Título Original: Los simuladores.
Género(s): Comedia, Suspenso, Drama.
Creado por: Damián Szifron.
Emisión: 2008 y 2009.
Duración: 3 temporadas.
Extras: –
En 2002 fue emitida por primera vez la versión argentina de Los Simuladores, serie creada por Damián Szifron y en la que se basó la producción mexicana de 2008. Y si bien he leído varios comentarios y peleas entre los fans por decir cuál de las dos es mejor, la realidad es que están hechas para el público respectivo de los distintos países; incluso hay capítulos que son únicos de cada versión. Yo vi un capítulo de la versión original y no me gustó, simplemente no congracié con el humor argentino y prefiero la versión tropicalizada para México con referencia que puedo entender. Que es un poco lo que pasó con The Office y The Office US, siendo la versión británica la original pero la versión estadounidense la más popular.
Y si bien la series emitidas por la televisión abierta, principalmente Televisa, no se destacan por tener una calidad sobresaliente, debo admitir que cuando esta serie se emitió sí fui muy fan, tanto que es de las pocas producciones para televisión que he visto de principio a fin. Personalmente la idea de los simulacros como mecanismo para resolver los problemas de la gente y ese toque detectivesco me gustaron mucho.
La serie gira en torno a cuatro socios que montan una compañía para resolver todo tipo de problemas, sobre todo de carácter doméstico mediante operativos a los que denominan simulacros, en los cuales representan una farsa para hacer creer a las victimas algo y lograr su objetivo, que puede ser evitar una extorsión, ayudar a una persona a recuperar su casa, salvar un matrimonio, ayudar a un chico a aprobar sus materias o impedir que la corrupción de algún funcionario siga afectando al pueblo.
El grupo es integrado por el genio táctico Mario Santos, encargado de planificar todo a la perfección, es un hombre refinado, culto y muy inteligente, que como especie de Sherlock Holmes analiza toda posible variable a fin de que el operativo funciones. Emilio Vargas, encargado de la caracterización y cuyos dotes actorales le permiten personificar a cualquier personaje. Pablo López, exmilitar experto en técnica y movilidad, en el encargado de conseguir todos los suministros para realizar los operativos, así como de infiltrarse o donde sea necesario. Finalmente tenemos a Gabriel Medina, antiguo reportero cuyas habilidades en la computación le permiten intervenir cualquier medio de comunicación sin olvidar que con ayuda de sus contactos en la prensa puede conseguir toda la información necesaria de cualquier persona.
Los cuatro conforman un equipo excelente que trabaja a la perfección, pues las habilidades de cada uno se complementan para llevar a cada operativo el final deseado. Por su trabajo ellos cobran una tarifa que puede recibir de sus contratantes o, en ocasiones, obtener de la propia víctima, aunque muchas veces las personas con pocos recursos adquieren una deuda que pagan colaborando con ellos en otros operativos, haciendo con esto que su red de colaboradores les permita escenificar cualquier tipo simulacro necesario.
El aspecto de los simulacros es la mejor parte, pues ver cómo planean y llevan a cabo las cosas para lograr su fin es muy entretenida, ya que como en las películas de detectives y agentes secretos, ellos debe infiltrarse ataviados en toda clase de parafernalia para poder llevar a cabo la simulación, algunas muy divertidas, otras que apelan mucho al análisis psicológico o social de la víctima y otra más muy inverosímiles que sólo son posibles gracias a la magia de la televisión. Sobre eso la primera temporada considero que tiene simulacros más creíbles y se centra sólo en eso, en la segunda varios son tan disparatados que se vuelven más graciosos que creíbles, pero al menos se nos permite conocer más el trasfondo personal de los protagonistas.
No soy fan de Arath de la Torre pero su personaje de Vargas lo hace bien, Ruben Zamora como Medina y Alejandro Calva como López están excelentes, pero sin duda quien destaca muchísimo es Tony Dalton, pues la forma en que interpreta al frio y calculador aristócrata de Santos es muy buena. Y junto a ellos hay varios colaboradores que se vuelven personajes recurrentes ya que aportan su toque de comedia también y cuyos operativos no podría llevarse a cabo sin su ayuda.
La serie es buena y muy entretenida, yo la disfrute mucho cuando la emitieron por canal cinco hace más de diez años y ahora que la encontré en Prime pude volver a verla en buena definición. Sin embargo, a diferencia de aquella primera vez que la vi, en esta ocasión pude notar que sí tiene varias fallas, errores y sobre todo, apela mucho a la concepción de excepción para que los planes de Santos puedan salir bien, pues difícilmente la gente en la vida real caería en los simulacros que el grupo interpretan. A pesar de eso logra entrar en mi top de series mexicanas favoritas.