El Día Después de Mañana

Título Original: The Day After Tomorrow.
Género(s): Ficción Especulativa.
Director: Roland Emmerich.
Emisión: 2004.
Duración: 124 minutos.
Extras:

En lo que respecta a películas apocalípticas sobre desastres naturales, El Día Después de Mañana siempre ha sido una de mis preferidas, pues habla de un tema que bien podría causar el fin de la humanidad que es el cambio climático. Ya había yo mencionado en la entrada sobre Ficción Especulativa que dicho género parte de la pregunta ¿qué pasaría si? y aborda temas que ya han ocurrido o podrían ocurrir, como impactos de meteoritos, terremotos, tsunamis, tormentas, pandemia o un drástico cambio climático (para el momento en que se publique esto habrá pasado un mes de las nevadas que dejaron un paisaje similar al de la película en Estados Unidos y Canadá).

Ahora bien, gran parte de ese tipo de películas tiene aspectos súper exagerados, como 2012 y si bien esta no escapa a ese problema, es una película que me gusta bastante porque de entre todos los desastres naturales que podríamos enfrentar éste era uno de los que más me llamaba la atención vivir, a diferencia de una pandemia que resultó ser lo que nos ha tocado a todos. De cualquier forma, si bien un virus difícilmente acabará con la humanidad el cambio climático es uno de esos problemas por los que deberíamos estar más preocupados, ya que no habría vacuna para ello.

La historia se centra en el climatólogo Jack Hall, quien predice que el acelerado derretimiento de los polos generará un desequilibrio en las corrientes oceánicas capaz de provocar un cambio climático a gran escala y el cual tendría como consecuencia una nueva era glaciar. Dado que sus investigaciones no pueden precisar cuándo podría ocurrir esto, los políticos encargados del asunto no lo toman en cuenta, hasta que los impredecibles cambios climáticos empiezan a ocurrir y todo parece apuntar a una inminente nueva edad de hielo.

Tornados devastadores, huracanes nunca antes vistos, inundaciones, tormentas y granizos gigantes empieza a presentarse por todo el mundo. Distintos científicos tratan de explicar el inusual comportamiento climático y todo parece apuntar a que la teoría de Jack es correcta y ya ha empezado a pasar. Mientras los científicos y políticos se enfrentan por las decisiones que deben tomar para salvar vidas, nuestro protagonista lidia con su propio drama familiar, pues su hijo, Sam,  ha viajado a Nueva York para una competencia escolar, demasiado al norte para estar a salvo, así que mientras todos viajan lo más al sur que pueden él y sus colegas se internan en la tormenta para rescatar a su hijo y a sus amigos.

La trama en esencia es realmente simple, la parte científica sobre el cambio climático es interesante y las escenas de devastación son apropiadas. El drama familiar lo entiendo, pero también me es un poco molesto que las películas estadounidenses siempre apelan a ese tópico como elemento principal (al igual que la parte patriótica) y hacen que la tormenta pase un poco a segundo plano. El protagonista y su hijo tenían cierto distanciamiento debido a que el trabajo del padre lo mantenía lejos de casa, pero creo que si buscaran la forma, el simple hecho de tener que sobrevivir a una tormenta que puede congelarte en segundos podría ser suficiente para mantener la atención del espectador.

La historia particular del hijo y sus amigos está bien, hay lazos de amistad y un trasfondo romántico entre el hijo del protagonista y su compañera Laura que da partida para que ciertos actos heroicos ocurran y se meta algo más de acción a la trama, pero tampoco es la gran cosa. Las escenas de destrucción y caos climático en su tiempo fueron muy buenas y recuerdo que cuando las vi en el cine me emocionaron mucho, pero el tiempo le ha pasado factura al CGI y ya empiezan a verse viejo y artificial.

Además del obvio tema sobre el cambio climático, hay un interesante mensaje político, que si bien va en el mismo tono, no deja de ser una gran idea el esbozarlo en pantalla. Por ejemplo, es interesante ver, desde la perspectiva del mexicano, cómo el clima invierte la migración y ahora son los gringos quienes huyen hacia el sur. El norte desde siempre se ha visto como el punto de desarrollo y civilización, tanto para Estados Unidos como para Europa, pero luego de la glaciación los únicos lugares habitables son los que se localizan cerca del Ecuador, que en su mayoría son países tercermundistas.

La película es entretenida, tiene su dosis científica que le da esa apariencia de legitimidad pero sin buscar ser un documental, tiene una drama aceptables que no llega al absurdo de opacar el desastre ambiental ni de ser en extremo dramático, tiene una buena banda sonora y actuaciones que no son las mejores pero están bien para el género y una apropiada cantidad de escenas de destrucción. Recomendable para quienes quieran pasar la tarde viendo algo entretenido sin mayor pretensión pero una obra obligada para los fans de este tipo de historias.