Título Original: ¡A volar joven!
Género(s): Comedia.
Director: Miguel M. Delgado.
Emisión: 1947.
Duración: 113 minutos.
Extras: –
No sé si les haya pasado, pero si aún ven televisión me imagino que sí, que han sintonizado un canal donde están pasando una película que ya empezó, es decir, no vieron el inicio, y siguen viendo el resto de la película hasta el final porque les gustó, tiempo después les pasa lo mismo, vuelve a encontrar esa película ya empezada más o menos en el mismo momento donde la vieron la vez pasado y así, total que ha visto dicho filme muchas veces, sólo por televisión pero nunca desde el inicio. Pues bueno, esa es mi historia con ¡A Volar Joven!, la cual, a fuerza de repetición, creo que considero mi película favorita de Cantinflas.
Y es verdad, fácilmente he visto la película unas ocho o diez veces en televisión y casi siempre desde la escena en la que Cantinflas llega a la casa de Don Lupe quien lo obliga a casarse con su hija fingiendo que ha descubierto que Cantinflas ama a su hija María en secreto. Aunque todo eso es una treta por parte de Don Lupe para hacerle creer a su hija que tiene un pretendiente y hacerla salir de su depresión. Al final, sin poder reusarse, Cantinflas terminado contrayendo matrimonio con la hija de terrateniente.
Mientras llega el día de la boda, nuestro protagonista regresa a los cuarteles de la Fuerza Aérea donde se ha enlistado a las clases de vuelo con la esperanza de que mientras esté dentro del cuartel no le permitan salir y así evite que lo casen a la fuerza. Propio de los escritores de la época, Cantinflas y su compañero, el también nuevo estudiante Repelas (Ángel Garasa, quien siempre han hecho un gran dúo con Mario Moreno), se suben a un avión que será usado para romper el record de vuelo en circuito cerrado. Miedosos del castigo de sus superiores por abordar un avión no permitido, pero más temerosos aún por aterrizar ya que era el primer vuelo de ambos, se quedan sobrevolando el cuartel hasta que rompen el record y la falta de combustible los obliga a aterrizar.
Al final, Repelas y Cantinflas se vuelven unos héroes por su hazaña aeronáutica y a éste último lo terminan casando con María, quien al parecer, no era tan fea después de todo. La historia es simple, la comedia es buena y muy característica de esos años, cuando en la época del Cine de Oro había buenos escritores que sabía divertirnos. Y si bien el tipo de humor es simple y un tanto repetitivo, siempre he disfrutado esas escenas del avión, con las típicas confusiones que se volvieron un cliché del cine nacional, pero que aún funcionan y nos permiten disfrutar de una comedia blanca.
Personalmente, y no estoy muy seguro del porqué, ese tipo de películas en blanco y negro con actores como Cantinflas, Joaquín Pardavé, Sara García o Fernando Soler, siempre que las veo me hacen sentir ese ambiente de domingo en la mañana, cuando todo está tranquilo y en la lejanía del centro del pueblo se advierte el murmullo del día de tianguis con un sol levemente caluroso. Lo del domingo es porque era el día en que pasaban esas películas en la televisión abierta y lo del tianguis supongo son parte de mis recuerdos de infancia.
En fin, una película simple pero divertida, con bueno comedia propia de los años 40 y que es una recomendación muy apropiada para quienes gusten del cine mexicano de la Época de Oro. Y como ya dije, es mi película favorita de Cantinflas y, en efecto, nunca la he visto desde el inicio.