.

Otra razón que lo hace un poco triste es la inevitable referencia a los ancianos, pues así como un televisor viejo es remplazado por las vistosas novedades de lo nuevo, las personas mayores pueden sentirse relegadas por las nuevas generaciones y, si bien ya no son tan ágiles, fuertes ni rápidas como en antaño, eso no significa que debamos hacerlas aún lado. Mantenerse activo es una forma de seguir vivo, pues nos da un propósito y eso es algo muy particular que sucede en Japón, país con uno de los índices de longevidad más altos.

El corto es muy bonito, tiene un estilo distinto que considero es necesario que todos aquellos que consumen anime sepan apreciar, pues de lo contrario quedaremos limitados a un anime genérico donde los diseños son reciclados y vemos personajes que se parece a los mismo animes de hace veinte años. La historia es igualmente buena, pues te deja un emotivo mensaje sobre el valor de las cosas y te permite reflexionar sobre la vejes de una forma indirecta. Además, el hecho de que no tenga diálogos permite que cada espectador viva una experiencia distinta y personal.

Una gran recomendación para aquellos que gustan de consumir historias diferentes en el anime y que saben apreciar el trabajo artesanal que implica hacer, contar y animar una buena historia. Sin duda uno de esos pequeños cortometrajes que a pesar de no ser tan conocidos tienen mucho valor y nunca será un desperdicio darse el tiempo para verlos.